EL APEGO COMO VARIABLE MEDIADORA EN EL AFRONTAMIENTO DEL DUELO: UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA

Sonia Martínez Orts
Ignasi Navarro Soria
Claudia Crespo Marhuenda

Universidad de Alicante, España

Eniuska Hernández Cedeño
Olivia Rodríguez Reyes

Universidad de La Habana, Cuba

Resumen

Los vín­cu­los afec­tivos estable­ci­dos en la infan­cia, cono­ci­dos como apego, son fun­da­men­tales para el desar­rol­lo humano y la man­era en que se afrontan expe­ri­en­cias difí­ciles, como la pér­di­da de un ser queri­do. En los últi­mos años, ha cre­ci­do el interés cien­tí­fi­co por la relación entre el apego y el afrontamien­to del due­lo. Esta revisión sis­temáti­ca exam­i­na cómo el tipo de apego (seguro, ansioso-ambiva­lente, ansioso-evi­ta­ti­vo y des­or­ga­ni­za­do) puede influir en el pro­ce­so de due­lo, con­sideran­do que un apego seguro favorece un afrontamien­to adap­ta­ti­vo, mien­tras que los ape­gos inse­guros podrían aso­cia­rse con un due­lo más com­pli­ca­do. Además, se ha ampli­a­do la con­cep­ción tradi­cional del due­lo, incluyen­do el tér­mi­no Non-death inter­per­son­al loss, que hace ref­er­en­cia a la pér­di­da de una relación sig­ni­fica­ti­va, aunque la per­sona no haya fal­l­e­ci­do. Esta revisión bus­ca estable­cer una conex­ión entre el apego y la gestión del due­lo, según las per­spec­ti­vas de diver­sos autores.

Pal­abras clave: apego, due­lo, due­lo com­pli­ca­do, estrate­gias de afrontamiento

Abstract

The emo­tion­al bonds estab­lished in child­hood, known as attach­ment, are essen­tial for human devel­op­ment and the way dif­fi­cult expe­ri­ences, such as the loss of a loved one, are coped with. In recent years, sci­en­tif­ic inter­est in the rela­tion­ship between attach­ment and cop­ing with grief has grown. This sys­tem­at­ic review exam­ines how dif­fer­ent types of attach­ment (secure, anx­ious-ambiva­lent, anx­ious-avoidant, and dis­or­ga­nized) can influ­ence the griev­ing process, con­sid­er­ing that a secure attach­ment pro­motes adap­tive cop­ing, while inse­cure attach­ments may be asso­ci­at­ed with more com­pli­cat­ed grief. Addi­tion­al­ly, the tra­di­tion­al con­cept of grief has been expand­ed to include the term “non-death inter­per­son­al loss”, refer­ring to the loss of a sig­nif­i­cant rela­tion­ship, even if the per­son is still alive. This review aims to estab­lish a con­nec­tion between attach­ment and grief man­age­ment, based on the per­spec­tives of var­i­ous authors.

Key words: Attach­ment, grief, com­pli­cat­ed grief, cop­ing strategies

Introducción

En los últi­mos años, la teoría del apego ha adquiri­do un papel fun­da­men­tal en la prác­ti­ca clíni­ca, lo que ha deriva­do en un aumen­to del número de pro­duc­ción cien­tí­fi­ca que explo­ra la relación entre el apego y la gestión del due­lo en la pér­di­da de una relación con una per­sona con la que se había estable­ci­do un vín­cu­lo (Rib­era et al., 2024; Stroebe, 2021; Will­cox et al., 2019).

Rib­era et al. (2024) realizaron un análi­sis bib­liométri­co donde se desta­ca que des­de el año 2018 se ha pro­duci­do un aumen­to del número de pub­li­ca­ciones que estu­di­an la rel­e­van­cia del esti­lo de apego cuan­do se real­iza una inter­ven­ción con un indi­vid­uo con un trastorno de due­lo com­pli­ca­do. De hecho, 2022 fue el año en el que más artícu­los se emi­tieron sobre esta temáti­ca, sien­do la cifra total de 41 publicaciones.

La teoría del apego prop­ues­ta orig­i­nal­mente en el tra­ba­jo real­iza­do por John Bowl­by (Bowl­by, 1980; Bowl­by, 1973, Bowl­by, 1969; Stroebe, 2021) establece que los primeros vín­cu­los que se for­man en la infan­cia tienen una gran rel­e­van­cia para el establec­imien­to de rela­ciones con los demás y el desar­rol­lo emo­cional pos­te­ri­or. Además, las influ­en­cias del apego han sido estu­di­adas por numerosos autores en difer­entes inves­ti­ga­ciones en las que se cer­cio­ra que un apego seguro en la infan­cia se aso­cia con un fun­cionamien­to emo­cional más adap­ta­ti­vo en eta­pas pos­te­ri­ores de la vida (Civilot­ti et al., 2021; Leon­dari y Kiosseoglou, 2000; Mikulin­cer et al., 2004; Van der Watt, 2023).

El apego y sus tipos

El apego se entiende como el vín­cu­lo afec­ti­vo que se establece con otra per­sona, cre­an­do así una inter­ac­ción que per­mite estable­cer una conex­ión con per­sonas que brin­dan una relación basa­da en la pro­tec­ción y en la seguri­dad (Bowl­by, 1993). De esta man­era, se com­prende que la teoría del apego estu­dia las rela­ciones inter­per­son­ales, cen­trán­dose espe­cial­mente en el tipo de com­por­tamien­to que surge en un indi­vid­uo cuan­do este se siente ame­naza­do o se encuen­tra ante un pro­ce­so de sep­a­ración de las per­sonas con las que se tiene un vín­cu­lo muy estre­cho y pro­por­cio­nan un espa­cio de seguri­dad y con­fi­an­za (Sochos y Aleem, 2021;Stroebe, 2021).

Se plantea así que, ante condi­ciones estre­santes, se puede lle­gar a pro­ducir una acti­vación del sis­tema de apego, lo cual puede ocur­rir a lo largo de toda la vida (Ainsworth y Bowl­by, 1991; Bowl­by, 1982; Bowl­by, 1973; Civilot­ti et al., 2021; Crow­ell et al., 2016). Inclu­so puede lle­gar a ser una expli­cación de prob­le­mas de salud tan­to físi­cos como men­tales que apare­cen y que no son cau­sadas por condi­ciones médi­cas (Stroebe, 2021).

Los efec­tos descritos de estos pro­ce­sos, tan­to a niv­el cog­ni­ti­vo como físi­co, tienen como vari­able medi­ado­ra el tipo de apego que se posee. Un apego seguro se define por la per­cep­ción de ser mere­ce­dor de amor y apoyo por parte de los demás, lo que facili­ta la aceptación y el establec­imien­to de rela­ciones ínti­mas de man­era más sat­is­fac­to­ria al inter­ac­tu­ar con otras per­sonas (Civilot­ti et al., 2021; Feeney, 2008; Mikulin­cer y Shaver, 2007; Stroebe et al., 2005; Bren­nan y Shaver, 1995).

Por otro lado, las per­sonas con un apego inse­guro respon­den de man­era difer­ente al estable­cer rela­ciones con otras per­sonas. Las que pre­sen­tan el apego inse­guro ansioso-ambiva­lente, en situa­ciones difí­ciles tien­den a hiper­ac­ti­varse, lo que les provo­ca la apari­ción de sen­timien­tos de ame­naza o moles­tia (Civilot­ti et al., 2021; Hesse, 1999). Además, pre­sen­tan dimen­siones de ansiedad que difi­cul­tan su capaci­dad de respon­der de man­era adap­ta­ti­va a situa­ciones estre­santes (Civilot­ti et al., 2021; Ghi­rardel­lo et al., 2018; Mikulin­cer y Shaver, 2019; Weg­n­er et al., 2018). Las que poseen apego inse­guro ansioso-evi­ta­ti­vo, mues­tran una auto­su­fi­cien­cia com­pul­si­va y pref­er­en­cia a estable­cer una dis­tan­cia emo­cional con los demás (Fer­nán­dez et al., 2022; Gar­ri­do, 2006).

Main y Solomon (1990) iden­ti­fi­caron un cuar­to tipo de apego, el des­or­ga­ni­za­do. Este se desar­rol­la cuan­do se tiene una visión inestable e impre­deci­ble de sí mis­mo y del resto (Civilot­ti et al., 2021; Sprech­er, 1998). Este patrón se obser­va en indi­vid­u­os que, durante su infan­cia, exper­i­men­ta­ron la ausen­cia de un vín­cu­lo parental ade­cua­do y/o pre­sen­taron vín­cu­los patológi­cos. Como resul­ta­do, cuan­do se enfrentan a situa­ciones que podrían dar lugar a la for­ma­ción de vín­cu­los ínti­mos, sur­gen miedos que les difi­cul­tan estable­cer rela­ciones de apoyo (Civilot­ti et al., 2021; Khan et al., 2020).

El duelo

Pese a que todas las per­sonas deben hac­er frente a una pér­di­da en algún momen­to de su vida, cada una reac­ciona de una man­era dis­tin­ta. La variación en el afrontamien­to de la pér­di­da de un ser queri­do puede man­i­fes­tarse con pocas alteraciones en el fun­cionamien­to diario (Boe­len y Lenf­er­ick, 2020; Fer­nán­dez et al., 2022), una gran angus­tia al ini­cio del due­lo que dis­min­uye con el paso del tiem­po (Boe­len y Lenf­er­ick, 2020; Lenzo et al., 2022) o una angus­tia per­sis­tente e inclu­so inca­pac­i­tante que puede derivar en un trastorno de due­lo pro­lon­ga­do (Boe­len y Lenf­er­ick, 2020; Jan­shen et al., 2024).

Cada vez existe may­or reconocimien­to cien­tí­fi­co de acon­tec­imien­tos vitales dis­tin­tos al fal­l­ec­imien­to que tam­bién pueden provo­car cam­bios dramáti­cos en la vida de un indi­vid­uo, lo que se denom­i­na como Non-death Inter­per­son­al Loss (Manevich et al., 2023; Yehene et al., 2021). Este tipo de pér­di­da se refiere a los cam­bios en la relación pre­vi­a­mente estable­ci­da con una figu­ra de apego, que, aunque sigue pre­sente, se exper­i­men­ta como si esa per­sona hubiera desa­pare­ci­do (Yehene et al., 2021).

Es cier­to que diver­sas inves­ti­ga­ciones men­cio­nan que gen­eral­mente los adul­tos se recu­per­an de una man­era adap­ta­ti­va tras la pér­di­da de un ser queri­do, pero cabe recal­car que un 10% y 15% de ellos ter­mi­nan exper­i­men­tan­do un due­lo com­pli­ca­do (Bonan­no et al., 2002; Sochos y Aleem, 2021; Priger­son et al., 1996). En estos casos, se habla de un due­lo pro­lon­ga­do, el cual impli­ca la no asim­i­lación de la pér­di­da (Neimey­er y Ramírez, 2007; Valero et al., 2016), apare­cien­do un sen­timien­to de pre­ocu­pación per­sis­tente que se tra­duce en un dolor con­stante y una gran angus­tia emo­cional cau­sa­da por la pér­di­da de la per­sona con la que se man­tenía el vín­cu­lo de apego (Jan­shen et al., 2024).

Relación entre el estilo de apego y la gestión del duelo

En los últi­mos años se ha obser­va­do un aumen­to en el número de inves­ti­ga­ciones cen­tradas en la relación que existe entre el esti­lo de apego que una per­sona pre­sen­ta y cómo puede lle­gar a influir en la gestión de un due­lo (Jan­shen et al., 2024; Lenzo et al. 2022). En con­cre­to, en el análi­sis bib­liométri­co real­iza­do por Rivera, Valero y Pérez (2024) se obser­va una ten­den­cia cre­ciente durante los últi­mos 20 años, habién­dose pub­li­ca­do durante ese peri­o­do de tiem­po un total de 276 investigaciones.

En diver­sas inves­ti­ga­ciones se mantiene que el esti­lo de apego y la cal­i­dad de la relación inter­ac­túan sig­ni­fica­ti­va­mente a la hora de pre­de­cir la gravedad del due­lo (Jan­shen et al., 2024; LeRoy et al., 2020; Smigelky et al., 2020). Asimis­mo, en el estu­dio real­iza­do por Glick­man (2021) tam­bién se desta­ca que el trastorno de due­lo pro­lon­ga­do suele apare­cer cuan­do hay una may­or cer­canía con la per­sona que deja de estar presente.

Difer­entes estu­dios han encon­tra­do rela­ciones sig­ni­fica­ti­vas entre el due­lo com­pli­ca­do y un apego inse­guro (Burke y Neimey­er, 2013; Jan­shen et al., 2024; Lenzo et al. 2022; LeRoy, 2020; Lobb et al. 2010; Russ et al., 2022; Stroebe et al. 2007). De hecho, en muchos de ellos se afir­ma que el apego ansioso-ambiva­lente tiene un efec­to sig­ni­fica­ti­vo sobre los sín­tomas de due­lo pro­lon­ga­do (Jan­shen et al., 2024; Lenzo et al. 2022; LeRoy, 2020; Russ et al. 2022), pues tiende a fun­cionar como un fac­tor poten­cial de vul­ner­a­bil­i­dad al exper­i­men­tar un due­lo (Russ et al., 2022).

Del mis­mo modo, Yildirim (2023) real­iza una inves­ti­gación donde obtiene como hal­laz­go que los pacientes con trastorno de due­lo pro­lon­ga­do (un 51,4%) pre­sen­tan pun­tua­ciones más ele­vadas de apego ansioso que los pacientes que no lo tienen; resul­ta­do que tam­bién se con­fir­ma en la inves­ti­gación real­iza­da por Smigel­sky et al. (2020). De hecho, Manci­ni y Bon­nano (2012) expusieron tam­bién en su inves­ti­gación que las per­sonas que pre­senta­ban este esti­lo de apego y exper­i­menta­ban un due­lo com­pli­ca­do, encon­tra­ban bas­tantes difi­cul­tades para poder focalizar y com­pren­der sus pen­samien­tos y sen­timien­tos sobre la per­sona fallecida.

Por el con­trario, en diver­sas inves­ti­ga­ciones tam­bién se indi­ca que un alto niv­el de apego evi­ta­ti­vo puede influir en la gestión de los sín­tomas del due­lo (Jan­shen et al. 2024; Russ et al., 2022). En los resul­ta­dos del estu­dio de Lom­bar­do et al (2023), se apre­cia cómo los cuidadores con apego evi­ta­ti­vo pueden exper­i­men­tar un aumen­to de los sín­tomas del due­lo antes y después de la pér­di­da, ya que tien­den a dis­o­ciar o min­i­mizar sus emo­ciones, lo que difi­cul­ta un afrontamien­to adap­ta­ti­vo a largo pla­zo. Aunque estos resul­ta­dos resul­tan ser incon­sis­tentes, pues una infinidad de estu­dios afir­man que el apego evi­ta­ti­vo tiende a pre­de­cir un due­lo menos severo (LeRoy et al., 2020; Lykins et al., 2023), otros pare­cen ase­gu­rar que el apego evi­ta­ti­vo no resul­ta ser un pre­dic­tor sig­ni­fica­ti­vo de due­lo com­pli­ca­do (Lud­wikows­ka, 2020).

En defin­i­ti­va, los estu­dios indi­can que las per­sonas con apego inse­guro tienen may­or pre­dis­posi­ción a exper­i­men­tar un due­lo com­pli­ca­do en com­para­ción con quienes tienen un apego seguro. Esto sug­iere una cor­relación entre el esti­lo de apego y las estrate­gias para afrontar el due­lo. Por ello, esta revisión sis­temáti­ca bus­ca respon­der pre­gun­tas como: ¿cómo influye el esti­lo de apego en el afrontamien­to del due­lo? ¿Existe una relación neg­a­ti­va entre el apego ansioso y el due­lo com­pli­ca­do? El obje­ti­vo prin­ci­pal es iden­ti­ficar estu­dios que exploren la conex­ión entre el esti­lo de apego y la gestión del duelo.

Método

Para el desar­rol­lo de esta revisión sis­temáti­ca se ha segui­do las direc­tri­ces de PRISMA. Des­de su apli­cación en 2009, autores e inves­ti­gadores de todo el mun­do la han uti­liza­do para orga­ni­zar, elab­o­rar y pub­licar sus revi­siones sis­temáti­cas y metaanáli­sis (Moher et al., 2009). El obje­ti­vo de un artícu­lo de revisión es lle­var a cabo un análi­sis descrip­ti­vo de la lit­er­atu­ra con el fin de iden­ti­ficar los pasos y pro­ced­imien­tos que se deben realizar para redac­tar­lo (Guirao, Olme­do y Fer­rer, 2008).

Se real­izó una búsque­da de la evi­den­cia cien­tí­fi­ca que inves­ti­ga la relación que existe entre los esti­los de apego y la gestión del due­lo. Los artícu­los selec­ciona­dos para la revisión sis­temáti­ca han sido fru­to de una recopi­lación de diver­sas fuentes doc­u­men­tales que se obtu­vieron en la pesquisa exhaus­ti­va de bus­cadores y repos­i­to­rios académi­cos como Web of Sci­ence (WOS), Sco­pus y Dial­net.

Para realizar una búsque­da efec­ti­va, es fun­da­men­tal uti­lizar oper­adores booleanos, los cuales son tér­mi­nos o expre­siones que facil­i­tan la com­bi­nación de descrip­tores, per­mi­tien­do restringir o ampli­ar los resul­ta­dos para opti­mizar la pre­cisión de las con­sul­tas en bases de datos. Los oper­adores booleanos, emplea­d­os en las bases de datos, tan­to en inglés como en español, incluyen: “attach­ment” OR “attach­ment bond” OR “pri­ma­ry attach­ment” OR “secundary attach­ment” OR “attach­ment the­o­ry” AND “bereave­ment” OR “griev­ing process” OR “trag­ic loss” OR “mourn­ing” OR “cop­ing with loss” OR “pro­longed grief”.

Criterios de inclusión y exclusión

Para lle­var a cabo una búsque­da exhaus­ti­va y sis­temáti­ca, se establecieron cri­te­rios especí­fi­cos de inclusión y exclusión con el obje­ti­vo de garan­ti­zar la rel­e­van­cia y cal­i­dad de los estu­dios selec­ciona­dos. Ini­cial­mente, la búsque­da arro­jó 950.275 resul­ta­dos. Para refi­nar esta can­ti­dad, se apli­caron los sigu­ientes filtros:

  • Idiomas: artícu­los escritos en español y/o inglés.
  • Tipo de pub­li­cación: artícu­los cien­tí­fi­cos revisa­dos por pares.
  • Fecha: pub­li­ca­dos entre el 1 de enero de 2019 y el 1 de abril de 2024, con­sideran­do el aumen­to reciente en inves­ti­ga­ciones sobre apego y duelo.
  • Acce­si­bil­i­dad: disponi­bil­i­dad del tex­to completo.
  • Bases de datos: Web of Sci­ence, Sco­pus y Dial­net.

Tras aplicar los dos fil­tros ini­ciales, se obtu­vieron 22.974 resul­ta­dos. Pos­te­ri­or­mente, se ajustó el ran­go tem­po­ral (2019–2024), reducien­do la mues­tra a 5.905 resul­ta­dos. La búsque­da se afinó aún más selec­cio­nan­do áreas de inves­ti­gación rel­e­vantes, como Psi­cología, Tra­ba­jo Social, Soci­ología, Cien­cias Sociales y Prob­le­mas Sociales, lo que redu­jo la mues­tra a 1.548 resul­ta­dos en Web of Sci­ence.

El mis­mo pro­ced­imien­to se replicó en otras bases de datos:

  • En Sco­pus, se obtu­vieron 131 resultados.
  • En Dial­net, se selec­cionaron 140 artículos.

Final­mente, se revis­aron los títu­los y resúmenes de los artícu­los recopi­la­dos para descar­tar aque­l­los que no respondier­an a los obje­tivos de la revisión. De los 72 artícu­los revisa­dos a tex­to com­ple­to, se selec­cionaron 18 que cumplían con los cri­te­rios estable­ci­dos (ver figu­ra 1).

Resul­ta­dos

El análi­sis de las inves­ti­ga­ciones selec­cionadas rev­ela que Esta­dos Unidos lid­era en pub­li­ca­ciones cien­tí­fi­cas sobre esta temáti­ca, con un total de 9 artícu­los, segui­do por Reino Unido con 2 pub­li­ca­ciones. País­es europeos como Italia, Polo­nia, Litu­a­nia y Ale­ma­nia pre­sen­tan una rep­re­sentación menor, con un artícu­lo cada uno. En tér­mi­nos regionales, la may­oría de las pub­li­ca­ciones provienen de Esta­dos Unidos (50%) y Europa (22%), segui­dos por Reino Unido y Asia, ambos con un 11%. Por últi­mo, Oceanía apor­ta una úni­ca inves­ti­gación, rep­re­sen­tan­do el 6% del total.

Figu­ra 1. Dia­gra­ma de flu­jo. Elab­o­ración propia

En los últi­mos 20 años, se ha obser­va­do un aumen­to en la pro­duc­ción cien­tí­fi­ca, refle­ja­do en las inves­ti­ga­ciones selec­cionadas. En 2023 se pub­licó el may­or número de estu­dios (5, equiv­a­lente al 27,78%), segui­do de 2022, 2021 y 2020, con 4 pub­li­ca­ciones por año (66,66% en total). En 2024 se reg­istró solo una pub­li­cación (5,56%). Este aumen­to en 2023 podría estar rela­ciona­do con el fin de la pan­demia de Covid-19, que quizás causó un descen­so tem­po­ral en la pro­duc­ción cien­tí­fi­ca debido a su impacto global.

En cuan­to a las car­ac­terís­ti­cas de la mues­tra, el 22% de los estu­dios se cen­tra en adul­tos que han exper­i­men­ta­do un due­lo reciente por pér­di­da físi­ca, mien­tras que un 16% abor­da la dis­olu­ción de rela­ciones y otro 16% la pér­di­da de un cónyuge o pare­ja román­ti­ca. Un 11% estu­dia a cuidadores de per­sonas enfer­mas, un 11% a estu­di­antes uni­ver­si­tar­ios que enfrentaron la muerte de un ser queri­do y otro 11% a quienes perdieron a un ser queri­do por Covid-19. Los artícu­los restantes anal­izan casos especí­fi­cos, como prog­en­i­tores que han per­di­do un hijo (5%) y pacientes con cáncer (5%)

La may­oría de los estu­dios se enfo­can en adul­tos, prob­a­ble­mente porque este grupo tiene una may­or prob­a­bil­i­dad de haber exper­i­men­ta­do pér­di­das sig­ni­fica­ti­vas, lo que lo con­vierte en un suje­to cen­tral para explo­rar la relación entre apego y due­lo. Asimis­mo, aunque las mues­tras incluyen a hom­bres y mujeres, existe una lig­era preva­len­cia de mujeres en los estu­dios revisa­dos, lo cual des­de la per­spec­ti­va de los autores podría estar condi­ciona­do en que las mujeres son más propen­sas a ten­er una aper­tu­ra a niv­el emo­cional y par­tic­i­par en inves­ti­ga­ciones de esta temática.

Respec­to al tamaño de la mues­tra, la may­oría de los artícu­los selec­ciona­dos cuen­tan con más de 100 par­tic­i­pantes, excep­to los estu­dios de Manevich et al. (2023) y Lud­wikows­ka (2020). Una par­tic­u­lar­i­dad desta­ca­da es el estu­dio alemán de Philipp et al. (2022), que anal­iza un úni­co caso de un paciente con cáncer ter­mi­nal. Este paciente, con apego evi­ta­ti­vo, expresó un deseo de muerte acel­er­a­da, rela­ciona­do con su temor a vol­verse depen­di­ente debido a la enfermedad.

Es rel­e­vante destacar algunos de los instru­men­tos más uti­liza­dos en las inves­ti­ga­ciones selec­cionadas, pues demues­tran su validez y rel­e­van­cia den­tro de la comu­nidad cien­tí­fi­ca para estu­dios de esta nat­u­raleza. Entre estos se encuen­tra, en primer lugar, el Expe­ri­ences in Close Rela­tion­ship (ECR), un cues­tionario dis­eña­do para medir los esti­los de apego en adul­tos, se uti­lizó en 9 de los estu­dios selec­ciona­dos. En segun­do lugar, el Inven­to­ry of Com­pli­cat­ed Grief (ICG), que evalúa el due­lo com­pli­ca­do en adul­tos, se empleó en 5 de estas inves­ti­ga­ciones. Y en ter­cer lugar, el Pro­longed Grief Dis­or­der (PG-13), que mide el trastorno de due­lo com­pli­ca­do, se uti­lizó en 4 de los estu­dios analizados.

Los resul­ta­dos de los estu­dios que explo­ran la relación entre los esti­los de apego y la gestión del due­lo se pre­sen­tan de man­era detal­la­da en la tabla 1.

Tabla 1. Resultados de los estudios seleccionados. Elaboración propia
AUTORES Y PAÍSES MUESTRA OBJETIVOS INSTRUMENTOS RESULTADOS
Sochos y Aleem (2021),

UK

N = 133 padres de jóvenes que habían exper­i­men­ta­do la pér­di­da de un ser querido.

N= 101 padres de jóvenes sin expe­ri­en­cia de duelo.

Analizar el impacto del esti­lo de apego de los padres y el due­lo com­pli­ca­do en la adaptación de los jóvenes al pro­ce­so de duelo. Strenghths and Dif­fi­cul­ties Ques­tion­naire (SDQ): Está com­puesto por 25 ítems que miden el com­por­tamien­to de los jóvenes y sus prob­le­mas emocionales.

Child Stress Dis­or­ders Check­list (CSDC): Está com­puesto por 36 ítems que miden el estrés pos­traumáti­co en jóvenes.

Expe­ri­ence in Close Rela­tion­ships Ques­tion­naire (ECRQ): Está com­puesto por 18 ítems que miden el apego en adul­tos. Se uti­liza una escala de tipo Likert.

Inven­to­ry of Com­pli­cat­ed Grief (ICG): Está com­puesto por 19 ítems que miden el due­lo com­pli­ca­do en adul­tos. Se uti­liza una escala de tipo Likert.

Los jóvenes en due­lo exper­i­men­ta­ron may­ores prob­le­mas de exter­nal­ización e inter­nal­ización de sus emo­ciones cuan­do fueron cri­a­dos por prog­en­i­tores con apego ansioso.

Si los prog­en­i­tores pre­sen­tan un menor gra­do de apego evi­ta­ti­vo, los jóvenes en due­lo pre­sen­tan menos prob­le­mas de exter­nal­ización que aque­l­los que no están atrav­es­an­do un duelo.

La vul­ner­a­bil­i­dad psi­cológ­i­ca en los jóvenes que atraviesan un due­lo se aso­cia con un esti­lo de apego parental inseguro.

Jan­shen et al., (2024),

UK

N= 225 adul­tos holan­deses en duelo. Inves­ti­gar las aso­cia­ciones exis­tentes entre el apego ansioso, el apego evi­ta­ti­vo y los sín­tomas de due­lo prolongado. Cues­tionario sociode­mográ­fi­co pro­pio dis­eña­do para el estudio.

The Revised Expe­ri­ences in Close Rela­tion­ships (ECR): Está com­puesto por 18 ítems rela­ciona­dos con el apego ansioso y 18 ítems con el apego evitativo.

The Inven­to­ry of Com­pli­cat­ed Grief (ICG‑R): Está com­puesto por 30 ítems que miden el due­lo complicado.

El apego ansioso y evi­ta­ti­vo se rela­cio­nan simultánea y lon­gi­tu­di­nal­mente con sín­tomas de due­lo prolongado.

El apego inse­guro no agra­va los sín­tomas de due­lo pro­lon­ga­do con el paso del tiempo.

Glick­man (2021),

EEUU

N= 974 estudiantes. Explo­rar la tasa de trastorno de due­lo pro­lon­ga­do (Pro­longed Grief Dis­or­der (PGD)) y los fac­tores aso­ci­a­dos en una mues­tra grande de estu­di­antes universitarios. The Inven­to­ry of Com­pli­cat­ed Grief (ICG): Está com­puesto por 19 ítems de sín­tomas de due­lo con­sid­er­a­dos clíni­ca­mente perjudiciales.

Work and Social Adjust­ment Scale (WSAS): Com­puesto por 5 ítems que miden la inter­fer­en­cia del due­lo en el fun­cionamien­to diario.

Social Sup­port Sur­vey (SSS): Com­puesto por 19 ítems que evalúan el apoyo social percibido en cua­tro dimen­siones: emocional/informacional, tan­gi­ble, afec­ti­vo e inter­ac­ción social positiva.

Expe­ri­ences in Close Rela­tion­ships Scale — Short Ver­sion (ECR-SV): Com­puesto por 12 ítems que miden ansiedad y evitación en el apego.

El apego ansioso aumen­ta la vul­ner­a­bil­i­dad a las com­pli­ca­ciones de duelo.
Yildirim (2023),

Turquía

N= todos aque­l­los pacientes que acud­ieron a la clíni­ca de psiquia­tría ambu­la­to­ria del hos­pi­tal Estatal entre mar­zo de 2022 y sep­tiem­bre de 2021 con un famil­iar de primer gra­do que hubiera fal­l­e­ci­do en los últi­mos 14–24 meses. Eval­u­ar la preva­len­cia del PGD en pacientes psiquiátri­cos ambu­la­to­rios y el efec­to de la pan­demia de COVID-19 en el pro­ce­so de duelo. Cues­tionario sociode­mográ­fi­co dis­eña­do para el estudio.

Escala de due­lo pro­lon­ga­do (PG):Con­s­ta de 13 pre­gun­tas, 2 de ellas son de respues­ta sí/no y 11 son de escala tipo Likert.

Los pacientes con PGD tienen pun­tua­ciones de apego ansioso sig­ni­fica­ti­va­mente más altas que los pacientes sin PGD.

La depre­sión, el insom­nio y el apego ansioso fueron más comunes en pacientes con PGD.

Manevich et al. (2023),

Israel

N= grupo con­trol de 32 esposas y 62 esposas que viv­en con una per­sona con demencia. Val­i­dar empíri­ca­mente los com­po­nentes del mod­e­lo de due­lo por demen­cia para iden­ti­ficar fac­tores salud­ables y de ries­go para respues­tas de due­lo desadaptativas. Cues­tionario Demográ­fi­co pro­pio dis­eña­do para la investigación.

Cues­tionario de Salud Físi­ca (PHQ); evalúa la salud físi­ca del cónyuge cuidador. Com­puesto por 9 ítems de escala Lik­ert de 3 puntos.

Encues­ta de apoyo social (MOS-SS): Com­puesto por 19 ítems de autoin­forme de escala tipo Lik­ert de 5 puntos.

Inven­tario de Con­duc­tas Prob­lemáti­cas (PBI): mide con­duc­tas prob­lemáti­cas en pacientes con Alzheimer. Con­s­ta de 14 ítems.

Inven­tario de Car­ga Obje­ti­va (OBI): Mide la car­ga obje­ti­va rela­ciona­da con las car­ac­terís­ti­cas del cuidado.

Escala de Expe­ri­en­cias en Rela­ciones Estre­chas (ECRS): Com­puesto por 12 ítems que abor­dan la ansiedad y la evitación a través de una escala de tipo Lik­ert de 7 puntos.

Las difi­cul­tades gen­erales de apego y un apego ansioso se aso­cian sig­ni­fica­ti­va­mente con un may­or ries­go de sufrir un may­or due­lo por fal­l­ec­imien­to a causa de la demencia.

El apego seguro mues­tra una may­or resilien­cia ante even­tos estresantes.

El apego seguro está rela­ciona­do con un may­or bien­es­tar del cuidador prin­ci­pal y pro­mueve la capaci­dad de brindar apoyo y cuida­do a los demás.

Zheng et al., (2023),

EEUU

N= 183 par­tic­i­pantes que habían exper­i­men­ta­do la muerte de su úni­co hijo hacia al menos seis meses. Abor­dar la brecha de conocimien­to que existe sobre el due­lo de los padres que han exper­i­men­ta­do la muerte de su úni­co hijo, inves­ti­gan­do los fac­tores aso­ci­a­dos con sín­tomas de due­lo prolongado. Cues­tionario de Escalas de Rela­ciones (RSQ): Está com­puesto por 30 ítems en una escala de 5 pun­tos que con­s­ta de 4 cat­e­gorías de esti­lo de apego personal.

Inven­tario Breve Cope (BCI): Se uti­liza para medir las estrate­gias de afrontamien­to. Está com­puesto por 28 ítems de escala de 4 puntos.

Escala de Expe­ri­en­cia Espir­i­tu­al Diaria (DSES): se usa para medir el gra­do de espir­i­tu­al­i­dad de la per­sona entre­vis­ta­da. Está com­puesto por 16 ítems.

Escala Mul­ti­di­men­sion­al de Apoyo Social Percibido (MSPSS): está com­puesto por 12 ítems que se cal­i­f­i­can en una escala de 7 puntos.

Cues­tionario de due­lo pro­lon­ga­do (PG): for­ma­do por 13 ítems. 11 de ellos de escala tipo Lik­ert de 5 puntos.

El grupo con PGD obtu­vo una pun­tuación más alta en apego inse­guro que el grupo sin PGD.

Ten­er un esti­lo de apego inse­guro se aso­cia con un may­or niv­el de gravedad de duelo.

La reduc­ción del apego evi­ta­ti­vo da lugar a una reduc­ción de los sín­tomas de duelo.

Lom­bar­do et al. (2023),

Italia

N= 102 cuidadores de pacientes con cáncer terminal. Explo­rar la inter­relación entre las dimen­siones de esti­lo de apego, men­tal­ización, preparación para la muerte y la gravedad de sín­tomas especí­fi­cos de due­lo pre­vio a la pérdida. Cues­tionario de Esti­lo de Apego (ASQ): for­ma­do por 40 ítems de escala tipo Lik­ert que mide cin­co dimen­siones difer­entes del apego.

Cues­tionario de Men­tal­ización Mul­ti­di­men­sion­al (MMQ): For­ma­do por 33 ítems de escala Lik­ert de 5 puntos.

Cues­tionario de trastorno de due­lo pro­lon­ga­do (PG): está com­puesto por 12 ítems que evalúan el diag­nós­ti­co de trastorno de duelo.

La pre­ocu­pación por las rela­ciones y la necesi­dad de aprobación en cuidadores con apego ansioso se aso­cian con difi­cul­tades para seguir ade­lante tras la pér­di­da y con­fusión de roles en la vida.

El apego ansioso se aso­cia con for­mas desadap­ta­ti­vas de afrontar la pér­di­da de un ser queri­do debido al cáncer.

Las per­sonas con apego ansioso tien­den a reac­cionar de man­era exager­a­da ante situa­ciones dolorosas o estre­santes, inclu­so sin ame­nazas reales.

Los cuidadores con apego ansioso pueden vol­verse exce­si­va­mente depen­di­entes del paciente, lo que difi­cul­ta su capaci­dad para con­fi­ar en los demás tras la pérdida.

Los cuidadores con apego evi­ta­ti­vo pueden exper­i­men­tar un aumen­to de los sín­tomas del due­lo antes y después de la pér­di­da, ya que tien­den a dis­o­ciar o min­i­mizar sus emo­ciones, lo que difi­cul­ta un afrontamien­to adap­ta­ti­vo a largo plazo.

Lud­wikows­ka (2020),

Polo­nia

N= 60 mujeres que exper­i­men­ta­ron la pér­di­da de su cónyuge en un peri­o­do de 1,2 a 9 años. Ver­i­ficar la relación entre el esti­lo de apego glob­al (las dimen­siones de evitación y ansiedad) y la gravedad del due­lo com­pli­ca­do en mujeres viudas. Inven­tario de due­lo com­pli­ca­do (ICG): com­puesto por 19 ítems.

Expe­ri­en­cia en Rela­ciones Estre­chas – Revisa­da (ECR): com­puesto por 36 ítems, la mitad de ellas hacen ref­er­en­cia al apego y la otra mitad a la dimen­sión de evitación. Se uti­liza para medir el esti­lo de apego.

El apego ansioso y el tiem­po tran­scur­ri­do des­de la muerte del cónyuge son pre­dic­tores impor­tantes del due­lo complicado.

El apego evi­ta­ti­vo no es un pre­dic­tor sig­ni­fica­ti­vo de due­lo complicado.

Los indi­vid­u­os con altos nive­les de apego ansioso nece­si­tarán un may­or apoyo para poder reor­ga­ni­zar su vida y afrontar la pér­di­da del ser querido.

Cesur y Ari (2022),

EEUU

N= 206 par­tic­i­pantes > 18 años Iden­ti­ficar la relación exis­tente entre la pri­vación de dere­chos de uno mis­mo y de los demás con el apego y el apoyo social percibido. For­mu­la­rio breve de la escala de expe­ri­en­cias en rela­ciones cer­canas (ECR-SF): se uti­liza para medir el apego adul­to. Con­s­ta de 12 ítems de escala tipo Lik­ert de cin­co puntos.

Escala Mul­ti­di­men­sion­al de Apoyo Social Percibido (MSPSS): sirve para eval­u­ar el apoyo social recibido por el indi­vid­uo. Se uti­liza escala de tipo Lik­ert de 12 ítems.

Los indi­vid­u­os con un alto esti­lo de apego ansioso eval­u­aron que sus cono­ci­dos no recono­cen su pér­di­da y no perciben apoyo social por su parte.

El apego evi­ta­ti­vo, el reconocimien­to de la pér­di­da de la mas­co­ta y el due­lo por uno mis­mo y un ami­go y el dere­cho al apoyo social y pro­fe­sion­al se han rela­ciona­do positivamente.

Gegieck­aite y Kazlauskas (2020),

Litu­a­nia

N= 244 personas Pro­bar el papel medi­ador de las difi­cul­tades de reg­u­lación de las emo­ciones entre los sín­tomas del trastorno de due­lo pro­lon­ga­do y tres fac­tores de ries­go: neu­roti­cis­mo, apego evi­ta­ti­vo y apego ansioso. Pro­longed Grief Dis­or­der (PG-13): Medi­da de autoin­forme que con­s­ta de 13 ítems, 2 evalúan la angus­tia por sep­a­ración, 9 los sín­tomas cog­ni­tivos, con­duc­tuales y emo­cionales del due­lo y 3 que evalúan los sín­tomas de la angus­tia por separación.

Cues­tionario de Expe­ri­en­cias en Rela­ciones Estre­chas-Estruc­tura de Rela­ciones (ECR-RS): evalúa la ansiedad rela­ciona­da con el apego y la evitación. Está for­ma­do por 9 ítems, 6 de ellos miden la evitación y 3 la ansiedad.

Difi­cul­tades en la reg­u­lación de las emo­ciones (DERS): mide la flex­i­bil­i­dad y adapt­abil­i­dad de la reg­u­lación de las emo­ciones eval­u­an­do las difi­cul­tades en seis habil­i­dades reg­u­la­to­rias. Está com­puesto por 28 ítems de escala tipo Likert.

El apego puede ser una vari­able medi­ado­ra al ges­tionar las emo­ciones durante el due­lo, por lo que puede derivar en un due­lo prolongado.

Los indi­vid­u­os con apego inse­guro tienen difi­cul­tades en otras dimen­siones de la reg­u­lación de las emo­ciones, lo que podría con­ducir tam­bién a un due­lo prolongado.

Katz­man y Papouch­is (2021),

EEUU

N= 146 par­tic­i­pantes, 83 mujeres y 60 hom­bres entre 19 y 65 años. Com­pren­der mejor las expe­ri­en­cias de due­lo de aque­l­las per­sonas que perdieron a un ser queri­do a causa del COVID-19. Inven­tario de due­lo revisa­do de Texas (TRIG): medi­da de autoin­forme que evalúa la reac­ción de due­lo de un indi­vid­uo. Está com­puesto por 21 pre­gun­tas de tipo Lik­ert de 5 puntos. Los indi­vid­u­os con un niv­el de apego ansioso menor pre­sen­tan una gestión del due­lo más adecuada.

Las per­sonas con apego ansioso tienen más difi­cul­tades para afrontar la sep­a­ración y el aban­dono, por lo que la pan­demia agravó su due­lo al no poder des­pedirse de una man­era ade­cua­da de sus seres queridos.

Smigel­sky et al. (2020),

EEUU

N= 385 estu­di­antes uni­ver­si­tar­ios en due­lo que habían per­di­do a un ser queri­do en los dos últi­mos años. Eval­u­ar el apego al fal­l­e­ci­do en relación con el esti­lo de apego que la per­sona presente.

Inves­ti­gar cómo inter­ac­túan el apego al fal­l­e­ci­do y la cal­i­dad de la relación para pre­de­cir los resul­ta­dos del duelo.

Inven­tario de due­lo traumáti­co (ITG): mide la gravedad de los sín­tomas del due­lo. Escala de tipo Lik­ert de 5 puntos. El esti­lo de apego y la cal­i­dad de la relación inter­ac­túan de man­era sig­ni­fica­ti­va para pre­de­cir el ries­go de gravedad del duelo.

Los indi­vid­u­os con apego ansioso tienen may­or ries­go de sufrir un due­lo complicado.

Black et al. (2022),

Canadá

N= 168 res­i­dentes de EEUU que habían exper­i­men­ta­do la muerte de una pare­ja román­ti­ca en los últi­mos 12–24 meses.

N= 199 res­i­dentes de EEUU que habían exper­i­men­ta­do muerte de una mas­co­ta en los seis meses anteriores.

N= 226 res­i­dentes de EEUU que habían sufri­do un abor­to espon­tá­neo o una muerte fetal durante el año anterior.

Exam­i­nar si los vín­cu­los con­tin­u­os facil­i­tan la adaptación al duelo. Con­tin­u­ing Bonds Scale (CBS)

Inven­tario de due­lo traumáti­co (ITG)

Expe­ri­en­cias en Rela­ciones Cercanas

Especí­fi­cas (ECR‑S)

Subescala de Aper­tu­ra a la Expe­ri­en­cia (OTE) del Inven­tario de Per­son­al­i­dad HEXACO.

Cues­tionario demográ­fi­co elab­o­ra­do por los investigadores.

Un apego seguro hacia el fal­l­e­ci­do se rela­ciona como indi­cador de adaptación pos­i­ti­va al duelo.
Fran­co y Sánchez (2019),

EEUU

N= 547 per­sonas res­i­dentes en Ciu­dad de Méx­i­co que habían sido dejadas por su pareja. Iden­ti­ficar la relación entre los esti­los de apego y las premisas

históri­co-socio­cul­tur­ales (PHSC) del due­lo román­ti­co con las estrate­gias de rompimien­to percibidas.

Escala de premisas históri­co-socio­cul­tur­ales del due­lo román­ti­co: Evalúa la man­era en la que una per­sona que está atrav­es­an­do un due­lo román­ti­co debe pen­sar. Escala de tipo Lik­ert de 5 puntos.

Escala de esti­los de apego adul­to: con­s­ta de 18 ítems de escala Lik­ert de 5 puntos.

Escala de estrate­gias de rompimien­to amoroso en aban­don­a­dos: con­s­ta de 41 ítems de respues­ta tipo Lik­ert de 5 puntos.

El par­tic­i­pante que tiene apego ansioso-ambiva­lente percibe que su expare­ja mostró un gran desin­terés y fue cor­tante al ter­mi­nar la relación.

En una per­sona que pre­sen­ta apego ansioso-ambiva­lente habrá sen­timien­tos de inqui­etud per­ma­nen­te­mente al ser dejados.

Philipp et al. (2022),

Ale­ma­nia

N= 8 sesiones de psi­coter­apia de un paciente con cáncer avanzado. Mostrar cómo su patrón de apego se tradu­jo en las sesiones de ter­apia e iden­ti­ficar temas repeti­dos y prob­le­mas relacionales. Escala de Expe­ri­en­cias en Rela­ciones Estre­chas (ECR): escala de tipo Lik­ert de 7 puntos. Los pacientes con apego evi­ta­ti­vo con cáncer ter­mi­nal expre­san un deseo de muerte acel­er­a­da para recuperar

El con­trol de su vida cuan­do aumen­ta su depen­den­cia debido a la enfermedad.

Civilot­ti et al. (2021),

EEUU

N= 448 par­tic­i­pantes (303 mujeres y 145 hom­bres) con edades com­pren­di­das entre 26 y 37 años, que habían exper­i­men­ta­do una dis­olu­ción de relación. Inves­ti­gar la adop­ción de com­por­tamien­tos disfuncionales

poco después de la dis­olu­ción de una relación.

Cues­tionario de relación (RQ): her­ramien­ta para medir el apego des­de una per­spec­ti­va categóri­ca y adimensional. Las per­sonas con un esti­lo de apego inse­guro, además de otros fac­tores como un menor niv­el educa­ti­vo y/o el tipo de relación, pueden influir en la adop­ción de may­ores com­por­tamien­tos dis­fun­cionales tras una ruptura.

El apego seguro parece ser un fac­tor pro­tec­tor en este tipo de situaciones.

Lykins et al. (2023),

Aus­tralia

N= 496 (303 mujeres y 145 hom­bres, con edades com­pren­di­das entre 26 y 37 años que habían exper­i­men­ta­do el fal­l­ec­imien­to de un ani­mal de com­pañía en los últi­mos tres años. Eval­u­ar las diver­sas con­tribu­ciones de la ansiedad y la evitación del apego, así como tam­bién la man­era en que los vín­cu­los con­tin­u­os inter­ac­túan con estos esti­los de apego, para pre­de­cir la gravedad del duelo. The Pet Attach­ment Ques­tion­naire (PAQ): está com­puesto por 26 ítems que miden el apego ansioso-ambiva­lente y el ansioso-evi­ta­ti­vo, real­izan­do pre­gun­tas sobre cómo se sen­tían cuan­do su mas­co­ta todavía esta­ba viva.

The Con­tin­u­ing Bonds Inven­to­ry (CBI): está for­ma­do por 14 ítems que miden la fuerza del vín­cu­lo que se man­tenía con la mascota.

The Pet Bereave­ment Ques­tion­naire (PBQ): con­for­ma­do por 16 ítems que miden el due­lo de los dueños a través del due­lo, la ira y la culpa.

El apego ansioso predice un due­lo más severo.

El apego evi­ta­ti­vo predice un due­lo menos severo.

LeRoy et al. (2020),

Esta­dos Unidos

N= 100 per­sonas que recien­te­mente (14 sem­anas máx­i­mo) habían exper­i­men­ta­do la pér­di­da de su cónyuge. Inves­ti­gar la aso­ciación entre las ori­enta­ciones del apego y la mala adaptación a la pér­di­da en per­sonas recien­te­mente afligidas. Expe­ri­en­cias en rela­ciones cer­canas – estruc­turas de relación cues­tionar­ios (ECR-RS): Se usa para medir la ansiedad y evitación del apego. Se uti­liza escala de tipo Lik­ert de 7 puntos.

Inven­tario de Due­lo Com­pli­ca­do (ICG): para medir el gra­do en el que las per­sonas par­tic­i­pantes exper­i­men­ta­ron sín­tomas de due­lo. Con­s­ta de 19 ítems en una escala de fre­cuen­cia de 0 (nun­ca) a 4 (siem­pre)

Nive­les más altos de apego ansioso se aso­cian con may­ores sín­tomas de duelo.

Los par­tic­i­pantes con un alto niv­el de apego evi­ta­ti­vo demostraron ten­er menores sín­tomas de duelo.

Discusión

En los estu­dios revisa­dos, se sostiene que el apego ansioso-ambiva­lente está vin­cu­la­do a un due­lo más severo y pro­lon­ga­do (Sochos y Aleem, 2021; Jan­shen et al., 2024; Glick­man, 2021; Yildirim, 2023; Manevich et al., 2023; Lom­bar­do et al., 2023). Esto puede expli­carse por el hecho de que las per­sonas con este tipo de apego tien­den a rumi­ar sobre la pér­di­da, pre­sen­tan­do difi­cul­tades tan­to para inter­nalizar como para exter­nalizar las emo­ciones que sur­gen durante el pro­ce­so de duelo.

Por el con­trario, el apego evi­ta­ti­vo se vin­cu­la con un due­lo menos severo (Sochos y Aleem, 2021; Jan­shen et al., 2024; Lom­bar­do et al., 2023; Lud­wikows­ka, 2020; Cesur y Ari, 2022; Smigel­sky et al., 2020; Lykins et al., 2023). Las per­sonas con este tipo de apego sue­len man­i­fes­tar menos difi­cul­tades para acep­tar la pér­di­da, ya que evi­tan rumi­ar sobre ella o hablar al respec­to, lo que puede dar la impre­sión de que no están afec­tadas por el due­lo. Esta ten­den­cia a dis­o­cia­rse y reprim­ir los sen­timien­tos hace que las per­sonas con apego evi­ta­ti­vo parez­can menos vul­ner­a­bles a los efec­tos de la pér­di­da. Sin embar­go, se argu­men­ta que este esti­lo de apego puede gener­ar com­pli­ca­ciones a largo pla­zo (Lom­bar­do et al., 2023), ya que lo que no se proce­sa en el momen­to puede retrasar el due­lo y difi­cul­tar su gestión. Dado este posi­ble impacto diferi­do sería recomend­able realizar estu­dios lon­gi­tu­di­nales con per­sonas que pre­sen­tan este tipo de apego, con el fin de eval­u­ar con may­or pre­cisión su influ­en­cia en el afrontamien­to del due­lo a lo largo del tiempo.

Por otro lado, las per­sonas con un apego seguro son las que pare­cen ten­er una gestión del due­lo más adap­ta­ti­va (Black et al., 2022; Civilot­ti et al., 2021) pues tien­den a acep­tar y super­ar la pér­di­da en un tiem­po apropi­a­do, expre­san­do las emo­ciones de man­era salud­able y bus­can­do fig­uras de apoyo en las que poder respaldarse.

Sin embar­go, cabe destacar que los resul­ta­dos obtenidos indi­can que el tipo de apego no es un fac­tor deter­mi­nante en la gestión del due­lo, sino que es uno de los diver­sos fac­tores que pueden influir en esto (Cesur y Ari, 2022; Smigel­sky et al., 2020). Como sucede con el apoyo social del que se dispone en el momen­to, la cal­i­dad de la relación que se man­tenía con la per­sona fal­l­e­ci­da y/o las expe­ri­en­cias pre­vias de pérdida.

Se debe destacar que este estu­dio no está exen­to de lim­ita­ciones metodológicas:

  1. En la mues­tra de las inves­ti­ga­ciones selec­cionadas existe una sobr­errep­re­sentación femeni­na, lo que podría gener­ar un ses­go de los resul­ta­dos obtenidos.
  2. En la may­oría de las inves­ti­ga­ciones no se especi­fi­ca el tipo de fal­l­ec­imien­to, por lo que puede ser un fac­tor que se esté pasan­do por alto y que puede resul­tar rel­e­vante iden­ti­ficar en próx­i­mas investigaciones.
  3. Cabe especi­ficar y con­sen­suar el sig­nifi­ca­do del tér­mi­no “due­lo com­pli­ca­do” para una com­pren­sión más pre­cisa del concepto.
  4. Incluir otros fac­tores que pueden influir en la gestión del due­lo, como puede ser el apoyo social percibido, el tipo de relación, el tiem­po y/o el tipo de pérdida.
  5. Otra lim­itación metodológ­i­ca a con­sid­er­ar es la fal­ta de especi­fi­cación en algunos estu­dios sobre cómo se eval­uó el apego, ya que la vari­abil­i­dad en los instru­men­tos y enfo­ques uti­liza­dos podría afec­tar la com­para­ción y gen­er­al­ización de los resultados.

En defin­i­ti­va, los hal­laz­gos sug­ieren que, si bien el esti­lo de apego jue­ga un papel rel­e­vante en el pro­ce­so de due­lo, es cru­cial explo­rar y con­sid­er­ar otros fac­tores que influyen en la capaci­dad de las per­sonas para afrontar estas expe­ri­en­cias, a fin de pro­por­cionar un análi­sis más com­ple­to y desar­rol­lar estrate­gias de inter­ven­ción más efectivas.

Referencias bibliográficas

Ainsworth, M. S., & Bowl­by, J. (1991). An etho­log­i­cal approach to per­son­al­i­ty devel­op­ment. Amer­i­can Psy­chol­o­gist, 46(4), 333–341. https://doi.org/10.1037/0003–066X.46.4.333

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