Isaac Irán Cabrera Ruiz
Parque Científico Tecnológico de Villa Clara S. A, Cuba
Centro de Estudios Comunitarios, Facultad Ciencias Sociales, Universidad Central “Martha Abreu” de Las Villas, Cuba.
Marianne Cueto Cardoso
Centro de Estudios Comunitarios,
Facultad Ciencias Sociales, Universidad Central “Martha Abreu” de Las Villas, Cuba.
Ángel Joel Méndez López
Universidad de Valencia. España
Rosanaily Álvarez Loureiro
Nelis María Rolo Venegas
Camila Pérez Martínez
Erik Jiménez Hernández
Departamento de Psicología,
Facultad Ciencias Sociales, Universidad Central “Martha Abreu” de Las Villas, Cuba.
RESUMEN
El estudio tuvo como objetivo develar prejuicios raciales que reproducen la contradicción igualdad-desigualdad racial en adolescentes de la Enseñanza Media, empleando un enfoque cualitativo con metodología constructivo-interpretativa. La muestra estuvo compuesta por 481 estudiantes (12 a 15 años) de diversos grupos raciales. Se utilizaron dos cuestionarios cualitativos, analizados con la herramienta Atlas.Ti 9, aplicando técnicas de codificación abierta y axial. Los hallazgos revelaron la existencia de dinámicas que reflejan tanto igualdad como desigualdad entre los adolescentes, manifestadas a través de prejuicios y comportamientos discriminatorios. Lo que sugiere que, a pesar de la apertura hacia la diversidad, persisten simplificaciones y categorizaciones que afectan la comprensión de las identidades individuales en este grupo etario.
Palabras claves: prejuicios raciales, igualdad-desigualdad, adolescentes, Enseñanza Media.
ABSTRACT
The objective of the study was to unveil racial prejudices as contents of raciality that reproduce the contradiction between racial equality and inequality in adolescents in secondary education, using a qualitative approach with a constructive-interpretative methodology. The sample consisted of 481 students (12 to 15 years old) from various racial groups. Two qualitative questionnaires were used, analyzed with the Atlas.Ti 9 tool, applying open and axial coding techniques. The findings revealed the existence of dynamics that reflect both equality and inequality among adolescents, manifested through prejudice and discriminatory behaviors. This suggests that, despite the openness towards diversity, simplifications and categorizations persist that affect the understanding of individual identities in this age group
Keywords: racial prejudices, equality-inequality, adolescents, Secondary Education.
INTRODUCCIÓN
El color de la piel es un tema complejo y sensible que lleva implícito un componente de división social. Es una marca que otorga pertenencia y con ello identidad de rasgos, cualidades, jerarquías, roles y expectativas sociales.
La noción de que las razas existen con características físicas definibles y, aún más, que algunas razas son superiores a otras es el resultado de procesos históricos particulares que tienen sus raíces en la colonización (Wade, 2000). No importa el color que exhiba la epidermis, nadie nace blanco, negro o mestizo, sencillamente se aprende a serlo en la medida en que se interactúa con otros (Romay, 2015).
Las razas humanas no existen sino como una construcción social y contextualizada que marca o identifica a grupos de humanos respecto a otros grupos, según sus características fenotípicas (Martínez, 2002). La noción de raza está asociada al color de la piel y tiene una fuerte connotación sociocultural. Lo racial contiene además la posibilidad de la estigmatización si se asocia a inferioridad, a devaluación de determinado grupo social, mediante un proceso de construcción de características asociadas indeseables, ocurriendo una devaluación de la persona y por ende una percepción deshumanizada que permite justificar el trato discriminatorio. Es por ello que se incluye en la tipología tripartita de los estigmas en el grupo de los tribales junto a la nacionalidad y la etnia.
Lo cierto es que históricamente blancos y no blancos han ocupado desiguales posiciones sociales como parte de una lógica de dominación que la sociedad reproduce; y entre las formas enquistadas de reproducción están las que se realizan desde el factor subjetivo, el cual tiene, a nivel actitudinal, al prejuicio como forma configurada de expresión.
Los prejuicios son actitudes negativas hacia determinados exogrupos, una predisposición y tendencia de comportamiento a partir de una evaluación de la realidad social (Cabrera, Méndez, Álvarez & Riverón, 2024).
Sin embargo, la aprobación por la ONU de la Carta de Derechos Humanos en 1948 desencadenó la elaboración de normas, leyes y declaraciones de principios en contra del racismo y a favor de la igualdad de todas las personas, lo cual ha sido una barrera de contención a la expresión abierta del racismo. A pesar de ello el funcionamiento de normas sociales que conciben los prejuicios vinculados al color de la piel, la nacionalidad o la etnia como indeseables no ha condicionado su erradicación, sino que han evolucionado a formas diferentes de expresión coexistiendo, según Huicci (1996), las formas cautelosas de expresión de las actitudes con formas abiertas, articuladas alrededor de una serie de denominaciones distintas: racismo moderno (McConahay, Hardee y Batts, 1981; McConahay, 1986), racismo simbólico (Kinder y Sears, 1981), racismo aversivo (Dovidio y Gaertner, 1986), racismo ambivalente (Katz y Haas, 1988) o prejuicio sutil en contraste al prejuicio manifiesto (Pettigrew y Meertens, 1995).
Precisamente la teoría del prejuicio sutil de Pettigrew y Meertens (1995), a partir de su tipología resulta útil para profundizar en las características del racismo, pues las críticas recibidas se articulan en torno a la operacionalización de los ítems y no a los constructos teóricos, lo cual la hace el referente consensuado para el estudio de prejuicios.
El prejuicio manifiesto es la forma tradicional de rechazo, es decir aquella que resulta evidente y fácil de identificar, mientras que el prejuicio sutil se relaciona con formas latentes de discriminación y puede resultar más difícil de percibir en situaciones de interacción social (Meertens & Pettigrew, 1997). El prejuicio manifiesto se ha caracterizado por una combinación de rechazo formal y una falta de disposición para mantener relaciones personalizadas con miembros del exogrupo, aun cuando estas actitudes no son socialmente aceptadas, y es allí donde emerge el prejuicio sutil, que resulta más difícil de detectar que el manifiesto porque se focaliza en conductas discriminatorias indirectas y encubiertas (Krolikowski, Rinella & Ratcliff, 2015).
Ahora bien, ¿es posible encontrar estas actitudes prejuiciosas en la adolescencia?
Desde el punto de vista teórico la educación y la transmisión de valores familiares, la exposición a mensajes y contenidos de transmisión meramente social, los procesos de enseñanza aprendizaje en el contexto escolar pueden estar contribuyendo a su configuración
La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo humano que no solo marca un momento del ciclo vital, sino que también representa una categoría social con un profundo impacto en la construcción del futuro. Esta etapa está ligada a una voluntad de transformación que busca renovar las bases de la dinámica social (Aguirre-Calderín, 2021).
Los adolescentes participan activamente en diversas instituciones socializadoras, siendo la escuela una de las más influyentes. En el ámbito de las expresiones culturales emerge como un espacio primordial para su manifestación. En este contexto, los adolescentes contribuyen a la construcción del tejido social al incorporar valores y significados a través de su producción cultural. Esta dinámica se desarrolla en un equilibrio constante entre lo que está establecido y lo que está en proceso de creación, permitiendo a los adolescentes influir en la sociedad.
Entre las particularidades psicológicas del adolescente se encuentra el desarrollo moral, que se da a través de la formación de puntos de vistas, juicios y opiniones de carácter moral con relativa estabilidad e independencia, pero que aún no se han convertido en convicciones (Domínguez, 2017). Esto significa que pueden ser modificables en determinadas situaciones, pues se asiste a la antesala de la configuración de la concepción del mundo.
Esto genera una nueva realidad educativa que plantea retos profesionales en los procesos educativos en el contexto escolar en coherencia con el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial en Cuba, aprobado por el Consejo de Ministros en noviembre de 2019, el cual representa una respuesta integral para erradicar los vestigios del racismo y la discriminación, promoviendo un enfoque multidimensional con respecto a las causas estructurales y las manifestaciones culturales del racismo (Cabrera, Cueto, Álvarez, 2024).
En esta dirección la investigación tuvo como objetivo develar prejuicios con respecto al color de la piel que se configuran en adolescentes de secundaria básica.
MÉTODOS
La investigación siguió un enfoque de investigación cualitativo constructivo interpretativo, a partir de González-Rey (2016).
Se optó por una estrategia inicial de muestreo no probabilístico o intencional, teniendo en cuenta la conveniencia del investigador ya que facilitaría la recolección de datos en un contexto accesible y manejable (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2018). En este sentido, el momento de la gestión inicial marcó el comienzo visible de la investigación y se llevó a cabo en el mes de febrero de 2024, mediante el uso de diversas estrategias para contactar con la realidad objeto de estudio (Sandoval, 1996). Una vez en la escuela, se respondió a la solicitud de estudiar la totalidad de la matrícula. Además, se consideró que los estudiantes se encontraban en la etapa inicial de la adolescencia temprana. Adicionalmente, se estableció como criterio de inclusión que los participantes debían estar de acuerdo y conceder su consentimiento para participar en la investigación.
Incluir como muestra la totalidad de los estudiantes se fundamentó además en ser una estrategia de heterogeneidad (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2023; Valles, 1999), que permitió capturar diferentes perspectivas del fenómeno estudiado y representar la complejidad de este. Fueron seleccionados 481 estudiantes (Figura 1), lo cual superó los criterios para este tipo de estudio que oscilan entre 30 y 50 casos (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2018; Creswell, 2013), y permitió obtener una representación significativa de las dinámicas sociales y vinculadas al color de la piel en el contexto educativo, facilitando una comprensión más completa del fenómeno investigado, así como mayor profundidad y riqueza de los datos obtenidos.
Figura 1. Composición de la muestra por edad, sexo, color de la piel y grupo escolar.
Se empleó como instrumentos de recogida de información el cuestionario de prejuicio manifiesto y prejuicio sutil (Pettigrew & Meertens, 1995), adaptado por Frías (2015). Este consta de 20 ítems. Las respuestas oscilan desde 1 (total desacuerdo) hasta 6 (total acuerdo), siendo a mayor puntuación, mayor prejuicio. El prejuicio manifiesto (blatant prejudice) consta de 10 ítems y están redactados en sentido directo ya que a mayor puntuación mayor es el nivel de prejuicio. También es estudiado con sus dos factores: percepción de amenaza y rechazo y falta de contacto. El prejuicio sutil (subtle prejudice) consta de 10 ítems. Además, esta subescala puede ser estudiada con tres factores: valores tradicionales, diferencias culturales y emociones positivas.
También se empleó el termómetro afectivo que permitió evaluar el prejuicio emocional y la calidad de las relaciones afectivas y el termómetro de contacto para medir el grado de contacto, ambos desarrollados por Frías (2015).
El procesamiento de los datos se llevó a cabo mediante la herramienta Atlas. Ti 9 por medio de la codificación abierta y la codificación axial. Se realizó análisis de códigos por documentos y grupos, considerando la coocurrencia de los códigos y el análisis de centralidad de la información.
El análisis de las manifestaciones del prejuicio sutil y manifiesto se llevó a cabo desde la perspectiva de las actitudes negativas hacia las personas de piel no blanca, específicamente mulatos y negros. Se estableció que una puntuación más alta refleja un mayor nivel de prejuicio o rechazo. Así, siguiendo la propuesta de Frías (2015), se determinó que una puntuación de 30 sirve como umbral para clasificar la manifestación del prejuicio en niveles bajo-alto. Además, se organizaron ambas escalas en tres categorías según las opciones de respuesta disponibles y sus puntuaciones (Tabla 1).
| Niveles de manifestación del prejuicio | Categorías según las opciones de respuesta | Puntuaciones |
| Bajo | Baja (Total desacuerdo) | 1–10 |
| Baja-intermedia (Bastante desacuerdo) | 11–20 | |
| Baja cercana a la alta (Algo de desacuerdo) | 21–30 | |
| Alto | Alta en menor grado (Algo de acuerdo) | 31–40 |
| Alta-intermedia (Bastante acuerdo) | 41–50 | |
| Alta (Total acuerdo) | 51–60 |
Tabla 1. Clasificación de la manifestación del prejuicio en niveles Bajo-Alto
Los prejuicios manifiesto y sutil fueron caracterizados en subescalas específicas que permitieron un análisis más matizado de cómo operan en el contexto.
El prejuicio manifiesto se examinó a través de dos dimensiones principales: el contacto, que evaluó la disposición a interactuar con grupos raciales no blancos y la amenaza o rechazo, que midió las actitudes hostiles hacia estos grupos.
Por otro lado, el prejuicio sutil fue analizado mediante tres subescalas: los valores tradicionales, que reflejaron la adherencia a normas culturales que pueden perpetuar la discriminación; las diferencias culturales, que abordaron las percepciones sobre las características distintivas de otros grupos; y las emociones positivas, que evaluaron la capacidad de sentir simpatía o aprecio hacia los exogrupos.
Posteriormente los participantes fueron categorizados según las subescalas del prejuicio sutil y manifiesto (Tabla 2).
| Sujetos | Clasificación |
| Igualitarios | Puntúan bajo en ambas subescalas, lo que indica una ausencia de prejuicio tanto manifiesto como sutil. |
| Sutiles | Muestran altos niveles de prejuicio sutil y bajos en el manifiesto, lo que sugiere que sus actitudes discriminatorias son más indirectas y menos evidentes. |
| Fanáticos | Presentan niveles elevados en ambas escalas, reflejando actitudes hostiles y una fuerte resistencia hacia los grupos externos. |
| Error | Incluye a aquellos con un nivel bajo de prejuicio sutil pero alto en el manifiesto, lo que indica una incoherencia en sus actitudes hacia los grupos raciales. |
Tabla 2. Clasificación de los tipos de sujetos según subescalas del prejuicio sutil y manifiesto.
RESULTADOS
Prejuicio sutil y manifiesto
Los resultados y puntuaciones obtenidos indicaron la existencia de prejuicios en los participantes. En particular, el prejuicio manifiesto alcanzó una puntuación de 22.71, lo que sugiere una expresión baja, pero cercana a niveles altos de prejuicio. Por otro lado, el prejuicio sutil mostró una puntuación de 31.00, lo que denota una presencia alta, aunque en su menor grado (Tabla 3).
Tabla 3. Medidas de prejuicio manifiesto y sutil con sus subescalas y niveles de acuerdo.
Al enfocar el análisis del prejuicio manifiesto, no sólo en su puntuación relativamente baja sino también en lo que conlleva para el desarrollo de las interacciones que mantienen los adolescentes, se aprecia que existen prejuicios hacia ciertos grupos que pasan desapercibidos pues carecen de una expresión directa, no obstante, su existencia supone una perpetuación de actitudes prejuiciosas que podrían confluir acentuando la discriminación. En cambio, la puntuación más alta del prejuicio sutil sugirió que las actitudes discriminatorias pueden estar presentes de manera menos evidente, pero manifestándose a través de microagresiones o comentarios en apariencia inofensivos que perpetúan estereotipos negativos.
Esta dinámica puede interpretarse como un intento de evitar la confrontación directa con el racismo estructural, lo que refleja una conciencia social que inhibe la expresión abierta del prejuicio. Así, el contexto social en el que se encuentran estos adolescentes podría desaprobar el rechazo explícito, mientras que persisten creencias subyacentes que no se manifiestan abiertamente, evidenciando una compleja interacción entre actitudes implícitas y normas sociales.
El análisis del prejuicio manifiesto reveló una incidencia baja-intermedia (13.43), lo que indicó cierto grado de desacuerdo hacia las propuestas que contenían elementos de rechazo. En este ámbito, se observó que, en la configuración del prejuicio manifiesto, predominaron actitudes que favorecieron el contacto con individuos no blancos. Sin embargo, esta apertura se vio limitada en lo que respecta a las relaciones íntimas, donde se manifestó una distancia social significativa del 59%. Esto implicó que más de la mitad de los participantes consideraron inadecuadas las relaciones cercanas con personas de piel oscura, lo que reflejó una clara resistencia a la integración social en contextos más personales.
De igual forma se evidenció una compleja dinámica de percepciones sociales sobre inclusión racial, exponiendo tensiones estructurales profundas en el tejido sociocultural contemporáneo. La investigación mostró una distribución significativa de opiniones, donde un 33% de los participantes rechazó categóricamente actitudes discriminatorias, mientras que un 23% mantuvo posturas excluyentes latentes, configurando un escenario de polarización actitudinal.
Esta divergencia de 10 puntos porcentuales no representó una simple diferencia estadística, sino un reflejo de mecanismos psicosociales arraigados que evidencian la persistencia de marcos referenciales históricos de poder y privilegio. La brecha observada sugiere la existencia de resistencias estructurales al cambio inclusivo, manifestando complejos procesos psicológicos de defensa grupal que obstaculizan la construcción de narrativas sociales equitativas. Las implicaciones del estudio trascienden la mera cuantificación numérica, invitando a repensar los mecanismos institucionales y sociales que perpetúan dinámicas de exclusión.
Como se mencionaba con anterioridad, el prejuicio sutil presentó un nivel alto en su menor grado, lo que indicó una cierta tendencia hacia el acuerdo con las situaciones planteadas en el cuestionario. A pesar de que continuaron predominando las respuestas de total desacuerdo, se evidenció una configuración de actitudes desfavorables hacia las personas no blancas. Este fenómeno se reflejó en el balance observado en los diferentes grados escalares utilizados para medir las respuestas.
La manifestación más significativa del prejuicio sutil se configuró a partir de los valores tradicionales (12.60), alcanzando niveles elevados que sugerían que las personas de piel mulata o negra debían lograr el éxito en sus vidas a través de sus propios esfuerzos, sin recibir ningún tipo de trato preferencial. Esta perspectiva implicaba que su situación de desventaja social se atribuía a una falta de esfuerzo personal, ignorando así un conjunto de condicionantes históricos, culturales y sociales que habían influido en sus circunstancias. Además, esta noción se presentó con un valor similar al que se observó en las diferencias culturales (10.27) aplicadas a las personas no blancas, donde se puso énfasis en aspectos como la forma de expresarse, así como en las creencias y prácticas religiosas que adoptaban. Esta configuración reveló una tendencia a juzgar a los individuos no solo por su apariencia, sino también por sus modos de comunicación y los valores que promovían.
La puntuación alta del prejuicio sutil reveló una predisposición subyacente a aceptar o justificar actitudes que perpetúan estereotipos negativos, incluso entre aquellos participantes que no manifestaron abiertamente sus prejuicios. En este contexto, las respuestas mostraron una distribución interesante: un 51% de los participantes expresaron cierto grado de aceptación de ideas y creencias discriminatorias, mientras que un 49% manifestaron desacuerdo con estas actitudes (Tabla 4). Esta ambivalencia sugiere que, aunque muchos participantes se mostraron reticentes a expresar prejuicios manifiestos, el prejuicio sutil revela una realidad más compleja y matizada en la aceptación de estereotipos negativos.
Tabla 4. Porcentaje del prejuicio sutil y manifiesto según las respuestas.
Aunque la mayoría de los participantes rechazó abiertamente las actitudes discriminatorias, un porcentaje significativo de ellos mostró un cierto grado de acuerdo dentro del prejuicio manifiesto. Casi el 20% de los participantes, es decir, alrededor de uno de cada cinco, expresaron cierto nivel de acuerdo con estas actitudes. Esta proporción, aunque no representó la mayoría, es lo suficientemente alta como para generar una alerta. Indica que, pese a la tendencia general a rechazar el prejuicio, existió un grupo notable que mantiene creencias que podrían perpetuar la discriminación y la exclusión.
La afirmación anterior se corroboró con el análisis de las coocurrencias entre ambas clasificaciones de prejuicios. En este sentido, se observó que el 17% de los sujetos presentaron tanto un nivel alto de prejuicio manifiesto como de prejuicio sutil (Tabla 5). Este hallazgo indicó una interrelación significativa entre ambas formas de prejuicio. Por otro lado, se encontró que la configuración de un prejuicio manifiesto bajo no implica la presencia inexcusable de un prejuicio sutil bajo. Este fenómeno se evidenció en el 48% de los participantes, quienes, a pesar de manifestar niveles bajos de prejuicio manifiesto, mostraron actitudes sutilmente desfavorables hacia los grupos no blancos.
Tabla 5. Coocurrencias entre prejuicio manifiesto y prejuicio sutil.
Prejuicio emocional: relaciones y afectos entre grupos raciales
Los hallazgos de la investigación sobre el prejuicio emocional revelan un panorama complejo y matizado en las dinámicas interraciales, exigiendo una interpretación cautelosa y exhaustiva. Si bien se observó una disposición generalizada al contacto social entre diferentes grupos raciales, esta tendencia se manifestó con intensidades y características divergentes (Tabla 6), lo que indica que la voluntad de interactuar en espacios públicos o formales no necesariamente implica una apertura afectiva genuina. Es decir, los individuos de los diferentes grupos raciales interactúan en el ámbito educativo sin establecer vínculos afectivos profundos, manteniendo una distancia emocional que refleja sesgos implícitos y estereotipos internalizados.
Tabla 6. Grado de contacto entre los grupos raciales.
Profundizando en estos patrones de contacto social, la investigación revela que las variaciones significativas en la disposición al contacto social entre diferentes grupos raciales sugieren la influencia de factores históricos, sociales y culturales específicos. Las experiencias de racismo cotidiano, las microagresiones y la falta de representación en espacios pueden generar desconfianza y dificultar el establecimiento de relaciones interraciales auténticas.
En este sentido, los datos muestran que las personas de piel blanca tienden a priorizar las interacciones con su propio grupo, mostrando una menor inclinación hacia los individuos mulatos y negros. La marcada preferencia por el endogrupo puede interpretarse como una manifestación de los sesgos implícitos y estereotipos internalizados previamente mencionados, perpetuando un ciclo de exclusión que refuerza las divisiones raciales existentes.
Además, es crucial tener en cuenta que la disposición al contacto social también estuvo mediada por factores individuales, como el nivel educativo alcanzado, la personalidad y las experiencias previas. Es por ello que, individuos con una mayor apertura mental y conciencia social mostraron una mayor disposición a desafiar los estereotipos y establecer vínculos interraciales, mientras que aquellos con mayor temor a la diversidad o con fuertes prejuicios internalizados evitaron el contacto o mantenerlo en un nivel superficial.
Por otro lado, los individuos de piel mulata exhibieron una tendencia a establecer relaciones más frecuentes con personas de piel negra y blanca en comparación con su propio grupo. Esta dinámica podría explicarse por su posición intermedia en el espectro racial, lo que les permite navegar en ambos contextos sociales y ser percibidos como un puente entre los grupos blanco y negro. Además, la búsqueda de aceptación y reconocimiento, así como la influencia de ideales estéticos y culturales, podrían motivar estas preferencias de contacto.
En contraste con la tendencia de las personas blancas a favorecer interacciones intragrupales, y profundizando en la dinámica del contacto social interracial, los participantes autoidentificados con el grupo racial negro exhibieron un patrón distinto: una mayor propensión a mantener contacto con el grupo racial mulato, seguido por su propio grupo racial y, en menor medida, con el grupo blanco. Esta preferencia diferenciada sugiere una estrategia compleja de navegación social que busca el apoyo mutuo, la construcción de alianzas y el desafío a las jerarquías raciales.
Dentro del ámbito de las relaciones afectivas, la investigación reveló patrones de selectividad que reflejan la influencia de factores socioculturales y prejuicios internalizados (Tabla 7).
Tabla 7. Relaciones afectivas entre los grupos raciales.
En consonancia con estudios de Burke et al. (2013) sobre emparejamiento selectivo, se observó que los individuos blancos tienden a mostrar una preferencia por establecer relaciones sentimentales con personas de su mismo grupo racial. Esta inclinación podría estar asociada a la internalización de ideales estéticos hegemónicos que privilegian la “blancura”, vinculándola a menudo con el estatus social y el atractivo. Esta asociación puede llevar a una búsqueda de parejas que reflejen y refuercen estos valores percibidos.
Contrario a esta tendencia endogámica, los individuos negros manifestaron una preferencia por establecer relaciones afectivas con personas mulatas. Esta elección puede estar vinculada a diversos factores. En primer lugar, la búsqueda de aceptación social podría influir en esta preferencia, buscando en las personas mulatas un punto intermedio entre la identidad negra y las expectativas sociales dominantes. En segundo lugar, podría reflejar una estrategia de navegación social, buscando en las relaciones con personas mulatas un acceso a espacios y oportunidades que podrían ser menos accesibles para personas negras. Finalmente, esta elección podría estar relacionada con una valoración de la belleza y la diversidad fenotípica dentro de la comunidad afrodescendiente.
Por su parte, los individuos mulatos tienden a establecer relaciones afectivas tanto con personas blancas como negras, mostrando una menor inclinación hacia relaciones intragrupales. Esta flexibilidad en la elección de pareja podría ser el resultado de su posición liminal entre los grupos raciales, lo que les permite identificarse y establecer conexiones con ambos. La búsqueda de aceptación y reconocimiento en un contexto social donde las categorías raciales son fluidas y complejas podría llevar a los individuos mulatos a buscar relaciones afectivas que trasciendan las fronteras raciales tradicionales. Esta estrategia podría responder a una necesidad de construir una identidad propia que no esté limitada por las expectativas y estereotipos asociados a un grupo racial específico.
En conjunto, estos patrones de selectividad en las relaciones afectivas revelan la persistencia de la influencia de factores socioculturales y prejuicios internalizados en la formación de vínculos interpersonales. Si bien la investigación no permite establecer conclusiones causales definitivas, sugiere que las preferencias en la elección de pareja están moldeadas por una compleja interacción entre la identidad racial, las dinámicas de poder y las estrategias de adaptación social.
Clasificación de los sujetos según las subescalas de prejuicio sutil y manifiesto
En este análisis, se identificó un predominio de sujetos igualitarios, representando el 48% del total, seguidos por aquellos que se clasificaron como sutiles, que constituyeron el 34%. El estudio de las distribuciones demográficas reveló que ambas categorías presentaron una distribución similar en términos de sexo, con casi un tercio de los participantes de cada sexo. Sin embargo, se observó una diferencia significativa en la proporción de mujeres que se identificaron como igualitarias, alcanzando un porcentaje notablemente más alto de 56,7% (Tabla 8).
Por otro lado, en relación con el grupo racial, se detectó una disparidad notable, en especial entre los sujetos clasificados como igualitarios. En este grupo, más de la mitad de los participantes de piel mulata se incluyeron en esta categorización, lo que sugiere una tendencia particularmente destacada hacia actitudes igualitarias entre los individuos mulatos.
Tabla 8. Tipos de sujetos según sexo y grupo racial.
Un dato importante encontrado en la investigación fue que el 17% de los participantes fueron clasificados como sujetos fanáticos, lo que significa que aproximadamente uno de cada cinco de ellos se incluyó en esa categoría. Dentro de este grupo, se observó una distribución específica en términos de género: el 25.5% de los sujetos fanáticos pertenecían al género masculino, es decir, uno de cada cuatro. Esta proporción sugiere que, aunque la fanatización no está asociada solo con el género masculino, existe una tendencia notable en este sentido. Además, dentro del subgrupo de sujetos fanáticos masculinos, se encontró que los asociados al grupo racial negro representaron la mayoría (Figura 2).

Figura 2. Tipos de sujetos por sexo y color de la piel.
Conclusiones
Se identificó una clara distinción entre prejuicios manifiestos y sutiles en el comportamiento de los adolescentes. Los prejuicios manifiestos se expresaron abiertamente a través de actitudes discriminatorias, mientras que los prejuicios sutiles se manifestaron de forma más insidiosa, como microagresiones que podían pasar desapercibidas pero que afectan la dinámica social. Aunque los prejuicios manifiestos mostraron una puntuación baja, estaban cerca de niveles altos, mientras que los sutiles presentaron una presencia alta, aunque en su grado más bajo. En cuanto a las actitudes hacia el contacto racial, se evidenció una disposición general para interactuar con individuos no blancos, sin embargo, esta apertura se restringió en las relaciones íntimas.
Referencias bibliográficas
Abric, J. C. (2001). Metodología de recolección de datos de las representaciones sociales. Ediciones Coyoacan.
Álvarez-Laureiro, R. (2018). Mediaciones por la subjetividad para el despliegue de lo comunitario en las relaciones raciales: estudios en propietarios cuentapropistas de la ciudad de Santa Clara. [Tesis presentada en opción al Título Académico Máster en Desarrollo Comunitario, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara].
Amarante-González, C. (2019). Subjetividades en blanco y negro: configuración de las dinámicas de reproducción de igualdad-desigualdad racial en jóvenes universitarios. [Tesis de Diploma, Universidad central “Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara].
Aguirre-Calderín, Y. (2021). Racialidad y adolescencia en Cuba: Un análisis contemporáneo. Editorial Universitaria.
Bonilla-Silva, E. (1997). Rethinking racism: Toward a structural interpretation. American Sociological Review, 62(3), 465–480.
Burke, D., Nolan, C., Hayward, W. G., Russell, R., & Sulikowski, D. (2013). Is There an Own-Race Preference in Attractiveness? Evolutionary Psychology, 11(4), 855–872. https://doi.org/10.1177/147470491301100410
Cabrera Ruiz, I. I., Méndez López, A. J.; Álvarez Loureiro, R.; Riverón Pérez, C. (2024). Estereotipos y prejuicios: aspectos teóricos y metodológicos para su estudio (39–58) , En José Vicente Pérez Cosín, Isaac Irán Cabrera Ruiz, Ángel Joel Méndez López, Nina Navajas Pertegás (coords) Estereotipos y prejuicios: aspectos básicos e investigaciones María Olaya Grau Rengifo. Valencia: Editorial Aula Magna, McGraw-Hill Interamericana de España S.L
Cabrera I, Cueto M, Álvarez R (2024). Subjetividades que reproducen igualdad-desigualdad racial, en adolescentes que cursan 7° grado. Revista Cubana de Psicología, 7(11), 25–41. http://www.psicocuba.uh.cu
Castellón, T. (2017). Subjetividad y racialidad: una mirada desde propietarios de negocios cuentapropistas exitosos de Santa Clara. [Tesis de Diploma, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Facultad de Ciencias Sociales].
Creswell, J. W. (2013). Qualitative inquiry and research design: Choosing among five approaches (4th ed.). Sage Publications.
Devine, P. G. (1989). Stereotypes and prejudice: Their automatic and controlled components. Journal of Personality and Social Psychology, 56(1), 5–18.
Dovidio, J. F., Hewstone, M., Glick, P., & Esses, V. M. (2017). Prejudice, stereotyping and discrimination: Theoretical and empirical overview. En The SAGE Handbook of Prejudice, Stereotyping and Discrimination (pp. 3–29). SAGE Publications Ltd.
Dovidio, J. F. y Gaertner, S. L. (1986). Prejudice, discrimination and racism. San Diego: Academic Press.
Espina, R. & Rodríguez, P. (2006). Raza y desigualdad en la Cuba actual. Temas, 45.
Espina, R. (2004). Hacia una caracterización del prejuicio racial en Cuba. Fundación Fernando Ortiz. http://www.cubaarqueologica.org.
Frías, D. (2015). Adaptación al español y ampliación del instrumento de Prejuicio Manifiesto y Sutil de Pettigrew y Meertens (1995). Universidad de Valencia. http://www.uv.es/friasnav/PMPS.pdf.
Germán-García, E., Guerrero, R., Cruz-Castro, M., Grajales, M. A., Castillo, M. L. & Carabalí, J. G. (2019). Diversidad cultural en la enseñanza de las ciencias en Colombia. Universidad del Valle. Programa Editorial.
González-Rey, F. (1997). Epistemología cualitativa y subjetividad. Habana: Pueblo y Educación.
González-Rey, F. (2015). Los estudios psicosociales hoy: aportes a la intervención psicosocial. En J. Moncayo y Á. Díaz-Gómez (Eds.), Psicología Social Crítica e intervención psicosocial. Reflexiones y experiencias de investigación. Universidad de San Buenaventura Cali, Ascofapsi.
González-Cabré, J. O. (2023). Subjetividades que reproducen igualdad-desigualdad racial en adolescentes de la comunidad del Reparto Santa Catalina, municipio Santa Clara. [Tesis de Diploma, Universidad central “Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara].
González-Rey, F. (2013). La subjetividad en una perspectiva cultural-histórica: avanzando sobre un legado inconcluso. Revista de Ciencias Sociales 11, 19–42. DOI: https://doi.org/10.1016/j.rcsci.2013.06.002
González-Rey, F. (2016). La Epistemología Cualitativa y el estudio de la subjetividad en una perspectiva cultural-histórica. Conversación con| Fernando González Rey. En entrevista realizada por Patiño Torres, J. F. Debates, 120–127.
Guanche-Pérez, J. (2022). Racismo y educación: Desafíos en la enseñanza secundaria cubana. Revista Cubana de Educación, 15(2), 45–60.
Hernández-Sampieri, R. & Mendoza C. (2018). Metodología de la investigación. Las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. Mc Graw Hill.
________ (2023). Metodología de la investigación. Las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. Segunda Edición, Mc Graw Hill.
Huici, C. (1996). La psicología social de las relaciones intergrupales y el prejuicio. En F. Morales, y S. Yubero. Del prejuicio al racismo: perspectivas psicosociales. Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Katz, I. y Haas, R. G. (1988). Racial ambivalence and value conflict: Correlational and priming studies of dual cognitive structures. Journal of Personality and Social Psychology, 55, 898–905.
Kinder, D. R. y Sears, D. O. (1981). Prejudice and polities: symbolic racism versus racial threats to the Good life. Journal of Personality and Social Psychology, 40, 414–431.
Krolikowski, A., Rinella, M. & Ratcliff, J. (2015). The influence of the expres-sion of subtle and batlant sexual prejudice on personal prejudice and iden-tification with the expresser. Journal of Homosexuality. https://doi.org/10.1080/00918369.2015.1083776
McConahay, J.B. (1986). Modern racism, ambivalence, and the modern ra-cism scale. En J. Dovidio, S. Gaertner (Eds.) Prejudice, discrimination and racism (pp. 91–125). San Diego: Academic
McConahay, J. B., Hardee, B. B. y Batts, V. (1981). Has racism declined in America? It depends upon who is asking and what is asked. Journal of Conflict Resolution, 25, 563–579..
Martínez, F. (2002). La cuestión racial en Cuba y este número de Caminos. Caminos. Revista Cubana de Pensamiento Socioteológico, 24–25.
Martínez-Heredia, F. (2018). Pensar en tiempo de revolución: antología esencial (M. Sánchez Quiróz, Comp.). CLACSO.
Meertens, R. y Pettigrew, T. (1997). Is subtle prejudice really prejudice? Pub-lic Opinion Quarterly, 61, 54–71.
Ovejero, A. (1998). Las relaciones humanas. Psicología social. Teoría y Aplicada. Editorial Biblioteca Nueva.
Oviedo, Y. (2018). Subjetividad y racialidad: una mirada desde los propietarios arrendatarios de hostales en Santa Clara. [Tesis de Diploma, Universidad central “Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara].
Pérez-Cosín, J. V.; Cabrera-Ruiz, I. I.; Méndez-López, A. J.; Navajas-Pertegás, N. & Grau-Rengifo, M. O. (2024). Estereotipos y prejuicios en adolescentes en la reproducción de igualdad-desigualdad racial. En: Estereotipos y prejuicios: aspectos básicos e investigaciones. (pág. 90). McGraw-Hill.
Pettigrew, T. F. & Meertens, R. W. (1995). Subtle and blatant prejudice in Western Europe. European Journal of Social Psychology, 25, 57–75. DOI: https://doi.org/10.1002/ejsp.2420250106
Romay, Z. (2015). Cepos de la memoria. Impronta de la esclavitud en el imaginario social cubano.Matanzas: Matanzas
Riverón, C., León, M., Oliva, A., & Cruz, M. (2020). Relaciones raciales: configuraciones subjetivas en los jóvenes universitarios. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Facultad de Ciencias Sociales.
Tajfel, H., y Turner, J.C. (1979). An integrative theory of intergroup conflict. En W.G. Austin y S. Worchel (Eds.): The Social Psychology of intergroup relations (pp. 33–47). Monterey, CA: Brooks- Cole. their physician. Arch Pediatr Adolesc Med, 33(15), 1146–1153.
Telles, E. E. (2014). Pigmentocracies: Ethnicity, race, and color in Latin America. University of North Carolina Press.
Sandoval, A. (1996). Investigación cualitativa: un enfoque práctico. Editorial Universitaria.
Wade, P (2000). Raza y etnicidad en Latinoamérica. Quito, Ecuador: Ediciones ABYA-YALA.
Valles, M. (1999). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Editorial Síntesis, S.A.
