Armando Sánchez Gutiérrez
Rutilo Castrejón Casarrubias
México
Resumen
En esta sociedad contemporánea, inédita en los registros históricos de la humanidad, donde fenómenos socio culturales recientes hacen su aparición, situaciones que se manifiestan pertinentes, después de la aparición del Covid-19, resulta indispensable reanudar y reforzar el lazo social. Ello, en un periodo de incertidumbres, siendo que ha cambiado la manera de relacionarnos, en estos momentos de pos-confinamiento, hacen su aparición conductas y actitudes disruptivas al interior del aula, las mismas que son abordadas desde una metodología de investigación incluyente, integral, ecléctica, que nos posibilitan acceder a instrumentar desde la perspectiva subjetiva y del mismo modo desde la intersubjetividad, los efectos socioemocionales derivados de la pandemia. De igual manera, esta propuesta en la cual gira el presente artículo, se presenta como una alternativa epistemológica a los imperativos sociales de esta época.
Palabras clave: covid 19, sociedad, interdisciplinariedad
Abstract
In this contemporary society, unprecedented in the historical records of humanity, where recent socio-cultural phenomena make their appearance, a situation that is more pertinent, after the appearance of Covid-19, it is essential to resume and strengthen the social bond. This, in a period of uncertainties, being that the way we relate to each other has changed, in these post-confinement times, disruptive behaviors and attitudes appear inside the classroom, which are approached from an inclusive, comprehensive, eclectic research methodology, which allow us to access instrumentation from the subjective perspective and in the same way from intersubjectivity. the socio-emotional effects derived from the Pandemic, Similarly, this proposal on which this article revolves, is presented as an epistemological alternative to the imperatives of this time.
Keywords: covid 19, society, interdisciplinarity
“Mejor pues que renuncie quien no pueda unir
a su horizonte la subjetividad de su época.
Descifrando la vida anímica pos-pandemia
La revista Alternativas Cubanas en Psicología, nos ha dado la oportunidad de presentar nuestras inquietudes acerca del malestar emocional post pandemia, ahora desde el aspecto metodológico. Ya que el contexto actual en que se sitúa el congreso, es un momento muy particular a nivel regional e incluso planetario. Por lo que, el objetivo del presente texto es hacer una reflexión sobre la función subjetiva y social en la vida comunitaria, ya que con el agravante de seguir transitando un periodo de incertidumbre del cual no conocemos su final, se hace más pertinente su inclusión en estos foros académicos. Esto en un recorrido, del cual vamos a desplegar aquí tan solo una parte de toda su complejidad, siendo que en este trabajo se abordará el sustento subjetivo e intersubjetivo del proceso metodológico de la investigación.
Sin embargo, no resulta exagerado tomar en cuenta que nos hallamos ante un panorama desconocido que ha llegado para cuestionar el saber científico y poner en crisis ciertos paradigmas que servían de referencia, del mismo modo, a cuestionar nuestras vidas y expectativas de futuro.
Pero, antes de avanzar es necesario precisar dos puntos, de inicio, el análisis del problema es complejo y exige múltiples perspectivas, tanto en términos metodológicos, como teóricos, lo que nos condiciona a realizar un trabajo holístico, que nos posibilite acceder a instrumentar desde la perspectiva subjetiva y del mismo modo desde la intersubjetividad, los efectos socioemocionales derivados de la pandemia; de inicio, el saRs-cov‑2 aparece con variadas y por lo general, deformantes vestiduras imaginarias, con una visión simplista, una etiología reduccionista e incluso banal, como resultado de un desconocimiento de la etiología de la enfermedad.
Y segundo, consientes que, el saber social tiene carácter provisional, se presenta para ser cuestionado, rehacerlo, complejizarse y modificarlo las veces que se requiera. Sin embargo, debemos señalar, no es fácil poder construir saberes en medio de fenómenos sociales que aún no se han mostrado del todo, como es la pandemia que nos ha azotado. Por lo tanto, es pertinente su abordaje desde esta perspectiva.
De ahí que, el presente artículo, en términos epistémicos, trata de un estudio de tipo teórico que se fundamenta desde un paradigma cualitativo, con una base teórica del construccionismo social, que busca identificar la etiología que le da vida al desarrollo de una realidad dialéctica, y nos muestra una serie de fenómenos sociales que caracterizan el lazo social contemporáneo, fuertemente afectados por una pandemia planetaria. Con el tema del aspecto metodológico, concepto central de nuestro aporte, se busca sustentar en la premisa epistémica de dos elementos: el subjetivo y el intersubjetivo, estos serían los ejes centrales de este ensayo, hecha esta salvedad…
Ahora, hablemos de etimología…
De inicio abordemos el aspecto subjetivo, en términos etimológicos, está vinculado a la cualidad del sujeto, lo subjetivo, en tanto, como adjetivo, encontramos su origen en el latín subjectivus, el cual refiere a lo que pertenece al sujeto y a una cierta manera de sentir y pensar que le es propia. Mismo concepto que nos posibilita explorar el papel de la emoción, los sentimientos y la voluntad (la irracionalidad), en la cotidianeidad de una sociedad posmoderna.
Como punto de partida, veamos el origen del concepto como estudio, lo encontramos a partir de Aristóteles, quien consideraba a la sustancia como sujeto de inherencia de sus propiedades, accidentes o predicados. Señalándolo con el término griego, hypokeimenon, que lo remite al sustrato sobre el cual se da lo demás, es pertinente señalar su carácter polisémico, ya que desde su origen tiene un enfoque ontológico (la sustancia como forma de la cosa) y en términos lingüísticos se considera la sustancia como sujeto de predicación.
Por lo tanto, podemos señalar que, con la subjetividad hablamos de la incorporación a la psiquis del sujeto, tanto de emociones y sentimientos al expresar ideas, como de pensamientos o percepciones en relación con objetos, experiencias, fenómenos o personas. De esta manera, la subjetividad es una cualidad humana, por extensión, inherente de la estructura psíquica social, siendo que es inevitable expresarla frente a la otredad. Mientras tanto, veamos que nos dice el enfoque social del concepto, dado que, avanzar hacia el análisis de la subjetividad comunitaria desde una perspectiva integral tiene como un inicio la estructura sociocultural del sujeto y por extensión el lazo social. Ahora veamos el siguiente concepto…
La Intersubjetividad… su pertinencia
No obstante, el segundo aspecto, es la intersubjetividad, en este marco conceptual se asume que esta es influenciada por elementos culturales, políticos y económicos desde donde se generan, y afectará, a su vez, a estos mismos factores, en un proceso dialéctico. Tal como señala Lacan en su trabajo Función y campo de la palabra y el lenguaje…
Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? (1988. p. 203)
En el enfoque de este trabajo, desde el punto del constructo social, se asume también como premisa que la intersubjetividad se refiere a la interpretación que un grupo, comunidad o sociedad tiene de la realidad. Esta misma depende de factores y experiencias individuales, pero, al vivir en sociedad, cada individuo se impregna de la representación social que se construye a su alrededor, en la cual la cultura como un hecho comunitario es resultado de un tipo de interpretación, valoración y percepción de una realidad emanada de una práctica conjunta. Aquí no podemos perder de vista, la función de la intersubjetividad, como base práctica de la diversidad cultural, tal como lo señala, Karol Wojtyla, en su obra la subjetividad y lo irreductible en el ser humano…
La antropología aristotélica tradicional se basaba, como sabemos, en la definición homo est animal rationale. Esta definición cumple con los requisitos de Aristóteles para definir la especie (ser humano) a través de su género próximo (ser vivo) y la característica que distingue a dicha especie en ese género (dotado de razón). Al mismo tiempo, sin embargo, la definición se construye de tal manera que excluye – cuando se toma simple y directamente– la posibilidad de acentuar lo irreducible en el ser humano. Implica –al menos a primera vista– la creencia en la reductibilidad del ser humano al mundo. La razón para mantener tal reductibilidad ha sido siempre la necesidad de entender al ser humano. Este tipo de entendimiento se podría definir como cosmológico (1975, p. 3)
En tanto, no podemos dejar de lado, que el término proviene del griego y significa, originalmente, μονάς monas, “unidad” de μόνος monos, “uno”, “solo”, “único”), la fuente, o el Uno, de acuerdo con la filosofía Pitagórica, fue un término para Dios o el primer ser o la unidad originaria, o para la totalidad de todos los seres, con el significado de sin división.
Del mismo modo, José Ortega y Gasset, en un fragmento célebre de su obra Meditaciones de Quijote, señala de manera puntual, “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, (2012, p. 12), así aportaba una suerte de conclusión acerca de la incidencia sobre el vínculo entre el sujeto y el lazo social.
Estas últimas observaciones nos orientan a distinguir las condiciones concernientes tanto al sujeto como al aspecto social del discurso que determinan este singular estado de cosas, de ahí que, buscando darle un rumbo epistemológico a nuestra propuesta metodológica, veamos otro aspecto…
Las Humanidades
El porqué de la pertinencia del estudio de las ciencias sociales como disciplinas académicas con un enfoque humanista. En la antigüedad, con el nacimiento de la filosofía occidental por parte de los llamados presocráticos, quienes vivieron aproximadamente entre los siglos vii y v a.c., fueron los primeros en cuestionar los mitos, mediante la búsqueda de explicaciones lógicas y racionales de la naturaleza, esto, mediante la observación y el razonamiento.
De manera general, podemos señalar que la ciencia busca proporcionar un marco epistémico para interpretar el mundo natural, pues bien, estas incluyen áreas científicas como la sociología, psicología, antropología, economía y ciencia política, que estudian la conducta humana, tanto como las estructuras sociales. En tanto, las humanidades se centran en la condición humana, los valores y la ética, su estructura teórica se compone de disciplinas como la filosofía, historia, literatura, arte y lingüística, enfocándose en el análisis crítico de la cultura y la experiencia humana. Generando con ello, una sinergia para el estudio de los fenómenos sociales y culturales. Ambas áreas se complementan y son esenciales para entender la complejidad de la sociedad contemporánea. Llegados a este punto…
¿Qué nos dice el perspectivismo?
Así las cosas, en función de trabajar con una metodología holística, incluyente, incorporamos un paradigma filosófico, que postula que la percepción y las ideas provienen de una perspectiva particular, resultado de conocimientos que se van sumando en su desarrollo comunitario. Entendiéndose que la existencia de una diversidad de esquemas conceptuales, dan vida a un sinfín de perspectivas, que condicionan los juicios de carácter reduccionistas, dogmáticas o verdades absolutas. Ahora bien, es pertinente señalar que el filósofo Gottifried Leibniz, es quien originalmente hace un planteamiento teórico a través del concepto que llamó mónada y, aquí lo define y escribe lo siguiente…
… un elemento último que forma el universo como una perspectiva del universo son substancias inmateriales por las que el universo está compuesto en términos del mundo dinámico, estas son acciones tales como: percibir, pensar o moverse”. Y así lo señala, “Una misma ciudad mirada desde diferentes lados parece completamente distinta y se multiplica perspectivamente … hay diferentes universos que, no obstante, son perspectivas distintas de unos solo, según los puntos de vista de cada mónada. (2021. p.246)
De aquí podemos deducir que, cada ser humano conoce la realidad según sus experiencias de vida y todo conocimiento está sujeto a dichas vivencias o perspectivas. En la búsqueda de nuestra verdad, llegaremos a ella a partir de la suma de todos nuestros referentes teóricos de determinada cuestión, no debemos dejar de lado que, cada perspectiva tiene un valor intrínseco (somos seres únicos) y la única perspectiva falsa es la que intenta ser una verdad absoluta. Por lo tanto, asumimos que esta perspectiva filosófica considera que cada ser humano interpreta la realidad desde sus circunstancias, como resultado de esa misma diversidad de interpretaciones, generando un enfoque interdisciplinario, tal como ahora veremos…
Interdisciplinariedad… su pertinencia
Interrogados por esta realidad y por sus dolorosos efectos pos-pandemia, el contexto científico se presenta más complejo y dinámico que nunca. De ahí la pertinencia de la interdisciplinariedad para entender el momento que vive el sujeto dentro del lazo social, ya que los retos contemporáneos, generados por la pandemia del covid 19, necesitan el trabajo conjunto de diversas disciplinas tales como: la sociología, biología, psicología, pedagogía, economía y algunos otros más, hoy la suma de diversos campos del conocimiento, con un enfoque holístico, se hace presente en la búsqueda de afrontar los enigmas epistémicos a cuestiones multifactoriales.
Rosario Mañalich, planteó en su investigación Interdisciplinariedad e intertextualidad: una ojeada desde la didáctica de la literatura, que “la interdisciplinariedad trata de los puntos de encuentro y cooperación de las disciplinas, de influencia que ejercen unas sobre otras desde diferentes puntos de vistas”. (1997, p. 3)
Ahora veamos que nos dice Jean Piaget, en su trabajo Psicología y epistemología, donde nos presenta el concepto, de esta manera…
… es un enfoque destinado a descongelar parcialmente el mundo y a conectar los “hoyos” de las disciplinas”. Las relaciones interdisciplinarias: son las que establecen una interacción entre dos o más disciplinas, de lo que resultará una intercomunicación y un enriquecimiento recíproco y, en consecuencia, una transformación de sus metodologías de investigación, una modificación de conceptos y terminologías fundamentales; así, entre las diferentes materias se dan intercambios mutuos y recíprocas integraciones de contenido (1971, p. 168)
Del mismo modo, en esta parte de nuestro estudio, aplicaremos una visión histórica reflexiva que nos comparte el Dr. Luis Tamayo, como propio de la práctica psicoanalítica. Dicho método es definido de la siguiente manera
Freud no estudiaba un objeto externo (como pretenden algunas posturas epistémicas), sino que lidiaba con una parte, oscura y enigmática, de sí misma, con una parte de su subjetividad reprimida. Freud, no era un sujeto que investigaba un objeto, sino un sujeto que se miraba a sí ante otro. Como se puede apreciar en el modelo epistémico freudiano se deja atrás el esquema que las ciencias utilizan para pensar la relación con su objeto. (2011, p. 69)
Es precisamente aquí que podemos conectar al psicoanálisis freudiano y la propuesta genética socio histórica cultural desde un enfoque psicoanalítico relacional. Ahora, iniciemos por los aportes del psicólogo vienés Sigmund Freud.
Psicoanálisis… su aporte al trabajo
En tanto, desde una perspectiva psicoanalítica, se propone abordar la temática situando la noción de la intersubjetividad como base de la estructura sociocultural y develando sus efectos tanto en el sujeto como en sus modos de hacer lazo. Por lo que, es pertinente hacer mención que, el discurso psicoanalítico no es predictivo, ya que no está del lado del anuncio del fin de la crisis, es decir que no vaticina sobre cómo será la sociedad pos-pandemia, del mismo modo, tampoco es prescriptivo, no da fórmulas, ni recetas sobre lo que deberían ser las habilidades sociales a futuro.
Cabe agregar que, este paradigma freudiano surge como una ruptura con los métodos empiristas de la época, tales como la observación, auscultación, diagnóstico y tratamiento de la medicina del siglo xix, en la búsqueda de lograr, un conocimiento objetivo, también en el campo de la psicoterapia. Generando un rompimiento epistemológico con la incorporación de la subjetividad en el terreno de la investigación. En él se destaca la importancia de los procesos inconscientes en la formación de esta, ya que considera que, las experiencias infantiles condicionan las percepciones y comportamientos adultos. Freud postuló que los conflictos internos y la frustración de los deseos reprimidos, influyen fuertemente en la interpretación de la realidad.
En el mismo tenor, Luis Tamayo en su obra, El Discipulado en la formación del psicoanalista, nos comparte, “el psicoanálisis no entrega saberes, técnicas ni bienestares (lo que no impide que emerjan como subrogados), está abocado a posibilitar la emergencia de la verdad, esa que siempre estuvo ahí, pero no alcanzaba a notarse por los velos (prejuicios) que la ocultaban”. (2014, p. 94)
En otras palabras, Freud postuló que nuestra conducta social estaba condicionada por factores instintivos, aunque al final de su obra empiezan a aparecer trabajos como el Malestar en la cultura (1930) y el Porvenir de una ilusión (1927) … que nos hablan de la influencia significativa en la conformación del ser social. Tal como se hace presente en su trabajo, Psicología de las masas y análisis del yo, donde expuso lo siguiente…
La oposición entre psicología individual y psicología social o colectiva, que a primera vista puede parecernos muy profunda, pierde gran parte de su significación en cuanto la sometemos a un más detenido examen. La psicología individual se concreta, ciertamente, al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar la satisfacción de sus instintos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas condiciones excepcionales, le es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus semejantes. En la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, “el otro”, como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado. Las relaciones del individuo con sus padres y hermanos, con la persona objeto de su amor y con su médico, esto es, todas aquellas que hasta ahora han sido objeto de la investigación psicoanalítica, pueden aspirar a ser consideradas como fenómenos sociales, situándose entonces en oposición a ciertos otros procesos, denominados, por nosotros, narcisistas, en los que la satisfacción de los instintos elude la influencia de otras personas o prescinde de éstas en absoluto. De este modo, la oposición entre actos anímicos sociales y narcisistas –Bleuler diría quizás: autísticos– cae dentro de los dominios de la psicología social o colectiva. (2021, p. 1)
Para continuar…
En tanto, que nos dice Fromm…
A lo dicho hasta aquí, podemos agregar, siguiendo la perspectiva psicoanalítica, que la teoría de Erich Fromm, que tenía sus referentes epistémicos en los trabajos de Sigmund Freud y Karl Marx, consideró que el primero enfatiza sobre los impulsos biológicos, la represión y otros factores de tipo inconsciente, con un peso menor a la influencia social. En otras palabras, lo original de Fromm, fue que añadió a estos dos sistemas condicionantes de la realidad algo bastante extraño a ellos: La influencia sociocultural, y que ahora abordamos…
Desde la visión del psicoanálisis social que sustenta Erich Fromm, quien parte del principio que considera al ser humano, modelado socialmente, a la vez que condicionado histórica y culturalmente, es como intentamos comprender los fenómenos psíquicos que aparecen en una sociedad posterior a la pandemia. Es pertinente, traer al debate, fenómenos socioculturales con los que hemos lidiado a lo largo de la historia de la humanidad tales como: la enajenación, angustia, miedo a la soledad y a la profundidad del pensamiento, la escasez de actividad y la falta de alegría, los cuales eran considerados por Freud, como consecuencia de una represión sexual del ser humano; al considerar que era el precio que teníamos que pagar por vivir en sociedad, y que Fromm, no compartía en su totalidad, ya que señalaba su génesis en factores socio-económicos y al igual, de la misma naturaleza humana. Los mismos que hoy se han acentuado en combinación con aquellos síntomas que nos dejó el Covid-19, tal como lo consigna la Unicef…
Entre los síntomas de la depresión se encuentran: tristeza o irritabilidad inusuales y persistentes; pérdida de interés en actividades que alguna vez se disfrutaron; cambios en el peso y en los patrones de sueño, pereza, así como sentimientos de inutilidad o desesperanza. La presencia de varios de estos síntomas, durante más de dos semanas, debe llevar a madres, padres o cuidadores a tomar medidas, señalan especialistas. (2021)
Del mismo modo, animaba a las personas a trascender lo que consideraba los determinismos que Freud y Marx les atribuían a la naturaleza humana. En esencia, Fromm hace de la idea de libertad, la característica central de la naturaleza humana, por lo tanto, vale la pena iniciar señalando, la aportación que realiza al estudio de la conducta social, ya que mediante la simbiosis de la teorías psicológicas Freudianas y las raíces económicas y culturales, tales como clase social, educación, antecedentes históricos y religiosos, además de otros, que influyen la personalidad desde la perspectiva de Marx, intenta explicar las conductas y actitudes del ser social. Lo cual va a posibilitar, el acceder a un entramado teórico, integral, incluyente, con el fin de encontrar la etiología de la construcción del ser comunitario.
Con este enfoque del teórico alemán, que plantea el desarrollo social del ser humano, posibilitando acceder a nociones más amplias de análisis, tales como los mecanismos psicológicos de carácter universal; como el inconsciente colectivo, mediante los cuales se busca rescatar y entender cómo funcionan de manera colectiva, del mismo modo, aquellos otros que se dan en procesos históricos concretos. Y así lo señaló Fromm…
Las fuerzas más poderosas que motivan la conducta del ser humano nacen de las condiciones de su existencia y de su situación humana, de ahí que busca un equilibrio entre las necesidades fisiológicas y la conciencia que desarrolla al tener contacto con las condiciones de su existencia. (1987, p. 31)
Y, a todo ello que nos dice Lev S. Vygotsky…
Teoría Genética socio histórica cultural.
La teoría genético socio histórico cultural, desarrollada por el psicólogo ruso, trata el estudio del desarrollo humano desde una perspectiva socio cultural. Del mismo, modo aborda la generación del conocimiento humano, adquirido mediante la interacción entre el sujeto, el otro y la comunidad.
Una de sus principales características es que considera que el aprendizaje y la cultura son procesos, constructos sociales, el enfoque de Vygotsky, plantea que el aprendizaje humano es un proceso activo y social que se da en el marco de la cultura y la historia. Según esta corriente, la adquisición de conocimientos y habilidades se da a través de la interacción con el entorno y con otras personas. En este sentido, la cultura es vista como un sistema de herramientas y signos que el individuo utiliza para comprender el mundo y comunicarse con los demás. El lenguaje, por ejemplo, es una herramienta fundamental en la construcción de conocimientos y en la organización del pensamiento interdependientes y que el individuo se desarrolla a través de la interacción social, misma que no se desarrolló durante la pandemia en los estudiantes, generando problemas graves en el desarrollo de las habilidades sociales. Continuando con el trabajo, veamos ahora…
La escuela de Frankfurt
En este punto, el desarrollo de este trabajo pasa necesariamente por recoger las propuestas teóricas de la escuela de Frankfurt, la cual, representa uno de los movimientos de carácter interdisciplinario más influyentes del siglo xx, con una diversidad de enfoques filosóficos y sociológicos, que cruzan desde aspectos sociales, económicos hasta culturales, siendo pertinente su incorporación al análisis de nuestra propuesta metodológica.
En relación con rompimientos epistemológicos significativos, la aparición de la Escuela de Frankfurt, en 1924, en el Instituto de Investigaciones Sociales de en Frankfurt del Mein, es una clara muestra de renovación del enfoque científico de la época. Esta corriente de pensamiento reúne a una diversidad de científicos sociales, tales como, Max Horkheimer, Theodor W. Adorno, Herbert Marcuse, Erich Fromm, Jürgen Habermas entre otros. El objetivo principal de sus trabajos fue renovar la doctrina marxista, dándole un cariz humanista, que les permitió desarrollar un proyecto crítico en franca oposición a filosofías dominantes en la época como el positivismo y el marxismo dogmático y la influencia económica de las relaciones capitalistas, primordialmente, buscaban interpretar cómo las estructuras culturales, ideológicas y subjetivas posibilitan la alienación y dominación del sujeto en las sociedades industriales. Es pertinente hacer mención que, uno de los principios teóricos giraba en torno a la crítica a la razón instrumental, como forma de racionalidad, desarrollado por Adorno y Horkheimer en su trabajo Dialéctica de la ilustración (1974), la cual, desde una visión psicoanalítica es un mecanismo de defensa que subordina el pensamiento a los medios, lejos de la emancipación del ser humano, sino, contribuyendo a diversas formas de opresión tecnificada y carente de humanismo, con el fin de alcanzar fines que te permiten escapar de una realidad dolorosa. Llegados a este punto, con estas referencias epistémicas básicas, se pretende analizar el problema de la estructura metodológica que da lugar a los resultados de la investigación.
En conclusión
Esta época de cambios civilizatorios y culturales nos obliga a reflexionar profundamente sobre la condición humana pos-pandemia. Lo que ella implica, allegarnos información y datos que reflejen una realidad inestable, cambiante, pero, el trabajo más arduo, complejo, en términos de diseñar una metodología de investigación, desde la diversidad epistemológica, pero sin perder la congruencia en sus contenidos, pertinente al momento que vivimos, buscando instrumentar desde la perspectiva individual y mucho más desde lo social, los efectos subjetivos e intersubjetivos, siendo que de entrada, nos encontramos ante una realidad cambiante, inestable, con una pandemia que no se ha ido del todo, al contrario, sus manifestaciones socioemocionales, tanto como conductuales en la sociedad, de manera particular en la educación empiezan a manifestarse, y vale la pena incorporar como punto final lo que nos dice Jorge Reichmann…
El ser humano del fin de la era de la exuberancia constituye lo peor que le ha acaecido al planeta tierra en su historia reciente: el consumista y “entretenido” hombre moderno ha dañado a la tierra de todas las maneras posibles, comportándose como un virus de la misma y acercando la sexta extinción de las especies de la tierra. Generar un hombre capaz de convivir de manera sustentable con la madre tierra implica, para los educadores, recuperar algo que ya se encontraba presente en la enseñanza de Heráclito y Platón: el anhelo de despertar a los hombres” (2014, p. 97)
Y, es aquí donde comienza el verdadero trabajo.
Referencias bibliográficas
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Ortega y Gasset, J. (2012). Meditaciones del Quijote ¿Qué es filosofía? Madrid: Gredos.
Piaget, J. (1971). Educación y epistemología. Barcelona: Ariel.
Reichmann, J. (2014). Historias del señor W. Palma de Mallorca: Baragaña.
Tamayo, L. (2014). El discipulado en la formación del psicoanalista. México: IMC CIDHEM.
_________ (2011). El anhelo de ser otro. Enclaves de pensamiento 9 (ene-jun 2009) Revista del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. CCM México
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