CONTRA LAS FALACIAS… EL SABER

AGAINTS THE FALLACIES… KNOWLEDGE

Armando Sánchez Gutiérrez

Zihuatanejo, Gro. México

Resumen

Se pos­tu­la la noción de fala­cia y la man­era en que esta es pre­sen­ta­da, en un dis­cur­so descal­i­fi­cador de los libros de tex­to gra­tu­ito en nue­stro país. En este tra­ba­jo se bus­ca explicar el con­tex­to que envuelve su apari­ción en el sis­tema educa­ti­vo mex­i­cano, y el porqué del con­tro­ver­sial recibimien­to por parte de un sec­tor de la sociedad, ello des­de la per­spec­ti­va del psi­coanáli­sis social. Al mis­mo tiem­po, se resca­ta el par­a­dig­ma socio­cul­tur­al en el cual, giran, los con­tenidos cur­ric­u­lares del nue­vo mod­e­lo educa­ti­vo. De igual man­era, el tex­to se ocu­pa, tan­to en sus explo­raciones teóri­c­as, metodológ­i­cas y con­cep­tuales de la fun­ción social de la edu­cación, que sus­ten­tan los con­tenidos cur­ric­u­lares del tra­ba­jo docente actu­al. Así, en momen­tos donde las car­gas ide­ológ­i­cas se priv­i­le­gian sobre la ver­dad, por parte de gru­pos extrem­is­tas, quienes bus­can engañar con fal­sos axiomas, pre­sen­tan­do una metodología de inves­ti­gación deriva­da del Mate­ri­al­is­mo históri­co, como una prop­ues­ta de cam­bio en las estruc­turas económi­cas, el saber tiene la palabra.

Pal­abras claves: Fala­cia, edu­cación, psi­coanáli­sis, crit­i­ca y libros

Summary

The notion of fal­la­cy and the way in which it is pre­sent­ed is pos­tu­lat­ed in a dis­course dis­qual­i­fy­ing free text­books in our coun­try. This work seeks to explain the con­text sur­round­ing its appear­ance in the Mex­i­can edu­ca­tion­al sys­tem, and the rea­son for its con­tro­ver­sial recep­tion by a sec­tor of soci­ety, from the per­spec­tive of social psy­cho­analy­sis. At the same time, the socio­cul­tur­al par­a­digm in which the cur­ric­u­lar con­tents of the new edu­ca­tion­al mod­el revolve is res­cued. Like­wise, the text deals, in its the­o­ret­i­cal, method­olog­i­cal and con­cep­tu­al explo­rations with the social func­tion of edu­ca­tion, which sup­port the cur­ric­u­lar con­tents of cur­rent teach­ing work. Thus, in moments where ide­o­log­i­cal bur­dens are priv­i­leged over the truth, by extrem­ist groups, who seek to deceive with false axioms, pre­sent­ing a research method­ol­o­gy derived from His­tor­i­cal Mate­ri­al­ism, as a pro­pos­al for change in eco­nom­ic struc­tures, knowl­edge has the word.

Key words: Fal­la­cy, edu­ca­tion, psy­cho­analy­sis, crit­i­cism and books

“donde se que­man libros,
al final tam­bién se aca­ba que­man­do gente”.

Hein­rich Heine

“¡Las falacias y la quema de libros!”

La insta­lación de la descal­i­fi­cación, bus­can­do la anu­lación del hecho, medi­ante la fala­cia. En el pre­sente tra­ba­jo inten­taré explicar el con­tex­to que envuelve la apari­ción de los libros del sis­tema educa­ti­vo en nue­stro país, y su con­tro­ver­sial recibimien­to por parte de un sec­tor de la sociedad, y ello nos da la opor­tu­nidad de incor­po­rar un análi­sis des­de la per­spec­ti­va del psi­coanáli­sis social. Cuestión que me parece per­ti­nente dada la influ­en­cia en el pen­samien­to colec­ti­vo que han tenido, y que ten­drá dicha bib­li­ografía, en el desar­rol­lo del carác­ter social de los ciudadanos.

Es rel­e­vante señalar que, des­de una per­spec­ti­va de la Polis aris­totéli­ca, el avance de toda sociedad, pri­mor­dial­mente, gira en torno a la par­tic­i­pación de sus ciu­dadanos que se han prop­uesto como activi­dad comu­ni­taria ser par­ticipes de la relación entre ellos y las insti­tu­ciones de esta­do. Aho­ra bien, en este sen­ti­do, el estu­dio del prob­le­ma es com­ple­jo y exige múlti­ples per­spec­ti­vas, tales como las económi­cas, sociales, cul­tur­ales e históri­c­as… donde la ide­ología jue­ga un papel rel­e­vante y la par­tic­i­pación de los ciu­dadanos es per­ti­nente. Bien, a la luz de estas premisas surge la sigu­iente pre­gun­ta: ¿Por qué, un sec­tor de la población y cier­tos medios de infor­ma­ción, han descal­i­fi­ca­do y con­vo­can a la sociedad a su rec­ha­zo, e inclu­so su incin­eración? … acto por demás sim­bóli­co de gru­pos extrem­is­tas. El asun­to es de tal mag­ni­tud, que nos pre­gun­ta­mos, esta aren­ga, ¿es un tópi­co banal?

Tal como señala el psi­coanáli­sis, se con­vir­tió, en el susti­tu­to de la sat­is­fac­ción, que se obten­dría del efec­to direc­to del deseo hos­til (ello), hacia la per­sona e insti­tu­ción edi­to­ra del tex­to (Súper yo), resen­timien­to y odio hacia el Otro. Aquí vale la pena, incor­po­rar la tesis de Jacques Lacan, quien en su obra, La agre­sivi­dad en Psi­coanáli­sis, nos refiere…

“Como parte de la estruc­tura psíquica del suje­to, la agre­sivi­dad es común a todos los seres vivos; en lo que se refiere al suje­to, se tra­ta de una encru­ci­ja­da estruc­tur­al, como una ten­den­cia cor­rel­a­ti­va de un modo de iden­ti­fi­cación que lla­mamos nar­ci­sista”. (Lacan, 1989b, p.263)

Aho­ra bien, es per­ti­nente no dejar de lado la per­son­al­i­dad per­ver­sa que ali­men­tó al sen­timien­to de agre­sivi­dad y, des­de la per­spec­ti­va laca­ni­ana, de ini­cio, nos señala que, el ser humano se con­sti­tuye des­de tres estruc­turas bási­cas: neu­ro­sis, per­ver­sión, y psicosis.

Habría que decir, inter­ro­ga­dos por esta real­i­dad y sus efec­tos, que vale la pena incor­po­rar las pal­abras de San­ti­a­go Ramírez, quien en su tra­ba­jo sobre la Géne­sis de la con­duc­ta, nos plantea en su libro: Infan­cia es des­ti­no que… “Un ado­les­cente es un suje­to deseoso de encon­trar un mar­co, una iden­ti­dad, que lo defi­nan e inte­gren…” ( 2013), esto a propósi­to del desar­rol­lo socioe­mo­cional infantil.

En este mis­mo tex­to, Ramírez, bus­ca sus­ten­tar su predic­ción tan­to cul­tur­al como biológi­ca­mente, por tan­to, su análi­sis dice que:

Toda edad tiene su prob­lemáti­ca y ésta es el resul­ta­do de con­tradic­ciones evi­dentes entre las poten­cial­i­dades biológ­i­cas inher­entes a ellas y la posi­bil­i­dad que la cul­tura brin­da en un momen­to dado para sat­is­fac­er­las. El ado­les­cente, hom­bre o mujer, se encuen­tra en el umbral de una real­ización cabal en todos los órdenes des­de el pun­to de vista biológi­co: la lim­itación socioe­conómi­ca que la cul­tura impone hace que la dis­tan­cia que media entre la posi­bil­i­dad y el logro sea cada vez may­or. En un mun­do cuyo dominio téc­ni­co, cuya com­pe­ten­cia y rival­i­dades deman­dan cada vez una may­or cuan­tía de apren­diza­je, el hia­to entre la poten­cial­i­dad y la adquisi­ción se hace cada vez más insalv­able. (Ramírez, 2013)

En el mis­mo sen­ti­do, el psicól­o­go, Car­los Arturo Moreno de la Rosa, (2014), en su artícu­lo: “Neu­ro­sis, psi­co­sis y per­ver­sión; tres ros­tros de la condi­ción humana”, nos señala: “La per­son­al­i­dad del ser humano se estruc­tura en base a las primeras expe­ri­en­cias vivi­das en la más tier­na infan­cia; expe­ri­en­cias de amor pero tam­bién expe­ri­en­cias de muerte”. Pero, ¿cómo se fue generan­do la per­son­al­i­dad perversa?

Todo se jue­ga en el primer año de vida. ¿Cómo es que una per­sona tiene un “quiebre psicóti­co” y anda por la vida ensimis­ma­do en su propia real­i­dad, en un solip­sis­mo a per­pe­tu­idad? La per­sona que está estruc­tura­da bajo el designio de la psi­co­sis (esquizofre­nia, para­noia y bipo­lar­i­dad) lo es por lo que vivió en ese primer año de vida, cuan­do su “Yo” se esta­ba for­man­do, no hubo algún ref­er­ente, hubo en cam­bio una madre psi­cotóx­i­ca, aje­na a su fun­ción de madre, ena­je­na­da con otros men­esteres, aban­do­nan­do al infante a su propia suerte; no hubo una madre que cate­c­ti­zara al infante (llenarlo de amor) y por lo tan­to el “Yo” no logró estruc­turarse. Un Yo débil que a la postre, ante algún even­to traumáti­co regre­sará al allá y el entonces y al no haber la estruc­tura bási­ca nece­saria ten­drá el quiebre psicóti­co. De adul­to ten­derá a la psi­co­sis ante un medio adver­so y una estruc­tura que ya trae des­de la infan­cia https://www.psico.org/articulos/neurosis-psicosis-perversion

De igual man­era, Moreno de la Rosa, nos la caracteriza…

El per­ver­so es un “niño grandote” que no le pusieron reglas, nor­mas, límites, no hubo un padre que lo cas­trara; ausen­cia de la figu­ra pater­na que le pusiera límites, que le cas­trara su deseo, el per­ver­so goza por ese medio. Su goce es un goce infan­til, goza como lo hiciera un infante sádi­co, mor­ti­f­i­can­do la exis­ten­cia del otro, sacian­do sus pul­siones per­ver­sas importán­dole solo él. https://www.psico.org/articulos/neurosis-psicosis-perversion

Por lo que se refiere ante­ri­or­mente, es per­ti­nente señalar que en la parte supe­ri­or del tra­ba­jo, Hein­rich Heine hace ref­er­en­cia a la que­ma del libro del Coran durante la Inquisi­ción españo­la en la búsque­da por desa­pare­cer la cul­tura árabe de la penín­su­la Ibéri­ca, que había sido un impor­tante cen­tro del saber islámi­co medieval. En el mis­mo sen­ti­do, lo refiere Fed­eri­co Gar­cía Lor­ca, poeta español fusila­do por las balas de la intol­er­an­cia fran­quista, quien lo nar­ró en su “Alocu­ción al pueblo de Fuente Vaque­ros”, dis­cur­so leí­do por la inau­gu­ración de la bib­liote­ca públi­ca de su comu­nidad, en sep­tiem­bre de 1931 (Gar­cía Lorca)

“…después de la caí­da del impe­rio romano, de las inva­siones bár­baras y el tri­un­fo del cris­tian­is­mo, tuvo el libro su momen­to más ter­ri­ble de peli­gro. Fueron arrasadas las bib­liote­cas y espar­ci­dos los libros. Toda la cien­cia filosó­fi­ca y la poesía de los antigu­os estu­vieron a pun­to de desa­pare­cer. Los poe­mas homéri­cos, las obras de Platón, todo el pen­samien­to griego, luz de Europa, la poesía lati­na, el Dere­cho de Roma, todo, abso­lu­ta­mente todo. Gra­cias a los cuida­dos de los mon­jes no se rompió el hilo. Los monas­te­rios antigu­os sal­varon a la humanidad. Toda la cul­tura y el saber se refugió en los claus­tros donde unos hom­bres sabios y sen­cil­los, sin ningún fanatismo ni intran­si­gen­cia (la intran­si­gen­cia es mucho más mod­er­na), cus­to­di­aron y estu­di­aron las grandes obras impre­scindibles para el hom­bre. Y no sola­mente hacían esto, sino que estu­di­aron los idiomas antigu­os para enten­der­los y así se da el caso de que un filó­so­fo pagano como Aristóte­les influya deci­si­va­mente en la filosofía católi­ca. Durante toda la Edad Media los bene­dicti­nos del monte Athos reco­gen y guardan infinidad de libros y a ellos les debe­mos cono­cer casi las más her­mosas obras de la humanidad antigua”.

De ini­cio, una revisión del tema de la que­ma de libros no puede olvi­dar, como ref­er­ente, lo suce­di­do en Ale­ma­nia, donde la agre­sión se hace pre­sente, imposi­ble, no recor­dar el 10 de mayo de 1933, fecha en que la Fed­eración nazi de estu­di­antes, en la plaza de la Ópera de Berlin, medi­ante la lla­ma­da Acción con­tra el espíritu alemán, bus­ca­ban hac­er desa­pare­cer la obra de escritores tan­to judíos, como marx­is­tas y en gen­er­al, opos­i­tores al rég­i­men, teóri­cos tales como Marx, Freud, Mann, Ossi­et­zky, entre otros…

Pues bien, es esta mis­ma agre­sivi­dad que for­ma parte de la estruc­tura psíquica del ser humano, que es ali­men­ta­da por una car­ga ide­ológ­i­ca per­ver­sa, y nos lle­va a resul­ta­dos como los que se han referido…

Actual­mente, el prin­ci­pal señalamien­to que se les hace a los libros que de man­era gra­tui­ta se entre­gan en las insti­tu­ciones ofi­ciales y pri­vadas, es lo inade­cua­do de los mate­ri­ales o sobre pre­sun­tos con­tenidos comu­nistas, racional­izan­do de este modo, el rec­ha­zo del grupo opos­i­tor a quien edi­ta y dis­tribuye los tex­tos. Tema que hoy nos con­vo­ca, dado el lla­ma­do fun­da­men­tal­ista de incinerar el mate­r­i­al bib­li­ográ­fi­co de la edu­cación bási­ca de nue­stro país, por quienes no se iden­ti­f­i­can con el gob­ier­no actu­al, en su análi­sis, incor­pore­mos el papel de la educación.

La función de la educación

La edu­cación es un hecho con­sus­tan­cial al desar­rol­lo humano en el pro­ce­so de la evolu­ción históri­ca cul­tur­al del hom­bre. Es a través de este pro­ce­so socio-cul­tur­al, como se trasmiten los conocimien­tos acu­mu­la­dos y cul­tural­mente orga­ni­za­dos por gen­era­ciones, y se entrete­jen los mecan­is­mos de desar­rol­lo social con los per­son­ales, los cuales se van auto­generan­do mutu­a­mente. En este sen­ti­do, se con­sid­era que los pro­ce­sos de desar­rol­lo no son autónomos de los educa­tivos. Ambos están vin­cu­la­dos des­de el primer día de vida del niño, en tan­to que este es par­tic­i­pante de un con­tex­to socio­cul­tur­al y exis­ten los otros (los padres, com­pañeros, la escuela, etc.), quienes inter­ac­túan con él para trasmi­tir­les la cul­tura, y sus pro­duc­tos, los cuales son copartícipes de su acul­turación. En defin­i­ti­va­mente, no se puede hablar de desar­rol­lo sin ubi­car­lo den­tro de un con­tex­to históri­co-cul­tur­al determinado.

Aho­ra bien, en relación con los con­tenidos cur­ric­u­lares, estos no son entes ais­la­dos, neu­tros, ajenos a la real­i­dad, ya que respon­den a una lóg­i­ca glob­al, que es el lla­ma­do Nue­vo mod­e­lo educa­ti­vo, puesto en prác­ti­ca en el año 2022.

¿Educación comunista o comunitaria?

El porqué del rec­ha­zo hacia un nue­vo par­a­dig­ma educa­ti­vo de man­era gen­er­al y los libros en lo par­tic­u­lar. Los con­tenidos teóri­cos, metodológi­cos y con­cep­tuales de la Nue­va Escuela Mex­i­cana se fun­da­men­tan en diver­sos par­a­dig­mas educa­tivos como la Escuela Acti­va, el Con­struc­tivis­mo social de Lev S. Vygot­sky y el Par­a­dig­ma Socio críti­co, prin­ci­pal­mente, estas dos últi­mas prop­ues­tas epistemológicas

Al respec­to, es per­ti­nente man­i­fes­tar la influ­en­cia que tiene el Insti­tu­to de Inves­ti­ga­ciones Sociales de la Uni­ver­si­dad de Frank­furt, que nace en 1924, en primer plano, Max Horkheimer y Theodor Adorno, Wal­ter Ben­jamin, Erich Fromm, Max Horkheimer, Otto Kirch­heimer, Leo Löwen­thal, Hebert Mar­cuse, Franz Leopold Neu­mann, quienes le dieron vida a la Teoría Críti­ca de la Sociedad (TCS), ori­en­ta­da a la revisión y ren­o­vación de los planteamien­tos del marx­is­mo des­de una per­spec­ti­va inter­dis­ci­pli­nar­ia, y sus raíces epis­te­mológ­i­cas se remon­tan a inves­ti­gadores sociales como Car­los Marx y Fed­eri­co Engels, quienes hacían planteamien­tos des­de una per­spec­ti­va Mate­ri­al­ista ‑Históri­ca en la búsque­da de la inter­pre­tar las condi­ciones del ser social, incor­po­ran­do fac­tores económi­cos, políti­cos, sociales, cul­tur­ales, etc.

Aho­ra bien, este par­a­dig­ma cien­tí­fi­co, surge como una respues­ta a un enfoque reduc­cionista y neu­tro que le adju­di­ca el carác­ter pos­i­tivista de la escuela de Viena

El enfoque sociocríti­co, con­sid­era a la Teoría Críti­ca, como una cien­cia social, que no solo se limi­ta a estu­dios empíri­cos ni inter­pre­ta­tivos, bus­ca ir más allá, en un pro­ce­so dialéc­ti­co, con­sid­era que, el saber surge del análi­sis de los estu­dios que se hacen al inte­ri­or de la comu­nidad y de la inves­ti­gación par­tic­i­pa­ti­va. Entre sus pos­tu­la­dos prin­ci­pales encon­tramos que con­sid­er­an que el papel de la cien­cia y la tec­nología no es obje­ti­va, la relación de estas con las trans­for­ma­ciones sociales y los gru­pos en el poder, y pri­mor­dial­mente, para ello, que los gru­pos sociales se vuel­van con­scientes de lo que les sucede en su entorno.

Se agre­ga que, para el men­ciona­do par­a­dig­ma, sus resul­ta­dos son pro­duc­to del tra­ba­jo mul­ti­dis­ci­pli­nario de fac­tores como; que el conocimien­to surge de los análi­sis y estu­dios que se hacen den­tro de las comu­nidades y que se car­ac­ter­i­zan por ser par­tic­i­pa­ti­vas, eman­ci­pado­ras, sur­gen deci­siones con­sen­suadas, con una visión democráti­ca y com­par­ti­da, espa­cio donde pre­dom­i­na la prác­ti­ca, pun­tu­al­izan­do, es den­tro de la mis­ma comu­nidad donde se gen­era el prob­le­ma y medi­ante el análi­sis que hacen los miem­bros de la mis­ma comu­nidad, se encuen­tra respues­ta. Aho­ra, en relación con la noción epis­tem­i­ca de Vygot­sky, podemos men­cionar que…

El constructivismo social

Las teorías cog­ni­ti­vas expli­can las con­duc­tas en fun­ción de la expe­ri­en­cia, infor­ma­ción, impre­siones, acti­tudes, ideas, y per­cep­ciones de una per­sona y de la for­ma en que esta las inte­gra, orga­ni­za y reor­ga­ni­za. El apren­diza­je es de acuer­do a esta teoría, un cam­bio más o menos per­ma­nente de los conocimien­tos o de la com­pren­sión, debido a la reor­ga­ni­zación tan­to de expe­ri­en­cias pasadas como de la infor­ma­ción, por lo tanto…

“Un pro­ce­so inter­per­son­al que­da trans­for­ma­do en otro intrap­er­son­al. En el desar­rol­lo cul­tur­al del niño, toda fun­ción aparece dos veces: primero, a escala social, y más tarde, a escala indi­vid­ual; primero, entre per­sonas (interp­si­cológ­i­ca), y después, en el inte­ri­or del pro­pio niño (intrap­si­cológ­i­ca). Esto puede apli­carse igual­mente a la aten­ción vol­un­taria, a la memo­ria lóg­i­ca y a la for­ma­ción de con­cep­tos. Todas las fun­ciones psi­cológ­i­cas supe­ri­ores se orig­i­nan como rela­ciones entre seres humanos”. (Lev Vygot­sky, 1985. p. 95)

En dicho espa­cio, Vygot­sky, con­sid­era que, los pro­ce­sos de apren­diza­je y desar­rol­lo se influyen entre sí; esto es, existe unidad pero no iden­ti­dad entre ambos (en el sen­ti­do dialéc­ti­co) y las rela­ciones en las que inter­ac­túan son com­ple­jas. Ambos están entrete­ji­dos en un padrón de espi­ral com­ple­jo. Pero, enfa­ti­za el impor­tante papel que desem­peña el apren­diza­je en los pro­ce­sos evo­lu­tivos. Lo ante­ri­or quiere decir, tra­duci­do al cam­po pedagógi­co, que las expe­ri­en­cias ade­cuadas de apren­diza­je deben cen­trarse no en los pro­duc­tos acaba­dos del desar­rol­lo (niv­el de desar­rol­lo real), sino especí­fi­ca­mente en los pro­ce­sos de desar­rol­lo que no aca­ban de con­sol­i­darse (niv­el de desar­rol­lo poten­cial) pero que están en camino de hacerlo.

El pro­fe­sor por su parte, debe desem­peñar los dos pape­les pero en momen­tos dis­tin­tos; esta pos­tu­ra la difer­en­cia de las otras escue­las. De acuer­do a los escritos vygotzkianos, el mae­stro es un exper­to que guía y medi­a­ti­za los saberse socio­cul­tur­ales que debe apren­der e inte­ri­orizar el alum­no. Enseña en una situación o con­tex­to de inter­ac­tivi­dad, nego­cian­do sig­nifi­ca­dos que él posee como agente educa­ti­vo, para inten­tar com­par­tir­los con los alum­nos, quienes no los poseen, pero los han de reconstruir.

Con­se­cuente­mente, dicho en for­ma sin­téti­ca, el docente debe acoplar los saberes socio­cul­tur­ales con los pro­ce­sos de inte­ri­or­ización sub­y­a­centes a la adquisi­ción de tales conocimien­tos por parte del alum­no. En su que­hac­er educa­ti­vo, para lograr esta nego­ciación de conocimien­tos, el mae­stro debe ir pro­movien­do con­tin­u­a­mente Zonas de Desar­rol­lo Próx­i­mo. De este modo, su par­tic­i­pación en el pro­ce­so educa­ti­vo para la trans­misión de algún con­tenido (conocimien­tos, habil­i­dades, pro­ce­sos, etc.) en un ini­cio de ser prin­ci­pal­mente direc­ti­va por donde tran­si­tan los alum­nos (y sin el cual ellos no podrían aspi­rar a nive­les de desem­peño supe­ri­or y ejecución).

Pos­te­ri­or­mente, con los avances del alum­no en la adquisi­ción o inte­ri­or­ización del con­tenido, va reducien­do su par­tic­i­pación has­ta el niv­el de un sim­ple espec­ta­dor empáti­co. Para crear y nego­ciar ZDP, el mae­stro debe ser exper­to en la tarea o del conocimien­to a impar­tir, y ser sen­si­bles a los avances pro­gre­sivos que el alum­no va real­izan­do. En la con­cep­ción Socio-cul­tur­al podemos hac­er exten­si­va la noción de mae­stro a cualquier otro guía o exper­to que medi­at­ice o provea un tat­u­a­je, aun en situa­ciones de edu­cación infor­mal o extraesco­lar que prop­i­cian un apren­diza­je guiado.

En relación con el apren­diza­je, lo con­sid­era como un aspec­to uni­ver­sal y nece­sario del pro­ce­so de desar­rol­lo cul­tur­al orga­ni­za­do y especí­fi­ca­mente humano de las fun­ciones psi­cológ­i­cas. Este no se pro­duce en cualquier situación, sino en aque­l­las en las que el niño ha alcan­za­do, ya un deter­mi­na­do niv­el de desar­rol­lo potencial.

Para Vygot­sky, el hecho humano no está deter­mi­na­do por nues­tra heren­cia genéti­ca, ni por nues­tra par­ti­da de nacimien­to, sino por el ori­gen del hom­bre, el paso del antropoide al hom­bre y el paso de niño a hom­bre, se pro­duce gra­cias a la activi­dad con­jun­ta, se per­petúa y garan­ti­za medi­ante el pro­ce­so social de la edu­cación, enten­di­da esta en el sen­ti­do amplio y no solo según los mod­e­los esco­lares de la his­to­ria más reciente.

Podríamos decir que, por primera vez, la edu­cación deja de ser para la psi­cología un mero cam­po de apli­cación y se con­sti­tuye un hecho con­sus­tan­cial al pro­pio desar­rol­lo humano, en el pro­ce­so cen­tral de la evolu­ción históri­co-cul­tur­al del hom­bre y del desar­rol­lo indi­vid­ual. En este sen­ti­do, fue el primero en hablar de la evolu­ción cul­tur­al del hom­bre y del desar­rol­lo cul­tur­al del niño, lo que le lle­va a afir­mar que no se ha escrito aún la his­to­ria de dicho pro­ce­so evo­lu­ti­vo infan­til. Él afir­ma que la psi­cología había reduci­do los pro­ce­sos psi­cológi­cos com­ple­jos a los ele­men­tales (por ejem­p­lo, al refle­jo o la conex­ión estímulo-respuesta).

Des­de su per­spec­ti­va, Las Fun­ciones Psi­cológ­i­cas Supe­ri­ores son el fru­to del desar­rol­lo cul­tur­al y no del biológi­co, y tra­ta de pon­er­las de man­i­fiesto y de deve­lar sus car­ac­terís­ti­cas inves­ti­gan­do lo que él denom­i­na con­duc­tas ves­ti­giales: man­i­festa­ciones prim­i­ti­vas car­ac­terís­ti­cas de los albores de la especie, que todavía podemos encon­trar en la con­duc­ta del hom­bre actu­al. Con­tin­ue­mos, veamos aho­ra el uso falaz en los medios de información…

La falacia

¿Por qué resul­ta per­ti­nente incor­po­rar este con­cep­to en la estruc­tura del tra­ba­jo? Ini­ciemos con­cep­tu­al­izán­do­lo de man­era gen­er­al, ya que se le con­sid­era como una ten­den­cia al error, al engaño y la falsedad para dañar a algu­na per­sona o insti­tu­ción, de igual man­era, es la búsque­da de con­seguir algo de for­ma ven­ta­josa, el ter­mi­no es de ori­gen latín, Fal­la­cia y sig­nifi­ca engaño, es de uso con­tin­uo en la lóg­i­ca y la retóri­ca, podemos añadir, que algu­nas oca­siones son argu­men­tos car­entes de toda validez, de la mis­ma man­era, que se usan para per­suadir o de for­ma por demás invol­un­taria, y que se hace pre­sente, en la temáti­ca abor­da­da en este espa­cio, pro­duc­to de mentes per­ver­sas, con­mi­nan­do a la que­ma de los libros…

Concluimos que…

Difí­cil­mente, se puede con­sid­er­ar como final­iza­da la temáti­ca, al con­trario, la com­ple­ji­dad y la per­ti­nen­cia, nos con­vo­ca a pro­fun­dizar sobre la géne­sis de la prác­ti­ca falaz en la comu­ni­cación comu­ni­taria. Así las cosas, en momen­tos donde las car­gas ide­ológ­i­cas se priv­i­le­gian sobre la ver­dad, por parte de gru­pos extrem­is­tas, quienes bus­can engañar con fal­sos axiomas, al con­sid­er­ar, una metodología de inves­ti­gación deriva­da del Mate­ri­al­is­mo históri­co, como una prop­ues­ta de cam­bio en las estruc­turas económi­cas, es una fala­cia, pero, no olvidemos que el saber rig­uroso que emerge de los libros nos mues­tra el camino, de cómo resolver los prob­le­mas que hoy se debat­en, teng­amos en cuen­ta que los avances sociales y los cam­bios sig­ni­fica­tivos, sur­gen de estos pequeños espa­cios de sabiduría, y que no valen ni armas, ni san­gre, ni men­ti­ras. Porque, como señaló Gar­cía Lor­ca, “con­tra el libro no valen per­se­cu­ciones. Ni los ejérci­tos, ni el oro, ni las lla­mas pueden con­tra ellos; porque podéis hac­er desa­pare­cer una obra, pero no podéis cor­tar las cabezas que han apren­di­do de ella porque son miles”.

Referencias bibliográficas

Gar­cía Lor­ca, F. (1931). “Alocu­ción al pueblo de Fuente Vaque­ros”. Dis­cur­so leí­do por la inau­gu­ración de la bib­liote­ca públi­ca de Fuente Vaque­ros. España. https://www.cervantesvirtual.com/ obra-visor/alocucion-al-pueblo-de-fuente-vaqueros-discurso-leido-por-la-inaguracion-de-la-biblioteca-publica-de-fuente-vaqueros-septiembre-1931–998622/html/a5692ac7-3664–4749-84da-9837f987e46d_2.html

Lacan, J. (1989). La agre­sivi­dad en Psi­coanáli­sis. Buenos aires. Argenti­na: Paidós.

https://www.psico.org/articulos/neurosis-psicosis-perversion

Ramírez, S. (2013). Infan­cia es des­ti­no. Méx­i­co: Siglo XXI.

Vygot­sky, L. (1985). Pen­samien­to y lengua­je. Buenos Aires: Pléyade.

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