RAZONAMIENTO Y RACIONALIZACIÓN EN EL LAZO SOCIAL

Armando Sánchez Gutiérrez

Zihuatanejo de Azueta. Gro. México

Resumen

En este artícu­lo, se cues­tiona la per­spec­ti­va del Sín­toma social para abor­dar fenó­menos, tales como el Razon­amien­to, como ele­men­to de los Pro­ce­sos Psi­cológi­cos Supe­ri­ores, apor­ta­dos por Lev. S. Vygot­sky, se con­cep­tu­al­izó, se plas­mó su uso y géne­sis resul­ta­do del con­tex­to social que rodea al suje­to. y la Caren­cia de pro­fun­di­dad de pen­samien­to, como una man­i­festación cul­tur­al de nue­stro tiempo.

Para ini­ciar, se incor­po­ra el aporte que real­iza, tan­to Sig­mund Freud, como Gilles Lipovet­sky, quienes con recur­sos epistémi­cos psi­coanalíti­cos, con­sid­er­an que el lazo social con­tem­porá­neo ha bus­ca­do la con­struc­ción de un esti­lo de vida ori­en­ta­do a la evasión de la real­i­dad y del Indi­vid­u­al­is­mo, respec­ti­va­mente y, como con­se­cuen­cia, el ale­jamien­to de los sufrim­ien­tos cotid­i­anos, donde se hace pre­sente la Racional­ización, como géne­sis de la Per­son­al­ización. Y se con­cluye con un cues­tion­amien­to: ¿Can­didatos par­tidis­tas, acordes int­elec­tual­mente con el suje­to social?

Pal­abras clave: Razon­amien­to, psi­coanáli­sis, social, lazo y banalidad

Abstract

In this arti­cle, the per­spec­tive of the Social Symp­tom is ques­tioned to address phe­nom­e­na, such as Rea­son­ing, as an ele­ment of High­er Psy­cho­log­i­cal Process­es, con­tributed by Lev. S. Vygot­sky, was con­cep­tu­al­ized, its use and gen­e­sis as a result of the social con­text that sur­rounds the sub­ject was cap­tured. and Lack of depth of thought. as a cul­tur­al man­i­fes­ta­tion of our time.

To begin with, the con­tri­bu­tion made by both Sig­mund Freud and Gilles Lipovet­sky is incor­po­rat­ed, who with psy­cho­an­a­lyt­ic epis­temic resources, con­sid­er that the con­tem­po­rary social bond has sought the con­struc­tion of a lifestyle ori­ent­ed towards the eva­sion of real­i­ty and Indi­vid­u­al­ism. respec­tive­ly and, as a con­se­quence, the dis­tanc­ing from dai­ly suf­fer­ings, where Ratio­nal­iza­tion is present, as the gen­e­sis of Per­son­al­iza­tion. And it con­cludes with a ques­tion: Par­ty can­di­dates, intel­lec­tu­al­ly in line with the social subject?

Key words: Rea­son­ing, psy­cho­analy­sis, social, bond and banality

El hom­bre está condi­ciona­do en gran medida
por instin­tos que son esen­cial­mente irracionales
y chocan con su razon­amien­to, con las nor­mas morales
y las nor­mas de su sociedad.

Erick Fromm

¡LA BANALIDAD ESTÁ PRESENTE!

La caren­cia de razon­amien­to, como una man­i­festación socio­cul­tur­al de nue­stro tiem­po. Es per­ti­nente señalar que la revista Alter­na­ti­vas Cubanas en Psi­cología, me ha brinda­do la opor­tu­nidad de pro­fun­dizar en el momen­to elec­toral de mi país, y aho­ra, pre­tendo dar­le con­tinuidad al artícu­lo, “Con­tra las fala­cias… “, ya que hoy, con el pre­sente escrito, bus­co ampli­ar el análi­sis políti­co par­tidista, al ser un tema que con­sidero rel­e­vante, en fun­ción de los resul­ta­dos que traerán a futuro en el espec­tro sociocultural.

Por lo tan­to, no bas­ta con con­statar medi­ante una descrip­ción pun­tu­al de las car­ac­terís­ti­cas de una sociedad hiper­cap­i­tal­ista, se impone un exa­m­en de las condi­ciones que gener­aron el con­tex­to actu­al. En este estu­dio cabe cues­tionar la per­spec­ti­va del Sín­toma social para abor­dar fenó­menos, tales como la Caren­cia de pro­fun­di­dad de pen­samien­to, y pun­tual­mente, el Razon­amien­to, como Pro­ce­so Psi­cológi­co Superior.

PREÁMBULO

Aho­ra bien, a man­era de ensayo bus­co abor­dar­lo para esbozar razones de dicha caren­cia como respues­ta a los cues­tion­amien­tos. Se entiende que, el análi­sis del prob­le­ma es com­ple­jo y exige múlti­ples per­spec­ti­vas… La psi­coanalíti­ca es una de ellas, tan­to como el par­a­dig­ma históri­co socio­cul­tur­al, no obstante, es nece­sario hac­er con pru­den­cia la extrap­o­lación de con­cep­tos fragua­dos en diver­sos enfo­ques, lo que posi­bili­ta dicho esfuer­zo, es que todos ellos, son medi­a­dos por el Lazo social. Entendién­dose, este últi­mo con­cep­to, des­de una visión psi­coanalíti­ca, y que Isabel Morin nos com­parte y señala… “no es la suma del ser humano en un mis­mo espa­cio, sino las rela­ciones comu­ni­tarias, cre­an­do y ren­o­van­do la civ­i­lización” (2015 p: 104).

De igual modo, Ale­jan­dro Klein, nos lo describe en su tra­ba­jo, Cam­bios en las pecu­liari­dades sociales del adul­to may­or y su impacto en el lazo social. Vale la pena pro­fun­dizar el sen­ti­do de dicho término…

establece así que existe el con­jun­to social y que en relación con él, el suje­to está aden­tro, y no solo aden­tro, sino que no puede salir de él. Pero para que se cumpla este pro­ce­so el lazo social ha de garan­ti­zar además el sen­timien­to de perte­nen­cia: for­mar parte de, inte­grar el o los con­jun­tos. Su esce­na temi­da es el sen­timien­to de soledad, des­gar­ro y frag­mentación. (2015 p. 180)

NARRATIVA

Aho­ra bien, retomamos el tra­ba­jo selec­cio­nan­do una serie de tex­tos, que incluyen, pri­mor­dial­mente, pen­samien­to y lengua­je, la era del vacío, de la ligereza, el Desar­rol­lo de los Pro­ce­sos Psi­cológi­cos Supe­ri­ores, con el fin de inter­rog­a­r­nos y estruc­turar una idea alrede­dor de la caren­cia de pro­fun­di­dad de pen­samien­to del suje­to social, inmer­sos en este pro­ce­so preelectoral.

En tan­to, no se tra­ta, evi­den­te­mente, de sim­pli­ficar cues­tiones que son mul­ti­fac­to­ri­ales, es per­ti­nente, un análi­sis gen­er­al del ele­men­to que nos ayu­da a enten­der la prob­lemáti­ca. Este ele­men­to toral es el razon­amien­to, que for­ma parte de los Pro­ce­sos Psi­cológi­cos Supe­ri­ores, de los cuales podemos enlis­tar: el análi­sis, sín­te­sis, abstrac­ción, argu­mentación, infer­en­cia, inteligen­cia, deduc­ción, y algunos otros, ello des­de una per­spec­ti­va de Lev. S. Vygot­sky, de modo que debe­mos pre­gun­tarnos e inten­tar dar respues­ta al sigu­iente cues­tion­amien­to: ¿Qué rev­ela la caren­cia de pro­fun­di­dad de pen­samien­to, en el momen­to actu­al que se vive?

De ini­cio, arries­garé la sigu­iente con­struc­ción teóri­ca para intro­ducir mi hipóte­sis, apoyán­dome en el tex­to de Vygot­sky, Pen­samien­to y lengua­je, para pre­sen­tar algunos ele­men­tos de análi­sis que plantean la genealogía de dichas fac­ul­tades, tal como lo plantea el autor…

hemos demostra­do que un refle­jo gen­er­al­iza­do de la real­i­dad es la car­ac­terís­ti­ca bási­ca de las pal­abras. Este aspec­to de la pal­abra nos deja en el umbral de un tema más amplio y pro­fun­do: el prob­le­ma gen­er­al de la con­cien­cia. El pen­samien­to y el lengua­je. Que refle­jan la real­i­dad en dis­tin­ta for­ma que la per­cep­ción, son la clave de la nat­u­raleza de la con­cien­cia humana. (2006. p.175)

Y con­tin­ua, Vygot­sky, pro­fun­dizan­do la temáti­ca, al incor­po­rar el peso de la influ­en­cia social, en el lengua­je y pen­samien­to de los suje­tos, agregando…

Para com­pren­der el lengua­je de los otros, no es sufi­ciente com­pren­der las pal­abras, es nece­sario enten­der su pen­samien­to. Pero, inclu­so esto no es sufi­ciente, debe­mos cono­cer las moti­va­ciones. El análi­sis psi­cológi­co de una expre­sión no está com­ple­to has­ta que no alcan­za ese plano. (2006 p. 175)

Aho­ra bien, es per­ti­nente plas­mar cómo se gen­era dicha meta­mor­fo­s­is, cuestionándonos…

¿CÓMO LA NATURALEZA MISMA DEL DESARROLLO CAMBIA DE LO BIOLÓGICO A LO SOCIOCULTURAL? 

En este con­tex­to, ¿cuál es la relación de este pro­ce­so y la influ­en­cia socio­cul­tur­al, que le dan vida a la auto­gen­eración de los PPS, José Itzig­sohn, nos lo com­parte en el pról­o­go del libro, Pen­samien­to y lengua­je, donde pre­sen­ta algunos ele­men­tos del análi­sis, y así lo describe, “porque como lo for­mu­la­ba clara­mente Vygotsky…”

entendía que la vida del hom­bre no sería posi­ble si este hom­bre hubiera de valerse solo del cere­bro y las manos, sin los instru­men­tos que son pro­duc­to social. La vida mate­r­i­al del hom­bre esta medi­a­ti­za­da por los instru­men­tos y de la mis­ma man­era, tam­bién su activi­dad psi­cológ­i­ca que esta medi­a­ti­za­da por eslabones pro­duc­to de la vida social, de los cuales el más impor­tante es el lengua­je. (1985 p; 13)

Por lo tan­to, ello nos lle­va a encon­trar la solu­ción, de los prob­le­mas o situa­ciones con las que nos enfrente­mos y la búsque­da de los méto­dos más ópti­mos, en nue­stro entorno social. Es per­ti­nente hac­er men­ción que, dichos pro­ce­sos, son o no adquiri­dos, pro­duc­to del entorno y los difer­entes gru­pos sociales en que el ser humano con­vive. Aho­ra bien, pre­cisa­mente, así como lo for­mu­la de for­ma tan sen­cil­la Vygotsky:

… estos están car­ac­ter­i­za­dos por una nue­va inte­gración y cor­relación de sus partes. El todo y sus partes se desar­rol­lan para­le­la­mente y a un mis­mo tiem­po. A las primeras estruc­turas les denom­inare­mos ele­men­tales; estas son todas psi­cológ­i­cas, condi­cionadas prin­ci­pal­mente por deter­mi­nantes biológi­cos. Las estruc­turas pos­te­ri­ores que emer­gen en el pro­ce­so de desar­rol­lo cul­tur­al les lla­mare­mos estruc­turas supe­ri­ores… El esta­dio ini­cial va segui­do de la destruc­ción de esta primera estruc­tura, de su recon­struc­ción y tran­si­ción hacia estruc­turas de tipo supe­ri­or. A difer­en­cia de los pro­ce­sos direc­tos y reac­tivos, estas estruc­turas pos­te­ri­ores se elab­o­ran en base al uso de sig­nos y her­ramien­tas: estas nuevas for­ma­ciones unen los medios direc­to e indi­rec­to de adaptación. (2000. p: 186)

Para com­pren­der mejor, con­tin­ue­mos por analizar, el ele­men­to cen­tral del tra­ba­jo, la idea de razon­amien­to. Con este últi­mo fac­tor, arrib­amos, al prob­le­ma que estruc­tura teóri­ca y con­cep­tual­mente, el sen­ti­do de nue­stro tra­ba­jo, aho­ra veamos, problematizándolo…

¿CÓMO SE CONCIBE SU ORIGEN? 

Avan­zan­do en nue­stro razon­amien­to, podemos hac­er patente algu­nas car­ac­terís­ti­cas que se hacen pre­sente en nues­tra cul­tura. Podríamos decir que, es gen­er­a­do por una serie de habil­i­dades cog­ni­ti­vas com­ple­jas que nos per­miten rela­cionar y vin­cu­lar difer­entes saberes de man­era estruc­tura­da. Téc­ni­ca­mente, es un pro­ce­so men­tal en el que se parte de una can­ti­dad deter­mi­na­da de premisas para lle­gar a una con­clusión inferi­da sobre estas. En tér­mi­nos filosó­fi­cos, es la lóg­i­ca quien se abo­ca al estu­dio de los méto­dos for­males que bus­ca su desar­rol­lo, medi­ante, máxime, la argu­mentación.

En tan­to, su ori­gen eti­ológi­co, se encuen­tra en el latín como, ratio, que se entiende como razón y auna­do al sufi­jo ien­to, que se con­sid­era como el resul­ta­do de una acción. Mis­mo con­cep­to que desar­rol­la­do, posi­bili­ta la gen­eración de una diver­si­dad de tesis, estrate­gias, argu­men­tos y con­clu­siones, orga­ni­zan­do el conocimien­to, las ideas, tal como lo señala Vygot­sky, quien en su obra men­ciona la vin­cu­lación inher­ente entre el plano interp­si­cológi­co (social) y el plano intrap­si­cológi­co (indi­vid­ual), de estos con los Pro­ce­sos de Inte­ri­or­ización y el mane­jo de los instru­men­tos de mediación. Pase­mos aho­ra, al enfoque con­tem­porá­neo, que nos pro­pone el sociól­o­go francés Gilles Lipovetsky…

“Hay que pensar la ligereza como una estructura antropológica de lo imaginario…”

A con­tin­uación, en con­gru­en­cia con la visión freudi­ana, incor­po­ramos la visión socio cul­tur­al de Lipovet­sky, quien con recur­sos epistémi­cos psi­coanalíti­cos, en su obras, La era del vacío, y De la ligereza, nos apor­ta ele­men­tos que nos per­miten ir com­pren­di­en­do la relación del lazo social con­tem­porá­neo y el razonamiento.

Para ini­ciar, se incor­po­ra el aporte actu­al que real­iza Gilles Lipovet­sky, quien, con­sid­era que el lazo social con­tem­porá­neo ha bus­ca­do la con­struc­ción de un esti­lo de vida ori­en­ta­do al indi­vid­u­al­is­mo, y como con­se­cuen­cia, al ale­jamien­to de los sufrim­ien­tos cotid­i­anos… el encuen­tro con la per­son­al­ización. ¿Pero, cómo entiende Lipovet­sky, la ligereza? Veamos, la con­sid­era como una for­ma de vida, que bus­ca librar­la de su peso exis­ten­cial, despo­ján­dola de la gravedad, que impli­ca, los val­ores tradi­cionales que nos heredaron los grie­gos, en áreas como la famil­ia, reli­giosi­dad, sex­u­al­i­dad, ocio, etc. en un claro juego paradóji­co, ya que esta mis­ma lib­eración nos lle­va a la búsque­da de plac­eres efímeros, en pos de una supues­ta y mer­can­tiliza­da felicidad.

Señalam­os que es, sin duda, des­de la per­spec­ti­va del autor de La Era del Vacío, que con­sid­era, la indi­vid­u­al­ización, como un prece­dente de la ligereza, que se man­i­fi­es­ta en diver­sas esferas del día a día de nue­stro tiem­po, un fenó­meno plan­e­tario, donde los diver­sos medios de infor­ma­ción como el inter­net, Insta­gram, van condi­cio­nan­do los hábitos de con­sumo social de mer­cadería de com­pra y tira, que nos lle­va a un bien­es­tar emo­cional super­fi­cial, medi­ante el deporte, la músi­ca, la labor par­tidista, hacién­dose pre­sente la banal­ización y friv­o­lización de luchas por la defen­sa de los dere­chos humanos, la aceptación de la injus­ta desigual­dad en la obten­ción de los ben­efi­cios sociales. Y pun­tual­mente, nos dice, “Lo ligero, que era lo más insignif­i­cante y fútil, hoy es la may­or fuerza de trans­for­ma­ción del mun­do”. (2018 p: 13)

En tan­to, hoy está pre­sente una alig­eración, en la nar­ra­ti­va social, más que nada pro­duc­to de la caren­cia de pro­fun­di­dad de pen­samien­to, dán­dole vida a esló­ganes, clisés, lugares comunes, restán­dole esen­cia y sus­tan­cia a las pal­abras de aque­l­los que aban­der­an las causas comunes de lo que jurídica­mente nos cor­re­sponde, son los dere­chos humanos… el indi­vid­u­al­is­mo, la ligereza, como con­se­cuen­cia del hiper­cap­i­tal­is­mo, han impe­di­do el desar­rol­lo de una con­cien­cia comu­ni­taria. A propósi­to del tema, nos dice Lipovet­sky, en su tra­ba­jo La era del vacío, donde pos­tu­la…

susti­tuyen­do la con­mi­nación por la seduc­ción, el deber rig­orista por el hedo­nis­mo y la solem­nidad por el humor, el uni­ver­so con­sum­ista tiende a pre­sen­tarse como un uni­ver­so alig­er­a­do de todo peso ide­ológi­co, de todo espe­sor de sen­ti­do. Lo ligero, ya se entien­da en su sen­ti­do pri­mario o en su sen­ti­do deriva­do, es hoy uno de los grandes espe­jos en que se refle­ja nues­tra época. (1986 p: 10)

Y más ade­lante, el mis­mo Lipovet­sky, prosigue, en relación con la ligereza, afir­man­do:

Hay que pen­sar la ligereza como una estruc­tura antropológ­i­ca de lo imag­i­nario, al mis­mo tiem­po que como una aspiración humana que siem­pre ha encon­tra­do man­eras de mate­ri­alizarse en la vida social. Una con­stante antropológ­i­ca que ha revesti­do for­mas muy difer­entes, alrede­dor de algunos arqueti­pos fun­da­men­tales. (2018 p: 16)

En con­so­nan­cia, con lo plantea­do ante­ri­or­mente, el Psi­coanáli­sis Freudi­ano, al respec­to, nos señala…

¿QUÉ NOS PLANTEA, FREUD…?

En relación con lo man­i­fes­ta­do por el cien­tí­fi­co vienés, en su tra­ba­jo, El malestar en la cul­tura, con­sid­er­a­ba, que la civ­i­lización está basa­da en la repre­sión per­ma­nente de los deseos instin­tivos por ser incom­pat­i­bles con las nor­mas sociales, de una sociedad civ­i­liza­da. Y en esta línea de pen­samien­to, el papel que jue­ga la edu­cación es bus­car la mod­i­fi­cación repre­si­va de las pul­siones y así socializar al ser humano, todo ello en bus­ca de la sobre­viven­cia. En con­se­cuen­cia, Freud, señal­a­ba, que la feli­ci­dad no es un val­or cul­tur­al y que la insat­is­fac­ción es el pre­cio por vivir en comu­nidad, lo cual se deri­va de dos momentos:

a). El niv­el Filo­genéti­co. El desar­rol­lo del hom­bre ani­mal en su lucha con la naturaleza.

b). El niv­el Soci­ológi­co: el desar­rol­lo de los indi­vid­u­os y gru­pos civ­i­liza­dos en la lucha entre ellos mis­mos y su medio ambiente.

Sin dejar de lado, la agre­sivi­dad inna­ta que acom­paña al ser humano a lo largo de su vida, debe recibir una canal­ización per­pet­ua a través de los Mecan­is­mos de Defen­sa del Yo, con la final­i­dad de estable­cer condi­ciones en la con­for­ma­ción del lazo social. Aho­ra, en el mis­mo sen­ti­do, que nos apor­ta Erich Fromm…

“Las fuerzas más poderosas que motivan la conducta del ser humano nacen de las condiciones de su existencia…”

Pero, preste­mos aten­ción, al psicól­o­go alemán, Erich Fromm, quien nos mues­tra la eti­ología de la con­duc­ta neuróti­ca del hom­bre mod­er­no, en el dis­tan­ci­amien­to exis­tente entre las estruc­turas socio­cul­tur­ales y el indi­vid­uo. Se con­sid­era que, él encuen­tra en la sim­bio­sis de las teorías psi­coanalíti­cas y marx­is­tas los ele­men­tos teóri­cos para sus­ten­tar sus ideas. Es per­ti­nente hac­er men­ción que, de Freud, tomará su con­cep­ción del Incon­sciente, los impul­sos biológi­cos, los mecan­is­mos de defen­sa del yo y otros fac­tores que condi­cio­nan la con­duc­ta. En tan­to, en relación con Karl Marx, el análi­sis socio­cul­tur­al, los fac­tores históri­cos, tan­to como la economía y así lo expone…“Las fuerzas más poderosas que moti­van la con­duc­ta del ser humano nacen de las condi­ciones de su exis­ten­cia y de su situación humana, de ahí que bus­ca un equi­lib­rio entre las necesi­dades fisi­ológ­i­cas y la con­cien­cia que desar­rol­la al ten­er con­tac­to con las condi­ciones de su exis­ten­cia”. (1987 p:31)

En el psi­coanáli­sis freudi­ano, Fromm, encon­tró algu­nas ideas que le per­mi­tieron inter­pre­tar la con­duc­ta comu­ni­taria, tales como, “El hom­bre está condi­ciona­do en gran medi­da por instin­tos que son esen­cial­mente irra­cionales y chocan con su razon­amien­to, con las nor­mas morales y las nor­mas de su sociedad” (1987 p: 29), al igual, con­sid­era la exis­ten­cia de ele­men­tos que lo defien­den de la real­i­dad, y señala, “la may­oría de estos instin­tos no le son con­scientes. Es por ello, que el indi­vid­uo expli­ca su acción como una con­se­cuen­cia de motivos razon­ables (la jus­ti­fi­ca), mien­tras que obra, siente y pien­sa obe­de­cien­do a las fuerzas incon­scientes que mueven la con­duc­ta”. (1987 p: 29)

Pun­tu­al­izan­do, lo que quiero evi­den­ciar aquí es que, con la evolu­ción de la sociedad, tal como señala Lipovet­sky, en la nar­ra­ti­va comu­ni­taria se hace pre­sente la banal­i­dad en sus difer­entes activi­dades sociales y me cues­tiono, tal como señala Freud, ¿Las nor­mas sociales que bus­can la con­viven­cia comu­ni­taria, hacen nece­saria la evasión, medi­ante la racional­ización? Incor­pore­mos este mecan­is­mo de defen­sa del Yo al análi­sis…

SU FUNCIÓN EN EL LAZO SOCIAL…

En con­se­cuen­cia, y en relación con lo dicho con ante­ri­or­i­dad, des­de un pun­to de vista Freudi­ano, cuan­do se viv­en momen­tos de angus­tia para nue­stro Yo, incon­scien­te­mente bus­camos pro­te­gernos para man­ten­er el equi­lib­rio emo­cional, es ahí, donde apare­cen, los mecan­is­mos de defen­sa del Yo, tales como la negación, proyec­ción, fijación, for­ma­ción reac­ti­va, regre­sión, y la mis­ma racional­ización entre otros, que nos per­miten con­tin­uar ade­lante con nue­stro día a día, y así, evi­tar la apari­ción de la frus­tración, ante­sala de la neu­ro­sis, por lo cual no es de extrañar que dicho recur­so, sea el mecan­is­mo de defen­sa más uti­liza­do de man­era cotidiana…

Aho­ra bien, ¿cómo actúa esta con­tención psíquica? En esen­cia, al ser incon­scien­te­mente, no ten­emos con­cien­cia de su labor, y su apari­ción con el fin de evi­tar el dolor emo­cional que nos provo­ca la insat­is­fac­ción de los avatares cotid­i­anos, ello medi­ante ideas que bus­can sacarnos del con­flic­to del Yo, las mis­mas que fueron provo­cadas por errores, caren­cias, inco­heren­cias, se con­sid­era un escape de la real­i­dad, de con­flic­tos reales, que se tol­er­an e inclu­so, podemos con­ver­tir­los en logros y sat­is­fac­ciones para nue­stro ego.

¿RACIONALIZACIÓN VERSUS RAZONAMIENTO?

Al respec­to de ello y para finalizar, después de este recor­ri­do teóri­co, en este tex­to pre­sen­té, el momen­to pre­elec­toral que vivi­mos en mi país: espa­cio social donde los actores políti­cos par­tidis­tas, se hacen pre­sentes en los medios de infor­ma­ción, com­par­tien­do men­sajes banales, fútiles, sin argu­men­tos, fras­es car­entes de ele­men­tos, sin bases teóri­c­as, metodológ­i­cas o con­cep­tuales, donde como suje­tos sociales, esta­mos sien­do condi­ciona­dos de for­ma con­sciente e incon­sciente, pero bien, en este hor­i­zonte, un camino que se con­sol­i­da es la aceptación pasi­va del hecho social, pero, como entes pen­santes, con­sidero, ten­emos la pal­abra… Por últi­mo, con­cluimos con un cues­tion­amien­to ¿Can­didatos par­tidis­tas, acordes int­elec­tual­mente con el suje­to social? Per­ti­nente, que los psicól­o­gos lo teng­amos en consideración…

Referencias bibliográficas

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Fromm, E. (1987). Psi­coanáli­sis de la sociedad con­tem­poránea. Méx­i­co: FCE.

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Lipovet­sky, G. (2016). De la ligereza. Barcelona: Ana­gra­ma.

___________. (1986). La era del vacío. Barcelona: Anagrama.

Morin, I. (2015). Las con­se­cuen­cias de la fobia en el lazo social. 

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Vygot­sky, L. (1985). Pen­samien­to y lengua­je. Buenos Aires: Quin­to sol.

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