Manuel Calviño
Facultad de Psicología, Universidad de La Habana
Resumen
Este trabajo apareció publicado por primera vez en 1987, en la Revista cubana de Psicología, volumen 14, número 1. pp.5–10. Apareció como presentación de la edición referida de la revista, dedicada en la ocasión a los Encuentros de psicoanalistas y psicólogos cubanos. Con la autorización expresa del Consejo editorial de la revista, se reproduce aquí por su significado histórico y como acto de recuperación de la Memoria histórica de la profesión.
Palabras clave: psicoanálisis, psicología marxista, Cuba.
Abstract
This work was first published in 1987 in the Cuban Journal of Psychology, volume 14, no. 1, pp. 5–10. It appeared as a presentation for the aforementioned issue of the Journal, dedicated on that occasion to the Meetings of Cuban Psychoanalysts and Psychologists. With the express authorization of the Journal’s Editorial Board, it is reproduced here for its historical significance and as an act of recovery of the profession’s historical memory.
Keywords: psychoanalysis, Marxist psychology, Cuba.
“Nuestro encuentro tiene que ser en Cuba,
porque para nosotros La Habana
siempre fue la capital de las ilusiones”.
Armando Bauleo
“Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón”.
Gardel-Le pera
Hoy, temprano en la mañana, mientras adelantaba mi habitual recorrido por el “mundo virtual on line” en busca de las noticias del día, aún con poco ejercicio consciente de voluntad, me tropecé con una entrevista que alguien hizo a Armando Bauleo. A una pregunta de los entrevistadores, Walter Vargas y Daniel Seghezzo, con esa envidiable capacidad de construir al vuelo frases antológicas Armando dijo: “En la Argentina falta memoria y se acabó la curiosidad” (Vargas, Seghezzo, 2015). No sé con exactitud el contexto argentino al que se refería (la entrevista fue publicada en el 2015, pero es de 1998). Pero el valor “operativo” de la sentencia activó en mí una deuda que, por demás, Armando compartía conmigo y con otros compañeros que seguramente irán apareciendo en el texto que recién empiezo a escribir. Quiero activar la memoria y dar un poco de alimento a los que albergan curiosidad (vaya pretensiones). Son apenas apuntes, pero de una urgencia asociada a una deuda.
La deuda tiene un nombre repetido siete veces, aunque no todas con la misma denominación, en el transcurso de doce años: Encuentros entre psicoanalistas latinoamericanos y psicólogos cubanos. Encuentros inaugurados en 1986 e interrumpidos (como Encuentros organizados) en el 2000. Encuentros de los que quedan recuerdos, huellas y proyectos. Incluso hijos más o menos bastardos.
Algunos pocos de los actores principales, incluso de los de reparto, han dado de una u otra manera, su versión de lo acontecido (Guinsberg, 1997). Respeto la construcción personal de cada uno de los que se ha animado a reconstruir lo sucedido. Me atrevo a decir que los “contadores psicoanalizados”, participantes que han versionado los hechos, tienen un gran riesgo de depositario histórico: tendencia a re-crear lo sucedido más que contarlo. Los cubanos tampoco estamos exentos de la parcialidad de la conciencia.
Han pasado casi cuarenta años del primer Encuentro. El psicoanálisis en América Latina ha cambiado. La psicología marxista ha cambiado. La psicología en Cuba, también, y La Habana, no es la excepción de las metamorfosis que se han producido a nivel objetivo y a nivel simbólico. Los recuerdos ya están impactados por estos cambios.
Algunos acontecimientos habían vaticinado nuestro Encuentro en Cuba. Se conoce de una semi frustrada reunión en la escalera del Hotel Rossía entre un pequeño grupo de psicoanalistas, básicamente de izquierda, con Bassin (Filip Vienaminovich, quien entre 1978 y 1985 había coordinado y publicado un extenso trabajo, en cuatro tomos, que llevaba por título “El inconsciente”) En una escalera. No es una metáfora. Quizás sí un simbolismo. El encuentro fue en la escalera contraincendios del hotel. Bassin no era de los preferidos del establishment soviético. Era impensable que una institución soviética diera espacio a tan sacrílego encuentro.
De aquél encuentro solo quedan fragmentos de narraciones escuchadas, repetidas o publicadas (con evidentes sesgos, a mi juicio).
“…en junio de 1971, Moscú. Pleno poder soviético. Mími (se refiere a Marie Langer- N. del A.) con nada más ni nada menos que Aleksandr Románovich Luria y con Leontjew, en alemán, por supuesto. El señor con quién discute es Bassin, el viejo profesor que está intentando acercarse al concepto de inconsciente.
–“Pues bien, pregunta Bassin molesto ante la negativa a materializarlo, existe el inconsciente, pero ¿en qué parte del cerebro se ubica?”
–“En las circunvoluciones dos y tres del lóbulo frontal” responde Mími sin inmutarse” (Volnovich, Werthein. 2001)
Una vez más, una historia marcada por desencuentros entre el marxismo institucional y el psicoanálisis. (Gabarron-García, 2018; Acanda,1998; Balbuena, Sánchez-Barranco, 2004).
Pero creo que llevaba razón el mexicano Armando Suárez, cuando escribió:
“Tanto el psicoanálisis como el marxismo, son praxis históricas a las que amenaza un doble peligro: el dogmatismo en lo teórico y la institucionalización ortodoxa en lo práctico. Ambos han hecho la experiencia; un pensamiento inicialmente revolucionario se convierte pronto en secta reaccionaria. El germen revolucionario no ha muerto en ninguna de las dos, ni en el Partido Comunista ni en el psicoanálisis ortodoxo, pero la necesidad de una autocrítica constante es imperiosa en ambos movimientos, esa autocrítica es la condición previa de todo diálogo”. (Suárez, 2015)
Idea cercana a la que manifestó Enrique Guinsberg en la Mesa Redonda “Reconstruyendo la historia. Memoria colectiva de los Encuentros”.
“…la recuperación de los sentidos críticos y subversivos del psicoanálisis y del marxismo lo que obliga a repensarlos y recrearlos en prácticamente todos los sentidos, sin que esto signifique de manera alguna el abandono de sus principios teóricos básicos pero sí la realización de una firme y fuerte evaluacion tanto de múltiples aspectos de sus teorías como de sus práctica/s, eliminando lo deteriorado y lo deteriorante de las mismas” (Guinsberg, 1997. 268)
Con un decir psicoanalítico, al menos psicodinámico, los déficits históricos, en algunos casos, hicieron emerger historias hiperbolizadas, que desde acá sabemos que no tienen mucho que ver con la realidad.
“En 1986 se comienzan a dar cambios, a partir de un importante encuentro en la Casa de las Américas, donde participan psicoanalistas en el exilio de mucho prestigio y de reconocida militancia junto con los dirigentes de la revolución, incluyendo a Fidel Castro (¡quien en su diálogo con Frei Betto publicado como Fidel y la Religión reconoció haber leído a Freud!). De los prejuicios se pasa entonces a una etapa de curiosidad y a partir de allí se dan 7 encuentros en 14 años de psicoanalistas latinoamericanos y europeos juntos con cubanos” (Ferrari, 2001)
Pero Nuestro Encuentro fue obra de la casualidad y la causalidad, como casi todo. No hubo ningún instigador ni promotora “gubernamental”. Fue un acto de total voluntad. Al menos, desde nuestra propuesta, la idea de conjugar crítica y autocrítica, recontextualizar los intentos de acercamiento, eran fundantes de nuestro propósito en encontrarnos (en todo el sentido directo e indirecto del término) con los diferentes modos de hacer y pensar la Psicología en América Latina.
Ya habíamos dado algunos pasos en esta dirección: encuentros con psicólogos mexicanos, algunos que salían del conductismo más radical que se pueda imaginar (Jorge Molina, Benjamín Domínguez, Germán Gómez) y otros soldados de la tercera fuerza: la psicología humanista (Juan Lafarga); Con argentinos marcados por la profesión imposible, pero no psicoanalistas como tal; de Venezuela ya había estado por aquí José Miguel Salazar y otros colegas. Traían una impronta de compromiso socio político desde la psicología social. De allí nos llegó también la Maritza Montero; de Puerto Rico vinieron a establecer vínculos varios SIPianos (Guillermo Bernal –descendiente directo de nuestro Bernal del Riesgo, Wanda Rodríguez). Profesionales latinoamericanos con enfoques más cercanos a las problemáticas sociales.
Lo ocurrido en el origen de los encuentros con psicoanalistas, fue muy sencillo: Un agente de viajes, antiguo compañero de estudios, llegó un día a la Facultad, con dos psicoanalistas brasileros que habían intentado organizar algo con el MINSAP, pero no lo habían logrado. De aquella reunión, salió el propósito conjunto de favorecer un encuentro.
Desde la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, organizadora y promotora de lo que algunos consideraron un desafuero, como señalé antes, el propósito era diáfano: ampliar los intercambios con la psicología que se hacía en América Latina, en toda su diversidad. Escucharnos sin mediaciones, ni prejuicios (lo primero se logró, lo segundo no tanto).
Lo cierto es que las aulas de nuestro centro, durante los cuatro días que duró el Primer Encuentro, se inundaron con más de 300 psicoanalistas, provenientes de Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú, Chile y también de Suiza, Inglaterra, España, Alemania, Estados Unidos (en general, psicoanalistas latinos, residentes en esos países).
Los psicoanalistas tenían mucha ansiedad en sus maletas y un deseo exacerbado de enseñar, tanto como reducido el de aprender. Incluso años después, me encontré en un salón del Palacio de las Convenciones de La Habana diciendo cosas similares a estas y un “veterano psicoanalista”, participante de los encuentros, se me acercó y me dijo: “Solo te hago una precisión. Nosotros no teníamos nada que aprender. Ya lo sabíamos todo, veníamos de vuelta”.
Nosotros, los de la isla, queríamos sobre todo escuchar y decir, aprender lo que de valioso para nosotros, podría tener el psicoanálisis. Mostrar que había un modo de hacer y pensar la psicología distinto al norteamericano, al europeo, incluso distinto (en ciernes) al de los “soviéticos” (que ya no existen, pero en la época eran paradigma). Andábamos buscando intercambios con los “psi” de nuestro continente.
Los primeros cinco encuentros fueron muy productivos. Se trabajaba en sesiones plenarias, inspiradas por aportaciones de representantes de ambas tendencias. Luego se hacían grupos de análisis y discusión. Al finalizar la tarde, los más “tradicionales”, tenían la oportunidad de presentar contribuciones personales. El ambiente era de contraposición, debate, conflicto, solución, pasando de uno a otro. Quizás el déficit fundamental estaba en la construcción colectiva. Pero es comprensible dado la distancia que existía entre los participantes. Digo distancia teórica, porque a nivel personal se conformaron nexos muy constructivos, algunos de los cuales duran hasta hoy.
Por detrás del escenario nacional, existía una preocupación: ¿será que van a debilitar nuestra ideología? ¿será que van a crear una “cabeza de playa” del psicoanálisis en Cuba? Pero la preocupación no era de los que participábamos como profesionales en los encuentros, sino de los que atendían las dinámicas no profesionales que se podían derivar del encuentro. No eran preocupaciones del todo infundadas, aunque no pertinentes. El problema de los modelos monolíticos es que, increíblemente, son más propensos a la seducción de lo diferente. A lo que puedo sumar que el pensamiento y la obra, sobre todo de Freud, siempre ejerce una fascinación en muchos de sus lectores.
Fue al finalizar el V Encuentro que se planteó la necesidad de dejar una memoria escrita. Quedé encargado de presentar una “Propuesta-boceto de libro”. Cada miembro del comité internacional haría su análisis y propondría su rosario de “lo que no y lo que sí”.
Propuesta-boceto de libro conjunto para editar por el comité internacional
“PSICOANALISIS , PSICOLOGIA Y MARXISMO.
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DESDE CUBA”.
PRIMER BLOQUE DE TEMAS. HISTORIA
Este primer bloque trata específicamente el tema del ENCUENTRO, su historia, las condiciones que favorecieron su realización, las expectativas que lo movilizaron, las personas que por “aquí” pasaron, balanceando una mirada desde el mirar psicoanalítico y el de los psicólogos cubanos.
I. LA MIRADA HISTÓRICA: “EL CENTENARIO DE LOS DIEZ AÑOS” (1986 — 1996)
- “La capital de las ilusiones”-. Una mirada al por qué de los Encuentros desde el psicoanálisis.
- “Una lucha común”-. Una mirada al por qué de los Encuentros desde Cuba.
- “Anecdotarios y narraciones. Historia e historiales”. Recuento de los sucesos que construyen a los Encuentros. Narraciones de diferentes miembros del Comité Internacional y personas muy vinculadas a los Encuentros desde sus inicios.
- Trabajos de los primeros Encuentros. (Los trabajos de la mesa inaugural pudieran ser una buena presencia).
SEGUNDO BLOQUE DE TEMAS. PENSAMIENTO
II. LA MIRADA EPISTEMOLÓGICA. “LOS SUSTENTOS TEÓRICOS. ENCRUCIJADAS Y DILEMAS DEL PENSAR EL PSICOANALISIS Y LA PSICOLOGIA DESDE EL MARXISMO.
Este segundo bloque intenta una reflexión epistemológica, que contiene por supuesto la reflexión teórica y conceptual, desde la perspectiva histórica y la actual, sobre:
- La teoría psicoanalítica.
- La psicología Marxista.
Aquí se persigue el esclarecimiento de los fundamentos mismos del psicoanálisis, las vertientes del pensamiento psicoanalítico, la psicología marxista, sus escuelas y corrientes. Se discute el sentido mismo de “lo marxista” en psicología y psicoanálisis.
TERCER BLOQUE DE TEMAS. COMPROMISO
III. LA MIRADA DESDE LO SOCIAL. “SOCIEDAD, CULTURA Y SUBJETIVIDAD”.
En este bloque se presentan las reflexiones que se han hecho dentro de los distintos Encuentros y desde la lógica discursiva de los mismos en torno a las problemáticas que han sido objeto de debates.
- A las puertas del siglo xxi. El fin de los inicios o los inicios del fin.
- La caída del muro — El fin de las ideologías, la hecatombe neoliberal.
- La crisis del marxismo o el marxismo en la crisis.
- Los retos de los psicoanalistas y los psicólogos marxistas.
Se deben incluir las intervenciones del 6to. Encuentro que especialmente se dedicaron a esta temática.
CUARTO BLOQUE DE TEMAS. ACCIÓN
IV. LA MIRADA DESDE LA PRÁCTICA. “QUÉ HACEMOS DESDE EL COMPROMISO Y EL PENSAR”.
- Experiencias concretas en los diferentes ámbitos de la práctica psicoanalítica y la psicológica.
- La clínica institucional y grupal. Educación y formación. Lo comunitario. Salud mental.
- El trabajo psicoterapéutico y el analítico.
- Experiencias de la psicología en Cuba.
- El psicoanálisis no domesticado.
- Investigaciones, aplicaciones clínicas, etc.
Esencialmente este es un bloque que ha de nutrirse con trabajos concretos presentados en los seis Encuentros.
Todos los trabajos que se publiquen llevarán la fecha en que fueron escritos y el año en que se presentaron en el Encuentro. Se hará un trabajo de recopilación tomando como base los trabajos que se conservan y los resúmenes publicados de los primeros Encuentros. Se debe invitar a escribir a personas que hayan participado en alguno de los Encuentros, aunque ya no lo estén haciendo.
La selección final de los trabajos será aprobada por la mayoría simple del Comité Internacional. Los miembros del Comité Internacional enviarán a la Facultad las consideraciones que hagan sobre este primer boceto de trabajo, incluyendo las propuestas de trabajos y/o personas para cada uno de los bloques.
Se solicita a todos los miembros del Comité Internacional que conserven trabajos presentados en años anteriores lo hagan saber para tomarlos en consideración.
(Tomado de mi archivo personal)
Este proyecto de texto, no pasó de ser eso: un proyecto. Pero al leerlo es posible percibir (sentir) el interés de diálogo que existía. Era necesario dejar una constancia escrita, pero somos sobre todo profesionales de la palabra hablada y nos concentramos en ella.
En cualquier caso, con una mirada más realista y probablemente con mayor carga de empeño, Carolina de la Torre se lanzó a la aventura de hacer un número especial de la Revista Cubana de Psicología, de la que entonces ella era directora. Lo logró (como todo lo que se propone). Salió así el volumen 14, no. 1 de 1997. Allí Carola me privilegió al pedirme escribir la presentación de la revista, la que titulé “Algo para recordar” (Calviño, 1997) Cómo escribió la especialista, una edición que “no se ajusta en su forma de presentación al estilo y las normas tradicionales de esta publicación…ya que el consejo de redacción creyó conveniente subordinar la forma al contenido y dedicar el primer número de 1997 al VI Encuentro de psicoanalistas y psicólogos marxistas, y con esto, a los diez años de los Encuentros comenzados en 1986” como escribió De la Torre en la presentación editorial de la revista (De la Torre, 1997. p. 3).
La fuerza inicial de los encuentros fue menguando, sobre todo en proporción directamente proporcional a la situación económica que vivía el mundo y América Latina en particular. Recuerdo que en una reunión del Comité Organizador propuse hacer un esfuerzo para bajar los costos de participación en el Encuentro, para que pudieran participar más personas. Con su sabia picardía, Armando (Bauleo) me dijo: “El problema no es tanto lo que nos tenemos que gastar para estar acá por una semana. El problema es lo que dejamos de ganar allá, que hoy lo necesitamos como nunca antes”. El esfuerzo se hizo. Logramos bajar un poco los costos. Pero entendimos que la acción de salvamento no era funcional.
A la espera de la decisión de hacer o no el Encuentro, elaboramos una propuesta de convocatoria. La misma traduce el crecimiento y actualización que esperábamos de las discusiones. No hay mucho que agregar. La vocación expresa de esta convocatoria no necesita aclaraciones.
Propuesta de convocatoria al VII Encuentro
VIII ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE
PSICOANALISTAS Y PSICOLOGOS MARXISTAS
Febrero 15 al 19 del 2000
Facultad de Psicología. Universidad de La Habana.
TEMA CENTRAL.
GLOBALIZACIÓN Y SUBJETIVIDAD.
PSICOANALISTAS Y PSICÓLOGOS ANTE LOS RETOS DEL TERCER MILENIO.
Los contextos socioculturales, ideopolíticos y paradigmáticos para el psicoanálisis y la psicología. Globalización e identidad. Unidad y ruptura de los procesos de conformación y desarrollo de los discursos subjetivos.
Las discusiones epistemológicas y su significado para las prácticas de psicoanalistas y psicólogos en la realidad latinoamericana y mundial. Alternatividad y alternativismo. Participación y compromiso. Ética, psicoanálisis y psicología. Proyectos sociales y comunitarios.
Los grupos y las instituciones en la perspectiva psicoanalítica y psicológica. Movilización social.
Cultura y subjetividad. Los medios de comunicación en la conformación de la subjetividad. Trabajo, ocio y conformación subjetiva.
Psicoanalistas y psicólogos en la lucha por la justicia, la integridad y los derechos humanos. Relaciones de poder, marginación y desarrollo desigual. Mujer, emancipación y desarrollo. Peculiaridades nacionales.
SUBTEMAS
La práctica clínica. Intervenciones psicoanalíticas y psicoterapéuticas. Alternativas terapéuticas y de diagnóstico.
Las prácticas grupales. Grupo y desarrollo social. Diferentes abordajes con dispositivos grupales.
Acciones desde y con la comunidad. Psicoanalistas y psicólogos en el trabajo con las comunidades.
Formación y desarrollo de profesionales de la psicología y del psicoanálisis. Exigencias de profesionalidad. Psicología y psicoanálisis infantil. Educación y desarrollo. Educación especial y excepcional. Lo institucional. Experiencias desde los contextos latinoamericanos.
Las prácticas de los psicoanalistas y los psicólogos en los ámbitos laborales.
Epílogo
Los Encuentros dejaron huellas reconocibles en el desarrollo ulterior de los profesionales cubanos que participamos. No sé si pueda decir lo mismo de los que vinieron.
Los Encuentros nos ayudaron a modificar algunas percepciones erradas que teníamos de los y las psicoanalistas, encontramos en ellos una dimensión social y política de sus prácticas que no teníamos muy claras. Así como el compromiso con las realidades de nuestro continente, y algunas posiciones más flexibles. Encontramos también luchas políticas construidas desde el psicoanálisis (plataforma, documento). Hallamos personas con quienes nos hermanamos en las luchas emancipadoras. Y encontramos que el arribo a un mejor futuro pasa por la colaboración epistemológica, teórica y práctica.
Incluso, como dije antes, desde entonces se organizaron grupos de profesionales cubanos que operan dentro de los esquemas psicoanalíticos. Ensanchan la diversidad.
Descubrimos juntos que los congresos tradicionales, de ponencia y ponentes, pueden ser cambiados, dinamizados, construidos desde otro modo de pensar y hacer probablemente más productivo.
Ahora queda no dejar que esto sea solo un acto de recuerdo, sino sobre todo de construcción.
Referencias bibliográficas
Acanda, J.L. (1998). La confluencia que se frustró. Psicoanálisis y bolchevismo.Temas. no. 14: abril-junio 1998, pp. 107–120.
Balbuena, F., Sánchez-Barranco, A. (2004). Breve historia del psicoanálisis en Rusia. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, no. 90, Madrid, abril-junio 2004. versión On-line ISSN 2340–2733 versión impresa ISSN 0211–5735
Biblat UNAM. Revista cubana de Psicología. Disponible en: https://biblat.unam.mx/es/revista/revista-cubana-de-psicologia/17
Calviño, M. (1997). “Algo para recordar”. Revista cubana de Psicología, vol.14, no. 1, pp.5–10.
De la Torre, C. (1997). Repesando la historia: a diez años del primer encuentro entre psicoanalistas y psicólogos marxistas. Revista cubana de Psicología, vol. 14, no. 1,1997, pp. 23–39.
Ferrari, S. (2001). Diálogo con Úrsula Hauser, psicoanalista suiza de Medicuba. Entrevista. Servicio de prensa UNITE setiembre 2001. http://www.gvom.ch/default.html )
Gabarron-García, F. (2018). El psicoanálisis en el territorio soviético. En: Religiones. Actuel Marx. 2018/2 no. 64, pp. 162–174.
Guinsberg, E. (1997). Acerca de los Encuentros de La Habana. Revista Tramas, no.11. UAM México. 259–269.
Suárez, A. (2015). “Psicoanálisis y Marxismo”. Conferencia 1. En: http://www.cartapsi.org/mexico/psimar1.htm
Vargas, W. Seghezzo, D. (2015). Armando Bauleo / Entrevista de Walter Vargas y Daniel Seghezzo. 1968 grupalista / Biblioteca de Psicología Social Pichoniana. Disponible en: https://milnovecientossesentayocho.blogspot.com/2015/05/armando-bauleo-entrevista-de-walter.html
Volnovich, J.C, Werthein, S. (2001) .Marie Langer: Recuerdos y Retratos de una Psicoanalista Argentina. En Topia. Un sitio de psicoanálisis, sociedad y cultura. Disponible en: https://www.topia.com.ar/articulos/marie-langer-recuerdos-y-retratos-de-una-psicoanalista-argentina