DILEMAS PROFESIONALES DEL PSICÓLOGO EDUCATIVO ANTE LOS RETOS ACTUALES DE LA EDUCACIÓN

Marian Lorena Hernández Gómez

Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Cuba

Resumen

El papel del psicól­o­go esco­lar se posi­ciona como un pilar fun­da­men­tal en el ámbito for­ma­ti­vo, enfrentan­do dile­mas con­tem­porá­neos que deman­dan reflex­ión y acción. Este ensayo tiene como obje­ti­vo explo­rar los dile­mas del psicól­o­go educa­ti­vo, especí­fi­ca­mente los rela­ciona­dos con la inte­gración de la tec­nología, la inclusión y diver­si­dad, y los dile­mas éti­cos. Al cen­trarse en estos aspec­tos, se delin­ean opin­iones críti­cas, estrate­gias y lla­ma­dos a la acción para guiar al psicól­o­go docente en un entorno educa­ti­vo en con­stante cam­bio. Para la recopi­lación de infor­ma­ción se realizaron revi­siones bib­li­ográ­fi­cas a través de por­tales ofi­ciales como Google Académi­co y Scielo.

Pal­abras clave: psicól­o­go educa­ti­vo, dile­mas, edu­cación, tec­nología, éti­ca, inclusión y diversidad.

Abstract

The role of the school psy­chol­o­gist is posi­tioned as a fun­da­men­tal pil­lar in the edu­ca­tion­al field, fac­ing con­tem­po­rary dilem­mas that require reflec­tion and action. This essay aims to explore the dilem­mas of the edu­ca­tion­al psy­chol­o­gist, specif­i­cal­ly those relat­ed to the evo­lu­tion of tech­nol­o­gy, inclu­sion and diver­si­ty, and eth­i­cal dilem­mas. By focus­ing on these aspects, crit­i­cal insights, strate­gies, and calls to action are out­lined to guide the edu­ca­tion­al psy­chol­o­gist in an ever-chang­ing edu­ca­tion­al envi­ron­ment. To col­lect infor­ma­tion, a bib­li­o­graph­ic review was car­ried out through offi­cial por­tals such as Google Aca­d­e­m­ic and Scielo. 

Key­words: edu­ca­tion­al psy­chol­o­gist, dilem­mas, edu­ca­tion, tech­nol­o­gy, ethics, inclu­sion and diversity.

Exploración inicial en la Psicología Educativa

La psi­cología educa­ti­va emerge como un pilar fun­da­men­tal en el ámbito educa­ti­vo, desem­peñan­do un papel cru­cial en la for­ma­ción inte­gral de indi­vid­u­os. En este con­tex­to Sánchez et al. (2016) habla de que los psicól­o­gos educa­tivos no solo se eri­gen como pro­fe­sion­ales encar­ga­dos de enten­der y abor­dar las com­ple­ji­dades psi­cológ­i­cas de los estu­di­antes, sino que tam­bién asumen la respon­s­abil­i­dad de dinamizar los pro­ce­sos for­ma­tivos, pro­movien­do val­ores y colab­o­ración en el entorno escolar.

En pal­abras de Bel­trán y Pérez (2011), la psi­cología educa­ti­va ha desta­ca­do al pon­er énfa­sis en las habil­i­dades del pro­fe­so­ra­do, las necesi­dades de los estu­di­antes y los dere­chos de todas las partes involu­cradas. Esta per­spec­ti­va impul­sa a los psicól­o­gos educa­tivos a con­ver­tirse en agentes activos, estim­u­ladores del entu­si­as­mo, amor, con­fi­an­za y con­sis­ten­cia en las deci­siones, generan­do un ambi­ente prop­i­cio para el apren­diza­je y la for­ma­ción de valores.

Al abor­dar los retos actuales en la edu­cación, tan­to a niv­el glob­al como local, se rev­e­lan dile­mas que deman­dan la inter­ven­ción estratég­i­ca del psicól­o­go educa­ti­vo. En el esce­nario mundi­al podemos encon­trar entre los desafíos más sig­ni­fica­tivos: la ráp­i­da evolu­ción tec­nológ­i­ca, las deman­das cam­biantes del mer­ca­do lab­o­ral, la edu­cación emo­cional des­de la escuela, la coop­eración entre famil­ia-escuela-sociedad, la poten­ciación de la cre­ativi­dad y la diver­si­dad cul­tur­al, entre otros (Mejía-Rodríguez y Mejía-Leguía, 2021). En el con­tex­to cubano como señala Ramírez (2020) tam­bién están pre­sentes muchos de los desafíos ante­ri­ores, además se añaden par­tic­u­lar­i­dades que requieren respues­tas adap­tadas, por ejem­p­lo, los cam­bios imple­men­ta­dos en el mod­e­lo económi­co cubano, en la sociedad y cul­tura del país. En este sen­ti­do nos hace fal­ta pre­gun­tarnos ¿Se puede seguir enseñan­do y edu­can­do con los méto­dos tradicionales?

Si bien en nue­stro país la edu­cación siem­pre ha sido una poten­cial­i­dad, en la actu­al­i­dad las escue­las requieren de un rea­juste cur­ric­u­lar a todos los nive­les: hábitos, acti­tudes, con­tenidos, estrate­gias y de una colab­o­ración inter­dis­ci­pli­nar en las escue­las, donde se incluya en los cen­tros educa­tivos la figu­ra del psicólogo.

En este con­tex­to se espera que los psicól­o­gos educa­tivos no solo posean com­pe­ten­cias téc­ni­cas, sino que tam­bién desem­peñen el rol de líderes efec­tivos. Su capaci­dad para encon­trar solu­ciones inno­vado­ras, dotar de sig­nifi­ca­do y propósi­to el tra­ba­jo diario de estu­di­antes, docentes y direc­tivos esco­lares, se con­vierte en un com­po­nente esen­cial para el éxi­to del pro­ce­so educa­ti­vo. A través de su influ­en­cia, estos pro­fe­sion­ales bus­can ase­gu­rar que el pro­duc­to final no solo sea académi­ca­mente enrique­ce­dor, sino que tam­bién posea un sig­nifi­ca­do pro­fun­do para todos los involu­cra­dos en el com­ple­jo entra­ma­do educa­ti­vo (Sánchez et al., 2016).

Por la impor­tan­cia que tiene el tema para el pro­gre­so de la edu­cación y de la psi­cología educa­ti­va este ensayo pre­tende explo­rar los dile­mas del psicól­o­go educa­ti­vo rela­ciona­dos con la inte­gración de la tec­nología, la inclusión y diver­si­dad, y los dile­mas éticos.

Evolución de la educación y su impacto en el trabajo del psicólogo escolar

La psi­cología educa­ti­va tiene sus raíces en los albores del siglo xx, sien­do impul­sa­da por las con­tribu­ciones de desta­ca­dos psicól­o­gos como Jean Piaget, Lev Vygot­sky y Albert Ban­dura. Estos tres pen­sadores brindaron teorías fun­da­men­tadas en el apren­diza­je social y socio­cul­tur­al (Coll et al., 2001). En el tran­scur­so de la his­to­ria, la edu­cación ha exper­i­men­ta­do trans­for­ma­ciones sig­ni­fica­ti­vas impul­sadas por avances cien­tí­fi­cos, tec­nológi­cos y cam­bios socio­cul­tur­ales, influyen­do no solo en los méto­dos pedagógi­cos, sino que tam­bién han mold­ea­do el rol del psicól­o­go esco­lar, quien se encuen­tra inmer­so en un entorno educa­ti­vo dinámi­co y en con­stante evolución.

La evolu­ción de la edu­cación ha lle­va­do a una redefini­ción de las tar­eas del psicól­o­go esco­lar, exigien­do una adaptación con­tin­ua a las deman­das emer­gentes, por ejem­p­lo, a la cre­ciente dig­i­tal­ización como car­ac­terís­ti­ca fun­da­men­tal de la nue­va era (Durán, 2023).

En este esce­nario cam­biante, la per­cep­ción de la labor del psicól­o­go esco­lar se entre­laza con las com­ple­ji­dades del entorno lab­o­ral. Más allá de las defini­ciones teóri­c­as y políti­cas, la prác­ti­ca cotid­i­ana de este pro­fe­sion­al se ve influ­en­ci­a­da por una red de fac­tores que coex­is­ten en los dis­tin­tos ámbitos educa­tivos. Este matiz requiere que el psicól­o­go esco­lar no solo sea com­pe­tente en las teorías psi­cológ­i­cas, sino tam­bién hábil en la inter­pretación de las dinámi­cas socio­cul­tur­ales que impactan direc­ta­mente en su que­hac­er diario (Sánchez et al., 2016).

Según Figueroa-Cés­pedes et al. (2020) el psicól­o­go educa­ti­vo no solo se enfrenta a la tarea de com­pren­der las trans­for­ma­ciones en la edu­cación, sino que tam­bién debe facil­i­tar a los demás las vías para asim­i­lar estos cam­bios y con­tribuir a alcan­zar los obje­tivos plantea­d­os. Es aquí donde la per­cep­ción de las deman­das del desem­peño, la elab­o­ración de juicios per­son­ales sobre el rol ide­al y la asun­ción de com­pro­misos y desafíos se tor­nan cruciales.

En reflex­ión de esta con­ver­gen­cia de ele­men­tos es impor­tante destacar la necesi­dad de for­ma­ción con­tin­ua de los psicól­o­gos educa­tivos, esto les per­mi­tirá no solo man­ten­erse al día con las ten­den­cias educa­ti­vas, sino tam­bién cul­ti­var habil­i­dades inter­per­son­ales que les posi­biliten abor­dar los desafíos psi­coso­ciales emer­gentes en el entorno educa­ti­vo actu­al. Asimis­mo, su rol y com­pro­miso con una prác­ti­ca éti­ca y proac­ti­va se rev­ela como un pilar fun­da­men­tal en el ejer­ci­cio efec­ti­vo de su labor.

Integración de la tecnología

Como ya veníamos men­cio­nan­do ante­ri­or­mente la inte­gración de la tec­nología en el ámbito educa­ti­vo se ha erigi­do como uno de los dile­mas más rel­e­vantes para los psicól­o­gos educa­tivos con­tem­porá­neos. En un con­tex­to glob­al­iza­do y dig­i­tal­iza­do el acce­so gen­er­al­iza­do a la infor­ma­ción ha trans­for­ma­do la dinámi­ca del apren­diza­je, plante­an­do desafíos sig­ni­fica­tivos para estos pro­fe­sion­ales (Durán, 2023).

Según Durán (2023) la incor­po­ración de la tec­nología en las aulas ha gen­er­a­do un cam­bio en la man­era en que los estu­di­antes inter­ac­túan con el conocimien­to y entre ellos mis­mos. Esta trans­for­ma­ción no solo se limi­ta a la adquisi­ción de habil­i­dades téc­ni­cas, sino que tam­bién impacta la esfera emo­cional de los edu­can­dos. El psicól­o­go educa­ti­vo se encuen­tra ante la impor­tante tarea de com­pren­der y abor­dar las nuevas for­mas de inter­ac­ción que sur­gen en este con­tex­to dig­i­tal, recono­cien­do la conex­ión ínti­ma entre la tec­nología, el apren­diza­je y las dimen­siones emo­cionales de los estudiantes.

Por esto es impor­tante equi­li­brar el uso sano de las tec­nologías, tan­to en estu­di­antes como en los pro­fe­sores. Entonces si nos pre­gun­ta­mos: ¿Cómo se ges­tio­nan las emo­ciones frente a la sobre­ex­posi­ción a dis­pos­i­tivos dig­i­tales? ¿Cómo se fomen­ta la empatía, la colab­o­ración y el apren­diza­je en un entorno educa­ti­vo donde la inter­ac­ción puede estar medi­a­da por pan­tallas? Sin duda, las respues­tas a estas inter­ro­gantes deman­dan una reflex­ión pro­fun­da por parte del psicól­o­go educa­ti­vo, quien debe ser capaz de nave­g­ar por este ter­reno evolu­cionista y complejo.

Des­de una per­spec­ti­va per­son­al, creo que incluir la tec­nología en la edu­cación no solo pre­sen­ta desafíos, tam­bién mues­tra opor­tu­nidades que deben ser aprovechadas de man­era salud­able. Los psicól­o­gos educa­tivos pueden uti­lizar las her­ramien­tas tec­nológ­i­cas para per­son­alizar el apren­diza­je, ofre­cer recur­sos adap­ta­tivos, desar­rol­lar la cre­ativi­dad y pro­mover la inclusión. No obstante, es esen­cial abor­dar las posi­bles con­se­cuen­cias neg­a­ti­vas, como la brecha dig­i­tal y el impacto en la salud men­tal de los estu­di­antes. En últi­ma instan­cia, la clave reside en adop­tar un enfoque equi­li­bra­do que poten­cie los ben­efi­cios de la tec­nología sin perder de vista las dimen­siones emo­cionales, sociales y de apren­diza­je fun­da­men­tales en el pro­ce­so educativo.

Dilemas éticos

El ejer­ci­cio diario del psicól­o­go educa­ti­vo no está exen­to de dile­mas éti­cos, uno de los más fre­cuentes es el equi­lib­rio entre la con­fi­den­cial­i­dad y la necesi­dad de com­par­tir infor­ma­ción rel­e­vante para el bien­es­tar del estu­di­ante. En este sen­ti­do, surge la pre­gun­ta éti­ca sobre cuán­do y en qué medi­da es apropi­a­do rev­e­lar detalles con­fi­den­ciales a los docentes o padres, man­te­nien­do siem­pre en el cen­tro el respeto a la pri­vaci­dad del estu­di­ante (Estra­da et al., 2011).

Imag­inemos una situación en la que el psicól­o­go educa­ti­vo tiene conocimien­to de un prob­le­ma serio en la vida per­son­al de un estu­di­ante que podría afec­tar su rendimien­to académi­co. La decisión de si infor­mar o no a otras partes involu­cradas se con­vierte en un dile­ma éti­co del­i­ca­do. Rev­e­lar la infor­ma­ción puede ser cru­cial para brindar el apoyo nece­sario, pero tam­bién plantea el desafío de res­guardar la con­fi­an­za del estudiante.

Como expre­sa Estra­da et al. (2011) las insti­tu­ciones educa­ti­vas a veces sue­len uti­lizar a los psicól­o­gos para diag­nos­ticar y reforzar la patología insti­tu­cional, así como para reg­u­lar y trans­for­mar con­duc­tas que con­sid­er­an inadap­tadas. Sin embar­go, en casos de prob­le­mas indi­vid­uales, como en el ejem­p­lo ante­ri­or, donde la sub­je­tivi­dad es fun­da­men­tal, a menudo no se reconoce que los menores son el refle­jo de una relación parental dis­fun­cional. En estos casos los psicól­o­gos educa­tivos tienen un com­pli­ca­do desafío éti­co con la insti­tu­ción, el estu­di­ante y sus padres.

Estos desafíos resaltan la impor­tan­cia de que los psicól­o­gos educa­tivos reciban una for­ma­ción éti­ca sól­i­da. Es esen­cial poder tomar deci­siones con­sideran­do los prin­ci­p­ios fun­da­men­tales de la éti­ca pro­fe­sion­al. Además, fomen­tar el diál­o­go y la reflex­ión éti­ca en el entorno educa­ti­vo puede ayu­dar a abor­dar estos desafíos de man­era pos­i­ti­va, ase­gu­ran­do la inte­gri­dad y el bien­es­tar de los estudiantes.

Inclusividad y diversidad 

En el estu­dio desar­rol­la­do por Castel­lanos y Rev­elo (2022) sobre la inclusión y la vin­cu­lación que tiene el psicól­o­go educa­ti­vo en esta, abor­dan que la cre­ciente diver­si­dad en las aulas pre­sen­ta desafíos sig­ni­fica­tivos para el psicól­o­go educa­ti­vo, quien se encuen­tra en la encru­ci­ja­da de crear un entorno inclu­si­vo que atien­da las necesi­dades indi­vid­uales de cada estu­di­ante. Esta diver­si­dad no solo abar­ca difer­en­cias cul­tur­ales, sino tam­bién varia­ciones en esti­los de apren­diza­je, necesi­dades educa­ti­vas espe­ciales y baga­jes socioe­conómi­cos diversos.

Uno de los desafíos clave rad­i­ca en la com­pren­sión y respeto de la diver­si­dad cul­tur­al. El psicól­o­go educa­ti­vo debe ser con­sciente de las dis­tin­tas per­spec­ti­vas cul­tur­ales pre­sentes en el aula y cómo estas afectan el pro­ce­so educa­ti­vo. La fal­ta de sen­si­bil­i­dad cul­tur­al puede lle­var a malen­ten­di­dos y obsta­c­ulizar la conex­ión efec­ti­va con los estu­di­antes. En este sen­ti­do, pro­mover la for­ma­ción con­tin­ua en com­pe­ten­cia cul­tur­al se vuelve esen­cial. Algu­nas de las estrate­gias para abor­dar las necesi­dades de estu­di­antes con car­ac­terís­ti­cas espe­ciales incluyen la imple­mentación de prác­ti­cas pedagóg­i­cas difer­en­ci­adas y la pro­visión de recur­sos que respe­ten y cele­bren la diver­si­dad. El psicól­o­go educa­ti­vo puede desem­peñar un papel cru­cial al colab­o­rar estrechamente con los docentes para adap­tar méto­dos de enseñan­za, ofre­cer apoyo adi­cional a estu­di­antes con necesi­dades espe­ciales y fomen­tar la empatía entre los miem­bros de la comu­nidad educa­ti­va (Castel­lanos y Rev­elo, 2022).

Con respec­to a la inclusión es impor­tante ten­er en cuen­ta que impli­ca recono­cer la sin­gu­lar­i­dad de cada estu­di­ante y apre­ciar la riqueza que la diver­si­dad apor­ta al pro­ce­so educa­ti­vo. Es fun­da­men­tal pro­mover un ambi­ente en el que todos los estu­di­antes se sien­tan val­o­rados y com­pren­di­dos, que a la vez sien­tan y com­pren­dan real­mente la impor­tan­cia de acep­tarnos entre todos. Además, abog­ar por políti­cas educa­ti­vas inclu­si­vas a niv­el insti­tu­cional con­tribuye a estable­cer un mar­co que respalde la diver­si­dad y garan­tice opor­tu­nidades equi­tati­vas para todos los estudiantes.

Consideraciones finales acerca de los dilemas del psicólogo educativo 

El recor­ri­do por la evolu­ción de la edu­cación y la inte­gración de la tec­nología nos ha sub­raya­do la impor­tan­cia de equi­li­brar la inno­vación con la aten­ción a las dimen­siones emo­cionales en el ámbito educa­ti­vo. En el tras­fon­do de la psi­cología educa­ti­va, los dile­mas y desafíos delin­ea­d­os resaltan la com­ple­ji­dad inher­ente al papel del psicól­o­go en un entorno educa­ti­vo en con­stante evolu­ción y enfrentar estos dile­mas deman­da un enfoque holís­ti­co y dinámi­co, donde la adapt­abil­i­dad, la sen­si­bil­i­dad cul­tur­al y la toma de deci­siones éti­cas se eri­gen como pilares esen­ciales en su que­hac­er. Cru­cial, además, que la efi­ca­cia de su labor no solo yace en la res­olu­ción de prob­le­mas pun­tuales, sino en la con­struc­ción de un entorno educa­ti­vo que refle­je la diver­si­dad, pro­mue­va la éti­ca y se adapte a las exi­gen­cias cam­biantes de la edu­cación contemporánea.

Referencias bibliográficas

Bel­trán, J.A., & Pérez, L. (2011). Más de un siglo de Psi­cología Educa­ti­va. Val­o­ración gen­er­al y per­spec­ti­vas de futuro, Pape­les del Psicól­o­go, 33 (3), 204–231.

Castel­lanos, E. & Rev­elo, Y. (2022). Rol del Psicól­o­go Educa­ti­vo en los Pro­ce­sos de Edu­cación Inclu­si­va en con­tex­tos que pre­sen­tan Bar­reras para el Apren­diza­je y Par­tic­i­pación. Uni­ver­si­dad El Bosque. https://revistas.uazuay.edu.ec/index.php/coloquio/article/download/294/448/604

Coll, C., Pala­cios, J. & March­esi, A. (2001). Desar­rol­lo Psi­cológi­co y Educación.

Durán, E. (2023). El papel del psicól­o­go educa­ti­vo en entornos educa­tivos dig­i­tales del siglo xxi. Repos­i­to­rio insti­tu­cional xplo­ra. http://rixplora.upn.mx/jspui/bitstream/RIUPN/143627/1/2666%20-%20UPN092LPEDUED2023.pdf

Estra­da, Y., Muriel, Y. & Suárez, L. (2011). Dile­mas éti­cos del psicól­o­go educa­ti­vo: estu­dio de casos con siete psicól­o­gos educa­tivos del Valle de Abur­rá en el año 2010. Cor­po­ración Uni­ver­si­taria Lasal­lista. http://repository.unilasallista.edu.co/dspace/bitstream/10567/448/1/Dilemas_eticos_psicologo_educativo.pdf

Figueroa-Cés­pedes, I., Ossa-Corne­jo, C. & Jor­quera-Martínez, C. (2020). El psicól­o­go edu­ca­cional como ami­go críti­co: aportes y posi­bil­i­dades para el cam­bio y mejo­ra esco­lar. Límite (Ari­ca), 15, 5. Epub 30 de octubre de 2020.https://dx.doi.org/10.4067/s0718-50652020000100205

Mejía-Rodríguez, D. & Mejía-Leguía, E. (2021). Eval­u­ación y cal­i­dad educa­ti­va: Avances, lim­ita­ciones y retos actuales. Revista Elec­tróni­ca Edu­care 25 (3), 702–715. http://dx.doi.org/10.15359/ree.25–3.38

Ramírez, R. (2020). Sis­tema de Edu­cación en Cuba: raíces, logros y retos. Researchgate.https://www.researchgate.net/publication/345813281_Título_sistema_de_educación_en_Cuba_raíces_logros_y_retos_Cuba_education_system_roots_achievements_and_challenges_antecedentes_y_bases_de_la_pedagogia_en_Cuba

Sánchez, P., González, M. & Zum­ba, I. (2016). El psicól­o­go educa­ti­vo y su respon­s­abil­i­dad en la sociedad ecu­a­to­ri­ana actu­al: com­pro­misos, retos y desafíos de la edu­cación del siglo xxi. Revista Uni­ver­si­dad y Sociedad, 8(4), 123–129. Recu­per­a­do en 20 de diciem­bre de 2023, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202016000400016&lng=es&tlng=es.

Deja un comentario