VALIDACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO PSICOLÓGICO POSITIVO EN UNA POBLACIÓN CUBANA. UNA NUEVA VISIÓN DEL BIENESTAR INTEGRAL

Annia Esther Vives Iglesias

Seminario Teológico Adventista de Cuba, Cuba

Carlos Marcelo Moroni
Raúl Rodríguez Antonio

Universidad de Montemorelos, México

Resumen

Se han elab­o­ra­do muchos instru­men­tos para deter­mi­nar los nive­les de feli­ci­dad y den­tro de ellos la escala de Fun­cionamien­to Psi­cológi­co Pos­i­ti­vo (FPP) la cual englo­ba var­ios aspec­tos rela­ciona­dos con el bien­es­tar. El propósi­to del artícu­lo es val­i­dar la escala de FPP en una población cubana. Para tal fin con­ta­mos con una mues­tra de 145 estu­di­antes de licen­ciatu­ra en teología del Sem­i­nario Teológi­co Adven­tista de Cuba, a los que se les aplicó dicha escala. Los resul­ta­dos obtenidos mues­tran una validez y fia­bil­i­dad ade­cua­da de la escala en la mues­tra selec­ciona­da. Arro­jó una estruc­tura de 11 fac­tores con val­ores alfa de Cron­bach may­ores de .75 y de .94 para el fac­tor gen­er­al de segun­do orden FPP.

Con­clu­siones: Has­ta el momen­to no hemos iden­ti­fi­ca­do una escala que mida fun­cionamien­to pos­i­ti­vo en Cuba. Los resul­ta­dos encon­tra­dos per­miten recomen­dar la uti­lización de esta en la población cubana.

Pal­abras clave: Fun­cionamien­to psi­cológi­co pos­i­ti­vo, val­i­dación, bien­es­tar subjetivo.

Abstract

Many instru­ments have been devel­oped to deter­mine the lev­els of hap­pi­ness and with­in them the Pos­i­tive Psy­cho­log­i­cal Func­tion­ing scale (FPP) which encom­pass­es var­i­ous aspects relat­ed to well-being. The pur­pose of the arti­cle is to val­i­date the FPP scale in a Cuban pop­u­la­tion. For this pur­pose, we have a sam­ple of 145 under­grad­u­ate stu­dents in the­ol­o­gy from the Adven­tist The­o­log­i­cal Sem­i­nary of Cuba, to whom this scale was applied. Results: The results obtained show an ade­quate valid­i­ty and reli­a­bil­i­ty of the scale in the select­ed sam­ple. It yield­ed a struc­ture of 11 fac­tors with Cron­bach’s alpha val­ues ​​greater than .75 and .94 for the gen­er­al sec­ond-order fac­tor FPP. So far, we have not iden­ti­fied a scale that mea­sures pos­i­tive func­tion­ing in Cuba. The results found allow rec­om­mend­ing its use in the Cuban population.

Key­words: Pos­i­tive psy­cho­log­i­cal func­tion­ing, val­i­da­tion, sub­jec­tive well-being.

Introducción

El estu­dio de la feli­ci­dad y el bien­es­tar ha toma­do una impor­tan­cia vital en las últi­mas décadas. La psi­cología, como prin­ci­pal cien­cia ded­i­ca­da a inves­ti­gar el com­por­tamien­to humano, se encuen­tra a la van­guardia en estos estu­dios. Su cam­bio de par­a­dig­ma (Park et al., 2013), de tratar enfer­mos a pro­mover las poten­cial­i­dades que per­miten a la per­sona incre­men­tar sus nive­les de feli­ci­dad (Salano­va, M. y López-Zafra, E., 2011) ha mar­ca­do el rit­mo de muchas inves­ti­ga­ciones nove­dosas. Den­tro de ella, la psi­cología pos­i­ti­va asume estos retos, estu­dian­do la capaci­dad de “flo­rec­imien­to” que tiene el ser humano (Her­vas, 2016). Como cien­cia pro­mo­to­ra del bien­es­tar se gestó a finales de los 90, con­solidán­dose por últi­mo con el tra­ba­jo inves­tiga­ti­vo de difer­entes gru­pos de psicól­o­gos y ter­apeu­tas. Los cuales se dedi­caron a pro­mover los ben­efi­cios, tan­to para la salud físi­ca como men­tal del, bien­es­tar sub­je­ti­vo, basa­dos en evi­den­cias cien­tí­fi­cas (Selig­man, 2019).

La feli­ci­dad es una emo­ción difí­cil de medir y es uno de los temas de interés en las inves­ti­ga­ciones actuales (Park et al., 2013). Uno de los propósi­tos de la psi­cología pos­i­ti­va se cen­tró en inves­ti­gar la autén­ti­ca feli­ci­dad. Comen­zó por medir tres difer­entes ele­men­tos que las per­sonas esco­gen para sen­tirse bien. Ellos son las emo­ciones pos­i­ti­vas como el plac­er, la ale­gría o júbi­lo, el gus­to y la calidez; el com­pro­miso o involu­cramien­to en activi­dades absorbentes y que hacen sen­tir bien y el sig­nifi­ca­do o propósi­to de la vida que con­siste en pertenecer y par­tic­i­par en algo que está por enci­ma del indi­vid­uo y sus intere­ses per­son­ales. Todos estos trib­uta­ban a la sat­is­fac­ción con la vida y por ende al bien­es­tar o felicidad.

Pos­te­ri­or­mente el con­cep­to fue evolu­cio­nan­do y se con­vir­tió en el con­struc­to, med­i­ble, del bien­es­tar sub­je­ti­vo. Este está com­puesto por difer­entes ele­men­tos como las emo­ciones pos­i­ti­vas, el com­pro­miso o involu­cramien­to, las rela­ciones pos­i­ti­vas, el sig­nifi­ca­do o propósi­to en la vida y los logros de metas: (Pos­i­tive Emo­tion, Engage­ment, Rela­tion­ships, Mean­ing, Accom­plish­ment) PERMA, por sus siglas en inglés (Selig­man, 2019), PRISMA en su adaptación al español (Tar­rag­o­na, 2014). Cada uno de ellos con­tribuye al bien­es­tar, por lo que muchas per­sonas los desar­rol­lan para su pro­pio bien. Una de las car­ac­terís­ti­cas fun­da­men­tales de estos com­po­nentes es la exclu­sivi­dad, ya que pueden medirse de man­era inde­pen­di­ente (Selig­man, 2011). Esos ele­men­tos son recur­sos psi­cológi­cos que pro­mueven el fun­cionamien­to ópti­mo del ser humano que, jun­to a otros como la resilien­cia, la auto­e­fi­cien­cia, el dominio del entorno, etc., poten­cian las capaci­dades adap­ta­ti­vas, el dis­frute y la sat­is­fac­ción con la vida.

El bien­es­tar sub­je­ti­vo tiene que ver con la eval­u­ación que hace la per­sona de sus posi­bil­i­dades y capaci­dades. Tenien­do en cuen­ta sus juicios cog­ni­tivos y val­o­raciones en el plano afec­ti­vo, le per­mite una apre­ciación de la sat­is­fac­ción con su propia exis­ten­cia (San­juán, P., Guil­lén, D. y Pérez-Gar­cía, A. M., 2018).

Funcionamiento Psicológico Positivo

El bien­es­tar psi­cológi­co, que tiene sus fun­da­men­tos en las prop­ues­tas del bien­es­tar eudaimóni­co de Aristóte­les, ha “cen­tran­do su aten­ción en el desar­rol­lo de las capaci­dades y el crec­imien­to per­son­al, con­ce­bidos ambos como los prin­ci­pales indi­cadores del fun­cionamien­to pos­i­ti­vo” (Arro­gante et al., 2016). El conocimien­to del bien­es­tar y sus com­po­nentes y la con­se­cuente apli­cación favorece entonces el fun­cionamien­to psi­cológi­co pos­i­ti­vo (FPP).

Pro­gre­si­va­mente se han desar­rol­la­do estu­dios sobre el fun­cionamien­to psi­cológi­co pos­i­ti­vo. La lit­er­atu­ra recoge las prop­ues­tas de Maslow en 1968 sobre la autoac­tu­al­ización como ele­men­to cum­bre de bien­es­tar de su pirámide de las moti­va­ciones; el pun­to de vista de Roger sobre el fun­cionamien­to pleno de la per­sona; así como las con­cep­ciones sobre la madurez de All­port y de la indi­vid­u­al­ización de Jung. Otros, como Erik­son con su mod­e­lo psi­coso­cial, pro­pusieron que el fun­cionamien­to psi­cológi­co pos­i­ti­vo se rela­ciona con las difer­entes eta­pas del ciclo vital, o Neu­garten que lo vin­culó con el desar­rol­lo de la per­son­al­i­dad y los cam­bios que se pro­ducen en la vida adul­ta (Ryff, 1989).

Par­tien­do de los estu­dios pre­vios real­iza­dos, los cuales abor­daron des­de difer­entes per­spec­ti­vas ele­men­tos sim­i­lares que trib­u­tan al bien­es­tar, se con­cluye que las prin­ci­pales dimen­siones del bien­es­tar sub­je­ti­vo son la autoa­ceptación, las rela­ciones pos­i­ti­vas con otros, la autonomía, el dominio del entorno, el propósi­to en la vida, y el crec­imien­to per­son­al (Arro­gante et al., 2016; Ryff, 1989). Otros autores han con­tin­u­a­do con sus aportes y con­sid­er­an, entre otros, a la resilien­cia y a la autoefi­ca­cia como recur­sos psi­cológi­cos vitales en las per­sonas, sobre todo en las desem­pleadas (Fer­nán­dez-Valera et al., 2019), que les per­miten un fun­cionamien­to adecuado.

Entre los temas que abor­da la psi­cología pos­i­ti­va se encuen­tran las for­t­alezas del carác­ter, como la grat­i­tud y el opti­mis­mo, la resilien­cia, el sig­nifi­ca­do y el propósi­to, el com­pro­miso y las bue­nas rela­ciones (Park et al., 2013), los cuales coin­ci­den, en muchos aspec­tos, con los com­po­nentes del FPP.

Tenien­do en cuen­ta estos antecedentes, se desar­rol­la y val­i­da en España (Meri­no, M. D. y Pri­va­do, J., 2015) y pos­te­ri­or­mente en Méx­i­co (Meri­no, M. D., Pri­va­do, J. y Gra­cia, Z., 2015) la escala de Fun­cionamien­to Psi­cológi­co Pos­i­ti­vo, la cual está con­for­ma­da por 33 ítems agru­pa­dos en 11 recur­sos psi­cológi­cos, con­for­man­do el fac­tor de segun­do orden FPP. Las dimen­siones que abar­ca la escala son autonomía, resilien­cia, autoes­ti­ma, propósi­to de vida, dis­frute, opti­mis­mo, curiosi­dad, cre­ativi­dad, humor, dominio del entorno y vital­i­dad (Meri­no, M. D. y Pri­va­do, J., 2015), los cuales coin­ci­den con muchos de los recur­sos estu­di­a­dos en el bienestar.

En la mues­tra españo­la la escala arro­jó una fia­bil­i­dad ade­cua­da, pues se obtu­vo un alfa de Cron­bach de .91 para toda la escala y val­ores entre .62 y .89 para las difer­entes dimen­siones, además de buenos nive­les de ajuste y de validez con­ver­gente. En la val­i­dación mex­i­cana tam­bién se encon­tró una alta fia­bil­i­dad (.91), y un ajuste mod­er­ada­mente alto a los datos, lo que con­fir­ma la validez de su estruc­tura fac­to­r­i­al, así como una acept­able validez con­ver­gente (Meri­no, M. D., Pri­va­do, J. y Gra­cia, Z., 2015).

El pre­sente estu­dio está moti­va­do en la posi­bil­i­dad de que esta escala sea aplic­a­ble en otras pobla­ciones. Para ellos nos pro­ponemos val­i­dar el FPP (Meri­no, M. D., Pri­va­do, J. y Gra­cia, Z., 2015) en una mues­tra de la población cubana, al analizar su estruc­tura fac­to­r­i­al, así como sus propiedades psi­cométri­c­as: validez y fiabilidad.

Métodos

Participantes

Par­tic­i­paron en el estu­dio 145 estu­di­antes uni­ver­si­tar­ios, que cur­san la Licen­ciatu­ra en Teología, en el Sem­i­nario Teológi­co Adven­tista de Cuba, con rep­re­sentación de la total­i­dad de los 4 años de la licen­ciatu­ra, uti­lizán­dose para ello un muestreo prob­a­bilís­ti­co por con­ve­nien­cia, donde coin­cide población y mues­tra. De ellos el 87.5 % fueron varones, con 127 estu­di­antes y el 12.4 % eran mujeres, con 18 estu­di­antes. Se indagó el esta­do civ­il y el 69.6% eran solteros y el 30.3% esta­ban casa­dos. Además, la edad prome­dio de la mues­tra fue de 27.8 años (DS=7.3).

Medidas

En nue­stro estu­dio se uti­lizó la escala de FPP desar­rol­la­da y val­i­da­da en España (Meri­no, M. D. y Pri­va­do, J., 2015). La mis­ma puede ser autoad­min­istra­da, con­s­ta de 33 ítems for­mu­la­dos en for­ma pos­i­ti­va (excep­to el 22 que está inver­tido) y que respon­den a una escala de Lik­ert de 5 posi­ciones que van des­de Com­ple­ta­mente en desacuer­do (1) has­ta Com­ple­ta­mente de acuer­do (5).Los ítems del cues­tionario se agru­pan en 11 dimen­siones (autonomía, resilien­cia, autoes­ti­ma, propósi­to de vida, dis­frute, opti­mis­mo, curiosi­dad, cre­ativi­dad, humor, dominio del entorno y vital­i­dad) donde cada una puede alcan­zar un mín­i­mo de 3 pun­tos y un máx­i­mo de 15. Respec­to a los resul­ta­dos por inter­va­l­os se inter­pre­taría como muy bajo entre 3 y 5; medio bajo entre 6 y 8; medio 9; medio alto entre 10 y 12, y muy alto entre 13 y 15. Y lo mis­mo pon­der­a­do respec­to a la escala gen­er­al del FPP, la cual surge como un fac­tor de segun­do orden.

Diseño de la investigación

Con la inten­ción de que la escala fuera ade­cua­da a la población cubana se selec­cionó un grupo de 10 estu­di­antes como mues­tra pilo­to, a los que se les explicó el cues­tionario y el propósi­to de la inves­ti­gación. Ellos respondieron de man­era indi­vid­ual las pre­gun­tas de este y debían hac­er sug­eren­cias en caso de que no fuer­an enten­di­das. La escala fue respon­di­da sat­is­fac­to­ri­a­mente y la redac­ción de sus ítems fue com­pat­i­ble con la for­ma de expre­sarse en Cuba, por lo que no se reportó sug­eren­cias de cam­bios. De esta man­era se uti­lizó la escala de FPP apli­ca­da a la población españo­la, en la mues­tra selec­ciona­da (n=145), para su val­i­dación. Se aplicó el cues­tionario en 4 sesiones de 30 min­u­tos. Se dis­pu­so de una sesión para los estu­di­antes de cada año de estu­dios, con dos eval­u­adores, pre­vi­a­mente entre­na­dos para ello. A los estu­di­antes se les expli­caron los obje­tivos del estu­dio y fir­maron el con­sen­timien­to infor­ma­do para su par­tic­i­pación en él.

Resultados

Análisis estadístico

Para realizar el análi­sis estadís­ti­co se uti­lizó el soft­ware RStu­dio ver­sión 1.3.1056.

Con el propósi­to de val­i­dar la escala de FPP se analizaron sus propiedades psi­cométri­c­as, cal­cu­lan­do el coe­fi­ciente del alfa de Cron­bach de la escala y de sus dimen­siones, para cono­cer su fia­bil­i­dad. Para ver­i­ficar la estruc­tura inter­na de la escala se aplicó un Análi­sis Fac­to­r­i­al Con­fir­ma­to­rio, y para la validez con­ver­gente se cal­cu­laron las cor­rela­ciones que se estable­cen entre las difer­entes subescalas.

Como puede apre­cia­rse en la Tabla 1 las dimen­siones del con­struc­to pre­sen­tan todas, una fia­bil­i­dad ade­cua­da, con val­ores alfa de Cron­bach may­ores de .75. Los val­ores más acep­ta­dos para la con­fi­a­bil­i­dad de un instru­men­to están entre .80 y .90 (Sori­ano Rodríguez, 2014), aunque algunos estu­dios acep­tan val­ores en torno a .70 o supe­ri­ores (Meri­no, M. D., Pri­va­do, J. y Gra­cia, Z., 2015).El val­or obtenido para todo el instru­men­to en este estu­dio (.94) mues­tra un alto gra­do de con­fi­a­bil­i­dad inter­na del instru­men­to. En la escala, de for­ma inte­gral, se obtu­vo un coe­fi­ciente de con­fi­a­bil­i­dad may­or que en la mues­tra val­i­da­da en la población españo­la y mexicana.

Validez interna

Para eval­u­ar la validez inter­na de la escala, prop­ues­ta como un mod­e­lo con once fac­tores de primer orden y el FPP como con­struc­to de segun­do orden, se real­izó un Análi­sis Fac­to­r­i­al Con­fir­ma­to­rio (AFE) uti­lizan­do el méto­do de esti­mación de Máx­i­ma Verosimil­i­tud. Para este mod­e­lo de segun­do orden jerárquico, se obtu­vieron índices de ajuste pobres (χ2 (484) = 1577.716, p< .001, CFI= 0.653, TLI= .622, NFI= .572, RMSEA= .125, SRMR= .086, PNFI= .524), lo cual es un indi­cador que el mod­e­lo no ajus­ta bien con la matriz de datos de la muestra.

Por lo tan­to, tenien­do en cuen­ta que se apli­ca a una población difer­ente y que el tamaño de la mues­tra es rel­a­ti­va­mente pequeño, se tomó como ejem­p­lo lo real­iza­do por Meri­no, Pri­va­do y Gra­cia (2015) en la mues­tra mex­i­cana. Ellos tomaron las 11 dimen­siones para hac­er un CFA de primer orden con un con­struc­to glob­al lla­ma­do FPP. Al hac­er­lo de esta for­ma se tienen solo 11 vari­ables observ­ables (como ítems) y sien­do n=145 (tamaño de mues­tra), se tiene un ratio supe­ri­or a 10:1 (Fig. 1). Se uti­lizó el méto­do de esti­mación de Máx­i­ma Verosimilitud.

Con los datos de la mues­tra actu­al (n = 145), se obtu­vieron los sigu­ientes índices de ajuste: χ2(44)= 121.221, p< .001, CFI= 0.931, TLI= .914, NFI= .897, SRMR= .043, RMSEA= .110 con un inter­va­lo de con­fi­an­za de 95% de (.09, .13), con un ratio χ2/grados de lib­er­tad = 121.221/44 = 2.755. Este mod­e­lo mostró un índice de par­si­mo­nia PNFI= .718.

Los resul­ta­dos ante­ri­ores sug­ieren que el mod­e­lo de primer orden mues­tra un ajuste acept­able del mod­e­lo con los datos. Todos los coe­fi­cientes de regre­sión en el mod­e­lo resul­taron sig­ni­fica­tivos (p< .001), con val­ores estandariza­dos supe­ri­ores a .60 (ver Figu­ra 1). De esta for­ma se evi­den­cia la validez inter­na de la escala.

Figura 1. Análisis Factorial Confirmatorio de la escala FPP

Nota. Todos los pesos factoriales son estadísticamente significativos al 5%.

Validez con­ver­gente

Tabla 2. Correlaciones entre los componentes del FPP

Nota. Matriz de correlaciones (constructos como variables observables). Todas las cargas factoriales resultan significativas (p < .05).

La matriz de cor­rela­ciones entre los com­po­nentes inter­nos del FPP, toman­do los once con­struc­tos del FPP como vari­ables indi­cado­ras (ver Tabla 2), mues­tra que todas las cor­rela­ciones resul­taron estadís­ti­ca­mente sig­ni­fica­ti­vas, con coe­fi­cientes de cor­relación entre .377 a .816, lo cual avala una cor­relación mod­er­ada­mente fuerte (Navar­ro y Fox­croft, D. R. and Faulken­ber­ry, T. J., 2019).

Para eval­u­ar la validez con­ver­gente de la escala, con 11 indi­cadores del con­struc­to glob­al FPP (ver Figu­ra 1), se cal­culó la var­i­an­za media extraí­da (AVE). Se encon­tró un val­or de AVE = .60 lo cual, de acuer­do con inves­ti­ga­ciones pre­vias (Hair, J. F., Black, W. C., Babin, B. J. y Ander­son, R. E, 2014) sug­iere ade­cua­da validez convergente.

Conclusiones

Los resul­ta­dos encon­tra­dos en la val­i­dación de FPP en la mues­tra cubana, son sim­i­lares a los encon­tra­dos en los estu­dios real­iza­dos pre­vi­a­mente en España y Méx­i­co, lo que afir­ma su per­ti­nen­cia transcultural.

El estu­dio mues­tra fia­bil­i­dad y validez con­ver­gente adecuadas. 

El con­cep­to que sub­y­ace a la val­i­dación es sim­ple, pues mues­tra que se puede con­fi­ar en las mediciones que hace el instru­men­to o escala uti­liza­da (Navar­ro y Fox­croft, D. R. and Faulken­ber­ry, T. J., 2019) y con­fir­ma que puede ser útil para inves­ti­gar el fun­cionamien­to psi­cológi­co pos­i­ti­vo en pobla­ciones de jóvenes cubanos.

Tenien­do en cuen­ta que las cor­rela­ciones entre vari­ables se con­sid­er­an altas cuan­do tienen val­ores aprox­i­ma­dos o por enci­ma de r = .50 (Miles y Ban­yard, 2011; Navar­ro y Fox­croft, D. R. and Faulken­ber­ry, T. J., 2019), el FPP arro­ja en esta mues­tra pobla­cional una ade­cua­da validez convergente.

Se puede apre­ciar al com­parar las car­gas fac­to­ri­ales de los com­po­nentes del FPP en ambos estu­dios (Méx­i­co y Cuba) que las vari­ables Resilien­cia y Dominio del entorno son las que trib­u­tan val­ores menores. Inde­pen­di­en­te­mente de las difer­en­cias cul­tur­ales y sociales, la resilien­cia tiene una estrecha relación con el entorno que cir­cun­da al suje­to (López-Valle et al., 2018) y su capaci­dad de dominio de este va a influir en cómo afronte las situa­ciones y sal­ga o no for­t­ale­ci­do de ellas, sin­tien­do autonomía y moti­va­do (Ush­io­da, 2011) a tomar deci­siones que le ayu­den en el for­t­alec­imien­to de su resiliencia.

Es pre­ciso pun­tu­alizar que este instru­men­to no ha sido uti­liza­do has­ta este momen­to en la población cubana y has­ta donde ten­emos conocimien­to no hay otro sim­i­lar val­i­da­do en el país. Tam­bién favorece en gran man­era el estu­dio de man­era glob­al del fun­cionamien­to psi­cológi­co, así como de los com­po­nentes indi­vid­uales de este. Per­mite entonces el dis­eño de estrate­gias para desar­rol­lar y for­t­ale­cer aque­l­las áreas del bien­es­tar sub­je­ti­vo que puedan estar afec­tadas en el con­tex­to cubano.

Se reconoce que la mues­tra uti­liza­da fue pequeña y com­pues­ta por un grupo de estu­di­antes uni­ver­si­tar­ios, lo cual hace que ten­gan edades, intere­ses, y desafíos muy sim­i­lares entre sí (Meri­no, M. D., Pri­va­do, J. y Gra­cia, Z., 2015), por lo que, al igual que el estu­dio val­i­da­do en Méx­i­co, recomen­damos la repli­cación de este en mues­tras más amplias y con may­or diver­si­dad, donde pudier­an encon­trarse resul­ta­dos, aún más evi­dentes, de la util­i­dad del instrumento.

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