DESDE LA EDUCACIÓN: UNA MIRADA AL MALESTAR POSTPANDEMIA

Armando Sánchez Gutiérrez

Zihuatanejo, Guerrero. México

Resumen

Nos pro­ponemos estable­cer el recor­ri­do teóri­co que per­mi­ta enten­der el ori­gen y esta­do actu­al de las habil­i­dades sociales en la edu­cación, esto des­de un enfoque psi­coanalíti­co. Este tra­ba­jo que se real­izó en colab­o­ración con 50 par­tic­i­pantes, se pro­pu­so cono­cer el impacto de la pan­demia en el entorno aúli­co de la Edu­cación Media Supe­ri­or, el estu­dio fue anal­iza­do medi­ante la per­spec­ti­va cual­i­ta­ti­va y cuan­ti­ta­ti­va­mente se obtu­vieron los datos a través de la respues­ta de un cues­tionario sobre las condi­ciones socio cul­tur­ales de los estudiantes.

En cuan­to a resul­ta­dos, la dimen­sión con may­or impacto fue: el niv­el requiere apoyo, coin­ci­di­en­do con la obser­vación y resul­ta­dos académicos.

Pal­abras clave: Pan­demia, edu­cación, psi­coanáli­sis, lazo social y habil­i­dades sociales.

Abstract

We pro­pose to estab­lish the the­o­ret­i­cal path that allows us to under­stand the ori­gin and cur­rent state of Social Skills in edu­ca­tion, for­mu­lat­ed by psy­cho­analy­sis. This work, with the col­lab­o­ra­tion of 50 par­tic­i­pants, aimed to know the impact of the pan­dem­ic on the class­room envi­ron­ment of High­er Sec­ondary Edu­ca­tion. The study was ana­lyzed from a qual­i­ta­tive per­spec­tive and quan­ti­ta­tive­ly the data was obtained through the response to a ques­tion­naire about their socio-cul­tur­al conditions.

In terms of results, the dimen­sion with the great­est impact was: the Lev­el requires sup­port, coin­cid­ing with obser­va­tion and aca­d­e­m­ic results.

Key­words: Pan­dem­ic, edu­ca­tion, psy­cho­analy­sis, social bond and social skills.

Las fuerzas más poderosas que moti­van la con­duc­ta del ser humano
nacen de las condi­ciones de su exis­ten­cia, y de su situación humana,
de ahí que bus­ca un equi­lib­rio entre las necesi­dades fisiológicas
y la con­cien­cia que desar­rol­la al ten­er contacto
con las condi­ciones de su existencia. 

Fromm

El malestar postpandemia

A man­era de pre­lu­dio, comen­zaré pre­gun­tan­do, después de la pan­demia, ¿y las habil­i­dades sociales? Es evi­dente que entre nosotros, los docentes, ha sido y con­tinúa sien­do un tema soslaya­do, desa­ten­di­do como mate­ria de análi­sis, pese a las secue­las emo­cionales que ha deja­do el Covid-19, de man­era gen­er­al en la sociedad y de for­ma par­tic­u­lar en la edu­cación. Es per­ti­nente señalar que ante la ter­mi­nación de este, se con­sid­era que hemos gana­do la batal­la, sin cues­tionarnos en qué situación nos ha deja­do emo­cional­mente. Es com­pren­si­ble que de man­era incon­sciente se hagan pre­sente mecan­is­mos de defen­sa del yo, y quer­amos olvi­dar un peri­o­do de tiem­po doloroso a niv­el plan­e­tario y, a pesar que a niv­el del incon­sciente colec­ti­vo sigue manifestándose.

En el con­fu­so pro­ce­so socio­cul­tur­al post­pan­demia, por el cual tran­si­ta­mos, con­sidero per­ti­nente una reflex­ión sus­ten­ta­da del malestar con­tem­porá­neo, ello sobre las bases teóri­c­as del psi­coanáli­sis, primero con el obje­ti­vo de ubicar los ele­men­tos que le dan vida, sien­do que la estruc­tura comu­ni­taria se incor­po­ra en el ser social, generan­do un sen­ti­do en par­tic­u­lar, lo que cier­ta­mente vari­ará de acuer­do a las car­ac­terís­ti­cas que sur­gen en difer­entes comu­nidades, y se hacen pre­sentes en el lazo social con sus sín­tomas y padec­imien­tos emo­cionales, de man­era pecu­liar en nue­stros estu­di­antes. En este con­tex­to, nos pre­gun­ta­mos, entonces, ¿cuál es la acti­tud de la insti­tu­ción educa­ti­va con el fin de enfrentar las secue­las emo­cionales que acar­reó el virus? Plantea­do tal cual, pro­ponemos con­sid­er­ar algunos aportes teóricos…

¿Ahora, qué sigue?

Pues bien, la psi­cología en gen­er­al, y el psi­coanáli­sis con todo su baga­je teóri­co, en lo par­tic­u­lar, se enfrentan al reto de analizar e inter­pre­tar, com­ple­jos pro­ce­sos psíquicos, frag­men­tos de una real­i­dad que se esconde a nues­tra per­cep­ción con­sciente, tratan­do de evi­tar que se hagan pre­sente expe­ri­en­cias, emo­ciones, bus­can­do evi­tar dolores y frus­tra­ciones, pero, ahí están los malestares emo­cionales que nos han deja­do dos años de la deses­truc­turación del Lazo social, pues bien, aho­ra esta­mos frente a una prob­lemáti­ca social que es de nues­tra incum­ben­cia pro­fe­sion­al. Al igual, como actores del sis­tema educa­ti­vo, que man­i­fi­es­ta secue­las psi­cológ­i­cas de una pan­demia plan­e­taria, y con un afán impe­rioso de ser aten­di­das, es per­ti­nente que afron­te­mos una real­i­dad com­ple­ja que se man­i­fi­es­ta de man­era pun­tu­al al inte­ri­or del aula.

Así que, en lo que nos concierne, es nece­sario hac­er men­ción, que el pre­sente escrito es una con­tinuidad de tra­ba­jos tales como, “¿Infan­cia es des­ti­no?” “La Pan­demia y sus efec­tos emo­cionales”, y “Una Com­pren­sión de las Habil­i­dades Sociales Post­pan­demia”, que abor­dan una temáti­ca común… Aclara­do el pun­to, des­de estas nuevas real­i­dades sociales y sub­je­ti­vas es per­ti­nente pre­gun­tarnos… Después de la pan­demia, ¿qué sigue? Empece­mos con el análisis…

Abordemos el lazo social

Con el paso de Covid-19, generan­do una cri­sis plan­e­taria, nos pre­gun­ta­mos por sus efec­tos en los vín­cu­los humanos y la sociedad en gen­er­al. Es per­ti­nente hac­er men­ción que, Freud teoriz­a­ba sobre las condi­ciones socio­cul­tur­ales del ser social y la lucha entre las exi­gentes pul­siones y las nor­mas que bus­can civ­i­lizar a una sociedad que pre­tende ide­ales cul­tur­ales has­ta aho­ra inal­can­z­ables, de igual man­era, a pesar de que él mis­mo, no llegó a emplear el con­cep­to de Lazo social, podemos encon­trar en algunos de sus tra­ba­jos ref­er­entes epistémi­cos que le dan luz a la noción, tales como el “Malestar en la cul­tura” ubicán­do­lo en relación con la “Pul­sión de muerte”, de man­era que la civ­i­lización pue­da con­ducir a una ilusión de felicidad.

Al respec­to, en primer lugar, ¿Cómo podemos con­cep­tu­alizar el lazo social? Bien, señalam­os que es un prin­ci­pio de la social­ización humana, en tan­to, man­era de ser y rela­cionarse con la gente que le rodea, con una ten­den­cia a la aso­ciación más que a la dis­o­ciación, a par­tir de suje­tos con dis­posi­ción a estable­cer rela­ciones entre ellos, como una ten­den­cia nat­ur­al o de necesi­dad de seguri­dad al con­for­mar gru­pos. Es per­ti­nente señalar que el ser social vive den­tro de una cul­tura que gen­era un sin­número de rela­ciones, tales como, las famil­iares, pro­fe­sion­ales, de esparcimien­to, deporti­vas, etc. las cuales inte­gran, unen, dis­fru­tan, gen­er­an dis­putas, dán­dole vida al lla­ma­do con­cep­to de lazo social

Lo que nos lle­va a cues­tionarnos, ¿cómo lo enfo­ca el psi­coanáli­sis?, veamos que señala Isabelle Morin, en su tex­to, “Las con­se­cuen­cias de la fobia en el lazo social”, quien nos dice…

… el que ver­dadera­mente hace lazo entre los humanos, el que tra­ba­ja para el viviente, de ningu­na man­era es equiv­a­lente a todo aque­l­lo que con­gre­ga a los humanos. El orden social se fun­da a veces sobre el odio, la vio­len­cia, el racis­mo y la fasci­nación del tira­no, todo lo cual con­duce a la seg­re­gación. Entonces, el cam­po de lo social no es equiv­a­lente a lo social ni al lazo social. Lo social se con­sti­tuye a veces con­tra el lazo social. El lazo social, tal como el psi­coanáli­sis lo con­cibe, es lo que une a los hablante-seres entre sí, con vis­tas a ren­o­var lo vivo y a hac­er obra en la civ­i­lización. (2015 p.103)

A par­tir del fin de la pan­demia, tiene lugar una reestruc­turación gen­er­al de lo que aho­ra lla­man la Nue­va nor­mal­i­dad, con su prob­lemáti­ca socioe­mo­cional que empieza a hac­erse pre­sente y, lo que a futuro sur­girá, con las habil­i­dades sociales, al igual, como de los vín­cu­los cul­tur­ales y, por ende, una resig­nifi­cación del lazo social. En tan­to, aho­ra continuemos…

Qué con las habilidades sociales

Con­sidero que este pun­to es de sumo interés en tér­mi­nos socio­cul­tur­ales para inter­pre­tar las nuevas par­tic­u­lar­i­dades de la sub­je­tivi­dad en la época en que esta­mos inmer­sos. Como es sabido, estas se definen, de acuer­do al dic­cionario nor­ma­ti­vo de la RAE, como: Acti­tud, e idonei­dad. Y proviene del latín, Habitas-atis y su sig­nifi­ca­do se con­sid­era por exten­sión como: Capaci­dad, dis­posi­ción, com­pe­ten­cia, expe­ri­en­cia, cual­i­dad, etc.

Aho­ra bien, aden­trán­donos en la fun­ción cul­tur­al de estas, se puede hac­er men­ción de que son un reper­to­rio de acti­tudes y con­duc­tas, que se con­vierten en hábitos sociales, refle­jan los pen­samien­tos y emo­ciones de autoes­ti­ma, en pos de, fomen­tar de ini­cio una comu­ni­cación efi­caz, de respeto a las nor­mas de con­viven­cia, y con ello, estable­cer rela­ciones proso­ciales entre las personas.

En fun­ción de la hipóte­sis de este estu­dio, es per­ti­nente señalar, que la caren­cia o insu­fi­cien­cia de dichas habil­i­dades, lle­va a la apari­ción de sín­tomas emo­cionales tales como, el estrés, gen­er­a­do por la frus­tración, la ira, el sen­tirse ajeno al grupo social al que pertenece, infraval­o­rado, tenien­do como con­se­cuen­cia man­i­festa­ciones psi­cológ­i­cas como la ansiedad y la depresión

Plantea­do lo ante­ri­or, nos pro­ponemos con­sid­er­ar la sigu­iente defini­ción de habil­i­dades sociales. La cual Cabal­lo (2007) nos las describen como:

“La con­duc­ta social­mente habili­dosa es ese con­jun­to de con­duc­tas emi­ti­das por un indi­vid­uo en un con­tex­to inter­per­son­al que expre­sa los sen­timien­tos, acti­tudes y deseos, opin­iones y dere­chos de ese indi­vid­uo de un modo ade­cua­do a la situación, respetan­do esa con­duc­ta en los demás, y que gen­eral­mente resuelve los prob­le­mas inmedi­atos de la situación mien­tras min­i­miza la prob­a­bil­i­dad de futur­os prob­le­mas” (p. 6)

Sigu­ien­do con estas ideas, se ha abor­da­do el mate­r­i­al usan­do como mar­co ref­er­en­cial la teoría psi­coanalíti­ca vin­culán­dola con las habil­i­dades sociales y de ahí señalamos…

A todo esto, que nos dice el psicoanálisis

Par­tien­do de la prop­ues­ta teóri­ca de Sig­mund Freud, que nos plantea en su tex­to, “El malestar en la cul­tura”, expuesto ya en ante­ri­ores tra­ba­jos, que la civ­i­lización está basa­da en la repre­sión per­ma­nente de los deseos instin­tivos, ya que se con­sid­era que estos son incom­pat­i­bles con la sociedad civ­i­liza­da, sien­do que la lucha por la exis­ten­cia cotid­i­ana requiere la mod­i­fi­cación de obje­tivos para los instin­tos, prin­ci­pal­mente por la escasez de medios y recur­sos sufi­cientes para una grat­i­fi­cación inte­gral, sobre todo sin dolor, basa­do en grandes esfuer­zos de cubrir las necesi­dades instintivas.

Y es de resaltar, que se pro­nun­cie en su prop­ues­ta teóri­ca, que la feli­ci­dad no es un val­or cul­tural­mente acce­si­ble, al con­sid­er­ar que, es el pago por vivir en comu­nidad, como con­se­cuen­cia que el desar­rol­lo de la estruc­tura históri­ca de los instin­tos, es resul­ta­do de la repre­sión instin­ti­va de la vida social, y tiene su géne­sis a par­tir de dos ver­tientes, tan­to en el aspec­to filo­genéti­co, que expone el desar­rol­lo del hom­bre ani­mal en su lucha con la nat­u­raleza, y el soci­ológi­co, al man­i­fes­tar el desar­rol­lo de los indi­vid­u­os y gru­pos civ­i­liza­dos en la lucha entre sí mis­mos, sien­do las inhibi­ciones de carác­ter social, al ser impues­tas por la escasez de recur­sos, por la dis­tribu­ción jerárquica de ella, la lucha por la exis­ten­cia, o por los mis­mos intere­ses de la dom­i­nación de gru­pos por el poder, y con su medio ambi­ente agre­si­vo, en pos de su sobrevivencia.

Aho­ra bien, en razón de la per­spec­ti­va freudi­ana, que parte del par­a­dig­ma psi­coanalíti­co de la creación de la cul­tura, con la apari­ción de la ananké, se con­sid­era que esta es exper­i­men­ta­da como la bar­rera con­tra la sat­is­fac­ción de los instin­tos de vida, ya que estos son la fuente del Prin­ci­pio del plac­er, aspi­ran­do al goce en con­tra­posi­ción del Prin­ci­pio de la real­i­dad, que bus­ca la creación de toda una estruc­tura social regi­da por leyes, prin­ci­p­ios, nor­mas, que le dan vida a las Habil­i­dades Sociales en la con­struc­ción del ethos social. Aho­ra bien, que nos dice Erich Fromm, en relación con la vida comunitaria…

Y bien, el aporte de Fromm

A lo dicho has­ta acá, podemos agre­gar, sigu­ien­do en este pun­to, que la teoría de Erich Fromm, que tenía sus ref­er­entes epistémi­cos en los tra­ba­jos de Sig­mund Freud y Karl Marx, con­sid­eró que el primero enfa­ti­za sobre los impul­sos biológi­cos, la repre­sión y otros fac­tores de tipo incon­sciente, con un peso menor a la influ­en­cia social. En otras pal­abras, Freud pos­tuló que nue­stro carác­ter esta­ba condi­ciona­do por fac­tores instin­tivos, aunque al final de su obra empiezan a apare­cer tra­ba­jos como el “Malestar en la cul­tura” (1930) y el “Por­venir de una ilusión” (1927) que nos hablan de la influ­en­cia sig­ni­fica­ti­va en la con­for­ma­ción del ser social.

En ref­er­en­cia a Marx, este con­sid­er­a­ba a las per­sonas como condi­ciona­dos por su sociedad y de man­era pun­tu­al, por su sis­tema económi­co, tal como lo señala en sus prin­ci­pales obras como: El Cap­i­tal, El Man­i­fiesto comu­nista, y otros más. Lo orig­i­nal de Fromm, fue que añadió a estos dos sis­temas condi­cio­nantes de la real­i­dad algo bas­tante extraño a ellos: La influ­en­cia socio­cul­tur­al, y que aho­ra abordamos…

Des­de la visión del psi­coanáli­sis social que sus­ten­ta Erich Fromm, quien parte del prin­ci­pio que con­sid­era al ser humano, mod­e­la­do social­mente, a la vez que condi­ciona­do históri­ca y cul­tural­mente, es como inten­ta­mos com­pren­der los fenó­menos psíquicos que apare­cen en una sociedad pos­te­ri­or a la pan­demia. Es per­ti­nente, traer al debate, fenó­menos socio­cul­tur­ales con los que hemos lidi­a­do a lo largo de la his­to­ria de la humanidad tales como: la ena­je­nación, angus­tia, miedo a la soledad y a la pro­fun­di­dad del pen­samien­to, la escasez de activi­dad y la fal­ta de ale­gría, los cuales eran con­sid­er­a­dos por Freud, como con­se­cuen­cia de una repre­sión sex­u­al del ser humano; al con­sid­er­ar que era el pre­cio que teníamos que pagar por vivir en sociedad, y que Fromm, no com­partía en su total­i­dad, ya que señal­a­ba su géne­sis en fac­tores socio-económi­cos y al igual, de la mis­ma nat­u­raleza humana. Los mis­mos que hoy se han acen­tu­a­do en com­bi­nación con aque­l­los sín­tomas que nos dejó el Covid-19, tal como lo consigna la Unicef…

“Entre los sín­tomas de la depre­sión se encuen­tran: tris­teza o irri­tabil­i­dad inusuales y per­sis­tentes; pér­di­da de interés en activi­dades que algu­na vez se dis­fru­taron; cam­bios en el peso y en los patrones de sueño, pereza, así como sen­timien­tos de inutil­i­dad o deses­per­an­za. La pres­en­cia de var­ios de estos sín­tomas, durante más de dos sem­anas, debe lle­var a madres, padres o cuidadores a tomar medi­das, señalan espe­cial­is­tas”. (Unicef, 2021)

Del mis­mo modo, ani­ma­ba a las per­sonas a trascen­der lo que con­sid­er­a­ba los deter­min­is­mos que Freud y Marx les atribuían a la nat­u­raleza humana. En esen­cia, Fromm hace de la idea de lib­er­tad, la car­ac­terís­ti­ca cen­tral de la nat­u­raleza humana, por lo tan­to, vale la pena ini­ciar seña­lan­do, la aportación que real­iza al estu­dio de la con­duc­ta social, ya que medi­ante la sim­bio­sis de la teorías psi­cológ­i­cas freudi­anas y las raíces económi­cas y cul­tur­ales, tales como clase social, edu­cación, antecedentes históri­cos y reli­giosos, además de otros que influyen la per­son­al­i­dad des­de la per­spec­ti­va de Marx, inten­ta explicar las con­duc­tas y acti­tudes del ser social. Lo cual va a posi­bil­i­tar, el acced­er a un entra­ma­do teóri­co, inte­gral, incluyente, con el fin de encon­trar la eti­ología del con­struc­to social.

Con este enfoque del teóri­co alemán, que plantea el desar­rol­lo social del ser humano, posi­bil­i­tan­do acced­er a nociones más amplias de análi­sis, tales como los mecan­is­mos psi­cológi­cos de carác­ter uni­ver­sal; como el incon­sciente colec­ti­vo, medi­ante las cuales se bus­ca rescatar y enten­der cómo fun­cio­nan de man­era colec­ti­va, del mis­mo modo, aque­l­los otros que se dan en pro­ce­sos históri­cos con­cre­tos, aho­ra bien, a todo ello que nos dice la escuela…

La función de la educación...

Erich Fromm, con­sid­er­a­ba des­de un enfoque marx­ista, que la influ­en­cia del sis­tema económi­co, condi­ciona­ba el accionar social del suje­to, ya que como miem­bro del lazo social, su con­duc­ta y acti­tud esta­ba regi­da por val­ores del mer­ca­do y ahí la insti­tu­ción educa­ti­va y la famil­ia juga­ban un papel fun­da­men­tal des­de la infan­cia en la social­ización comu­ni­taria, ya que con­sid­er­a­ba que:

“La fun­ción social de la edu­cación es la de preparar al indi­vid­uo para el buen desem­peño de la tarea que más tarde le tocará realizar en la sociedad, esto esmod­e­lar su carác­ter social; que sus deseos coin­ci­dan con las necesi­dades propias de su fun­ción”. (1985: p. 313)

En el mis­mo tenor, con­sid­er­a­ba el papel que juga­ba el sis­tema educa­ti­vo, en su fun­ción de estable­cer las nor­mas y pau­tas de con­duc­tas que sus miem­bros introyectan y, que se van con­vir­tien­do en las estruc­turas sociales que bus­can estable­cer un equi­lib­rio de esta­bil­i­dad en la sociedad.

“El sis­tema educa­ti­vo de toda sociedad se hal­la deter­mi­na­do por este cometi­do, por lo tan­to, no podemos explicar la estruc­tura de una sociedad o la per­son­al­i­dad de sus miem­bros por medio de su pro­ce­so educa­ti­vo, sino que, por el con­trario, debe­mos explicar éste en fun­ción de las necesi­dades que sur­gen de la estruc­tura social y económi­ca de una sociedad”. (1985: p. 313)

Pues bien, Miguel León Por­tilla, en su tex­to, “La filosofía náhu­atl estu­di­a­da en sus fuentes”, señala la fun­ción human­ista, de dicha activi­dad en nue­stros antepasa­dos Mex­i­cas: “La edu­cación pre­his­páni­ca estu­vo a la altura de los mejores sis­temas pedagógi­cos: era una for­ma­ción inte­gral que perseguía el desar­rol­lo madu­ra­ti­vo del indi­vid­uo, lo incor­pora­ba a la vida de la comu­nidad al tiem­po que le trans­mitía la gran heren­cia de sus antepasa­dos” (2017), a pesar de ser señal­a­dos por su gran car­ga belicista, se entendía que el apren­diza­je tenía un gran val­or social, en con­tra­posi­ción a la igno­ran­cia como sinón­i­mo de vergüen­za y gen­er­ado­ra de sufrim­ien­to, sien­do que el día de hoy, ese lazo social se ha vis­to resque­bra­ja­do tan­to por fac­tores económi­cos como de sanidad…

Recien­te­mente, Gilles Lipovet­sky, planteó de man­era categóri­ca una visión pes­imista de la edu­cación actual…

“La escuela ya no tiene por mis­ión supe­ri­or incul­car val­ores morales, repub­li­canos y patrióti­cos: fun­ciona como un ser­vi­cio que se ofrece a con­sum­i­dores exi­gentes y críti­cos que deci­den entre escuela pri­va­da y escuela públi­ca. Las humanidades ya no atraen a las élites: las grandes escue­las de com­er­cio han toma­do el rele­vo” (2011, p, 25).

Con­tin­uan­do con el tra­ba­jo, veamos aho­ra, la recolec­ción de datos…

Metodología aplicada

¿Qué se busca?

El estu­dio que aquí se pre­sen­ta, pre­tende intro­ducirse en una dimen­sión per­ti­nente y poco abor­da­da en nue­stro con­tex­to lab­o­ral, medi­ante la apli­cación del Instru­men­to de val­o­ración de habil­i­dades sociales y emo­cionales, apli­ca­do en el Pro­gra­ma Nacional de Con­viven­cia Esco­lar, por la Direc­ción Gen­er­al de Desar­rol­lo de la Gestión Educa­ti­va, depen­di­ente de la Sub­sec­re­taría de Edu­cación Bási­ca, en la Sec­re­taría de Edu­cación Públi­ca en México.

En este sen­ti­do, des­de un esque­ma metodológi­co mix­to con fun­da­men­tos de tipo cuan­ti­ta­ti­vo y cual­i­ta­ti­vo, se anal­iza el accionar intra aúli­co de los par­tic­i­pantes, al igual, lo que nos per­mite pon­er la aten­ción a una nue­va real­i­dad social postpandemia.

¿En dónde y quienes participan?

Aho­ra bien, el espa­cio de nue­stro estu­dio ha sido el Cole­gio Nacional de Edu­cación Pro­fe­sion­al Téc­ni­ca, (Conalep), sede Zihu­atane­jo de Azue­ta, en el esta­do de Guer­rero, durante el peri­o­do académi­co 2023–2024. Pun­tu­al­izan­do que, en el Muestreo tipo Prob­a­bilista, de cat­e­goría aleato­rio sim­ple, par­tic­i­paron 50 estu­di­antes del segun­do semes­tre de la espe­cial­i­dad de Téc­ni­co Pro­fe­sion­al en Electro­mecáni­ca. Es per­ti­nente hac­er men­ción que sus estu­dios se real­izan en tres años, divi­di­dos en seis semes­tres, con­for­man­do los gru­pos nat­u­rales de acuer­do a la orga­ni­zación de la insti­tu­ción educa­ti­va. De acuer­do a su género, fueron 10 mujeres (20 %) y 40 hom­bres (80 %), con edades que oscilan entre los 16 y 17 años de edad.

El instru­men­to de recogi­da de datos, está inte­gra­do por 54 pre­gun­tas divi­di­das en seis ejes a con­sid­er­ar, sien­do estas; 9 planteamien­tos para cada eje, y que aquí los presentamos:

Ejem­p­lo 1: Autoes­ti­ma, el número 2: Mane­jo de emo­ciones, El 3: Con­viven­cia, en tan­to, el 4: Reglas y acuer­dos, el sigu­iente, 5: Res­olu­ción de con­flic­tos, y final­mente, el 6: Famil­ias; divi­di­do en dos sub ejes: la Per­cep­ción del alum­no y la Per­cep­ción del docente, en cuan­to a su par­tic­i­pación en el tra­ba­jo escolar.

En tan­to, cada uno de los ejes se val­o­raron de for­ma cuan­ti­ta­ti­va, y al final se inter­pretó a la luz del mar­co teóri­co pre­sen­ta­do, con­sideran­do para el primer cri­te­rio tres nive­les, el más alto es, el Niv­el esper­a­do, que se logra al obten­er de entre 6 a 8 indi­cadores favor­ables, en tan­to, el segun­do niv­el es el que se encuen­tra en Fortalec­imien­to, obtenido al lograr de 3 a 5 indi­cadores favor­ables, por últi­mo, el niv­el, Requiere apoyo, se logra al obten­er de cero a dos indi­cadores favor­ables; pues bien, para ten­er un panora­ma más amplio de la mues­tra, se obtu­vieron los por­centa­jes cor­re­spon­di­entes de cada eje para ubi­car­lo en el niv­el cor­re­spon­di­ente mostran­do con ello el niv­el de los alum­nos valorados.

Resultados

Ejes Niv­el: Esperado Niv­el: En fortalecimiento Niv­el: Requiere apoyo
  1. Autoes­ti­ma
14.5 % 30.1% 55. 4 %
  1. Mane­jo de emociones
5.6 % 22.1 % 72.3 %
  1. Con­viven­cia
18.20 % 22.55 % 59.25 %
  1. Reglas y acuerdos
9.9 % 27.65 % 62.45%
  1. Res­olu­ción de conflictos
13.20 % 21.5 % 65.3 %
  1. Famil­ias.
  1. 7 %
10.8 % 53.5 %

Concluyendo

Hoy más que nun­ca, de acuer­do con los datos obtenidos y toman­do en cuen­ta los fun­da­men­tos teóri­cos, es rel­e­vante en tér­mi­nos de los resul­ta­dos del análi­sis, lo que per­mite pun­tu­alizar el conocimien­to sobre las habil­i­dades sociales y enten­der la exis­ten­cia de los múlti­ples efec­tos emo­cionales y con­duc­tuales pre­sentes en la prác­ti­ca educa­ti­va al inte­ri­or del aula, que condi­cio­nan los resul­ta­dos académicos

En cuan­to, a los resul­ta­dos, toman­do en con­sid­eración que ya se lle­van dos años de tra­ba­jo pres­en­cial, se man­i­fi­es­ta la caren­cia de habil­i­dades sociales en los alum­nos, sien­do resul­ta­do, al igual, de dos años de con­fi­namien­to en el hog­ar, como pre­visión para evi­tar el con­ta­gio del virus del Covid-19… Ante ello, se nos plantea un doble reto: por un lado, abor­dar una edu­cación que antes de la pan­demia, ya mostra­ba insu­fi­cien­cias en su fun­ción, y por el otro: esas mis­mas caren­cias, hoy se agra­van con las man­i­festa­ciones socio­cul­tur­ales que nos dejó un prob­le­ma de sanidad plan­e­tario, pero, final­mente, ante este panora­ma, qué nos dice Lipovet­sky, en relación con el papel que jugará la edu­cación ante dichas man­i­festa­ciones socio­cul­tur­ales… “El papel de la escuela será pri­mor­dial para apren­der a situ­arse en la hipertrofia infor­ma­ti­va. Uno de los grandes desafíos del siglo xxi será inven­tar nuevos sis­temas de infor­ma­ción int­elec­tu­al, una escuela pos­dis­ci­plinal, pero tam­bién poshe­do­nista… Casi todo está por pen­sarse y acome­ter” (2008 p. 92).

Entonces, des­de aquí se puede hac­er la pre­gun­ta: ¿Qué nos dejó la pan­demia?, la incer­tidum­bre está cada día más vigente…

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