EL PATRIMONIO CULTURAL EN EL MUNICIPIO CENTRO HABANA COMO RECURSO PARA LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL

Francisco Damián Morillas Valdés

Centro de Investigaciones psicológicas y sociológicas, CIPS. Cuba

Resumen

Con la Actu­al­ización del Mod­e­lo Económi­co y Social en nue­stro país, se han intro­duci­do trans­for­ma­ciones impor­tantes, entre ellas se otor­ga a los munici­p­ios may­or autonomía políti­ca, económi­ca y financiera para la gestión del desar­rol­lo local. En el caso par­tic­u­lar del munici­pio Cen­tro Habana, se ha prop­uesto como visión de desar­rol­lo, políti­cas y pro­gra­mas has­ta el año 2036 donde los “cen­tro­ha­b­aneros” dis­fruten de bar­rios sin ries­gos y de una pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al. Des­de esta con­cep­ción el ter­ri­to­rio se con­ver­tiría en el des­ti­no del 40% del tur­is­mo de ciu­dad. El pre­sente tra­ba­jo se pro­pone val­o­rar las poten­cial­i­dades y lim­ita­ciones de la gestión y pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so del desar­rol­lo local en este munici­pio durante el perío­do 2010–2023.

Pal­abras clave: pat­ri­mo­nio cul­tur­al, desar­rol­lo local, per­cep­ción social

Abstract

With the Update of the Eco­nom­ic and Social Mod­el in our coun­try, impor­tant trans­for­ma­tions have been intro­duced, includ­ing grant­i­ng munic­i­pal­i­ties greater polit­i­cal, eco­nom­ic and finan­cial auton­o­my for the man­age­ment of local devel­op­ment. In the par­tic­u­lar case of the Cen­tro Habana munic­i­pal­i­ty, it has been pro­posed as a vision of devel­op­ment, poli­cies and pro­grams until the year 2036 where “Cen­tro Havana res­i­dents” enjoy risk-free neigh­bor­hoods and an enhance­ment of cul­tur­al her­itage. From this con­cep­tion, the ter­ri­to­ry would become the des­ti­na­tion of 40% of city tourism. This work aims to assess the poten­tial and lim­i­ta­tions of the man­age­ment and enhance­ment of cul­tur­al her­itage as a resource for local devel­op­ment in this munic­i­pal­i­ty dur­ing the peri­od 2010–2023.

Key­words: cul­tur­al her­itage, local devel­op­ment, social perception

Introducción

Con la actu­al coyun­tu­ra por la que atraviesa la sociedad cubana, acom­paña­da por recur­rentes cri­sis tan­to en el orden económi­co, tec­nológi­co, ecológi­co, políti­co e ide­ológi­co; la búsque­da de alter­na­ti­vas para solu­cionar los prob­le­mas acu­mu­la­dos pasó a ser una urgen­cia de primer orden. Las con­se­cuen­cias de las ine­fi­cientes políti­cas públi­cas y el esta­do de pre­cariedad en que vive mucha de la población del munici­pio Cen­tro Habana, han dado como resul­ta­do un incre­men­to y diver­si­fi­cación de las desigual­dades e inequidades, de ago­b­io, irri­tabil­i­dad, de descon­fi­an­za e insat­is­fac­ción en var­ios sec­tores de la población sobre la gestión de sus insti­tu­ciones. La acu­mu­lación de estas prob­lemáti­cas está generan­do esce­nar­ios de inqui­etudes e incer­tidum­bres respec­to al futuro del proyec­to de sociedad imple­men­ta­do con el Tri­un­fo de la Rev­olu­ción en 1959.

Como parte de la solu­ción, con la Actu­al­ización del Mod­e­lo Económi­co y Social y sus doc­u­men­tos rec­tores: Lin­eamien­tos de la Políti­ca Económi­ca y Social del Par­tido y la Rev­olu­ción (PCC, 2011); la Con­cep­tu­al­ización del Mod­e­lo Económi­co y Social Cubano de Desar­rol­lo Social­ista (PCC, 2016); el VII Con­gre­so del PCC; el Plan de Desar­rol­lo Económi­co y Social has­ta 2030 (PCC, 2016) y la Nue­va Con­sti­tu­ción de la Repúbli­ca de Cuba (2019) se han intro­duci­do trans­for­ma­ciones, en la que a los munici­p­ios se les otorgó may­or autonomía políti­ca, económi­ca y financiera para la gestión del desar­rol­lo local.

Es sig­ni­fica­ti­vo que, en el caso par­tic­u­lar del munici­pio Cen­tro Habana, el gob­ier­no munic­i­pal, en su estrate­gia de desar­rol­lo se haya prop­uesto como visión de desar­rol­lo, políti­cas y pro­gra­mas has­ta el año 2036 donde los “cen­tro­ha­b­aneros” dis­fruten de bar­rios, sin ries­gos a der­rumbes, a los efec­tos de los hura­canes y las inun­da­ciones, así como la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al. Des­de esta con­cep­ción el ter­ri­to­rio se con­ver­tiría en el des­ti­no del 40% del tur­is­mo de ciu­dad (Prop­ues­ta de Primera Eta­pa de Imple­mentación de la Estrate­gia de Desar­rol­lo Munic­i­pal, 2021).

Sobre la base de estos ele­men­tos nos pro­ponemos val­o­rar las poten­cial­i­dades y lim­ita­ciones de la gestión y pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so del desar­rol­lo local en este munici­pio durante el perío­do 2010–2023.

Notas sobre la gestión y puesta en valor del patrimonio cultural como recurso del desarrollo local

Una de las primeras pre­ocu­pa­ciones por una may­or com­pren­sión y pro­tec­ción del Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al fue la defini­ción emi­ti­da en la Car­ta Inter­na­cional para la Con­ser­vación y Restau­ración de Mon­u­men­tos y Sitios o Car­ta de Vene­cia (1964). Según este doc­u­men­to por “Bien Cul­tur­al” se entendió “…todo el tes­ti­mo­nio mate­r­i­al dota­do de val­or de civ­i­lización”, refir­ién­dose de man­era implíci­ta a los bienes inma­te­ri­ales y otorgán­dole un enfoque inte­grador, más allá de la cono­ci­da alta cul­tura con la que se había definido has­ta ese momen­to al Pat­ri­mo­nio Cultural.

Esto per­mi­tió dar cat­e­goría de pat­ri­mo­nio a cualquier aspec­to de la prác­ti­ca cul­tur­al, reper­cutien­do en las for­mas de enten­der­lo y val­o­rar­lo (UNESCO, Car­ta de Vene­cia, 1964). Este fue un perío­do en el que se asis­tió a un cam­bio de con­cep­ción que tran­sitó del pat­ri­mo­nio tradi­cional, rur­al y local­iz­able a un pat­ri­mo­nio mod­er­no, urbano y dester­ri­to­ri­al­iza­do. A la vez, este doc­u­men­to dio un gran salto hacia la diver­si­dad con el con­cep­to de pro­tec­ción del sitio urbano o rur­al, con­sid­erán­dose las “… obras mod­estas que han adquiri­do con el tiem­po un sig­nifi­ca­do cul­tur­al” y añadir el val­or tes­ti­mo­ni­al al estético.

Esto per­mi­tió la aceptación inter­na­cional de man­i­festa­ciones de las cul­turas per­iféri­c­as, del sitio históri­co a con­jun­to, cen­tro, asen­tamien­to, ciu­dad, paisaje y ruta; abar­can­do todos sus ele­men­tos y com­po­nentes, tan­to nat­u­rales como antrópi­cos, así como el trán­si­to de la visión social al val­or económi­co y la pro­mo­ción de los de recur­sos pat­ri­mo­ni­ales como opciones turís­ti­cas, y el Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al como fuente de ingre­so económi­co (UNESCO, Car­ta de Vene­cia, 1964).

Como resul­ta­do de este pro­ce­so evo­lu­ti­vo, la UNESCO rede­fine el Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al como: “… el lega­do que recibi­mos del pasa­do, lo que vivi­mos en el pre­sente y lo que trans­miti­mos a las gen­era­ciones futuras”. Con esta nue­va defini­ción el Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al quedó clasi­fi­ca­do en: Pat­ri­mo­nio Mate­r­i­al, Inma­te­r­i­al y Natural.

Pos­te­ri­or­mente, el Con­se­jo de Europa en la Car­ta Euro­pea del Pat­ri­mo­nio Arqui­tec­tóni­co (1997), plantea: “… el Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al es una fuente económi­ca”, y la Con­fer­en­cia Inter­na­cional de los Alcaldes de las Ciu­dades Históri­c­as Chi­nas y de la Unión Euro­pea, (1998), argu­men­taron: “La preser­vación y enriquec­imien­to de la iden­ti­dad cul­tur­al con­sti­tuye un ele­men­to esen­cial del desar­rol­lo de la ciu­dad como con­jun­to. Estos dis­tri­tos –históri­cos– proveen a sus habi­tantes de un sen­ti­do de con­tinuidad de la civ­i­lización, en el cual se basa el desar­rol­lo económi­co y social sostenible”.

Para­le­la­mente, y como con­se­cuen­cia del impacto neg­a­ti­vo de las políti­cas neolib­erales, se cer­raron numerosos espa­cios indus­tri­ales; lo que gen­eró graves efec­tos deses­truc­turantes (desem­pleo, inmi­gración, ruinas indus­tri­ales, etc.). Esto tra­jo como resul­ta­do que, a par­tir de los años 80 se pro­du­jera un cam­bio en el urban­is­mo y sus políti­cas, val­orizán­dose los bienes históri­co-cul­tur­ales de las ciu­dades y gestán­dose una nue­va con­cep­ción de la plan­i­fi­cación de las áreas cen­trales, ori­en­ta­da a la total­i­dad de la ciu­dad y con­sti­tuir una con­tinuidad históri­ca y espa­cial, por­ta­do­ra de val­ores cul­tur­ales, con estre­chos vín­cu­los sociales y económi­cos (Rey y otros, 2009).

Des­de este enfoque, la ciu­dad se trans­for­ma en el espa­cio físi­co, donde no solo con­viv­en el con­jun­to de los pro­ce­sos sociales, económi­cos, cul­tur­ales, políti­cos e históri­cos; tam­bién expre­san la relación entre pat­ri­mo­nio cul­tur­al-desar­rol­lo local, donde los val­ores de la vida cotid­i­ana, los lugares, la músi­ca y el baile adquieren relevancia.

Ejem­p­los hay muchos. En el caso par­tic­u­lar de Gran Bre­taña, Cole (2004) pro­pone el análi­sis de difer­entes aspec­tos de la gestión de los recur­sos turís­ti­cos indus­tri­ales: número de vis­i­tantes y emplea­d­os; fuentes de ingre­sos y nive­les de ben­efi­cio, así como pro­duc­tos ofre­ci­dos. Por otro lado, pro­fun­diza en la relación entre el tur­is­mo indus­tri­al y sociedad, a través del medioam­bi­ente y las economías locales. De igual modo, defiende el con­cep­to de con­ser­vación “in situ” como medio para inte­grar a las sociedades locales en los pro­ce­sos de creación de productos.

Cole (2004) refir­ién­dose a Bél­gi­ca, pro­pone para la región min­era de Lim­burg difer­entes estrate­gias y acciones en fun­ción de sus car­ac­terís­ti­cas. Estas abar­can des­de la creación de un museo al aire libre, has­ta la aper­tu­ra de un gran cen­tro com­er­cial y de ocio, pasan­do por un par­que deporti­vo o un cen­tro de infor­ma­ción turística.

En Por­tu­gal se desta­ca las aporta­ciones de Lópes Cordeiro (1998), autor que a par­tir de una revisión de las prin­ci­pales ini­cia­ti­vas de pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio minero-indus­tri­al lo definió como eco-museo. El caso más sig­ni­fica­ti­vo es la del munici­pio de Seixas, apun­ta Fil­ipe (2003).

En Italia, Pre­ite (2002) anal­iza difer­entes ini­cia­ti­vas de val­orización turís­ti­ca en la Toscana. Es el caso del Par­que Arqueo-Minero de San Sil­vestre, el Par­que Museo Minero de Abadía San Sal­va­tore o el Par­que de las Col­i­nas Met­alíferas, hacien­do espe­cial hin­capié en la musi­cal­ización del ter­ri­to­rio. Esta prop­ues­ta tiene como fin inte­grar el tur­is­mo cien­tí­fi­co y téc­ni­co, señalan Cor­nu, (1997) y Cousin, (1998).

Señalan los autores que el estu­dio demostró como este tipo de activi­dad puede ser un instru­men­to de mejo­ra de las ciu­dades y las indus­trias, estim­u­lan­do la com­pet­i­tivi­dad de las ciu­dades y regiones (como des­ti­no turís­ti­co y local­ización empre­sar­i­al) y fomen­tar las rela­ciones entre las empre­sas y la sociedad. Aunque en este proyec­to se señala la exis­ten­cia de un tur­is­mo artic­u­la­do en el pat­ri­mo­nio cul­tur­al, su pues­ta en val­or está con­ce­bi­da a par­tir de la visi­ta a empre­sas en acti­vo, sean públi­cas o pri­vadas, con el fin de dar a cono­cer la com­pañía y los pro­ce­sos pro­duc­tivos que se desarrollan.

En el caso de los Esta­dos Unidos de Améri­ca, se creó la aso­ciación His­toric Amer­i­can Enginer­ing Record (HAER). Esta tiene como obje­ti­vo la con­ci­en­ti­zación y val­o­ración del pat­ri­mo­nio cul­tur­al, como atrac­ti­vo turís­ti­co. Resul­ta­dos sig­ni­fica­tivos son los casos de Soho en New York, expe­ri­en­cia de economías que se gen­er­an por la con­cen­tración de man­i­festa­ciones cul­tur­ales en el sec­tor urbano.

En Canadá se desta­ca la prop­ues­ta de Per­reault (1996). Esta, des­de el pun­to de vista ter­ri­to­r­i­al, plantea la uti­lización de los antigu­os recur­sos indus­tri­ales con fines turís­ti­cos. Al respec­to, el autor anal­iza el pasa­do minero-indus­tri­al de la región Abitibi-Témis­camingue, el impacto humano y medioam­bi­en­tal, así como las atrac­ciones turís­ti­cas cen­tradas en los recur­sos mineros indus­tri­ales espe­cial­mente la Ciu­dad del Oro y el Museo Region­al de las Minas de Malartic.

Por su parte, Fritz-Nemeth y Lund­gren (1996) inven­tari­aron las local­iza­ciones indus­tri­ales, dividién­dolas en tres cat­e­gorías a fin de deter­mi­nar los índices de util­i­dad turís­ti­ca y estable­cer las estrate­gias de desar­rol­lo más adecuadas.

En Améri­ca Lati­na, des­de finales de la déca­da de los noven­ta, el debate teóri­co apues­ta por la relación entre con­ser­vación, reha­bil­itación y pues­ta en val­or. Al respec­to, Viñuales (2004) anal­iza las ten­den­cias de con­ser­vación del pat­ri­mo­nio cul­tur­al-indus­tri­al y sus prop­ues­tas por dotar­lo de difer­entes usos: cul­tur­ales, com­er­ciales, educa­tivos, etc.

Es el caso de las fábri­c­as tex­tiles de Tlax­cala (Méx­i­co), con­ver­tidas en la actu­al­i­dad en hote­les y colo­nias de vaca­ciones, o la fábri­ca de San Pablo de Por­to Ale­gre (Brasil) reha­bil­i­ta­da como un espa­cio cul­tur­al (Viñuales, 2004).

En esta línea se sitúa el grupo de inves­ti­gación argenti­no TU.CU.NA[1] quien hace hin­capié en el ori­gen, evolu­ción y pro­ce­so de desac­ti­vación pro­duc­ti­va para que no se pier­dan val­ores. Es de destacarse las prop­ues­tas para el área de San­ta Fe, en cuan­to a la com­bi­nación entre tur­is­mo cul­tur­al y nat­ur­al, en par­tic­u­lar, las acciones del gob­ier­no para pro­te­ger el pat­ri­mo­nio indus­tri­al medi­ante la “Ley de Pro­tec­ción al Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al” y la “Ley de los Mon­u­men­tos Nacionales y Locales” (Fleites, (1998) y Per­erra (1998).

En la actu­al­i­dad, apun­tan los autores que el desar­rol­lo del con­cep­to ha lle­va­do a la apli­cación de tres modal­i­dades difer­entes de pues­ta en val­or: la visi­ta a empre­sas que se encuen­tran en acti­vo en la actu­al­i­dad, la visi­ta al pat­ri­mo­nio indus­tri­al inac­ti­vo y, por últi­mo, una com­bi­nación de las anteriores.

Los proyec­tos de ciu­dades cre­ati­vas es uno de los ejem­p­los de val­orización de los recur­sos pat­ri­mo­ni­ales con alcance inter­na­cional, y de las aso­cia­ciones públi­co-pri­vadas, para el fomen­to de las poten­cial­i­dades de las pequeñas y medi­anas empre­sas, y el aprovechamien­to cre­ati­vo, social y económi­co de cada ciu­dad y su diver­si­dad cultural.

Un ele­men­to clave del éxi­to de las ciu­dades cre­ati­vas, es la acti­vación del poten­cial de las pequeñas empre­sas, las que nece­si­tan, para su desar­rol­lo, del tal­en­to inno­vador de los creadores; de ahí la impor­tan­cia de la pres­en­cia de escue­las de arte, dis­eño, arte­sanía, músi­ca o moda para el apoyo a la revi­tal­ización urbana a par­tir de las indus­trias cul­tur­ales y la creación de dis­tri­tos cul­tur­ales, que abar­ca en la actu­al­i­dad un buen número de ciu­dades euro­peas. Estos proyec­tos han care­ci­do de vis­i­bil­i­dad y apoyo en ciu­dades de país­es en vías de desar­rol­lo (Rey, 2010).

Esta ten­den­cia, mar­ca el surgimien­to de un mod­e­lo que resalta la lóg­i­ca del desar­rol­lo local, en el cual, cobran impor­tan­cia deci­si­va los com­po­nentes sociales de la activi­dad pro­duc­ti­va y los com­po­nentes socio-cul­tur­ales, por lo que el ter­ri­to­rio deja de con­tem­plarse como un mero soporte físi­co de las activi­dades económi­cas, para iden­ti­fi­car­lo con los actores sociales, sus orga­ni­za­ciones y la mov­i­lización social y cul­tur­al (Albur­querque, 1997).

Por su carác­ter mul­ti­di­men­sion­al, la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al ha super­a­do su papel tradi­cional, para con­sti­tuirse en un recur­so, que bien poten­cial­iza­do, rep­re­sen­ta un incen­ti­vo al desar­rol­lo inte­gral de la sociedad a par­tir de nuevas for­mas de gestión local.

Cuba y su apuesta por el desarrollo local

Con el Tri­un­fo de la Rev­olu­ción, dom­i­naron políti­cas de desar­rol­lo económi­co y social que tenían como obje­ti­vo equi­li­brar las difer­en­cias socioe­conómi­cas exis­tentes entre las dis­tin­tas regiones del país y, super­ar las pro­fun­das desigual­dades heredadas del rég­i­men neo­colo­nial precedente.

Como resul­ta­do, la dinámi­ca del entorno ter­ri­to­r­i­al cubano fue cam­bian­do en la mis­ma medi­da en que el Esta­do pre­senta­ba un proyec­to políti­co de jus­ti­cia y sober­anía social y un mod­e­lo pro­duc­ti­vo ori­en­ta­do al trán­si­to del mod­e­lo agroex­por­ta­dor y mono­pro­duc­tor, a uno agroin­dus­tri­al diversificado.

A par­tir de 1976 con la división políti­co admin­is­tra­ti­va, aumen­tó el número de provin­cias y el papel de los munici­p­ios. Sin embar­go, a causa de la extrema cen­tral­ización de la sociedad y la ver­ti­cal­i­dad en las deci­siones, se vio inca­pac­i­ta­do de decidir de man­era cre­ati­va sobre sus pro­ce­sos de desar­rol­lo y solu­ción a las deman­das, cada vez más cre­ciente, de la ciudadanía.

Pos­te­ri­or­mente, a fines de la déca­da de 1980 se ini­cia­ron en el país los estu­dios sobre el fun­cionamien­to de las admin­is­tra­ciones locales y de su capaci­dad de desar­rol­lo autónomo. Sin embar­go, una déca­da después, con el lla­ma­do Perío­do Espe­cial, se incre­men­taron las desigual­dades ter­ri­to­ri­ales entre munici­p­ios y provin­cias del país.

En bus­ca de solu­ciones, des­de las cien­cias sociales se señaló la necesi­dad de super­ar la descen­tral­ización, la fal­ta de autonomía de los gob­ier­nos locales, la fal­ta de par­tic­i­pación y la imple­mentación de esque­mas de desar­rol­lo local estandariza­dos que no resolvían los prob­le­mas exis­tente, entre otros (Dil­la (1995 y 1996); Pri­eto y Pérez (1995); Valdés Paz (1996, 1997 y 2004); Caño (2003); Cam­pos (2005); Guzón (2006); Bof­fil (2007); Núñez Jover (2014) y Núñez Jover y Pérez (2018); León (2013); Proen­za (2014 y 2015); Car­ril­lo (2016); Mas­tra­pa, Suset, Miran­da, Macha­do, Pérez y Labra­da (2017); D’Angelo (2003, 2010, 2012, 2014, 2017 y 2018); Moril­las y D’Angelo (2019) entre otros.

Apun­tan estos autores que los gob­ier­nos munic­i­pales se han acos­tum­bra­do a tra­ba­jar a través de direc­tri­ces supe­ri­ores. Esto se puede obser­var en la fal­ta de inte­gral­i­dad en la gestión. Todos estos ele­men­tos han dado como resul­ta­do una autonomía muy lim­i­ta­da en la plan­i­fi­cación y gestión de sus ter­ri­to­rios; así como en la jus­ti­fi­cación para que el niv­el cen­tral con­tinúe sien­do el rec­tor metodológi­co de las diver­sas activi­dades, deter­mi­nan­do las estrate­gias y políti­cas para todas las instan­cias de gobierno.

Para estos autores, en la relación gob­ier­nos locales y desar­rol­lo local, es nece­sario que en la gestión munic­i­pal se adopte una visión más estratég­i­ca. Esto impli­ca, no solo for­mar capaci­dades, tam­bién que el rol del gob­ier­no local sea recon­duci­do, que supere la inmedi­atez y el tratamien­to de prob­lemáti­cas cotid­i­anas que se reit­er­an sis­temáti­ca­mente, en su cor­to, medi­ano y largo pla­zo que, además, están deter­mi­nan­do la vital­i­dad del municipio.

Según esta nor­ma­ti­va, el Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al como parte de los recur­sos locales tam­bién está vin­cu­la­do al incre­men­to, diver­si­fi­cación y cal­i­dad de los ser­vi­cios de los ter­ri­to­rios. Estos ele­men­tos tienen sus antecedentes en las expe­ri­en­cias y resul­ta­dos de los Cen­tros Históri­cos del país.

Elementos metodológicos

Para dar respues­ta a estas inqui­etudes, pro­pusi­mos como obje­ti­vo gen­er­al: Val­o­rar las poten­cial­i­dades y lim­ita­ciones de la gestión y pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so de la trans­for­ma­ción social en los bar­rios del munici­pio de Cen­tro Habana durante el perío­do 2010–2023.

Para el desar­rol­lo de este pro­ce­so, se respondió a los sigu­ientes obje­tivos especificos:

  1. Analizar las poten­cial­i­dades y lim­ita­ciones del munici­pio Cen­tro Habana en su evolu­ción históri­ca des­de las dimen­siones del pat­ri­mo­nio cultural.
  2. Com­parar la gestión y pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so del desar­rol­lo local durante los perío­dos 2012 y 2023.

Con vis­tas al acer­camien­to en pro­fun­di­dad al obje­to de estu­dio en esta fase de diag­nós­ti­co y recolec­ción de la infor­ma­ción, fueron uti­liza­dos los sigu­ientes instru­men­tos: entre­vis­tas a exper­tos, cues­tionar­ios a fun­cionar­ios del gob­ier­no munic­i­pal de Cen­tro Habana, 2 gru­pos de dis­cusión y la obser­vación no participante.

El cri­te­rio de selec­ción de la mues­tra fue inten­ciona­do, tenien­do en cuen­ta las prin­ci­pales áreas de inter­ven­ción del gob­ier­no munic­i­pal. La mues­tra uti­liza­da estu­vo dis­tribui­da entre:

Los datos que se pre­sen­tan son resul­ta­dos com­para­dos de inves­ti­ga­ciones real­izadas (Moril­las, 2012) y en pro­ce­so[2]. De la apli­cación de entre­vis­tas-cues­tionar­ios a fun­cionar­ios del gob­ier­no munic­i­pal de Cen­tro Habana, entre­vis­tas a exper­tos y obser­va­ciones en este territorio.

La mues­tra uti­liza­da estu­vo dis­tribui­da entre:

Mues­tra 2012 Mues­tra 2023
Entre­vis­tas Total Entre­vista-cues­tionario Total
Fun­cionar­ios públicos 12 Fun­cionar­ios públicos 10
Exper­tos 5 Exper­tos 9
Cues­tionar­ios Población res­i­dente en el municipio. 120
Población res­i­dente en el municipio. 60
Grupo de discusión
Total 78 Total 139
Tabla 1. Elaboración propia (Morillas, 2024)

Principales resultados: Breves notas sobre la evolución histórica del municipio Centro Habana: potencialidades y limitaciones

El actu­al munici­pio Cen­tro Habana es el resul­ta­do de la división políti­co admin­is­tra­ti­va de 1976. Su con­for­ma­ción es el resul­ta­do de la pres­en­cia de dis­tin­tos gru­pos étni­cos: chi­nos, árabes, españoles, ital­ianos, japone­ses; los cuales apor­taron, con sus ele­men­tos pro­pios, a la músi­ca, al teatro y a las artes plás­ti­cas; dan­do ori­gen al Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al, mate­r­i­al e inma­te­r­i­al del territorio.

Su con­sol­i­dación espa­cial comen­zó en el siglo xix con la expan­sión urbana de la ciu­dad hacia el oeste, por medio de la Real Orden de 1817, donde se dis­pu­so la … delin­eación y ensanche de los bar­rios de extramuros. 

Durante el gob­ier­no del capitán gen­er­al Miguel Tacón (1834–1838) se edi­fi­caron nota­bles obras civiles, destacán­dose la nue­va cár­cel, la remod­elación del Cam­po Mil­i­tar o de Marte, un teatro, una pescadería, var­ios mer­ca­dos y fuentes para el abas­to de ali­men­tos y agua a la ciudad.

En 1863, con la demoli­ción de las mural­las, se erradicó la bar­rera entre La Habana antigua y la nue­va, y se urban­izó esta faja de ter­reno con edi­fi­cios mon­u­men­tales flan­quea­d­os por portales.

En las primeras décadas del siglo xx, La Habana tran­sitó de man­era ver­tig­i­nosa hacia la mod­ernidad, vivien­do un amplio desar­rol­lo con­struc­ti­vo que con­tem­pló un vas­to plan de obras públi­cas, pavi­mentación de calles, ampliación de repar­tos, insta­lación de alum­bra­do públi­co y el tran­vía eléctrico.

Bajo la direc­ción del arqui­tec­to y paisajista francés Jean Claude Foresti­er, durante el gob­ier­no del gen­er­al Macha­do, se acometieron impor­tantes trans­for­ma­ciones urbanas que cam­biaron la ima­gen de la ciu­dad. Su plan direc­tor se estruc­turó a par­tir de un sis­tema de ejes que coin­cidía con los recor­ri­dos de los tur­is­tas que vis­ita­ban la ciudad.

La cri­sis económi­ca y la caí­da de Macha­do impi­dieron eje­cu­tar algu­nas de las prop­ues­tas de Foresti­er. Los prin­ci­pales resul­ta­dos de este pro­ce­so se pudieron obser­var en el Paseo del Pra­do, el Par­que de la Frater­nidad, los jar­dines del Capi­to­lio Nacional, así como en la Aveni­da del Puer­to y la pro­lon­gación del Malecón.

Con el Tri­un­fo de la Rev­olu­ción de 1959, cam­bió la dinámi­ca con­struc­ti­va del país y las nuevas políti­cas de cam­bios sociales se hicieron sen­tir en la ciu­dad, aunque tuvieron un may­or impacto en el inte­ri­or del país. Con la división políti­ca admin­is­tra­ti­va de 1976, el munici­pio Cen­tro Habana quedó lim­i­ta­do al norte con el litoral, al sur con el munici­pio Cer­ro, al este con el munici­pio Habana Vie­ja y al oeste con el munici­pio Plaza de la Revolución.

Por sus car­ac­terís­ti­cas, la con­cen­tración de grandes val­ores cul­tur­ales, sociales e históri­cos, hoy es con­sid­er­a­do uno de los cen­tros cul­tur­ales más impor­tantes de la ciu­dad. Este ter­ri­to­rio se desta­ca por la pres­en­cia de per­son­al­i­dades como José Martí, Anto­nio Maceo, Máx­i­mo Gómez, Julio Anto­nio Mel­la, Anto­nio Gui­t­eras, los her­manos Fidel y Raúl Cas­tro. Enrique Jorín, Ale­jo Car­pen­tier, José Luciano Fran­co, Gon­za­lo Roig, Joseí­to Fer­nán­dez, entre otros, que en un momen­to de sus vidas, vivieron en este territorio.

Den­tro de los val­ores urbanís­ti­cos del munici­pio, está su condi­ción de cen­tro com­er­cial, con pre­do­minio de las fun­ciones ter­cia­rias a lo largo de sus ejes prin­ci­pales; vías de impor­tan­cia a niv­el de ciu­dad: Ave. Anto­nio Maceo (Malecón), Calza­da de Infan­ta, Ave. Sal­vador Allende (Car­los III), Ave. Simón Bolí­var (Reina) entre otras. En el mis­mo sen­ti­do, sus fun­ciones prin­ci­pales son res­i­den­cial, de ser­vi­cios y pro­duc­ti­va. Esta últi­ma rep­re­sen­ta­da por pequeñas insta­la­ciones de pro­duc­ción de taba­co ubi­cadas den­tro de la trama.

Esta car­ac­terís­ti­ca ha per­mi­ti­do definir el teji­do urbano de este ter­ri­to­rio como mix­to, con una gran diver­si­dad for­mal y de fun­ciones. Den­tro de los val­ores, en la arqui­tec­tura está la super­posi­ción de esti­los, sobre­salien­do los clási­cos del Art-Decó en el teatro Améri­ca (calle Galiano), y del Art-Nou­veau de la casa Crusel­las (Aveni­da de La Reina), los con­jun­tos ecléc­ti­cos-neo­clási­cos como el Hos­pi­tal Munic­i­pal Emer­gen­cias, el Teatro “Gar­cía Lor­ca”, la Casa de la Cul­tura “Joseí­to Fer­nán­dez”, el edi­fi­cio Indochi­na (San Rafael y Águila), el edi­fi­cio del antiguo Hotel Bris­tol, el Roo­sevelt y el teatro Cam­poamor, entre otros, han hecho de esta plaza una de las más ric­as del país.

En el caso de las insti­tu­ciones sociales y cul­tur­ales sig­ni­fica­ti­vas se desta­can las sociedades árabes y libane­sas. Aún hoy se mantienen espa­cios como el teatro Améri­ca, el Calle­jón de “Ham­mell” cuna del feel­ing– y, las sociedades chi­nas y españo­las, las cuales son ref­er­entes iden­ti­tar­ios para el cen­tro­ha­b­anero de hoy.

La con­cen­tración de hote­les, que jun­to al com­er­cio y las insta­la­ciones recre­ati­vas y cul­tur­ales, enriquecieron el ter­ri­to­rio. Sin embar­go, con el paso del tiem­po y el aban­dono de muchas de estas fun­ciones, el munici­pio se fue descap­i­tal­izan­do, per­di­en­do capaci­dades y fuentes de ingre­so que pudieron con­tribuir a su recu­peración y con­sti­tu­ción del munici­pio como suje­to acti­vo de su trans­for­ma­ción y desarrollo.

En la actu­al­i­dad, el ter­ri­to­rio posee un alto dete­ri­oro físi­co, tan­to de las edi­fi­ca­ciones, como de sus viales, aceras, líneas soter­radas de elec­t­ri­ci­dad, redes de alcan­tar­il­la­dos y de aguas albañales; que jun­to al incre­men­to de los vert­ederos de dese­chos sóli­dos, hacen que la higiene del munici­pios sea muy mala. La prob­lemáti­ca fun­da­men­tal la con­sti­tuye la vivien­da y el aumen­to de sus ciu­dade­las, lo que hace que las condi­ciones de hab­it­abil­i­dad sean pre­carias (IDH, 2019).

Principales resultados

De los resul­ta­dos del análi­sis com­para­do de los cues­tionar­ios (2012) y entre­vis­tas- cues­tionar­ios (2023) a fun­cionar­ios del gob­ier­no munic­i­pal y otros actores, se obser­va el reconocimien­to de las prin­ci­pales poten­cial­i­dades del pat­ri­mo­nio cul­tur­al. A con­tin­uación, se rela­cio­nan según el orden jerárquico en que fueron recogi­dos los prin­ci­pales criterios:

Poten­cial­i­dad (2012) % Poten­cial­i­dad (2023) %
Atrac­ción del tur­is­mo internacional. 66.6 Posi­bil­i­dad de creación de nuevos nego­cios y empleos. 92
Recu­peración de joyas de la arquitectura. 53.4 Recu­peración, limpieza y embel­lec­imien­to de la zona. 86
Recu­peración de la zona com­er­cial y de servicios. 50.8 Recu­peración de edi­fi­ca­ciones de val­or en esta­do de deterioro. 53
Revi­tal­ización de tradiciones. 45.6 Recu­peración de com­er­cios y servicios. 45
Nuevos com­er­cios, ser­vi­cios y empleos. 42.1
Recu­peración de la ima­gen urbana y la higiene de las calles 22.8
Recu­peración de la memo­ria históri­ca del territorio. 9 veces 15.8
Tabla 2. Elaboración propia (Morillas, 2024)

Al analizar y com­para­rse ambos perío­dos (2012 y 2023), se obser­va un reconocimien­to de las poten­cial­i­dades del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como uno de los recur­sos con que puede constar el munici­pio Cen­tro Habana para el desar­rol­lo local.

Sin embar­go, una de las prin­ci­pales lim­ita­ciones obser­vadas en ambos perío­dos es la per­sis­tente fal­ta de clar­i­dad sobre qué enten­der por desar­rol­lo local; reducién­dose, en no pocos casos, el énfa­sis en lo económi­co-financiero y cultural.

El énfa­sis eco­nomicista estu­vo pre­sente en los Lin­eamien­tos del año 2011, superán­dose, poco a poco, en el resto de los doc­u­men­tos rec­tores de las políti­cas de Actu­al­ización del Mod­e­lo Económi­co y Social, pero todavía con una mira­da más cen­tra­da en la gestión orga­ni­za­cional que en las per­sonas como ben­e­fi­cia­rias del desarrollo.

Esta prob­lemáti­ca puede ser uno de los fac­tores lim­i­tantes para el ejer­ci­cio de la autonomía munic­i­pal e intro­duc­ción de lóg­i­cas de orga­ni­zación y fun­cionamien­to inno­vado­ras, como recur­so para super­ar y dar solu­ciones a muchas de las difi­cul­tades exis­tentes y, aprovechar cre­ati­va­mente los recur­sos humanos, tec­nológi­cos y financieros, exis­tentes en el territorio.

En el caso par­tic­u­lar de la Direc­ción Munic­i­pal de Cul­tura en el año 2012, las poten­cial­i­dades del pat­ri­mo­nio cul­tur­al fueron vis­tas des­de una con­cep­ción lúdi­ca y políti­ca e ide­ológ­i­ca, rela­cionán­dose con los museos, exposi­ciones, recu­peración de tradi­ciones. En tan­to, en el año 2023, este es vis­to como un recur­so, pero sin ten­er las capaci­dades económi­cas y financieras como para pon­er­lo en val­or; lo que con­sti­tuyó una lim­i­tante para poder empren­der de for­ma sis­temáti­ca la recu­peración del munici­pio, a pesar de la ele­va­da mag­ni­tud de los prob­le­mas acumulados.

Con respec­to a los recur­sos económi­cos y financieros del munici­pio, en ambos perío­dos anal­iza­dos se con­stató que, entre los fun­cionar­ios entre­vis­ta­dos, se desconoce cuán­to puede ingre­sar el munici­pio para la gestión del desar­rol­lo local y cuán­to puede apor­tar al pro­duc­to inter­no bru­to nacional (PIB). Un resul­ta­do sim­i­lar se pudo con­statar en ambos perío­dos en cuan­to al finan­ciamien­to nece­sario para la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al y sus aportes posibles.

Al inda­garse sobre las causas posi­bles de este desconocimien­to, el análi­sis de los resul­ta­dos per­mi­tió con­statar que entre los ele­men­tos que podían estar con­tribuyen­do, fig­ura­ban el pre­do­minio de la plan­i­fi­cación cen­tral­iza­da, las pocas capaci­dades insta­l­adas en el munici­pio para asumir estos proyec­tos, la poca trans­paren­cia sobre los recur­sos y sus inver­siones, la poca for­ma­ción exis­tente entre los pro­pios cuadros de direc­ción, las miradas y pre­ocu­pa­ciones parce­ladas y sec­to­ri­ales que exis­ten en la plan­i­fi­cación del pre­supuesto, el tipo de comu­ni­cación que pre­dom­i­na (fun­da­men­tal­mente comu­nica­ti­va), la fal­ta de par­tic­i­pación y con­trol de la ciu­dadanía sobre los recur­sos e inver­siones en el ter­ri­to­rio, la poca cul­tura de ren­di­ción de cuen­tas y de transparencia.

Al com­para­rse estos resul­ta­dos de inves­ti­gación se con­stató, no solo la per­sis­ten­cia de estos ele­men­tos, si no que la fal­ta de capaci­dades y autonomía durante un largo perío­do de tiem­po, jun­to al agravamien­to de las prob­lemáti­cas exis­tentes en el munici­pio, no han per­mi­ti­do la iden­ti­fi­cación de otras fuentes diver­sas, actores, recur­sos y alian­zas para el finan­ciamien­to de los proyec­tos que establece la Res­olu­ción 147/2021 del Ban­co Cen­tral sobre los Pro­ced­imien­tos ban­car­ios para la gestión del finan­ciamien­to de los proyec­tos de desar­rol­lo local. Estas prob­lemáti­cas están con­tribuyen­do a la insosteni­bil­i­dad del munici­pio, por el agravamien­to de económi­co y social de las condi­ciones de vida de su población.

A estos ele­men­tos, se agre­gan la per­sis­ten­cia del ver­ti­cal­is­mo para tomar deci­siones impor­tantes, la depen­den­cia de inver­siones de las empre­sas nacionales para enfrentar prob­le­mas acu­mu­la­dos o empren­der inver­siones para la solu­ción de otros o la ausen­cia de mecan­is­mos de coor­di­nación efec­ti­va con los Organ­is­mos de la Admin­is­tración Cen­tral o con el gob­ier­no de la Cap­i­tal. El prin­ci­pal y más neg­a­ti­vo impacto ha esta­do en los frenos al desar­rol­lo de un lid­er­az­go proac­ti­vo y resiliente, en los territorios.

Al respec­to, se observó en ambos perío­dos anal­iza­dos que, el día a día de la gestión guber­na­men­tal en el munici­pio Cen­tro Habana, está someti­da a la búsque­da de solu­ciones a los prob­le­mas emer­gentes y coyun­tu­rales. Estos ele­men­tos per­miten enten­der las causas por las que, es tan difí­cil empren­der una gestión públi­ca des­de un enfoque par­tic­i­pa­ti­vo, cre­ati­vo e inno­vador, en donde prime una proyec­ción estratég­i­ca y prospec­ti­va del desar­rol­lo y, no que las Estrate­gias de Desar­rol­lo se con­sti­tuyan en letra dormi­da en una gave­ta de buró, como ha pasa­do en no pocas ocasiones.

En el análi­sis de estas prob­lemáti­cas, un ele­men­to que las trans­ver­sal­iza es la fal­ta de dis­posi­ción y ago­tamien­to que puede estar pre­sente en cualquier tipo de lid­er­az­go. En tal sen­ti­do, en ambos perío­dos anal­iza­dos, ha pre­dom­i­na­do un lid­er­az­go que se puede definir como reac­ti­vo, someti­do a la con­stante pre­sión de los der­rumbes, caren­cias y otras prob­lemáti­cas por las que atraviesa el municipio.

Para­le­la­mente, los resul­ta­dos de inves­ti­gación per­mi­tieron con­statar la exis­ten­cia de otras pre­ocu­pa­ciones que no per­miten el tipo de lid­er­az­go que la actu­al direc­ción del país deman­da para alcan­zar el desea­do social­is­mo próspero y sostenible.

En tal sen­ti­do, la fal­ta de autonomía, la fuerte cen­tral­ización de los recur­sos financieros, económi­cos y tec­nológi­cos, el ver­ti­cal­is­mo en los pro­ce­sos de toma de deci­siones, el enfoque reac­ti­vo, y la fal­ta de un enfoque estratégi­co; no han per­mi­ti­do el desar­rol­lo del tra­ba­jo en equipo, ni la creación de una cul­tura de la con­certación y la nego­ciación, y mucho menos la capaci­dad para alian­zas con las For­mas de Gestión No Estatal (FGNE).

Es jus­to señalar, que en el análi­sis de la Estrate­gia de la Direc­ción Provin­cial de Cul­tura 2011–2015 y de la Estrate­gia Cul­tur­al de la Direc­ción Munic­i­pal de Cul­tura los obje­tivos de tra­ba­jo están estrechamente vin­cu­la­dos a la políti­ca económi­ca del PCC aproba­da en los dis­tin­tos Con­gre­sos del PCC.

Sin embar­go, al com­para­rse la Estrate­gia Cul­tur­al del 2012 y el 2023, con la Estrate­gia de Desar­rol­lo Local del munici­pio del año 2023, se con­stató que las insti­tu­ciones del ter­ri­to­rio no solo no están preparadas para la incor­po­ración de la con­cep­ción de la cul­tura como recur­so económi­co, sino que no existe una visión uni­forme del tema.

Si bien en el año 2012, esta insti­tu­ción no tenía fac­ul­tades legales para impul­sar proyec­tos de ini­cia­ti­va local y estar cen­tral­izadas las fun­ciones, en el año 2023 sí las tiene, pero no puede ejercer­las; no solo por la fal­ta de capaci­dades y recur­sos, si no tam­bién por per­si­s­tir todavía la cen­tral­ización y el ver­ti­cal­is­mo en torno a ello.

Esto no solo ha reper­cu­ti­do neg­a­ti­va­mente sobre la visión que se desea del futuro del munici­pio Cen­tro Habana, tam­bién en la trans­paren­cia como ejer­ci­cio de las fun­ciones direc­ti­vas. Ejem­p­lo de esto se pudo obser­var en los cri­te­rios recogi­dos de los dis­tin­tos gru­pos entre­vis­ta­dos en el año 2012 y de los emprende­dores con nego­cios en las calles Galiano y San Rafael en el 2023. Según estos, no eran cono­ce­dores de las acciones de recu­peración de estas calles.

Esta prob­lemáti­ca ha sido una con­stante, obser­va­da en los perío­dos anal­iza­dos, lo que deno­ta que hay que for­t­ale­cer las estrate­gias de comu­ni­cación entre las insti­tu­ciones y la población e interin­sti­tu­cional públi­ca-pri­va­da. Sobre esta últi­ma, tam­bién es nece­sario for­t­ale­cer las capaci­dades insti­tu­cionales para la iden­ti­fi­cación de actores y recur­sos en el ter­ri­to­rio, así como tra­ba­jar en la alin­eación entre las visiones insti­tu­cionales, los obje­tivos, las acciones e inver­siones sobre la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cultural.

Sobre la par­tic­i­pación y con­trol pop­u­lar, ele­men­tos de suma impor­tan­cia que pueden incidir neg­a­ti­va­mente en la cred­i­bil­i­dad de la gestión insti­tu­cional y la necesi­dad de trans­paren­cia de las fun­ciones direc­ti­vas y en el nue­vo papel del servi­dor públi­co como agente impul­sor del cam­bio. Esto impli­ca, al decir de Mar­quet­ti Nodarse (2021), ele­var la cal­i­dad de los ser­vi­cios que brin­dan las insti­tu­ciones de la admin­is­tración públi­ca, en tan­to sus insti­tu­ciones no respon­den, solo, al cumplim­ien­to de tareas.

Otro ele­men­to obser­va­do, en cuan­to a la fal­ta de capaci­dades o de deci­siones tomadas, son los cam­bios de uso de locales ubi­ca­dos en plan­ta baja de las arte­rias prin­ci­pales, retrasán­dose la recu­peración de las fun­ciones de com­er­cios y ser­vi­cios que car­ac­ter­i­z­a­ban el municipio.

Rel­a­ti­vo a este aspec­to, en ambos perío­dos anal­iza­dos, se con­stató que la fal­ta de capaci­dades insta­l­adas para artic­u­lar actores económi­cos en fun­ción de la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al con­sti­tuye un freno a la imple­mentación de estrate­gias de inno­vación y desar­rol­lo en el munici­pio. En tal sen­ti­do, en el año 2012, los fun­cionar­ios, la población y emprende­dores entre­vis­ta­dos, reconocieron que nun­ca habían tenido par­tic­i­pación en la gestión del pat­ri­mo­nio cul­tur­al, a pesar de exi­s­tir espa­cios de con­certación y diálogo.

Al com­para­rse los resul­ta­dos de las entre­vis­tas entre los fun­cionar­ios del Gob­ier­no Munic­i­pal, de la Direc­ción Munic­i­pal de Finan­zas y Pre­cios, las opin­iones emi­ti­das por la Direc­ción Munic­i­pal de Cul­tura en el año 2012, con las de los del­e­ga­dos de cir­cun­scrip­ción en el 2023, se pudo obser­var que todavía per­du­ra la fal­ta de unidad de cri­te­rios, donde cada uno responde a sus intere­ses. Para el Gob­ier­no Munic­i­pal, como para la Direc­ción Munic­i­pal de Finan­zas y Pre­cios las poten­cial­i­dades del pat­ri­mo­nio cul­tur­al son vis­tas des­de la dimen­sión económi­ca, a par­tir de los ingre­sos en divisas y las dimen­siones lúdi­cas e ide­ológ­i­cas; en tan­to descono­cen las otras poten­cial­i­dades vin­cu­ladas a la gen­eración de empleo, trans­for­ma­ción de bar­rios vul­ner­a­bles, higi­en­ización y embel­lec­imien­to de la zona o ayu­da a famil­ias en condi­ciones de desventaja.

Tam­bién se pudo con­statar, al com­parar los resul­ta­dos de las entre­vis­tas, entre fun­cionar­ios y del­e­ga­dos de las cir­cun­scrip­ciónes, que el pat­ri­mo­nio cul­tur­al es vis­to des­de los resul­ta­dos de las expe­ri­en­cias de la Ofic­i­na del His­to­ri­ador de La Habana y como una vía de solu­ción al prob­le­ma de la vivien­da e higiene del barrio.

En el caso de la Cul­tura Munic­i­pal, insti­tu­ción encar­ga­da de imple­men­tar la políti­ca cul­tur­al, la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al está aso­ci­a­da al rescate de las tradi­ciones y los actos en Mon­u­men­tos y Sitios Históricos.

Una visión difer­ente a la de las insti­tu­ciones guber­na­men­tales, es la desar­rol­la­da por las for­mas de gestión no estatales. Des­de el enfoque de estos actores, tan­to en sus comien­zos en el año 2012 como en el 2023, existe una estrecha relación entre pat­ri­mo­nio cul­tur­al y desar­rol­lo local; con­cep­ción vin­cu­la­da a la ima­gen urbana, la recu­peración de joyas de la arqui­tec­tura, el desar­rol­lo humano, el empleo, la vivien­da y la higiene; dejan­do la dimen­sión políti­ca en últi­mo lugar. Todos estos ele­men­tos como ref­er­ente de los resul­ta­dos de la Ofic­i­na del His­to­ri­ador de La Habana.

Sobre los recur­sos humanos, tec­nológi­cos y financieros con que cuen­ta el ter­ri­to­rio, se observó en los resul­ta­dos de las entre­vis­tas a fun­cionar­ios y exper­tos en el 2012 y el 2023 que, el ter­ri­to­rio cuen­ta con el cap­i­tal humano nece­sario, no sien­do así con la tec­nología y finan­ciamien­to. Una de las prin­ci­pales prob­lemáti­cas obser­vadas en el análi­sis de estos resul­ta­dos es que no exis­ten capaci­dades insta­l­adas para imple­men­tar metodologías que per­mi­tan iden­ti­ficar actores y recur­sos que puedan con­tribuir con las pues­tas en val­or del pat­ri­mo­nio cultural.

A la pre­gun­ta, sobre si falta­ba algún actor para la gestión y pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so del desar­rol­lo local, los fun­cionar­ios del Gob­ier­no Munic­i­pal entre­vis­ta­dos, en los perío­dos anál­iza­dos (2012–2023), no iden­ti­fi­caron a la población. Al respec­to, pudo com­pro­barse que, en la prác­ti­ca, este tipo de par­tic­i­pación estu­vo lim­i­ta­da en algunos casos a los proyec­tos socio­cul­tur­ales para la recu­peración de las tradi­ciones locales y, que el mar­co legal limi­ta las acciones del Gob­ier­no Munic­i­pal a las de coor­di­nador entre los actores locales, pero la toma de deci­siones se real­iza en el niv­el superior.

Al analizarse las opin­iones de los difer­entes gru­pos de dis­cusión estu­di­a­dos en el año 2012 y el análi­sis de los resul­ta­dos de las entre­vis­tas-cues­tionar­ios apli­ca­dos a emprende­dores en el 2023, tenien­do en cuen­ta sus gru­pos de edades, se obser­va que pre­dom­i­nan los cri­te­rios de que el pat­ri­mo­nio cul­tur­al puede ser una fuente de atrac­ción del turismo.

Otro ele­men­to que unifi­ca los cri­te­rios de estos gru­pos está vin­cu­la­do con la recu­peración del esplen­dor de la zona com­er­cial. En el caso de los jóvenes, ven como algo favor­able la creación y par­tic­i­pación en los nuevos nego­cios y su impacto en el desar­rol­lo del municipio.

Tam­bién se observó mucha incon­formi­dad con el esta­do de dete­ri­oro del cen­tro urbano, de los mon­u­men­tos y sitios históri­cos, la poca cal­i­dad de las opciones cul­tur­ales que se brin­da en torno a ellos, así como nos­tal­gia por el pasa­do de esplen­dor que tuvo la zona, “lo que fue”, ele­men­tos com­par­tidos por todos los gru­pos estu­di­a­dos, tan­to en el 2012 como en el 2023, quienes hicieron men­ción a “…lo que les con­taron sus abuelos”.

Conclusiones

La pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al como recur­so para el desar­rol­lo local en el munici­pio Cen­tro Habana sigue con­sti­tuyen­do, tan­to en el año 2012 como en el 2023, una alter­na­ti­va favor­able, que no solo per­mite ele­var el niv­el de vida de la población, tam­bién dinamizar la economía; la auto­gestión, además de la posi­bil­i­dad de no ser tan depen­di­entes de la economía nacional y apor­tar a esta.

Sin embar­go y, a pesar del reconocimien­to de la autonomía munic­i­pal en la Con­sti­tu­ción de la Repúbli­ca, del Decre­to 33/2021 y todo el apoyo que des­de el dis­cur­so ofi­cial existe para la gestión del desar­rol­lo local, el munici­pio todavía no es recono­ci­do, por muchos fun­cionar­ios, como suje­to de su desarrollo.

En tal sen­ti­do, y con base en la autonomía munic­i­pal, la con­cep­ción del tra­ba­jo en el munici­pio debe cam­biar para cen­trarse en sus obje­tivos de desar­rol­lo. Al respec­to, una prob­lemáti­ca latente es la propia con­cep­ción del desar­rol­lo local que se mane­ja, tan­to des­de las nor­ma­ti­vas como en el munici­pio, y hacia dónde conducirlo.

Sobre esta con­cep­ción teóri­ca y su imple­mentación sur­gen inter­ro­gantes. En primer lugar, por diluirse en pro­ce­sos de gestión, per­di­en­do muchas veces de vista el ros­tro de las per­sonas hacia las que van dirigi­das las acciones y, por tan­to, surge la inqui­etud de que si muchas de las deci­siones y acciones que se toman son fru­to de la improvisación.

Al respec­to, se obser­va que, si bien a niv­el cen­tral se están intro­ducien­do cam­bios para poten­ciar los recur­sos de los ter­ri­to­rios, es pre­ciso ver como estos están reper­cutien­do a niv­el local. Sobre estos par­tic­u­lares se impone como necesi­dad que las insti­tu­ciones provin­ciales y/o nacionales se inte­gren sec­to­rial­mente con la estrate­gia de desar­rol­lo munic­i­pal, así como sus visiones del futuro desea­do, estrate­gia, obje­tivos y acciones.

Sobre la gestión del pat­ri­mo­nio cul­tur­al, en los resul­ta­dos de inves­ti­gación (2012–2023) se iden­ti­fi­caron como los prin­ci­pales gestores a niv­el ter­ri­to­r­i­al: a los gob­ier­nos munic­i­pales y la Direc­ción Munic­i­pal de Cul­tura. Sin embar­go, en ambos perío­dos se con­stató que no exis­ten las capaci­dades insta­l­adas y recur­sos nece­sar­ios para lograr los éxi­tos de la Ofic­i­na del His­to­ri­ador; inde­pen­di­en­te­mente de su visión reduci­da de la gestión del desar­rol­lo local a la dimen­sión económica.

Sobre estos par­tic­u­lares, tam­bién es nece­sario que se intro­duz­can cam­bios más pro­fun­dos, tan­to estruc­turales, fun­cionales, orga­ni­za­tivos y económi­cos en el sis­tema de gob­ier­no munic­i­pal para el aprovechamien­to de las poten­cial­i­dades locales. En tal sen­ti­do, se deben tam­bién pro­mover esque­mas más flex­i­bles y par­tic­i­pa­tivos, como vienen plante­an­do las cien­cias sociales en fun­ción de los obje­tivos de desar­rol­lo de los munici­p­ios (Vidal y Pérez (2012); Pala­cio (2015); D’Angelo (2014, 2016, 2017); Vázquez (2018); Moril­las (2012, 2016 y 2018); Izquier­do (2019) para pro­mover la par­tic­i­pación de la población y el con­trol pop­u­lar en el dis­eño, imple­mentación, gestión y con­trol de los Planes de Desar­rol­lo Inte­gral Munic­i­pal (D’Angelo (2014, 2016, 2017); Hen­ríquez, Velázquez y D’Angelo (2017); Moril­las (2012, 2016 y 2018); Abra­hantes (2018); Izquier­do (2019); D’Angelo y Moril­las (2019), para imple­men­tar estrate­gia de des­buro­c­ra­ti­zación en los pro­ced­imien­tos y para super­ar la suped­itación a vol­un­tades admin­is­tra­ti­vas min­is­te­ri­ales (Cruz y Piñeiro (2011 y 2012); D’Angelo (2014, 2016, 2017); Moril­las (2012, 2016 y 2018); D’Angelo y Moril­las (2018).

Quer­e­mos destacar que la gestión del pat­ri­mo­nio cul­tur­al, según los datos recogi­dos, va a ser cal­i­fi­ca­da de defi­ciente has­ta que no cuente con la par­tic­i­pación de la población y supere la visión socio­cul­tur­al y políti­ca, en bus­ca de una con­cep­ción mul­ti­di­men­sion­al del desar­rol­lo, pero con ros­tro de persona.

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Notas

  1. Grupo de inves­ti­gación mul­ti­dis­ci­pli­nario perteneciente de la Uni­ver­si­dad Nacional de Tucumán
  2. Tesis de licen­ciatu­ra en Soci­ología: Gestión del Pat­ri­mo­nio Cul­tur­al y Desar­rol­lo Local en Cen­tro Habana (2012) y Val­o­ración de instru­men­tos metodológi­cos para el for­t­alec­imien­to de la Capaci­dad Insti­tu­cional del la gestión del gob­ier­no de Cen­tro Habana para la pues­ta en val­or del pat­ri­mo­nio cul­tur­al de las calles Galiano y San Rafael del munici­pio Cen­tro Habana como parte de la estrate­gia de desar­rol­lo local (2023). Ambas inves­ti­ga­ciones son del mis­mo autor.

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