ANÁLISIS CUALITATIVO DE DIFICULTADES SOCIALES EN USUARIOS DIAGNOSTICADOS DE ENFERMEDAD MENTAL GRAVE

Antonio Jesús Segura Sánchez

Facultad de Psicología, Universidad de Almería

Resumen

Con este estu­dio explorato­rio cual­i­ta­ti­vo, donde se entre­vis­tan usuar­ios diag­nos­ti­ca­dos y pro­fe­sion­ales, se pre­tende cono­cer las expe­ri­en­cias de las per­sonas que pade­cen algún tipo de trastorno men­tal grave en el ámbito laboral.

Cono­cer de primera mano las opin­iones tan­to de pro­fe­sion­ales como de pacientes de este tipo de enfer­medad. Tratar de bus­car una idea gen­er­al acer­ca de los prob­le­mas que tienen estas per­sonas en afrontar social­mente sus difi­cul­tades cotidianas.

Cono­cer el día a día de los enfer­mos men­tales graves en su tra­ba­jo o bus­can­do un tra­ba­jo. Inves­ti­gar la mul­ti­tud de estig­mas que el usuario percibe y obser­var los pre­juicios que sufren diariamente.

Pal­abras Clave: Enfer­medad men­tal Grave, entre­vista, estig­ma, inter­ven­ción sanitaria.

Abstract

This qual­i­ta­tive explorato­ry study, where diag­nosed and pro­fes­sion­al users are inter­viewed, is intend­ed to learn about the expe­ri­ences of peo­ple with some type of seri­ous men­tal dis­or­der in the workplace.Know first-hand the opin­ions of both pro­fes­sion­als and patients of this type of disease.

Try to find a gen­er­al idea about the prob­lems these peo­ple have in social­ly cop­ing with their dai­ly difficulties.Know the day-to-day lives of the seri­ous­ly ill in their work or look­ing for a job. Inves­ti­gate the mul­ti­tude of stig­mas that the user per­ceives and observe the prej­u­dices they suf­fer daily.

Key­words: Severe men­tal ill­ness, inter­view, stig­ma, health intervention.

Según (Capel­lá, 2001), la enfer­medad men­tal grave o pro­lon­ga­da no solo gen­era necesi­dades san­i­tarias, sino tam­bién sociales. Según (God­man y Cols, 1981) las per­sonas con enfer­medad men­tal grave y pro­lon­ga­da son aque­l­las que sufren trastornos psiquiátri­cos graves (esquizofre­nias, trastornos afec­tivos bipo­lares, psi­co­sis , etc.) que con­ll­e­van un gra­do de des­gaste en aspec­tos fun­da­men­tales para su desen­volvimien­to lab­o­ral, social y per­son­al (higiene, rela­ciones inter­per­son­ales, capaci­dades cog­ni­ti­vas, etc.), man­tenido en el tiem­po, y que se acom­paña de un cier­to niv­el de minus­valía que le impi­de la inte­gración en su entorno de for­ma nor­mal (God­man y cols., 1981). Sin embar­go, (Anger­mey­er et al. 2005) argu­men­tan que es habit­u­al en pacientes que pre­sen­tan trastornos en el aspec­to de los trastornos psicóti­cos (máxime la esquizofre­nia y trastorno bipo­lar) pero tam­bién pueden incluirse oca­sion­al­mente otros trastornos que podrían ser con­sid­er­a­dos como menores pero que pueden provo­car el mis­mo gra­do de lim­ita­ciones para la per­sona, como la depre­sión may­or o el trastorno obsesi­vo compulsivo.

Hay algunos autores como Ander­son, M. (2003), Cor­ri­g­an (1999) que definen como población enfer­ma men­tal cróni­ca a per­sonas que sufren cier­tos trastornos psiquiátri­cos graves y cróni­cos como: esquizofre­nia, trastornos mani­a­co-depre­sivos y depre­sivos graves recur­rentes, sín­dromes cere­bro-orgáni­cos, trastornos para­noides y otras psi­co­sis, así como algunos trastornos graves de la per­son­al­i­dad, que inhab­il­i­tan el desar­rol­lo de sus capaci­dades fun­cionales en relación a aspec­tos de la vida diaria, tales como: higiene per­son­al, autocuida­do, auto­con­trol, rela­ciones inter­per­son­ales, inter­ac­ciones sociales, apren­diza­je, activi­dades recre­ati­vas y de ocio, tra­ba­jo, etc.; y que además difi­cul­tan el desar­rol­lo de su autar­quía económi­ca. Así mis­mo muchas de estas per­sonas han esta­do ingre­sadas en hos­pi­tales en algún momen­to de sus vidas, var­ian­do su duración según los casos (Gold­man, Gatozzi y Tanbe, 1981).

Necesidades

Se uti­lizan diver­sos instru­men­tos para eval­u­ar dichas necesi­dades, tal como expone (Ros­ales, 2002) y que recoge 22 áreas de necesi­dades cubier­tas y no cubier­tas (alo­jamien­to, ali­mentación, cuida­do del hog­ar, cuida­do per­son­al, activi­dades diarias, salud físi­ca, sín­tomas psicóti­cos, infor­ma­ción sobre el tratamien­to, angus­tia, seguri­dad hacia sí mis­mo, seguri­dad de los otros, alco­hol, dro­gas, com­pañía, rela­ciones de pare­ja, sex­u­al­i­dad, cuida­do de hijos, edu­cación bási­ca, telé­fono, trans­porte, dinero y ayu­das sociales), tan­to des­de la visión del usuario, como de sus cuidadores o de los profesionales.

En esta línea, Lasalvia y cols. (2000) desta­can que las per­sonas con trastornos psicóti­cos tienen necesi­dades sociales y san­i­tarias amplias que se entremez­clan y que requieren entonces un esfuer­zo por cubrir las necesi­dades sociales ya que lo que habit­ual­mente se tiene garan­ti­za­do son las necesi­dades san­i­tarias. Y en esto, es impor­tante que la necesi­dad sea integra­da, de modo que en la aten­ción san­i­taria a las per­sonas con enfer­medad men­tal grave y pro­lon­ga­da se incor­pore la aten­ción social de una for­ma armóni­ca. Y no solo sucede en los casos de per­sonas con trastornos psicóti­cos, sino tam­bién en trastornos no psicóti­cos que tam­bién for­man parte de lo que con­sid­er­amos enfer­medad men­tal grave y pro­lon­ga­da y que tam­bién tienen impor­tantes necesi­dades sociales (Rug­geri y Tansel­la, 2002).

Si en real­i­dad se pre­tende que los sis­temas de cuida­do comu­ni­tario estén acce­si­bles y váli­dos para quien lo nece­si­ta y se supere esa situación de dis­crim­i­nación en los dere­chos, se ten­drán que pro­por­cionar al menos los sigu­ientes ser­vi­cios: vivien­da, unos ingre­sos para sub­si­s­tir (pen­siones) y un apoyo social adi­cional a los cuida­dos san­i­tar­ios, y no solo la aten­ción especí­fi­ca a la enfer­medad (Stroup y Mor­ris­sey, 2001). Es decir, se requiere una bue­na actuación coor­di­na­da entre los ser­vi­cios sociales y san­i­tar­ios. Los datos que se tienen de los esta­dos miem­bros de la Unión Euro­pea mues­tra que los gru­pos de per­sonas que más a menudo sufren dis­crim­i­nación sue­len exper­i­men­tar las may­ores difi­cul­tades para inte­grarse social­mente y, en espe­cial, para acced­er al mer­ca­do lab­o­ral ‚con lo que la actuación debe realizarse de for­ma deci­di­da si se pre­tende que sea social­mente efectiva.

Estigmas, mitos y consecuencias

La gran estigma­ti­zación que las per­sonas con enfer­medad men­tal han pade­ci­do durante años ha dado lugar a un aban­dono total de pro­gra­mas de inter­ven­ción sobre ellos (OMS, 1999), lo que les ha lle­va­do a ser unos autén­ti­cos “parias” tan­to en los ser­vi­cios sociales como en los ser­vi­cios san­i­tar­ios. Es man­i­fiesto el rec­ha­zo por parte de los ser­vi­cios sociales y la baja pri­or­i­dad en las may­oría de los sis­temas de salud, que se pone de man­i­fiesto en el pre­supuesto, la plan­i­fi­cación san­i­taria y el desar­rol­lo de ser­vi­cios y pro­gra­mas asis­ten­ciales (OMS, 2001). La infor­ma­ción que se trans­mite sobre los trastornos men­tales en la que se vin­cu­lan a que los enfer­mos son vio­len­tos o que son incur­ables agudiza y pro­mueve este estig­ma (OMS, 2002).

Como desta­ca la OMS (1999), la estigma­ti­zación que pade­cen las per­sonas con enfer­medad men­tal con­duce a con­se­cuen­cias neg­a­ti­vas tan­to para el paciente como para la famil­ia, que incluye la humil­lación, el ais­lamien­to y el desem­pleo. Además, influye sobre el pro­pio pro­ce­so de inte­gración social ya que, como Wright y cols. (2000) desta­can, el inten­to de inser­tar a las per­sonas con enfer­medad men­tal en comu­nidades hos­tiles influye neg­a­ti­va y direc­ta­mente sobre el auto­con­cep­to, esta­do men­tal de la per­sona y el éxi­to del pro­gra­ma de inser­ción. Sobre todo ello habrá que incidir en cualquier pro­gra­ma de inter­ven­ción. Por otra parte, esta situación con­ll­e­va a que con fre­cuen­cia las per­sonas con enfer­medad men­tal no acu­d­an ni a los ser­vi­cios de salud ni a los sociales, optan­do por sufrir solos su prob­le­ma (OMS, 2002). Esto obliga a que des­de la admin­is­tración se ten­ga que pon­er en mar­cha un pro­gra­ma de inter­ven­ción efi­caz sigu­ien­do el manda­to de la Comisión Euro­pea (2001): “La lucha con­tra la exclusión social es ante todo respon­s­abil­i­dad de los esta­dos miem­bros y de sus autori­dades nacionales, regionales y locales, en conex­ión con el con­jun­to de agentes intere­sa­dos, espe­cial­mente los inter­locu­tores sociales y las orga­ni­za­ciones no gubernamentales”.

La alteración de la salud men­tal y con ello la apari­ción de la enfer­medad men­tal da lugar a la apari­ción de un dete­ri­oro del bien­es­tar indi­vid­ual y una impor­tante alteración a todos los nive­les: social, per­son­al y famil­iar, todo lo cual va a afec­tar su capaci­dad de tra­ba­jo, sus rela­ciones sociales y su vida famil­iar. En con­se­cuen­cia, provo­ca una gran invalidez y una pér­di­da de opor­tu­nidades de par­tic­i­pación social (Byrne, 1999).

Metodología

  1. Par­tic­i­pantes

Se han real­iza­do siete entre­vis­tas, de las cuales, dos han sido a pro­fe­sion­ales del ámbito al cual nos esta­mos refirien­do y cin­co entre­vis­tas a per­sonas que sufren algún tipo de trastorno men­tal grave. Con­tac­tar con ellos, ha sido gra­cias al cen­tro donde he real­iza­do mis prác­ti­cas cur­ric­u­lares (FAAM), que me han ayu­da­do a acced­er a un usuario. El resto de las entre­vis­tas han sido real­izadas bajo mi búsque­da por inter­net de aso­cia­ciones que están rela­cionadas con trastornos men­tales graves. Con­tac­tan­do con dos aso­cia­ciones cono­ci­das como: Aso­ciación El Timón, y ASEMEN.

Los par­tic­i­pantes son:

  • 2 usuar­ios 1, de 34 y 20 años con depre­sión des­de los 18 años y padece trastorno men­tal grave des­de los 21 años.
  • 1 usuario, de 28 años. Padece trastorno bipolar.
  • 2 usuar­ios de 23 años y 42 años que pade­cen esquizofrenia.
  • 2 pro­fe­sion­ales de la inter­ven­ción en EMG.

Los resul­ta­dos se van a dividir en tres apartados:

Primero, se anal­iza el día a día y los prob­le­mas que se encuen­tran, segui­do a este aparta­do, se tratan las opin­iones acer­ca de sus trastornos des­de dos pun­tos de vista difer­entes. Des­de el pun­to de vista pro­fe­sion­al y des­de el pun­to de vista del usuario, vien­do las seme­jan­zas y las difer­en­cias entre los dos pun­tos de vista.

Final­mente, hablare­mos sobre los pre­juicios y estereoti­pos acer­ca de las per­sonas con trastorno men­tal grave.

Resultados

Sobre la vida diaria

En el primer aparta­do, como hemos plan­i­fi­ca­do con ante­ri­or­i­dad, hablam­os de la vida diaria de los usuar­ios para saber sus inqui­etudes y de los obstácu­los que se pueden encon­trar con su tipo de trastorno. En gen­er­al las cin­cos entre­vis­tas que he real­iza­do, tres usuar­ios expo­nen que en real­i­dad la vida no le cam­bia ni le supone ningún tipo de prob­le­ma el ten­er el tipo de trastorno inclu­so un usuario expone:

“A mí en real­i­dad, mi tipo de dis­capaci­dad, no me supone nada ni en mi vida lab­o­ral ni en mi día a día, porque si yo no digo nada no se me nota” (usuario 5, 42 años).

Sin embar­go los otros dos usuar­ios restantes expli­can que le supone un tipo de prob­le­ma en su vida ya que al haber cam­bios emo­cionales y cam­bios en su vida, le supone una mod­i­fi­cación en su con­duc­ta y en su com­por­tamien­to a la cual no saben cómo afrontar­lo. Según un usuario:

“Cuan­do por ejem­p­lo hay que hac­er muchas cosas me ago­b­io, escu­cho noti­cias neg­a­ti­vas, sien­to miedo, inse­guri­dades, cuan­do hay que hac­er muchas cosas y cuan­do hay cosas que no me agraden me pon­go igual” (usuario 1, 34 años).

“Des­de el prin­ci­pio me veo difer­ente ya que si te com­paras con la gente nor­mal, te notas que tienes algo difer­ente y es porque nosotros nos hemos queda­do atran­ca­dos un poco en el tiem­po por el tipo de trastorno” (usuario 3, 28 años).

Es una situación, la cual los enfer­mos men­tales graves no pueden afrontar de una man­era cotid­i­ana ya que en situa­ciones que se sal­gan de lo nor­mal, ellos no pueden afrontar­lo de una man­era razon­a­da al ten­er algún tipo de trastorno y nece­si­tan un perío­do de tiem­po de adaptación más largo que otra persona.

Hay usuar­ios que por el gra­do de trastorno, nece­si­tan más entre­namien­to emo­cional, es decir, saber enfo­car y ver de otra man­era las adver­si­dades y que no les per­judiquen en su vida.

Un usuario expone que tra­ba­jan­do día a día emo­cional­mente y con ayu­da psi­cológ­i­ca, ha sido capaz de poder dar talleres emo­cionales a gente de su mis­mo colec­ti­vo para poder enseñar­les unas premisas, unas fras­es para que puedan ten­er­las siem­pre en su mente para así cuan­do ten­gan estos usuar­ios prob­le­mas emo­cionales puedan recur­rir a dichas premisas:

“He sido la tuto­ra del taller y he ter­mi­na­do un taller de salud emo­cional, unas pequeñas premisas para que cuan­do estén mal las lean y las ten­gan pre­sentes”. (usuario 34 años)

Sin embar­go este mis­mo usuario expli­ca que para ella muchas veces no le supone ningún incon­ve­niente el pade­cer ese tipo de trastorno porque si no las cosas las vería de otra manera:

“Incon­ve­niente no, sino ayu­da, a veces me dom­i­na el pade­cer la enfer­medad. Doy las gra­cias porque si no sería de otra man­era para afrontar las cosas” (usuario, 34 años).

Pero sobre todo, en el día a día lo que más le afec­ta a este colec­ti­vo entre­vis­ta­do son los cam­bios, el ten­er miedo a afrontar­los y como hac­er­les frente a dichos cam­bios y el qué pen­saran sobre ellos la gente ya que un usuario expli­ca que en la may­oría de oca­siones se evaden del mun­do debido a lo que piensen la gente acer­ca de ellos y esto hace que tam­bién les crea un esta­do de nervio­sis­mo y bache emocional:

“Yo muchas veces no sal­go de mi casa o no he sali­do porque me da vergüen­za de lo que dijera la gente de mí” (usuario 3, 34 años).

En cuan­to a prob­le­mas lab­o­rales, el úni­co usuario que tra­ba­ja actual­mente, expone que no le supone ningún incon­ve­niente debido a que su tra­ba­jo es muy “repet­i­ti­vo”, tal y como dice él ya que es un tra­ba­jo que siem­pre hace lo mis­mo, pero que en real­i­dad no le supone difi­cul­tad su trastorno excep­to cuan­do hay algún cam­bio, al cual tiene que acos­tum­brarse a dicho cam­bio y puede supon­er­le algún tipo de dificultad:

“Mi tra­ba­jo me encan­ta, porque me gus­ta mucho cuidar a las per­sonas may­ores y cuidar­los pero me pon­go nerviosa cuan­do me mod­i­f­i­can algo de mi día a día o cuan­do hemos tenido como aho­ra la mudan­za, me he nota­do más nerviosa y he tenido que irme sola para no pagar­lo con ellos” (usuario 5, 42 años).

Opiniones

A con­tin­uación, el sigu­iente pun­to al cual nos refe­r­i­mos sería des­de dos pun­tos de vista: des­de el pro­fe­sion­al, en este caso, de un psicól­o­go y un tra­ba­jador social inmer­so con dicho colec­ti­vo. Y des­de el pun­to de vista del usuario para ver las seme­jan­zas y difer­en­cias que hay entre los dos pun­tos de vista.

Una de las cues­tiones más impor­tantes era de si el usuario que padez­ca algún tipo de trastorno men­tal grave nece­si­taría para su recu­peración un tratamien­to más en el aspec­to far­ma­cológi­co o en el aspec­to social-lab­o­ral. Los dos pro­fe­sion­ales lle­gan a una seme­jan­za total. Deben de hac­erse más proyec­tos des­ti­na­dos al fomen­to social e inten­tar recu­per­ar­los en otros ámbitos dis­tin­tos al hos­pi­ta­lario. Apun­tan que no habría que ceñirse úni­ca­mente en el aspec­to social, ya que este colec­ti­vo es como todos los demás, es decir, cada usuario tiene un gra­do de trastorno dis­tin­to y un gra­do de depen­den­cia difer­ente, por lo cual, habrá algunos en que le sea efi­caz más uno que otro.

Uno de los pro­fe­sion­ales argu­men­ta que lle­van tam­bién un tipo de tra­ba­jo coor­di­na­do con un nutri­cionista, el cual argu­men­ta que el tipo de ali­mentación tam­bién reper­cute en este tipo de usuarios.

Este nutri­cionista expli­ca que la recu­peración debe de tratarse des­de den­tro, y eso con­ll­e­va que debe tratarse des­de la alimentación.

“Nue­stro nutri­cionista dice que si el cuer­po lo tienes sucio, hay que desin­toxi­car­lo, y una vez que lo desin­tox­i­cas de todos los ali­men­tos per­ju­di­ciales es ben­efi­cioso para la recu­peración” (Pro­fe­sion­al 2).

Para muchos usuar­ios, al estar med­ica­dos durante todo el día debido a su gra­do de enfer­medad men­tal, pasan todo el día desubi­ca­dos y sin ganas de hac­er ningu­na activi­dad ya que el aporte de esos medica­men­tos, le hacen que su día a día sea muy tran­qui­lo y sin ningún estrés.

La idea de fomen­tar activi­dades para los usuar­ios con enfer­medad men­tal grave es una idea que tam­bién nos apor­ta en la entre­vista el psicól­o­go entre­vis­ta­do, hacien­do hin­capié en el abor­da­je social y poten­ciar más otros aspec­tos antes de admin­is­trar­les una med­icación, la cual puede dejar­les sin ganas de hac­er ningu­na activi­dad para fomen­tar su desar­rol­lo a la enfermedad.

“Ten­dríamos que fomen­tar más el abor­da­je ‘social’ y poten­ciar la recu­peración fun­cional.” (Pro­fe­sion­al 1)

En una de las cues­tiones real­izadas a los pro­fe­sion­ales, era sobre si el ten­er algún tipo de trastorno men­tal, tal como la esquizofre­nia y el trastorno bipo­lar inter­fiere en la vida lab­o­ral y en no encon­trar empleo. La respues­ta de los dos pro­fe­sion­ales más o menos viene a ser igual. No es imposi­ble, debido a que depende mucho del tipo de trastorno que ten­ga y sobre todo del gra­do que ten­ga, de la evolu­ción de ese paciente, del tratamien­to que ten­ga pre­scrito y de otros fac­tores que hacen que le sean más o menos difí­ciles a encon­trar empleo o a aco­modarse al ambi­ente laboral.

“Difí­cil sí, pero no imposi­ble. Depende de la evolu­ción clíni­ca del pro­ce­so de enfer­medad, niv­el for­ma­ti­vo, apoyos con los que cuen­ta, etc.” (Pro­fe­sion­al 1).

El pro­fe­sion­al que está tra­ba­jan­do con ellos de una man­era más con­tin­ua expli­ca que depende de esos fac­tores y del áni­mo o de la men­tal­i­dad de los usuar­ios ya que por ejem­p­lo hay algunos usuar­ios que por ten­er algún tipo de trastorno men­tal grave, no hace él mis­mo por ten­er un cam­bio tan­to en su for­ma de ser como en su vida, tan­to social, famil­iar, lab­o­ral, etc. Es una situación por la cual estos usuar­ios se “aco­modan” a que pade­cen algún trastorno men­tal, le asig­nan una depen­den­cia de for­ma económi­ca y aun estando bajo el apoyo de numerosos espe­cial­is­tas, estando día a día al lado suyo para ir tratan­do su evolu­ción, estos tipos de usuar­ios no dan más de sí para cam­biar la situación y se quedan en un perío­do de su vida, el cual no hacen más cosas porque no quieren ya que el niv­el de vida en el que se encuen­tran, ven o sien­ten como si lo tuvier­an todo solucionado.

“Hay usuar­ios que evi­tan tra­ba­jar porque perciben que no pueden tra­ba­jar, pero bajo mi pun­to de vista, pien­so que no tenían que haber­le dado la inca­paci­dad total porque perci­bo que se han aco­moda­do al ten­er ese tipo de trastorno y no quieren tra­ba­jar” (Pro­fe­sion­al 2).

Uno de los argu­men­tos que nos expone el pro­fe­sion­al 2 entre­vis­ta­do es que cada usuario tiene una his­to­ria de vida difer­ente para poder tratar­los y para poder ver si pueden reducir o pon­er­le algún tipo de medica­men­to o de activi­dades para mejo­rar el esta­do de las per­sonas con trastorno men­tal grave. Argu­men­ta que cada usuario tiene unas car­ac­terís­ti­cas difer­entes y hay que hac­er una inter­ven­ción indi­vid­ual ya que cada usuario tiene un gra­do de trastorno difer­ente a otro, cada uno tiene una his­to­ria de vida y lab­o­ral difer­ente, cada usuario tiene unas car­ac­terís­ti­cas a las que hay que abor­dar­las de una man­era individualizada.

“Cada uno ha tenido una his­to­ria de vida, algunos han tenido una vida lab­o­ral y otros lo han tenido muy tem­prana y no le ha dado tiem­po a tra­ba­jar, argu­men­ta de nue­vo que el grupo es muy vari­a­do, otros usuar­ios han tenido que dejar el tra­ba­jo por el tipo de trastorno men­tal grave debido a que van fal­lan­do ya en aspec­tos lab­o­rales” (Pro­fe­sion­al 2).

Hemos vis­to el pun­to de vista de este tipo de trastorno des­de una visión pro­fe­sion­al. A con­tin­uación, ten­emos el pun­to de vista de los usuar­ios, ya que ellos son los que sufren este tipo de trastorno.

Uno de los pun­tos seme­jantes que tiene los dos ámbitos, tan­to pro­fe­sion­ales como usuar­ios, sería el de que habría que poten­ciar más el aspec­to social y tra­ba­jar más con los usuar­ios para evolu­cionar su estado.

Estereotipos

Por esta parte, decir que los estereoti­pos y pre­juicios acer­ca de estos usuar­ios, según el pro­fe­sion­al 1 expone de que está muy gen­er­al­iza­do ya que la sociedad no lo ve de una man­era acer­ta­da y sien­ten que son usuar­ios inca­paces de hac­er las mis­mas fun­ciones que ellos o que van a ten­er más prob­le­mas y por ello, más tiem­po de adaptación.

“Los estereoti­pos o pre­juicios están exten­di­dos a todas las áreas de la per­sona y nive­les de la sociedad, inclu­i­do el lab­o­ral.” (Pro­fe­sion­al 1)

Por parte del pro­fe­sion­al 2, nos argu­men­ta de nue­vo que este colec­ti­vo es muy difí­cil, inclu­so para él mis­mo, ya que es un grupo muy het­erogé­neo, por ejem­p­lo, hay usuar­ios que vienen con el prob­le­ma des­de el mis­mo ámbito famil­iar, es decir, la mis­ma famil­ia no acep­ta el esta­do de sus hijos, her­manos, pri­mos, etc. Y no quieren acep­tar de que tienen un prob­le­ma y de que hay que pon­er­le una solu­ción o tratar­lo, sino el méto­do más car­ac­terís­ti­co de dichas famil­ias es de escon­der la real­i­dad, de igno­rar el prob­le­ma y no dar­le una solu­ción, como por ejem­p­lo, pon­erse en con­tac­to con los ser­vi­cios espe­cial­iza­dos o ir a aso­cia­ciones des­ti­nadas a dicho trastorno para tratar a este tipo de per­sonas con trastornos men­tales graves.

“La famil­ia es la primera que no acep­ta esa real­i­dad y lo escon­den y no dejan ver que su famil­iar tiene esa real­i­dad y evi­tan pon­er­los en sociedad. Tiene desconocimien­to e igno­ran­cia acer­ca del tema y de los usuar­ios con trastorno men­tal grave” (Pro­fe­sion­al 2). 

La famil­ia debe ser el primer pun­to de apoyo para ese tipo de usuar­ios y expone que des­de su pun­to de vista, ya que coor­di­na las activi­dades de dicho grupo, y sobre todo en una zona rur­al, ya que la aso­ciación está en un pueblo, la men­tal­i­dad de los ciu­dadanos y de las famil­ias en gen­er­al cuan­do se les pre­sen­ta este tipo de diver­si­dad, es una men­tal­i­dad ret­rogra­da y las medi­das y solu­ciones que apli­can las famil­ias no son ni las cor­rec­tas ni las ade­cuadas para este tipo de usuar­ios con trastorno men­tal grave porque en oca­siones, a dicho colec­ti­vo, estas solu­ciones impues­tas por la famil­ia pueden afec­tar más al usuario y así empe­o­rar su esta­do de salud y psicológico.

En el siglo en el que vivi­mos, hay muchos méto­dos, ayu­das, aseso­ramien­tos para ayu­dar a las per­sonas con diver­si­dad y a dicho colec­ti­vo, ya que hay que cam­biar la men­tal­i­dad de las per­sonas para que el pro­ce­so de mejo­ra y de ayu­da a este colec­ti­vo, sea de una man­era glob­al­iza­da y que todos puedan solu­cionar los prob­le­mas de una man­era con­jun­ta y coordinada.

Uno de los argu­men­tos que nos aportó el pro­fe­sion­al 2 fue que en los últi­mos meses han reg­istra­do muchas vis­i­tas por parte de famil­iares de usuar­ios con trastorno men­tal grave pidi­en­do infor­ma­ción y aseso­ramien­to sobre las insta­la­ciones de la aso­ciación y sobre este tipo de dis­capaci­dad como tal, para ten­er un conocimien­to acer­ca del trastorno men­tal grave, de cómo afec­ta a la per­sona, de los tratamien­tos más ade­cua­dos para el usuario y sobre todo recla­man más infor­ma­ción sobre el cuida­do del usuario o las pau­tas que hay que ir lle­van­do a cabo para una mejor evolu­ción de su famil­iar afec­ta­do con dicho trastorno.

“Los pacientes que ten­emos nosotros vienen deriva­dos del hos­pi­tal o de las mis­mas famil­ias para infor­mar­les y ayu­dar­les, prin­ci­pal­mente esquizofre­nia, trastorno bipo­lar, aso­ci­a­do algún tipo de con­sumo o trastorno de la per­son­al­i­dad” (Pro­fe­sion­al 2).

El argu­men­to que nos pro­por­ciona el pro­fe­sion­al 2 es que la sociedad tiene que mod­i­ficar su men­tal­i­dad y posi­cionamien­to acer­ca de dicho colec­ti­vo para una mejo­ra psi­cológ­i­ca y emo­cional para los usuar­ios con trastorno men­tal grave y para la sociedad tam­bién, ya que al descono­cer muchos prob­le­mas, ten­emos que asim­i­lar a cada per­sona como es, ten­ga o no ten­ga algún tipo de diver­si­dad y que podamos pro­por­cionarle ese plus para poder así mejo­rar su día a día.

“Es un tra­ba­jo de todos, el colec­ti­vo mis­mo ten­emos que tra­ba­jar para cam­biar el chip” (Pro­fe­sion­al 2).

Sabi­en­do ya el pun­to de vista por parte de los pro­fe­sion­ales, cabe recor­dar que los usuar­ios con trastorno men­tal grave son los “pro­tag­o­nistas” de estos tér­mi­nos, ya que la gente los tachan así social­mente o inclu­so son ellos mis­mos se autode­finen con dichos términos.

Por parte de los usuar­ios, no difieren mucho sus ideas acer­ca de los pre­juicios y estereoti­pos. El cam­biar el chip de la sociedad para ver­los y tratar­los como otro más es una idea que tienen ellos en su mente con­tin­u­a­mente ya que una de las cosas por las cuales ellos se alter­an mucho psi­cológi­ca­mente es por ese tipo de conocimien­tos acer­ca de ellos. Argu­men­ta que es como un cír­cu­lo vicioso, ya que la may­oría de los usuar­ios que pade­cen trastornos men­tales graves se ven de una man­era difer­ente y no les ayu­da el que la sociedad les eti­quete de una man­era des­fa­vor­able, ya que si ellos mis­mos se ven con unas car­ac­terís­ti­cas difer­entes, es difí­cil que puedan evolu­cionar si la sociedad los define con tér­mi­nos expuestos con anterioridad.

“Yo estoy de acuer­do de que tienen que quitarnos esos pre­juicios y estereoti­pos, cuan­do te sucede esto, te sientes que no eres útil, tienes con­tin­uas depre­siones, tienes un pen­sar muy malo cuan­do te ves así” (Usuario 3).

Es una situación que tal y como argu­men­ta el entre­vis­ta­do 3, cuan­do la sociedad te mira con una visión con estereoti­pos y pre­juicios, ellos se sien­ten peor y la mente puede hac­er jugar malas pasadas.

Se sien­ten muy infe­ri­ores a la sociedad, tal y como él nos dice, es que cuan­do eres con­sciente de que tienes este tipo de trastorno men­tal grave, es una situación difí­cil, y es una situación en la cual tú sabes per­fec­ta­mente que no vas al rit­mo nor­mal de la demás gente, pero tam­poco ve nor­mal que la gente no haga lo posi­ble para elim­i­nar esas barreras.

Cuan­do nue­stro entre­vis­ta­do, es con­sciente de que tiene ese tipo de trastorno, argu­men­ta que es una situación de la cual quiere salir porque si no puedes recaer en cualquier situación desagradable.

“Hay que inten­tar que tu con­cien­cia se desar­rolle y se limpie por así decir­lo, te quedas encer­ra­do y hay que salir de ahí, es un cír­cu­lo vicioso” (Usuario 3).

Como ante­ri­or­mente he men­ciona­do, el usuario entre­vis­ta­do expli­ca el sen­timien­to que tienen ellos mis­mos acer­ca de que se ven en un escalón más bajo psi­cológi­ca­mente y nece­si­tan una ayu­da, no solo pro­fe­sion­al, sino tam­bién social para poder apor­tar conocimien­tos y habil­i­dades. Una de las cosas que nos apor­ta este usuario es que no todas las per­sonas tienen ese tipo de visión acer­ca de las per­sonas con diver­si­dad, y en con­cre­to con las per­sonas con trastornos men­tales graves, sino que tam­bién hay per­sonas, que no son usuar­ios pro­fe­sion­ales, sino per­sonas que están espe­cial­izadas en otras dis­ci­plinas, las cuales pueden apor­tar aspec­tos ben­efi­ciosos a las per­sonas con trastorno men­tal grave.

“Ellos se ven des­de el prin­ci­pio infe­ri­or a la gente debido a que ven a la gente más ágil que ellos y expli­ca el usuario que es debido a que ellos han pasa­do algún tiem­po con ese tipo de trastorno. Recomien­do me ha ayu­da­do prac­ticar el deporte y salir a la calle y dis­fru­tar de la vida y sobre todo ani­ma med­i­tar y prac­ticar yoga, que le ayu­do mucho. Empezó a cre­cer jun­to con el yoga” (Usuario 3).

En el caso de la usuar­ia entre­vis­ta­da con 42 años nos pro­por­ciona su pun­to de vista acer­ca de los pre­juicios, y expone más o menos los mis­mos argu­men­tos que el ante­ri­or entre­vis­ta­do. Tal y como dice ella, nadie tiene que mirarte difer­ente, porque en real­i­dad eres igual que ellos aunque sea con algún tipo de difer­en­cia. Ella por ejem­p­lo, nos cuen­ta, como ante­ri­or­mente expuesto en otro bloque, no se le nota su tipo de diver­si­dad y por lo tan­to no hay que ni que mirar difer­ente ni apartar de ningún ámbito. Apor­ta que des­de su pun­to de vista y des­de su situación, ella tuvo prob­le­mas en tra­ba­jar en algu­nas empre­sas por su trastorno men­tal grave, ya que las empre­sas no le daban la facil­i­dad y apoyo para poder empezar su eta­pa laboral.

“No habría que ten­er ningún tipo de prob­le­ma con nosotros porque somos per­sonas iguales que otros. Yo he tenido suerte de encon­trar una empre­sa que me ha dado la opor­tu­nidad de tra­ba­jar y me han trata­do como una per­sona sin ningún tipo de diver­si­dad. Eso hace mucho para mí, porque así me sien­to val­o­ra­da y de esta for­ma ten­go menos cri­sis al ten­er menos prob­le­mas por qué pre­ocu­parme”. (Usuar­ia 42).

En los demás entre­vis­ta­dos en gen­er­al, lle­gan a una con­clusión sim­i­lar. No les gus­ta que nadie los mire ni los trate de una man­era dis­tin­ta que a los demás, porque si no esas acciones hacen que ellos decaigan más en su tipo de trastorno. Ellos nece­si­tan sen­tirse iguales y real­iza­dos aunque ellos mis­mos recono­cen que en algu­nas eta­pas tienen bach­es emo­cionales pero que se podrían sol­ven­tar con total efi­ca­cia si tuvier­an más apoyo cercano.

Uno de los entre­vis­ta­dos argu­men­tó que en su eta­pa lab­o­ral fue cuan­do empezó a darse cuen­ta que algo fal­la­ba porque no rendía al mis­mo niv­el que antes y tenía épocas de altiba­jos. Al final, le reconocieron trastorno men­tal grave y la sor­pre­sa fue cuan­do uno de sus jefes le ayu­do en todo lo que podía para seguir lle­van­do su día a día con total normalidad.

“Yo cuan­do tra­ba­ja­ba, sen­tía que había días que no esta­ba a mí mis­mo niv­el. Cuan­do me dijeron lo que tenía y se lo comen­té a mi jefe, él me ayudó mucho para seguir tra­ba­jan­do” (Usuario 23 años).

Más o menos, esta fue una de las pre­gun­tas que les real­izamos a los usuar­ios con trastorno men­tal grave para saber qué com­por­tamien­to o qué acciones tomarían ellos a causa de la dis­capaci­dad de una per­sona que fuera a bus­car trabajo.

La may­oría nos argu­men­ta lo mis­mo, es decir, todo el mun­do debería de tra­ba­jar e inten­taría ayu­dar­los, pero cada entre­vis­ta­do tiene unos mat­ices diferentes.

Dos de los usuar­ios entre­vis­ta­dos lle­gan a la mis­ma con­clusión, en que hay que inser­tar­los en el mun­do lab­o­ral sí o sí. Ellos, al pon­erse en el papel del empre­sario no dudarían en meter­los en la empre­sa e ir ayudán­do­los en todo lo nece­sario para así hac­er­los sen­tir iguales al resto de los empleados.

“Nosotros rotun­da­mente lo meteríamos en la empre­sa. Sin ningu­na duda le haría un con­tra­to y le ayu­daría en todo lo que nece­si­tará” (Usuario 20 y 23 años).

Otra de las entre­vis­tadas, argu­men­ta que ella le daría tra­ba­jo, pero enfocán­dose en el aspec­to psi­cológi­co en caso de algún prob­le­ma, es decir, ella mis­ma ayu­daría al tra­ba­jador con trastorno men­tal grave en las situa­ciones rela­cionadas a su dis­capaci­dad e inten­taría tran­quil­izarla y dar­le en algu­nas oca­siones otras funciones.

“Inten­taría tran­quil­izarla, que no lle­vara a cabo todo el tra­ba­jo al com­ple­to, que no se pre­ocu­para. Hay que ser pos­i­ti­vo y tomárse­lo todo con tran­quil­i­dad” (Usuario 34 años).

Conclusiones

Para con­cluir es nece­sario difer­en­ciar los dis­tin­tos obje­tivos que se han plantea­do en la inves­ti­gación para obten­er una con­clusión. En primer lugar, se quiso cono­cer los prob­le­mas y los hábitos que tienen en el día a día los usuar­ios con trastorno men­tal grave. En gen­er­al, por lo que se ha podi­do ver en las difer­entes entre­vis­tas, no les supone ningún tipo de prob­le­ma en el día a día su tipo de trastorno. A no ser que exista algún tipo de cam­bio o de mod­i­fi­cación en su ruti­na, la cual provo­ca un esta­do de alteración de sus emo­ciones. Tam­bién se ha podi­do obser­var, que en el número de entre­vis­tas que real­icé, es un número reduci­do quien se encuen­tra inte­gra­do en el mun­do lab­o­ral, por lo que con­sidero que las per­sonas con trastorno men­tal grave no están integradas en el ámbito laboral.

En segun­do lugar, se ha cono­ci­do los dos pun­tos de vista acer­ca del tema plantea­do. Se ha podi­do cono­cer que el prin­ci­pal obje­ti­vo es el abor­da­je fun­cional y que se fomenten proyec­tos y actua­ciones más rela­cionadas con lo social. Con­sidero que el enfoque de tra­ba­jar con dicho colec­ti­vo des­de dis­tin­tos ámbitos, tales como el deporti­vo, nutri­cionista y social, son más impor­tantes y rel­e­vantes para mejo­rar la cal­i­dad de vida de estas per­sonas y así no some­ter­los a un tratamien­to médi­co de por vida. Tam­bién me ha pare­ci­do rel­e­vante la idea de que hay un por­centa­je de usuar­ios que no apues­tan por un cam­bio en su esta­do de salud, y quedan rel­e­ga­dos y estanca­dos en un esta­do por el cual no le ponen ningún tipo de solución.

En ter­cer lugar, acer­carse a un aparta­do ded­i­ca­do a los pre­juicios y estereoti­pos acer­ca de este colec­ti­vo. Una de las cosas más comunes es que des­de el prin­ci­pio, los usuar­ios con trastorno men­tal grave, quedan en un esta­do del cual no saben salir, una situación de ahogo y no quieren salir de su hog­ar por el qué dirán. Pero bajo mi pun­to de vista, lo más rel­e­vante en este aparta­do es que muchos no tienen apoyo des­de su ámbito famil­iar. Es un prob­le­ma que puede afec­tar a muchos usuar­ios y puede agravar­les su situación. Ellos mis­mos son con­scientes de que tienen un prob­le­ma o que son más sen­si­bles a los cam­bios y situa­ciones que se pro­ducen en el día a día pero desean que la sociedad ten­ga un pun­to de vista difer­ente acer­ca de ellos y no los tachen de “locos del pueblo”.

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