EN LA CAPITAL DE LAS ILUSIONES. APUNTES PENDIENTES

Manuel Calviño

Facultad de Psicología, Universidad de La Habana

Resumen

Este tra­ba­jo apare­ció pub­li­ca­do por primera vez en 1987, en la Revista cubana de Psi­cología, vol­u­men 14, número 1. pp.5–10. Apare­ció como pre­sentación de la edi­ción referi­da de la revista, ded­i­ca­da en la ocasión a los Encuen­tros de psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos cubanos. Con la autor­ización expre­sa del Con­se­jo edi­to­r­i­al de la revista, se repro­duce aquí por su sig­nifi­ca­do históri­co y como acto de recu­peración de la Memo­ria históri­ca de la profesión.

Pal­abras clave: psi­coanáli­sis, psi­cología marx­ista, Cuba.

Abstract

This work was first pub­lished in 1987 in the Cuban Jour­nal of Psy­chol­o­gy, vol­ume 14, no. 1, pp. 5–10. It appeared as a pre­sen­ta­tion for the afore­men­tioned issue of the Jour­nal, ded­i­cat­ed on that occa­sion to the Meet­ings of Cuban Psy­cho­an­a­lysts and Psy­chol­o­gists. With the express autho­riza­tion of the Jour­nal’s Edi­to­r­i­al Board, it is repro­duced here for its his­tor­i­cal sig­nif­i­cance and as an act of recov­ery of the pro­fes­sion’s his­tor­i­cal memory.

Key­words: psy­cho­analy­sis, Marx­ist psy­chol­o­gy, Cuba.

Nue­stro encuen­tro tiene que ser en Cuba,
porque para nosotros La Habana
siem­pre fue la cap­i­tal de las ilu­siones”.

Arman­do Bauleo

Guar­do escon­di­da una esper­an­za humilde
Que es toda la for­tu­na de mi corazón”.

Gardel-Le pera

Hoy, tem­pra­no en la mañana, mien­tras ade­lanta­ba mi habit­u­al recor­ri­do por el “mun­do vir­tu­al on line” en bus­ca de las noti­cias del día, aún con poco ejer­ci­cio con­sciente de vol­un­tad, me tropecé con una entre­vista que alguien hizo a Arman­do Bauleo. A una pre­gun­ta de los entre­vis­ta­dores, Wal­ter Var­gas y Daniel Seghez­zo, con esa envidi­a­ble capaci­dad de con­stru­ir al vue­lo fras­es antológ­i­cas Arman­do dijo: “En la Argenti­na fal­ta memo­ria y se acabó la curiosi­dad” (Var­gas, Seghez­zo, 2015). No sé con exac­ti­tud el con­tex­to argenti­no al que se refer­ía (la entre­vista fue pub­li­ca­da en el 2015, pero es de 1998). Pero el val­or “oper­a­ti­vo” de la sen­ten­cia activó en mí una deu­da que, por demás, Arman­do com­partía con­mi­go y con otros com­pañeros que segu­ra­mente irán apare­cien­do en el tex­to que recién empiezo a escribir. Quiero acti­var la memo­ria y dar un poco de ali­men­to a los que alber­gan curiosi­dad (vaya pre­ten­siones). Son ape­nas apuntes, pero de una urgen­cia aso­ci­a­da a una deuda.

La deu­da tiene un nom­bre repeti­do siete veces, aunque no todas con la mis­ma denom­i­nación, en el tran­scur­so de doce años: Encuen­tros entre psi­coanal­is­tas lati­noamer­i­canos y psicól­o­gos cubanos. Encuen­tros inau­gu­ra­dos en 1986 e inter­rumpi­dos (como Encuen­tros orga­ni­za­dos) en el 2000. Encuen­tros de los que quedan recuer­dos, huel­las y proyec­tos. Inclu­so hijos más o menos bas­tar­dos.

Algunos pocos de los actores prin­ci­pales, inclu­so de los de repar­to, han dado de una u otra man­era, su ver­sión de lo acon­te­ci­do (Guins­berg, 1997). Respeto la con­struc­ción per­son­al de cada uno de los que se ha ani­ma­do a recon­stru­ir lo suce­di­do. Me atre­vo a decir que los “con­ta­dores psi­coanal­iza­dos”, par­tic­i­pantes que han ver­sion­a­do los hechos, tienen un gran ries­go de deposi­tario históri­co: ten­den­cia a re-crear lo suce­di­do más que con­tar­lo. Los cubanos tam­poco esta­mos exen­tos de la par­cial­i­dad de la conciencia.

Han pasa­do casi cuarenta años del primer Encuen­tro. El psi­coanáli­sis en Améri­ca Lati­na ha cam­bi­a­do. La psi­cología marx­ista ha cam­bi­a­do. La psi­cología en Cuba, tam­bién, y La Habana, no es la excep­ción de las meta­mor­fo­s­is que se han pro­duci­do a niv­el obje­ti­vo y a niv­el sim­bóli­co. Los recuer­dos ya están impacta­dos por estos cambios.

Algunos acon­tec­imien­tos habían vatic­i­na­do nue­stro Encuen­tro en Cuba. Se conoce de una semi frustra­da reunión en la escalera del Hotel Rossía entre un pequeño grupo de psi­coanal­is­tas, bási­ca­mente de izquier­da, con Bassin (Fil­ip Vien­aminovich, quien entre 1978 y 1985 había coor­di­na­do y pub­li­ca­do un exten­so tra­ba­jo, en cua­tro tomos, que llev­a­ba por títu­lo “El incon­sciente”) En una escalera. No es una metá­fo­ra. Quizás sí un sim­bolis­mo. El encuen­tro fue en la escalera con­train­cen­dios del hotel. Bassin no era de los preferi­dos del estab­lish­ment soviéti­co. Era impens­able que una insti­tu­ción soviéti­ca diera espa­cio a tan sacrílego encuentro.

De aquél encuen­tro solo quedan frag­men­tos de nar­ra­ciones escuchadas, repeti­das o pub­li­cadas (con evi­dentes ses­gos, a mi juicio).

“…en junio de 1971, Moscú. Pleno poder soviéti­co. Mími (se refiere a Marie Langer- N. del A.) con nada más ni nada menos que Alek­san­dr Románovich Luria y con Leon­t­jew, en alemán, por supuesto. El señor con quién dis­cute es Bassin, el viejo pro­fe­sor que está inten­tan­do acer­carse al con­cep­to de inconsciente.

–“Pues bien, pre­gun­ta Bassin molesto ante la neg­a­ti­va a mate­ri­alizar­lo, existe el incon­sciente, pero ¿en qué parte del cere­bro se ubica?”

–“En las cir­cun­volu­ciones dos y tres del lóbu­lo frontal” responde Mími sin inmu­tarse” (Vol­novich, Werthein. 2001)

Una vez más, una his­to­ria mar­ca­da por des­en­cuen­tros entre el marx­is­mo insti­tu­cional y el psi­coanáli­sis. (Gabar­ron-Gar­cía, 2018; Acanda,1998; Bal­bue­na, Sánchez-Bar­ran­co, 2004).

Pero creo que llev­a­ba razón el mex­i­cano Arman­do Suárez, cuan­do escribió:

“Tan­to el psi­coanáli­sis como el marx­is­mo, son prax­is históri­c­as a las que ame­naza un doble peli­gro: el dog­ma­tismo en lo teóri­co y la insti­tu­cional­ización orto­doxa en lo prác­ti­co. Ambos han hecho la expe­ri­en­cia; un pen­samien­to ini­cial­mente rev­olu­cionario se con­vierte pron­to en sec­ta reac­cionar­ia. El ger­men rev­olu­cionario no ha muer­to en ningu­na de las dos, ni en el Par­tido Comu­nista ni en el psi­coanáli­sis orto­doxo, pero la necesi­dad de una autocríti­ca con­stante es impe­riosa en ambos movimien­tos, esa autocríti­ca es la condi­ción pre­via de todo diál­o­go”. (Suárez, 2015)

Idea cer­cana a la que man­i­festó Enrique Guins­berg en la Mesa Redon­da “Recon­struyen­do la his­to­ria. Memo­ria colec­ti­va de los Encuentros”.

“…la recu­peración de los sen­ti­dos críti­cos y sub­ver­sivos del psi­coanáli­sis y del marx­is­mo lo que obliga a repen­sar­los y recrear­los en prác­ti­ca­mente todos los sen­ti­dos, sin que esto sig­nifique de man­era algu­na el aban­dono de sus prin­ci­p­ios teóri­cos bási­cos pero sí la real­ización de una firme y fuerte eval­u­a­cion tan­to de múlti­ples aspec­tos de sus teorías como de sus práctica/s, elim­i­nan­do lo dete­ri­o­ra­do y lo dete­ri­o­rante de las mis­mas” (Guins­berg, 1997. 268)

Con un decir psi­coanalíti­co, al menos psi­cod­inámi­co, los déficits históri­cos, en algunos casos, hicieron emerg­er his­to­rias hiper­bolizadas, que des­de acá sabe­mos que no tienen mucho que ver con la realidad.

“En 1986 se comien­zan a dar cam­bios, a par­tir de un impor­tante encuen­tro en la Casa de las Améri­c­as, donde par­tic­i­pan psi­coanal­is­tas en el exilio de mucho pres­ti­gio y de recono­ci­da mil­i­tan­cia jun­to con los diri­gentes de la rev­olu­ción, incluyen­do a Fidel Cas­tro (¡quien en su diál­o­go con Frei Bet­to pub­li­ca­do como Fidel y la Religión recono­ció haber leí­do a Freud!). De los pre­juicios se pasa entonces a una eta­pa de curiosi­dad y a par­tir de allí se dan 7 encuen­tros en 14 años de psi­coanal­is­tas lati­noamer­i­canos y europeos jun­tos con cubanos” (Fer­rari, 2001)

Pero Nue­stro Encuen­tro fue obra de la casu­al­i­dad y la causal­i­dad, como casi todo. No hubo ningún insti­gador ni pro­mo­to­ra “guber­na­men­tal”. Fue un acto de total vol­un­tad. Al menos, des­de nues­tra prop­ues­ta, la idea de con­ju­gar críti­ca y autocríti­ca, recon­tex­tu­alizar los inten­tos de acer­camien­to, eran fun­dantes de nue­stro propósi­to en encon­trarnos (en todo el sen­ti­do direc­to e indi­rec­to del tér­mi­no) con los difer­entes mod­os de hac­er y pen­sar la Psi­cología en Améri­ca Latina.

Ya habíamos dado algunos pasos en esta direc­ción: encuen­tros con psicól­o­gos mex­i­canos, algunos que salían del con­duc­tismo más rad­i­cal que se pue­da imag­i­nar (Jorge Moli­na, Ben­jamín Domínguez, Ger­mán Gómez) y otros sol­da­dos de la ter­cera fuerza: la psi­cología human­ista (Juan Lafar­ga); Con argenti­nos mar­ca­dos por la pro­fe­sión imposi­ble, pero no psi­coanal­is­tas como tal; de Venezuela ya había esta­do por aquí José Miguel Salazar y otros cole­gas. Traían una impronta de com­pro­miso socio políti­co des­de la psi­cología social. De allí nos llegó tam­bién la Mar­itza Mon­tero; de Puer­to Rico vinieron a estable­cer vín­cu­los var­ios SIP­i­anos (Guiller­mo Bernal –descen­di­ente direc­to de nue­stro Bernal del Ries­go, Wan­da Rodríguez). Pro­fe­sion­ales lati­noamer­i­canos con enfo­ques más cer­canos a las prob­lemáti­cas sociales.

Lo ocur­ri­do en el ori­gen de los encuen­tros con psi­coanal­is­tas, fue muy sen­cil­lo: Un agente de via­jes, antiguo com­pañero de estu­dios, llegó un día a la Fac­ul­tad, con dos psi­coanal­is­tas brasileros que habían inten­ta­do orga­ni­zar algo con el MINSAP, pero no lo habían logra­do. De aque­l­la reunión, sal­ió el propósi­to con­jun­to de favore­cer un encuentro.

Des­de la Fac­ul­tad de Psi­cología de la Uni­ver­si­dad de La Habana, orga­ni­zado­ra y pro­mo­to­ra de lo que algunos con­sid­er­aron un desa­fuero, como señalé antes, el propósi­to era diá­fano: ampli­ar los inter­cam­bios con la psi­cología que se hacía en Améri­ca Lati­na, en toda su diver­si­dad. Escucharnos sin media­ciones, ni pre­juicios (lo primero se logró, lo segun­do no tanto).

Lo cier­to es que las aulas de nue­stro cen­tro, durante los cua­tro días que duró el Primer Encuen­tro, se inun­daron con más de 300 psi­coanal­is­tas, prove­nientes de Brasil, Méx­i­co, Argenti­na, Colom­bia, Perú, Chile y tam­bién de Suiza, Inglater­ra, España, Ale­ma­nia, Esta­dos Unidos (en gen­er­al, psi­coanal­is­tas lati­nos, res­i­dentes en esos países).

Los psi­coanal­is­tas tenían mucha ansiedad en sus male­tas y un deseo exac­er­ba­do de enseñar, tan­to como reduci­do el de apren­der. Inclu­so años después, me encon­tré en un salón del Pala­cio de las Con­ven­ciones de La Habana dicien­do cosas sim­i­lares a estas y un “vet­er­a­no psi­coanal­ista”, par­tic­i­pante de los encuen­tros, se me acer­có y me dijo: “Solo te hago una pre­cisión. Nosotros no teníamos nada que apren­der. Ya lo sabíamos todo, veníamos de vuelta”.

Nosotros, los de la isla, queríamos sobre todo escuchar y decir, apren­der lo que de valioso para nosotros, podría ten­er el psi­coanáli­sis. Mostrar que había un modo de hac­er y pen­sar la psi­cología dis­tin­to al norteam­er­i­cano, al europeo, inclu­so dis­tin­to (en ciernes) al de los “soviéti­cos” (que ya no exis­ten, pero en la época eran par­a­dig­ma). Andábamos bus­can­do inter­cam­bios con los “psi” de nue­stro continente.

Los primeros cin­co encuen­tros fueron muy pro­duc­tivos. Se tra­ba­ja­ba en sesiones ple­nar­ias, inspi­radas por aporta­ciones de rep­re­sen­tantes de ambas ten­den­cias. Luego se hacían gru­pos de análi­sis y dis­cusión. Al finalizar la tarde, los más “tradi­cionales”, tenían la opor­tu­nidad de pre­sen­tar con­tribu­ciones per­son­ales. El ambi­ente era de con­tra­posi­ción, debate, con­flic­to, solu­ción, pasan­do de uno a otro. Quizás el déficit fun­da­men­tal esta­ba en la con­struc­ción colec­ti­va. Pero es com­pren­si­ble dado la dis­tan­cia que existía entre los par­tic­i­pantes. Digo dis­tan­cia teóri­ca, porque a niv­el per­son­al se con­for­maron nex­os muy con­struc­tivos, algunos de los cuales duran has­ta hoy.

Por detrás del esce­nario nacional, existía una pre­ocu­pación: ¿será que van a debil­i­tar nues­tra ide­ología? ¿será que van a crear una “cabeza de playa” del psi­coanáli­sis en Cuba? Pero la pre­ocu­pación no era de los que par­ticipábamos como pro­fe­sion­ales en los encuen­tros, sino de los que atendían las dinámi­cas no pro­fe­sion­ales que se podían derivar del encuen­tro. No eran pre­ocu­pa­ciones del todo infun­dadas, aunque no per­ti­nentes. El prob­le­ma de los mod­e­los monolíti­cos es que, increíble­mente, son más propen­sos a la seduc­ción de lo difer­ente. A lo que puedo sumar que el pen­samien­to y la obra, sobre todo de Freud, siem­pre ejerce una fasci­nación en muchos de sus lectores.

Fue al finalizar el V Encuen­tro que se planteó la necesi­dad de dejar una memo­ria escri­ta. Quedé encar­ga­do de pre­sen­tar una “Prop­ues­ta-boce­to de libro”. Cada miem­bro del comité inter­na­cional haría su análi­sis y pro­pon­dría su rosario de “lo que no y lo que sí”.

Propuesta-boceto de libro conjunto para editar por el comité internacional

“PSICOANALISIS , PSICOLOGIA Y MARXISMO.
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DESDE CUBA”.

PRIMER BLOQUE DE TEMAS. HISTORIA

Este primer bloque tra­ta especí­fi­ca­mente el tema del ENCUENTRO, su his­to­ria, las condi­ciones que favorecieron su real­ización, las expec­ta­ti­vas que lo mov­i­lizaron, las per­sonas que por “aquí” pasaron, bal­ance­an­do una mira­da des­de el mirar psi­coanalíti­co y el de los psicól­o­gos cubanos.

I. LA MIRADA HISTÓRICA: “EL CENTENARIO DE LOS DIEZ AÑOS” (1986 — 1996)

  1. “La cap­i­tal de las ilu­siones”-. Una mira­da al por qué de los Encuen­tros des­de el psicoanálisis.
  2. “Una lucha común”-. Una mira­da al por qué de los Encuen­tros des­de Cuba.
  3. “Anec­do­tar­ios y nar­ra­ciones. His­to­ria e his­to­ri­ales”. Recuen­to de los suce­sos que con­struyen a los Encuen­tros. Nar­ra­ciones de difer­entes miem­bros del Comité Inter­na­cional y per­sonas muy vin­cu­ladas a los Encuen­tros des­de sus inicios.
  4. Tra­ba­jos de los primeros Encuen­tros. (Los tra­ba­jos de la mesa inau­gur­al pudier­an ser una bue­na presencia).

SEGUNDO BLOQUE DE TEMAS. PENSAMIENTO

II. LA MIRADA EPISTEMOLÓGICA. “LOS SUSTENTOS TEÓRICOS. ENCRUCIJADAS Y DILEMAS DEL PENSAR EL PSICOANALISIS Y LA PSICOLOGIA DESDE EL MARXISMO.

Este segun­do bloque inten­ta una reflex­ión epis­te­mológ­i­ca, que con­tiene por supuesto la reflex­ión teóri­ca y con­cep­tu­al, des­de la per­spec­ti­va históri­ca y la actu­al, sobre:

  1. La teoría psicoanalítica.
  2. La psi­cología Marxista.

Aquí se per­sigue el esclarec­imien­to de los fun­da­men­tos mis­mos del psi­coanáli­sis, las ver­tientes del pen­samien­to psi­coanalíti­co, la psi­cología marx­ista, sus escue­las y cor­ri­entes. Se dis­cute el sen­ti­do mis­mo de “lo marx­ista” en psi­cología y psicoanálisis.

TERCER BLOQUE DE TEMAS. COMPROMISO

III. LA MIRADA DESDE LO SOCIAL. “SOCIEDAD, CULTURA Y SUBJETIVIDAD”.

En este bloque se pre­sen­tan las reflex­iones que se han hecho den­tro de los dis­tin­tos Encuen­tros y des­de la lóg­i­ca dis­cur­si­va de los mis­mos en torno a las prob­lemáti­cas que han sido obje­to de debates.

  1. A las puer­tas del siglo xxi. El fin de los ini­cios o los ini­cios del fin.
  2. La caí­da del muro — El fin de las ide­ologías, la hecatombe neoliberal.
  3. La cri­sis del marx­is­mo o el marx­is­mo en la crisis.
  4. Los retos de los psi­coanal­is­tas y los psicól­o­gos marxistas.

Se deben incluir las inter­ven­ciones del 6to. Encuen­tro que espe­cial­mente se dedi­caron a esta temática.

CUARTO BLOQUE DE TEMAS. ACCIÓN

IV. LA MIRADA DESDE LA PRÁCTICA. “QUÉ HACEMOS DESDE EL COMPROMISO Y EL PENSAR”.

  1. Expe­ri­en­cias conc­re­tas en los difer­entes ámbitos de la prác­ti­ca psi­coanalíti­ca y la psicológica.
  2. La clíni­ca insti­tu­cional y gru­pal. Edu­cación y for­ma­ción. Lo comu­ni­tario. Salud mental.
  3. El tra­ba­jo psi­coter­apéu­ti­co y el analítico.
  4. Expe­ri­en­cias de la psi­cología en Cuba.
  5. El psi­coanáli­sis no domesticado.
  6. Inves­ti­ga­ciones, apli­ca­ciones clíni­cas, etc.

Esen­cial­mente este es un bloque que ha de nutrirse con tra­ba­jos con­cre­tos pre­sen­ta­dos en los seis Encuentros.

Todos los tra­ba­jos que se publiquen lle­varán la fecha en que fueron escritos y el año en que se pre­sen­taron en el Encuen­tro. Se hará un tra­ba­jo de recopi­lación toman­do como base los tra­ba­jos que se con­ser­van y los resúmenes pub­li­ca­dos de los primeros Encuen­tros. Se debe invi­tar a escribir a per­sonas que hayan par­tic­i­pa­do en alguno de los Encuen­tros, aunque ya no lo estén haciendo.

La selec­ción final de los tra­ba­jos será aproba­da por la may­oría sim­ple del Comité Inter­na­cional. Los miem­bros del Comité Inter­na­cional enviarán a la Fac­ul­tad las con­sid­era­ciones que hagan sobre este primer boce­to de tra­ba­jo, incluyen­do las prop­ues­tas de tra­ba­jos y/o per­sonas para cada uno de los bloques.

Se solici­ta a todos los miem­bros del Comité Inter­na­cional que con­ser­ven tra­ba­jos pre­sen­ta­dos en años ante­ri­ores lo hagan saber para tomar­los en consideración.

(Toma­do de mi archi­vo personal)

Este proyec­to de tex­to, no pasó de ser eso: un proyec­to. Pero al leer­lo es posi­ble percibir (sen­tir) el interés de diál­o­go que existía. Era nece­sario dejar una con­stan­cia escri­ta, pero somos sobre todo pro­fe­sion­ales de la pal­abra habla­da y nos con­cen­tramos en ella.

En cualquier caso, con una mira­da más real­ista y prob­a­ble­mente con may­or car­ga de empeño, Car­oli­na de la Torre se lanzó a la aven­tu­ra de hac­er un número espe­cial de la Revista Cubana de Psi­cología, de la que entonces ella era direc­to­ra. Lo logró (como todo lo que se pro­pone). Sal­ió así el vol­u­men 14, no. 1 de 1997. Allí Car­o­la me priv­i­legió al pedirme escribir la pre­sentación de la revista, la que tit­ulé “Algo para recor­dar” (Calviño, 1997) Cómo escribió la espe­cial­ista, una edi­ción que “no se ajus­ta en su for­ma de pre­sentación al esti­lo y las nor­mas tradi­cionales de esta publicación…ya que el con­se­jo de redac­ción creyó con­ve­niente sub­or­di­nar la for­ma al con­tenido y dedicar el primer número de 1997 al VI Encuen­tro de psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos marx­is­tas, y con esto, a los diez años de los Encuen­tros comen­za­dos en 1986” como escribió De la Torre en la pre­sentación edi­to­r­i­al de la revista (De la Torre, 1997. p. 3).

La fuerza ini­cial de los encuen­tros fue men­guan­do, sobre todo en pro­por­ción direc­ta­mente pro­por­cional a la situación económi­ca que vivía el mun­do y Améri­ca Lati­na en par­tic­u­lar. Recuer­do que en una reunión del Comité Orga­ni­zador pro­puse hac­er un esfuer­zo para bajar los cos­tos de par­tic­i­pación en el Encuen­tro, para que pudier­an par­tic­i­par más per­sonas. Con su sabia picardía, Arman­do (Bauleo) me dijo: “El prob­le­ma no es tan­to lo que nos ten­emos que gas­tar para estar acá por una sem­ana. El prob­le­ma es lo que dejamos de ganar allá, que hoy lo nece­si­ta­mos como nun­ca antes”. El esfuer­zo se hizo. Logramos bajar un poco los cos­tos. Pero entendi­mos que la acción de sal­va­men­to no era funcional.

A la espera de la decisión de hac­er o no el Encuen­tro, elab­o­ramos una prop­ues­ta de con­vo­ca­to­ria. La mis­ma tra­duce el crec­imien­to y actu­al­ización que esperábamos de las dis­cu­siones. No hay mucho que agre­gar. La vocación expre­sa de esta con­vo­ca­to­ria no nece­si­ta aclaraciones.

Propuesta de convocatoria al VII Encuentro

VIII ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE
PSICOANALISTAS Y PSICOLOGOS MARXISTAS
Febrero 15 al 19 del 2000
Facultad de Psicología. Universidad de La Habana.
TEMA CENTRAL.
GLOBALIZACIÓN Y SUBJETIVIDAD.
PSICOANALISTAS Y PSICÓLOGOS ANTE LOS RETOS DEL TERCER MILENIO.

Los con­tex­tos socio­cul­tur­ales, ideopolíti­cos y par­a­dig­máti­cos para el psi­coanáli­sis y la psi­cología. Glob­al­ización e iden­ti­dad. Unidad y rup­tura de los pro­ce­sos de con­for­ma­ción y desar­rol­lo de los dis­cur­sos subjetivos.

Las dis­cu­siones epis­te­mológ­i­cas y su sig­nifi­ca­do para las prác­ti­cas de psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos en la real­i­dad lati­noamer­i­cana y mundi­al. Alter­na­tivi­dad y alter­na­tivis­mo. Par­tic­i­pación y com­pro­miso. Éti­ca, psi­coanáli­sis y psi­cología. Proyec­tos sociales y comunitarios.

Los gru­pos y las insti­tu­ciones en la per­spec­ti­va psi­coanalíti­ca y psi­cológ­i­ca. Mov­i­lización social.

Cul­tura y sub­je­tivi­dad. Los medios de comu­ni­cación en la con­for­ma­ción de la sub­je­tivi­dad. Tra­ba­jo, ocio y con­for­ma­ción subjetiva.

Psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos en la lucha por la jus­ti­cia, la inte­gri­dad y los dere­chos humanos. Rela­ciones de poder, mar­ginación y desar­rol­lo desigual. Mujer, eman­ci­pación y desar­rol­lo. Pecu­liari­dades nacionales.

SUBTEMAS

La prác­ti­ca clíni­ca. Inter­ven­ciones psi­coanalíti­cas y psi­coter­apéu­ti­cas. Alter­na­ti­vas ter­apéu­ti­cas y de diagnóstico.

Las prác­ti­cas gru­pales. Grupo y desar­rol­lo social. Difer­entes abor­da­jes con dis­pos­i­tivos grupales.

Acciones des­de y con la comu­nidad. Psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos en el tra­ba­jo con las comunidades.

For­ma­ción y desar­rol­lo de pro­fe­sion­ales de la psi­cología y del psi­coanáli­sis. Exi­gen­cias de pro­fe­sion­al­i­dad. Psi­cología y psi­coanáli­sis infan­til. Edu­cación y desar­rol­lo. Edu­cación espe­cial y excep­cional. Lo insti­tu­cional. Expe­ri­en­cias des­de los con­tex­tos latinoamericanos.

Las prác­ti­cas de los psi­coanal­is­tas y los psicól­o­gos en los ámbitos laborales.

Epílogo

Los Encuen­tros dejaron huel­las recono­ci­bles en el desar­rol­lo ulte­ri­or de los pro­fe­sion­ales cubanos que par­tic­i­pamos. No sé si pue­da decir lo mis­mo de los que vinieron.

Los Encuen­tros nos ayu­daron a mod­i­ficar algu­nas per­cep­ciones erradas que teníamos de los y las psi­coanal­is­tas, encon­tramos en ellos una dimen­sión social y políti­ca de sus prác­ti­cas que no teníamos muy claras. Así como el com­pro­miso con las real­i­dades de nue­stro con­ti­nente, y algu­nas posi­ciones más flex­i­bles. Encon­tramos tam­bién luchas políti­cas con­stru­idas des­de el psi­coanáli­sis (platafor­ma, doc­u­men­to). Hal­lam­os per­sonas con quienes nos her­manamos en las luchas eman­ci­pado­ras. Y encon­tramos que el arri­bo a un mejor futuro pasa por la colab­o­ración epis­te­mológ­i­ca, teóri­ca y práctica.

Inclu­so, como dije antes, des­de entonces se orga­ni­zaron gru­pos de pro­fe­sion­ales cubanos que oper­an den­tro de los esque­mas psi­coanalíti­cos. Ensan­chan la diversidad.

Des­cub­ri­mos jun­tos que los con­gre­sos tradi­cionales, de ponen­cia y ponentes, pueden ser cam­bi­a­dos, dinamiza­dos, con­stru­i­dos des­de otro modo de pen­sar y hac­er prob­a­ble­mente más productivo.

Aho­ra que­da no dejar que esto sea solo un acto de recuer­do, sino sobre todo de construcción.

Referencias bibliográficas

Acan­da, J.L. (1998). La con­flu­en­cia que se frus­tró. Psi­coanáli­sis y bolchevis­mo.Temas. no. 14: abril-junio 1998, pp. 107–120.

Bal­bue­na, F., Sánchez-Bar­ran­co, A. (2004). Breve his­to­ria del psi­coanáli­sis en Rusia. Revista de la Aso­ciación Españo­la de Neu­rop­siquia­tría, no. 90, Madrid, abril-junio 2004. ver­sión On-line ISSN 2340–2733 ver­sión impre­sa ISSN 0211–5735

Biblat UNAM. Revista cubana de Psi­cología. Disponible en: https://biblat.unam.mx/es/revista/revista-cubana-de-psicologia/17

Calviño, M. (1997). “Algo para recor­dar”. Revista cubana de Psi­cología, vol.14, no. 1, pp.5–10.

De la Torre, C. (1997). Repe­san­do la his­to­ria: a diez años del primer encuen­tro entre psi­coanal­is­tas y psicól­o­gos marx­is­tas. Revista cubana de Psi­cología, vol. 14, no. 1,1997, pp. 23–39.

Fer­rari, S. (2001). Diál­o­go con Úrsu­la Hauser, psi­coanal­ista suiza de Medicu­ba. Entre­vista. Ser­vi­cio de pren­sa UNITE setiem­bre 2001. http://www.gvom.ch/default.html )

Gabar­ron-Gar­cía, F. (2018). El psi­coanáli­sis en el ter­ri­to­rio soviéti­co. En: Reli­giones. Actuel Marx. 2018/2 no. 64, pp. 162–174.

Guins­berg, E. (1997). Acer­ca de los Encuen­tros de La Habana. Revista Tra­mas, no.11. UAM Méx­i­co. 259–269.

Suárez, A. (2015). “Psi­coanáli­sis y Marx­is­mo”. Con­fer­en­cia 1. En: http://www.cartapsi.org/mexico/psimar1.htm

Var­gas, W. Seghez­zo, D. (2015). Arman­do Bauleo / Entre­vista de Wal­ter Var­gas y Daniel Seghez­zo. 1968 gru­pal­ista / Bib­liote­ca de Psi­cología Social Picho­ni­ana. Disponible en: https://milnovecientossesentayocho.blogspot.com/2015/05/armando-bauleo-entrevista-de-walter.html

Vol­novich, J.C, Werthein, S. (2001) .Marie Langer: Recuer­dos y Retratos de una Psi­coanal­ista Argenti­na. En Top­ia. Un sitio de psi­coanáli­sis, sociedad y cul­tura. Disponible en: https://www.topia.com.ar/articulos/marie-langer-recuerdos-y-retratos-de-una-psicoanalista-argentina

Deja un comentario