SISTEMATIZACIÓN DE LAS PREFERENCIAS DEL CONSUMO TELEVISIVO DE LOS AUDITORIOS DE LA HABANA (2010–2016)

Mónica Guillén del Campo

Centro de Investigaciones Sociales de RTV Comercial, Instituto Cubano de Radio y Televisión

Resumen

Las inves­ti­ga­ciones de audi­en­cia apor­tan ele­men­tos útiles y nece­sar­ios (aunque no deter­mi­nantes) para realizar un análi­sis sobre la tele­visión, ya que brin­da infor­ma­ción sobre el con­sumo que ante las diver­sas ofer­tas tele­vi­si­vas real­iza la población, y con ello con­tribuir a deter­mi­nar sus gus­tos, pref­er­en­cias y expec­ta­ti­vas. El pre­sente tra­ba­jo pre­tende analizar algu­nas ten­den­cias de la teleau­di­en­cia que se han venido desar­rol­lan­do en los últi­mos años; se inda­ga en el con­sumo de tele­visión entre el 2010 y el 2016. Se efec­tuó una revisión bib­li­ográ­fi­ca y un análi­sis de con­tenido de los últi­mos cin­co anuar­ios real­iza­dos por el CIS des­de 2011–2016. Esto per­mi­tió eval­u­ar las prác­ti­cas, hábitos, pref­er­en­cias y com­por­tamien­tos de los espec­ta­dores tele­vi­sivos de la cap­i­tal cubana. Se anal­izó el uso de la tele­visión por meses, días de la sem­ana, el com­por­tamien­to de los canales de man­era gen­er­al, así como en fun­ción de las vari­ables sociode­mográ­fi­cas sexo y edad.

Pal­abras claves: tele­visión, pref­er­en­cias, audiencias.

Abstract

Audi­ence research pro­vides use­ful and nec­es­sary ele­ments (although not deter­mi­nants) to per­form an analy­sis on tele­vi­sion, as it pro­vides infor­ma­tion on the con­sump­tion of the dif­fer­ent tele­vi­sion offers made by the pop­u­la­tion, there­by help­ing to deter­mine their tastes, pref­er­ences and pref­er­ences. expec­ta­tions. This paper aims to ana­lyze some trends of the audi­ence that have been devel­op­ing in recent years; the con­sump­tion of tele­vi­sion is inves­ti­gat­ed between 2010 and 2016. A bib­li­o­graph­ic review and con­tent analy­sis of the year­books car­ried out by the CIS from 2011–2016 was car­ried out. This allowed to eval­u­ate the prac­tices, habits, pref­er­ences and behav­iors of the tele­vi­sion view­ers of the Cuban cap­i­tal. The use of tele­vi­sion is ana­lyzed by months, days of the week, the behav­ior of the chan­nels in a gen­er­al way, as well as in terms of the sociode­mo­graph­ic vari­ables sex and age.

Key­words: tele­vi­sion, pref­er­ences, audience.

Introducción

En la plan­i­fi­cación de medios en gen­er­al y de cada pro­gra­ma en par­tic­u­lar, par­tien­do de que el prin­ci­pio y fin de la pro­gra­mación son pre­cisa­mente los des­ti­natar­ios, coex­is­ten un grupo de ele­men­tos impre­scindibles que son nece­sar­ios ten­er en cuen­ta, como la impor­tan­cia de los hábitos de audi­en­cia de los públi­cos, sus car­ac­terís­ti­cas socio demográ­fi­cas y psicográ­fi­cas, por una parte, y las par­tic­u­lar­i­dades de recep­ción por la otra.

Es por ello que el Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT de RTV Com­er­cial (CIS), tiene entre sus propósi­tos el estu­dio de los audi­to­rios de tele­visión de man­era sis­temáti­ca, así como la con­fec­ción de anuar­ios tele­vi­sivos en los cuales se recoge la relación de las audi­en­cias con los pro­gra­mas y/o canales.

Este tipo de estu­dio ha esta­do aso­ci­a­do a las con­cep­ciones de los efec­tos que pro­ducían los medios en los públi­cos y a los usos de esos medios, que va a estar deter­mi­na­do por un grupo de necesi­dades indi­vid­uales. Las inves­ti­ga­ciones de audi­en­cia son estu­dios cuan­ti­ta­tivos que sigu­ien­do una secuen­cia escalon­a­da de eta­pas, que se real­izan según deter­mi­na­do orden, tienen el propósi­to de deter­mi­nar el tamaño y com­posi­ción de las audiencias.

A pesar de las lim­ita­ciones y críti­cas de estos estu­dios, se con­sid­era que estas con­cep­ciones y for­mas de hac­er no han queda­do aún en el pasa­do. No obstante, hoy se con­sid­era la recep­ción como un pro­ce­so múlti­ple y con­tra­dic­to­rio donde entran en juego una var­iedad de media­ciones deter­mi­nadas tan­to por las rela­ciones sociales del suje­to como por su posi­ción social cul­tur­al e históri­ca (Oroz­co 1990:22). Por esta y otras razones, des­de las prác­ti­cas del cen­tro estos estu­dios de audi­to­rios se com­ple­men­tan con inves­ti­ga­ciones cual­i­ta­ti­vas o mixtas.

Para estu­di­ar a los públi­cos de los diver­sos medios es impor­tante par­tir del tér­mi­no audi­en­cia[1]. Guiller­mo Oroz­co, señala que la audi­en­cia es un con­jun­to de suje­tos sociales pertenecientes a diver­sas insti­tu­ciones de man­era simultánea, de las que adquieren sus iden­ti­dades y sen­ti­dos, capaces de con­sti­tuirse en orga­ni­za­ciones colec­ti­vas, e inclu­so en aso­cia­ciones de telev­i­dentes, y de definir su propia rep­re­sentación en los medios; aunque igual­mente capaces de ena­je­narse frente a los con­tenidos que esos mis­mos medios pueden pre­sen­tar. (Oroz­co, 1991) Así pues, la con­cibe como un con­jun­to de suje­tos cul­tur­ales capaces de pro­ducir sig­nifi­cación, pero tam­bién de repro­ducir sin cues­tionar sig­nifi­ca­ciones ofre­ci­das por otros, en este caso, los medios de comunicación.

Las inves­ti­ga­ciones de audi­en­cia apor­tan ele­men­tos útiles y nece­sar­ios (aunque no deter­mi­nantes) para realizar un análi­sis sobre la tele­visión, ya que ofre­cen infor­ma­ción sobre el con­sumo que ante las diver­sas ofer­tas tele­vi­si­vas real­iza la población, y con ello con­tribuyen a deter­mi­nar sus gus­tos, pref­er­en­cias y expectativas.

Los estu­dios cen­tra­dos en el com­por­tamien­to de las audi­en­cias, así como los anuar­ios de tele­visión, con­sti­tuyen her­ramien­tas impor­tantes para el diag­nós­ti­co de la tele­visión y la elab­o­ración de prop­ues­tas estratég­i­cas inte­grado­ras para sat­is­fac­er las deman­das de los con­sum­i­dores. Es decir, la infor­ma­ción que se obtiene en estos estu­dios puede resul­tar útil para la toma de deci­siones de los direc­tivos, los que dis­eñan las par­ril­las de pro­gra­mación, para los equipos de real­izadores y den­tro del ámbito de la producción.

Según refiere Mayra Fra­ga, 2013, al analizar los vín­cu­los de las audi­en­cias o públi­cos con la pro­gra­mación tele­vi­si­va, es pru­dente hac­er­lo des­de tres per­spec­ti­vas fun­da­men­tales: como des­ti­natario, como audi­en­cia y como recep­tor.

Como des­ti­natar­ios, esta inves­ti­gado­ra refiere que, la pro­gra­mación tele­vi­si­va en Cuba se con­for­ma aten­di­en­do fun­da­men­tal­mente a las vari­ables sociode­mográ­fi­cas sexo, edad y ter­ri­to­rio de res­i­den­cia. Para la seg­mentación de los públi­cos uno de los cri­te­rios más gen­er­al­iza­dos con­tinúa sien­do el sociode­mográ­fi­co. Des­de este pun­to de vista se usan los sigu­ientes atrib­u­tos o vari­ables: edad (niños, jóvenes, adul­tos), género (audi­en­cias femeni­nas y mas­culi­nas), ocu­pación (tra­ba­jadores en sus diver­sas cat­e­gorías, estu­di­antes, sin ocu­pación, entre otros), esco­lar­i­dad (pri­maria, secun­daria, pre­uni­ver­si­taria, etc.), zona o lugar de res­i­den­cia (provin­cia, munici­pio; urbana, rur­al, etc.), iden­ti­dades cul­tur­ales (sex­u­ales, reli­giosas, raciales, nacionales, etc.).

Aunque se apre­cia cier­ta evolu­ción en la con­cep­ción y deter­mi­nación de los des­ti­natar­ios en el caso de algunos espa­cios tele­vi­sivos, es decir, se real­iza una selec­ción de los des­ti­natar­ios con may­or especi­fi­ci­dad, impera la ten­den­cia de definir como públi­co obje­ti­vo a la población en general.

En este sen­ti­do es impor­tante señalar que frente a un pro­gra­ma deter­mi­na­do, un género de pro­gra­ma o un medio en par­tic­u­lar, es posi­ble con­for­mar var­ios seg­men­tos; es decir, los pro­gra­mas no se diri­gen a un públi­co genéri­co, sino a var­ios públi­cos, que son diver­sos, het­erogé­neos, dinámi­cos y que pueden sola­parse o estar inter­conec­ta­dos entre sí.

Como audi­en­cias, los públi­cos con­tribuyen a eval­u­ar la ofer­ta y deter­mi­nar el impacto de la pro­gra­mación en tér­mi­nos de con­sumo y uso por día, mes, año, canales, fran­jas de horario, espa­cios y pro­gra­mas, ele­men­tos que dan cuen­ta de los índices de audi­en­cia[2] y gus­to[3], la fidel­i­dad que reg­is­tra cada espa­cio y/o pro­gra­ma, y las car­ac­terís­ti­cas o per­files de los telev­i­dentes que los consumen.

En la prác­ti­ca de la elab­o­ración de pro­gra­ma­ciones para los medios resul­ta fre­cuente seg­men­tar la audi­en­cia según atrib­u­tos lig­a­dos, al actu­ar del suje­to respec­to a deter­mi­na­dos días y horar­ios de trans­misión, entre otros. Esos atrib­u­tos dis­crim­i­nan com­por­tamien­tos, son car­ac­terís­ti­cas que ayu­dan a com­pren­der los dis­tin­tos pro­ced­eres de la audi­en­cia. De ahí la impor­tan­cia de deter­mi­nar los atrib­u­tos difer­en­ci­adores de acuer­do al tema con­cre­to a tratar. (Arce, 2013)

Para definir las audi­en­cias es impor­tante con­sid­er­ar, que esos atrib­u­tos se rela­cio­nan con el con­sumo de deter­mi­na­do pro­duc­to comu­nica­ti­vo en fun­ción de una ide­ología políti­ca, del conocimien­to que se ten­ga del fenó­meno, etc.; pero tam­bién en depen­den­cia de deter­mi­na­dos hábitos, como pueden ser los tipos de pro­gra­mas con­sum­i­dos y preferi­dos, o los tipos de men­sajes tradi­cional­mente selec­ciona­dos, entre otros aspectos.

Para Mayra Fra­ga asumir los públi­cos como recep­tor impli­ca una may­or com­ple­ji­dad, pues ya no se refiere solo a la exposi­ción, sino a las lec­turas y apropia­ciones que real­izan los suje­tos de los men­sajes tele­vi­sivos; lec­turas que pueden ten­er múlti­ples media­ciones. Hoy se impone un conocimien­to exhaus­ti­vo y estratégi­co de las alter­na­ti­vas que per­miten inves­ti­gar los vín­cu­los del públi­co con los men­sajes y sus decod­i­fi­ca­ciones en con­tex­tos socio­cul­tur­al y demográ­fi­ca­mente difer­en­ci­a­dos. La pre­ocu­pación por delim­i­tar las audi­en­cias más allá de los datos estadís­ti­cos, ten­den­cia apre­ci­a­da en la his­to­ria de las inves­ti­ga­ciones sociales, com­ple­jiza el tema de la seg­mentación de los públicos.

Por otro lado, el auge de las TICs ha traí­do apare­ja­do una nue­va expe­ri­en­cia tele­vi­si­va en tan­to a través de las múlti­ples pan­tallas y redes sociales exis­tentes, los recep­tores comen­tan los con­tenidos tele­vi­sivos. Con ello la audi­en­cia adquiere una nue­va dimen­sión y man­i­fi­es­ta de una man­era difer­ente su carác­ter activo.

La seg­mentación de las audi­en­cias bajo estas cir­cun­stan­cias tam­bién exper­i­men­ta cam­bios. En el ámbito inter­na­cional, la ten­den­cia actu­al se ori­en­ta hacia una nue­va seg­mentación social o audi­en­ciación, que con­siste en con­ver­tir a las sociedades en audi­en­cias múlti­ples. (Arce, 2013)

Según la inves­ti­gado­ra Yas­mín Arce, esta cre­ciente seg­mentación social que se orig­i­na de la expan­si­va cober­tu­ra de los medios y tec­nologías de la infor­ma­ción y su cor­re­spon­di­ente vín­cu­lo con los suje­tos sociales, se difer­en­cia de las seg­menta­ciones ante­ri­ores –de género, racial, cul­tur­al, geográ­fi­ca, entre otras– y tiene su base en la inter­ac­ción diver­si­fi­ca­da entre los medios y la sociedad. Se dan nuevas estrat­i­fi­ca­ciones que tra­scien­den los cri­te­rios tradi­cionales o cat­e­gorías de demar­cación de los dis­tin­tos sec­tores sociales.

A pesar de estas cir­cun­stan­cias no puede negarse que el vín­cu­lo más o menos direc­to del públi­co con difer­entes asun­tos rel­a­tivos a pref­er­en­cias pro­gramáti­cas, horar­ios de exposi­ción y, en gen­er­al, con los hábitos de audi­en­cia, con­tinúa con­sti­tuyen­do una base de seg­mentación insoslayable. Aun cuan­do ante deter­mi­nadas situa­ciones conc­re­tas de recep­ción, niños, adul­tos, hom­bres, mujeres, tra­ba­jadores o per­sonas desvin­cu­ladas lab­o­ral­mente, puedan inter­ac­tu­ar de man­era sim­i­lar frente a deter­mi­na­dos men­sajes o pro­gra­mas, tam­bién pueden lle­gar a difer­en­cia­rse por el mis­mo motivo.

Des­de esta per­spec­ti­va, es impor­tante adver­tir que cada grupo o indi­vid­uo se vin­cu­la de man­era dis­tin­ta con el entorno may­or, a par­tir de un con­jun­to de media­ciones de índole diver­sa que ejercen una influ­en­cia estruc­turante en todos los pro­ce­sos comu­nica­tivos. Como señala Martín Bar­bero, las media­ciones des­de una per­spec­ti­va cul­tur­al­ista son los lugares des­de donde se otor­ga el sen­ti­do a la comu­ni­cación. (Bar­bero, 1987)

Para lograr no solo atraer al máx­i­mo de públi­co especí­fi­co desea­do y posi­ble, sino con­seguir fidelizar­lo y un may­or impacto de un men­saje deter­mi­na­do, es pre­ciso lle­var a cabo una estrate­gia sistémi­ca basa­da en dos ele­men­tos esen­ciales: los hábitos de vida y audi­en­cia del recep­tor –y en gen­er­al los ele­men­tos que car­ac­ter­i­zan su recep­ción– y la elec­ción y com­ple­mentación ade­cua­da de los medios, con un niv­el de real­ización per­ti­nente en los pro­gra­mas que pue­da des­per­tar en los públi­cos obje­tivos el interés esper­a­do. (Arce, 2013)

Si bien los hábitos de con­sumo pueden mod­i­fi­carse de man­era repenti­na por un cam­bio en la pro­gra­mación; es prob­a­ble que en un pla­zo más o menos breve el recep­tor vuel­va a com­por­tarse ante el medio según cos­tum­bres y hábitos arraiga­dos que, la may­or parte de las veces, giran alrede­dor de su vida lab­o­ral y social. Sin embar­go, como resul­ta­do del rec­ha­zo a un pro­gra­ma o men­saje deter­mi­na­do, entre otros fac­tores, puede suced­er que un hábito se mod­i­fique durante un tiem­po may­or. Todos estos ele­men­tos oblig­an a insi­s­tir sobre el hecho de que los públi­cos deben ser enten­di­dos no des­de una per­spec­ti­va pasi­va y sí como actores cru­ciales en el pro­ce­so de pro­duc­ción y recep­ción de los men­sajes, en tan­to pro­duc­tores de sentido.

Por las razones antes expues­tas, el pre­sente tra­ba­jo inten­ta ofre­cer infor­ma­ción de algu­nas ten­den­cias de la teleau­di­en­cia que se han venido desar­rol­lan­do en los últi­mos años en la cap­i­tal. El obje­ti­vo de este estu­dio es eval­u­ar las prác­ti­cas, hábitos, pref­er­en­cias y com­por­tamien­tos de los espec­ta­dores tele­vi­sivos de la cap­i­tal cubana.

Métodos

Se real­izó una inves­ti­gación cuya metodología fue cuan­ti­ta­ti­va; de tipo descrip­ti­va y longitudinal.

Se efec­tuó una revisión bib­li­ográ­fi­ca y un análi­sis de con­tenido de los últi­mos cin­co anuar­ios real­iza­dos por el CIS des­de 2011–2016, antes del perío­do de pan­demia pro­duc­to de la Covid-19. Se analizaron los datos cor­re­spon­di­entes al uso de la tele­visión por meses, días de la sem­ana, el com­por­tamien­to de los canales de man­era gen­er­al, y según vari­ables sociode­mográ­fi­cas sexo y edad.[4]

Los resul­ta­dos que se ofrecieron pertenecen a la infor­ma­ción proce­sa­da por el Grupo de Inves­ti­gación de Audi­en­cias del Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT a par­tir de los datos obtenidos a través del Estu­dio Sis­temáti­co de Audi­to­rio durante los años a anal­iza­dos. Estos datos cor­re­spon­den a mues­tras de La Habana, por lo que no pueden ser gen­er­al­iza­dos al resto del país.

Análisis de los resultados 
Uso del medio televisivo 

Con respec­to a la evolu­ción del uso del medio tele­vi­si­vo en los últi­mos cin­co años existe una ten­den­cia estable en el con­sumo tele­vi­si­vo. Se mantiene una ele­va­da uti­lización de la tele­visión, a pesar de la seg­mentación o dis­tribu­ción de los públi­cos por los difer­entes canales y la cre­ciente mul­ti­pli­cación de los soportes tec­nológi­cos audio­vi­suales en el país (com­puta­do­ra, video, DVD, etc.), y su cada vez más alto niv­el de pen­e­tración en los hog­a­res cubanos.[5]

Tabla 1. Índices anuales de audiencia registrados desde 2011 a 2016
Años 2011 2012 2013 2014 2016
Audi­en­cia 85.5 85.1 86.2 87.2 87.7

En cuan­to al con­sumo de tele­visión por meses tam­bién existe una lig­era variación, como puede apre­cia­rse en el grá­fi­co 1.

Es habit­u­al que la con­cen­tración de telev­i­dentes sea may­or de octubre a diciem­bre. En los meses de ver­a­no y enero el por­centa­je de suje­tos que se exponía a la tele­visión era menor. Sin embar­go, a medi­da que avanzó el 2012 el uso de la tele­visión aumen­tó con respec­to al 2011 y se man­tu­vo un com­por­tamien­to rel­a­ti­va­mente estable en el con­sumo del medio tele­vi­si­vo durante los sigu­ientes años. Esto pudiera indicar una lig­era mejoría de la pro­gra­mación y es un aspec­to que habla a favor de los cam­bios imple­men­ta­dos por la tele­visión cubana a par­tir del segun­do semes­tre de 2012[6] y en el 2013 con la espe­cial­ización de los canales.[7]

En los meses de ver­a­no se mantiene, de man­era sim­i­lar, a par­tir del 2013, el por­centa­je de suje­tos que se expone a la tele­visión con respec­to al resto del año. Dichos resul­ta­dos son con­trar­ios a los alcan­za­dos en perío­dos ante­ri­ores, en los que la ten­den­cia fue a dis­minuir o a aumen­tar con las trans­mi­siones de las Olimpiadas.

Por otra parte, si se anal­iza el con­sumo que se real­iza por días de la sem­ana se puede plantear que es usu­al que entre el 79 % y 92 % de la audi­en­cia se expone al medio de lunes a domin­go en algún momen­to del día; aunque exis­ten difer­en­cias de exposi­ción de lunes a viernes y los fines de sem­ana, como se evi­den­cia en el grá­fi­co 2.

El con­sumo de lunes a viernes es may­or que el de los fines de sem­ana. El día en que más se expo­nen a la tele­visión es el lunes y a medi­da que avan­za la sem­ana este se reduce. (Grá­fi­co 2).

El sába­do es el día en que menos per­sonas con­sumen la tele­visión, durante todo el año. Los datos obtenidos con­fir­man la relación que existe entre el uso del medio y el tiem­po social, es decir, los hábitos de vida de la población, pues como es cono­ci­do, el sába­do dis­min­uye la per­ma­nen­cia en el hog­ar de los sujetos.

Con respec­to al domin­go, la teleau­di­en­cia ha ido en aumen­to a medi­da que avan­zan los años, lo cual habla a favor de los cam­bios que la tele­visión cubana imple­men­tó para los domin­gos, día en los que la per­ma­nen­cia en el hog­ar es may­or a la del resto de la sem­ana: Tal es el caso por ejem­p­lo de Domin­go de cine por Mul­ti­visión que atrae a diver­sos seg­men­tos de telev­i­dentes; series poli­ci­a­cas cubanas en las noches de Cubav­isión; el pro­gra­ma musi­cal Sonan­do en Cuba, entre otros.

Gráfico 2. Consumo de la televisión por días de la semana

Otro ele­men­to rela­ciona­do con el uso de la tele­visión, es la audi­en­cia que reg­is­tran los cin­co canales de alcance nacional de la señal analóg­i­ca (Cubav­isión, Tele Rebelde, Educa­ti­vo, Educa­ti­vo 2 y Mul­ti­visión) y el tele­cen­tro provin­cial (Canal Habana). El sigu­iente grá­fi­co mues­tra infor­ma­ción al respecto.

Gráfico 3. Audiencia registrada por los canales entre 2011–2016.

Durante todos los años anal­iza­dos las audi­en­cias de Cubav­isión trip­li­can las audi­en­cias del resto de los canales; este con­tinúa con la pri­macía den­tro de la televisión.

Si bien Cubav­isión es el canal que más se con­sume, entre 2012–2014 decre­ció su audi­en­cia referi­da y eval­u­ación favor­able, a difer­en­cia de años ante­ri­ores. En el 2016 nue­va­mente tuvo un alza debido a nove­dosos pro­gra­mas de fac­tura nacional que salieron al aire los domin­gos como Sonan­do en Cuba. Todo parece indicar que la diver­si­dad de las prop­ues­tas del canal no sat­is­face en gran medi­da a la var­iedad de públi­cos que con­for­ma su auditorio.

En segun­da posi­ción se ubi­ca Tele Rebelde, que ofrece una pro­gra­mación de tipo deporti­vo. Por otra parte, Mul­ti­visión se encuen­tra en el ter­cer lugar de con­sumo, y des­de su sal­i­da al aire, ha pasa­do a ser el mejor eval­u­a­do entre todos los canales. Es nece­sario señalar que el domin­go es cuan­do más se con­sume Mul­ti­visión, una de las razones que influye se rela­ciona con la propia ofer­ta cin­e­matográ­fi­ca del canal para este día. Le sigue en cuar­to lugar el Canal Habana.

Los canales educa­tivos son a los que se expo­nen el menor por­centa­je de suje­tos; sin embar­go, el Educa­ti­vo 2 aumen­tó sig­ni­fica­ti­va­mente su audi­to­rio a par­tir del 2013, por la sal­i­da al aire durante gran parte de su pro­gra­mación de la señal infor­ma­ti­va de Telesur.

Por otro lado, se pudo con­statar que como ten­den­cia durante los años anal­iza­dos el momen­to de may­or exposi­ción para el con­sumo tele­vi­si­vo es el horario de la noche, a par­tir de las 8:00 p.m., horario en que se reg­is­tran las may­ores audi­en­cias. A este horario le sigue el de la tarde y la mañana, y se reduce aún más la exposi­ción a la tele­visión durante la madru­ga­da.[8] Este com­por­tamien­to se ha man­tenido igual en los cin­co años anal­iza­dos, aunque a medi­da que han avan­za­do los años se ha pro­duci­do una dis­min­u­ción del con­sumo en el horario este­lar.[9],[10]

Si com­para­mos el com­por­tamien­to del uso el medio tele­vi­si­vo según gru­pos de edades tam­bién se evi­den­cian difer­en­cias; aunque a lo inter­no de cada grupo se mantiene un com­por­tamien­to rel­a­ti­va­mente estable durante los diver­sos años anal­iza­dos. Según mues­tra el grá­fi­co 4,[11] los jóvenes son los que menor uso hacen de la tele­visión, mien­tras que a medi­da que aumen­ta la edad, hay un may­or con­sumo de televisión.

Gráfico 4. Uso el medio televisivo según grupos de edades.

Tam­bién exis­ten difer­en­cias en el con­sumo en cuan­to al sexo. Como se mues­tra en el grá­fi­co 5, las mujeres son el grupo que se expone en may­or medi­da al medio en gen­er­al. No obstante los domin­gos no se evi­den­cian difer­en­cias impor­tantes ni por sexo ni por edad en cuan­to a la exposi­ción al medio.

Gráfico 5. Uso el medio televisivo según sexo.

Con respec­to a la exposi­ción a los canales tele­vi­sivos, se puede plantear que, hay una ten­den­cia al pre­do­minio de los sigu­ientes públicos:

Cubav­isión: las mujeres y los adultos.

Tele Rebelde: los hom­bres como con­se­cuen­cia de las trans­mi­siones deportivas.

Mul­ti­visión: las mujeres, excep­to los domingos.

Canal Habana: las mujeres los días y horario en que se trans­mite la telenovela.

Canal Educa­ti­vo: no exis­ten difer­en­cias impor­tantes por sexo ni edad.

Canal Educa­ti­vo 2: no exis­ten difer­en­cias impor­tantes por sexo ni edad.

Hábitos de consumo de la programación televisiva

Los hábitos de con­sumo se pueden analizar tenien­do en cuen­ta el rank­ing de los pro­gra­mas trans­mi­ti­dos por la tele­visión cubana que reg­is­traron may­ores índices de audi­en­cia y de gus­to. En la tabla se recoge el número de pro­gra­mas según género, que apare­cen en los lis­ta­dos del Estu­dio Sis­temáti­co de Audi­to­rio, se analizaron los 20 más vis­tos, que reg­is­traron la may­or parte de las veces más del 18 % de audiencia.

Se apre­cia una gran diver­si­dad respec­to al con­sumo de pro­gra­mas tele­vi­sivos. Los intere­ses de los públi­cos están dirigi­dos hacia las telen­ov­e­las, las pelícu­las, los infor­ma­tivos, los humorís­ti­cos y los musi­cales. Los pro­gra­mas que más gus­tan son los drama­ti­za­dos, estos resul­tan los de may­or peso en la pro­gra­mación, con un amplio poder de con­vo­ca­to­ria. Resul­ta­dos estos sim­i­lares a estu­dios real­iza­dos a niv­el mundi­al sobre con­sumo tele­vi­si­vo.[12]

Con respec­to a pro­gra­mas especí­fi­cos, la pro­gra­mación a la que se expo­nen y con­sumen prin­ci­pal­mente los audi­to­rios se han con­cen­tra­do en: Vivir del Cuen­to, Tras La Huel­la, A otro con ese Cuen­to, Deja que yo te Cuente, La Neu­rona Intran­quila, Entre Ami­gos, Piso 6, las telen­ov­e­las extran­jeras, el NTV Este­lar, CSI, U.N.O., Sonan­do en Cuba y otros.

Tabla 2. Número de programas por año según género que registraron más del 18 % de audiencia
Géneros[13]/ Años 2011 2012 2013 2014 2016
Deporti­vo 1 2 1 3 2
Humorís­ti­co 3 3 4 3 3
Serie extran­jera 1 1 2 1 -
Telen­ov­ela extranjera 3 4 6 3 2
Cine 2 2 2 2 2
Infor­ma­ti­vo 3 3 3 3 3
Musi­cal 4 4 3 3 6
Serie cubana 1 1 1 2 1
Telen­ov­ela cubana 2 4 2 3 -

Estos datos coin­ci­den con las inves­ti­ga­ciones de audi­en­cia que sis­temáti­ca­mente real­iza el CIS-ICRT: el género telen­ov­ela es el que más gus­ta y se con­sume; Vivir del Cuen­to es el pro­gra­ma de may­or aceptación y seguimiento.

Es váli­do señalar que la perte­nen­cia a un deter­mi­na­do sexo, condi­ciona la ori­entación e iden­ti­fi­cación de los suje­tos con uno u otro pro­gra­ma.[14] Los pro­gra­mas preferi­dos y más sin­toniza­dos por hom­bres y mujeres están aso­ci­a­dos con estereoti­pos de gus­tos mas­culi­nos y femeni­nos (hom­bres, deportes; mujeres, nov­e­las). Sin embar­go, los hom­bres tam­bién con­sumen las telen­ov­e­las (género tele­vi­si­vo tradi­cional­mente rela­ciona­do con audi­en­cias femeninas).

Telenovelas, series de ficción y humorísticos

Entre los años 2013–2016 las telen­ov­e­las y series de fic­ción han aumen­ta­do en com­para­ción con el 2011 y 2012; sin embar­go, en este incre­men­to se desta­can prin­ci­pal­mente las series y telen­ov­e­las extran­jeras. En la actu­al­i­dad lla­ma la aten­ción la escasa pres­en­cia de humorís­ti­cos, drama­ti­za­dos y seri­ados de estreno de pro­duc­ción nacional en com­para­ción con otros perío­dos en los que se trans­mitían la telen­ov­ela cubana, var­ios pro­gra­mas cómi­cos, policía­cos, uni­tar­ios, tele­filmes y el cuento.

Los drama­ti­za­dos tradi­cional­mente han esta­do en la pref­er­en­cia de los públi­cos, en espe­cial si los temas abor­da­dos refle­jan la real­i­dad actu­al de una man­era con­struc­ti­va y entreteni­da, por lo que se hace nece­sario ampli­ar su producción.

El horario de trans­misión de las nov­e­las en la noche con­tinúa sien­do el que de for­ma sis­temáti­ca con­cen­tra la may­or can­ti­dad de telev­i­dentes de todos los gru­pos y edades, con inde­pen­den­cia de la nacional­i­dad de esta; aunque se desta­can las nov­e­las brasileñas sobre las cubanas.

En los años anal­iza­dos sobre­salen las telen­ov­e­las brasileñas Aveni­da Brasil, Insen­sato Corazón, Impe­rio, Ras­tros de Men­ti­ras y la telen­ov­ela cubana Tier­ras de Fuego. Vale señalar que las telen­ov­e­las extran­jeras que se han trans­mi­ti­do en el Canal Habana tam­bién han alcan­za­do ele­vadas audi­en­cias, como son Ter­ra Nos­tra, Mi Bel­la Dama, Río del Des­ti­no, La vida Sigue y Lo que diga el corazón Niche.

Por otra parte, la trans­misión de la serie poli­ci­a­ca cubana Tras La Huel­la ha logra­do reg­is­trar audi­to­rios ele­va­dos y ha per­maneci­do de for­ma sis­temáti­ca e históri­ca entre los pro­gra­mas que más gus­tan a la población cubana. Tam­bién, con una ele­va­da teleau­di­en­cia y gus­to se encuen­tra el poli­ci­a­co U.N.O. De man­era gen­er­al se evi­den­cia que el poli­ci­a­co de fac­tura nacional goza de la pref­er­en­cia del públi­co y es bien acep­ta­do los domin­gos en el horario de la noche.

Existe una notable difer­en­cia entre este espa­cio y los de pro­duc­ción extran­jera con sim­i­lar corte, que por lo gen­er­al aúnan audi­to­rios menos numerosos.

Otras de las opciones más con­sum­i­das por el públi­co la con­sti­tuyen los pro­gra­mas cómi­cos que se han trans­mi­ti­do en el horario este­lar como Vivir del cuen­to, Deja que yo te cuente y El Selec­to Club de la Neu­rona Intran­quila. El pro­gra­ma humorís­ti­co Vivir del Cuen­to ha alcan­za­do los val­ores históri­cos de estos espa­cios, lo que habla a favor de la aceptación y fidel­i­dad del públi­co con este programa.

Como se ha hecho ref­er­en­cia en los últi­mos años se ha ofer­ta­do una may­or can­ti­dad y var­iedad de series con respec­to a años ante­ri­ores. Las series norteam­er­i­canas que han alcan­za­do may­ores val­ores de audi­en­cia han sido: Anatomía de Grey, CSI, Serie Forense, Her­manos Rebeldes, Hue­sos, Per­cep­ción, La Clave del Éxi­to.

La may­oría de los pro­gra­mas referi­dos con ante­ri­or­i­dad han tenido bue­na aceptación con índices de gus­tos ele­va­dos, sus inter­va­l­os oscilan entre 75–90 pun­tos, con excep­ción de algu­nas nov­e­las y humorís­ti­cos cubanos.

Informativos

La pro­gra­mación infor­ma­ti­va en la tele­visión cubana siem­pre ha tenido pri­or­i­dad den­tro de la políti­ca de pro­gra­mación del ICRT y del país. En cuan­to a la fre­cuen­cia de trans­misión, existe un pre­do­minio de los pro­gra­mas infor­ma­tivos; por ejem­p­lo, el Noticiero Nacional de Tele­visión se trans­mite diari­a­mente, por lo que su pres­en­cia en pan­talla es significativa.

El espa­cio infor­ma­ti­vo que más se con­sume y que logra con­cen­trar audi­en­cias con­sid­er­ables es el Noticiero Nacional de Tele­visión (NTV), con alrede­dor del 40 %, en su emisión este­lar de lunes a viernes por el canal Cubav­isión. Tam­bién se desta­can den­tro de los pro­gra­mas infor­ma­tivos, aunque con menor audi­en­cia, el Noticiero Domini­cal, Noticiero al Mediodía, Buenos Días, Pasaje a lo Descono­ci­do.

Sin embar­go, en los tiem­pos actuales los infor­ma­tivos han adquiri­do un nue­vo pro­tag­o­nis­mo en tér­mi­nos de teleau­di­en­cia, dadas las com­ple­ji­dades y urgen­cias san­i­tarias en el país, que incre­men­tan la deman­da de infor­ma­ción del públi­co y de una actu­al­ización con­stante sobre esta temática.

Ello expli­ca los altos nive­les de exposi­ción a pro­gra­mas que común­mente tienen alcances más dis­cre­tos, como la Mesa Redon­da y el NTV al Mediodía. El espa­cio Con­fer­en­cia de Pren­sa sobre la COVID-19 del MINSAP, tuvo tam­bién un ele­va­do seguimien­to por parte de los telev­i­dentes, durante el perío­do en que se emitía diariamente.

Cinematográficos

El cine ha sido pre­dom­i­nante en la pro­gra­mación de la tele­visión, fun­da­men­tal­mente las pelícu­las extran­jeras, en espe­cial de pro­duc­ción norteam­er­i­cana. La tele­visión cubana cuen­ta hoy (2016) con más de cin­cuen­ta espa­cios ded­i­ca­dos al cine.

Tradi­cional­mente los pro­gra­mas cin­e­matográ­fi­cos de may­or audi­en­cia en la tele­visión han sido la Pelícu­la del Sába­do y Arte 7, unido al espa­cio Cuadro a Cuadro que se trasmite solo en pro­gra­ma­ciones espe­ciales de Fin de Año y de Verano.

En el caso de las dos primeras prop­ues­tas estas han dis­minui­do su audi­en­cia en los últi­mos años, vale men­cionar que sus índices de audi­en­cia han sido fluc­tu­antes durante el perío­do estu­di­a­do. Este hecho está rela­ciona­do con la cal­i­dad de sus prop­ues­tas cin­e­matográ­fi­cas y, con respec­to al pro­gra­ma Arte 7, tam­bién se puede aso­ciar a la cal­i­dad de la serie que trasmite.

Entre los cin­e­matográ­fi­cos más vis­tos sobre­salen var­ios espa­cios del domin­go que se trans­miten por el canal Mul­ti­visión, en lo cual se evi­den­cia, una vez más, la efec­tivi­dad de colo­car esta tira de cine, como estrate­gia de pro­gra­mación para el fin de sem­ana. Cine de Aven­turas se reafir­ma como el espa­cio cin­e­matográ­fi­co que may­or audi­en­cia alcan­za en este canal.

Respec­to al género, la acción, las aven­turas y las come­dias, son las que más gus­tan a los públicos.

Deportivos

A par­tir de la espe­cial­ización de Tele Rebelde como canal deporti­vo en el 2012, el públi­co ha con­sum­i­do más los espa­cios deportivos y ha aumen­ta­do la sat­is­fac­ción de las audi­en­cias con relación a las ofer­tas deportivas.

Los pro­gra­mas que habit­ual­mente logran may­ores audi­en­cias son la Serie Nacional de Beis­bol, Gol 360, Todo Deporte, Fút­bol Inter­na­cional, NND, Fút­bol x Den­tro y Beis­bol Inter­na­cional o cuan­do se trans­miten even­tos inter­na­cionales. Lo que más atrae a los suje­tos son las trans­mi­siones de par­tidos de fút­bol inter­na­cional y de la pelota cubana. El espa­cio Gol 360 supera en audi­en­cia a la Serie Nacional de Beis­bol en su eta­pa regular.

Ante la pro­gra­mación deporti­va se apre­cia la ten­den­cia de que los pro­gra­mas no son vis­tos por una gran may­oría; sin embar­go, los índices de gus­to que alcan­zaron casi todos los espa­cios fueron rel­a­ti­va­mente ele­va­dos, con un inter­va­lo que osciló entre 75–95 pun­tos, lo que nos habla de que el públi­co con­sum­ió con sat­is­fac­ción esas ofertas.

Tam­bién existe una may­or exposi­ción al canal por parte de los hom­bres, lo que evi­den­cia que estos siguen más los deportes que las mujeres. Por otro lado, tan­to los jóvenes como los adul­tos se expusieron de man­era sim­i­lar[15] a la pro­gra­mación deporti­va; solo, con una difer­en­cia a favor de los jóvenes en el caso del pro­gra­ma Gol 360, y de los adul­tos en la Serie Nacional de Beis­bol.

Musicales

Los espa­cios musi­cales históri­ca­mente con­sti­tuyen uno de los mate­ri­ales audio­vi­suales que más se con­sumen por parte de los públi­cos cubanos. Los pro­gra­mas den­tro de este género que durante todos los años anal­iza­dos se han man­tenido en la pref­er­en­cia del públi­co han sido Piso 6, 23 y M, Lucas, Col­orama, Entre Ami­gos, A Puro Corazón y De la Gran Esce­na.

A par­tir del ver­a­no de 2015 comen­zó a trans­mi­tirse el pro­gra­ma de com­pe­ten­cia musi­cal Sonan­do en Cuba, que ráp­i­da­mente se ubicó en la pref­er­en­cia de los telev­i­dentes. En el 2016 sal­ió al aire su segun­da tem­po­ra­da que alcanzó una audi­en­cia media de 63,3 %.

Exis­ten algunos pro­gra­mas musi­cales en que se evi­den­cian difer­en­cias a favor de:

Las mujeres: De la Gran Esce­na y 23 y M.

Los adul­tos: De la Gran Esce­na, Entre Ami­gos y Pal­mas y Cañas. 

Los jóvenes: Lucas, Tal­la Joven y Col­orama.

Este com­por­tamien­to con­sti­tuye una ten­den­cia habit­u­al de estos espa­cios, que se mantiene a lo largo de todos los años analizados.

Conclusiones

La irrup­ción de las nuevas tec­nologías de la infor­ma­ción y las comu­ni­ca­ciones (TICs) y de los lla­ma­dos medios alter­na­tivos, así como los cam­bios socioe­conómi­cos han pro­duci­do impor­tantes trans­for­ma­ciones en el con­sumo de los medios de comu­ni­cación social por parte de los públi­cos. En Cuba se han diver­si­fi­ca­do las for­mas de entreten­imien­to de las per­sonas; no obstante, la tele­visión sigue sien­do hoy en día uno de los medios con may­or pro­tag­o­nis­mo en los hog­a­res y en las ruti­nas de las diver­sas audiencias.

Los resul­ta­dos inves­tiga­tivos que de for­ma sis­temáti­ca ofrece el Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT, han con­fir­ma­do que la pequeña pan­talla, diari­a­mente, alcan­za cuo­tas muy ele­vadas, tan­to en pen­e­tración en el con­jun­to de hog­a­res, como en tasas de audi­en­cia o vision­a­do diario, con inde­pen­den­cia del sexo, la edad, ocu­pación o zona de res­i­den­cia de los cubanos. (Fra­ga, 2013) De este modo la tele­visión se inser­ta como ele­men­to impor­tante en las for­mas social­mente sig­ni­fica­ti­vas de la con­duc­ta y activi­dad cotid­i­ana de los indi­vid­u­os, rela­cionadas con la orga­ni­zación del con­sumo indi­vid­ual y famil­iar, la economía domés­ti­ca, la vida cul­tur­al, la edu­cación de los hijos, la uti­lización del tiem­po libre y la recreación, entre otros.

Se pudo con­statar que el con­sumo tele­vi­si­vo men­su­al y total se ha man­tenido estable a par­tir del 2013, año en que comen­zaron a intro­ducirse cam­bios en la pro­gra­mación de la tele­visión. Por otra parte, obser­va­mos una gran simil­i­tud en los índices anuales de audi­en­cia de los días de la sem­ana, al tiem­po que el sába­do reg­istró el menor con­sumo. La exposi­ción tele­vi­si­va, señala como la fran­ja de may­or con­sumo del día el horario este­lar. Las difer­en­cias en el con­sumo tele­vi­si­vo según las vari­ables sociode­mográ­fi­cas tradi­cionales, mues­tran que las mujeres ven en prome­dio más tele­visión que los hom­bres, y que los adul­tos may­ores super­an a los más jóvenes.

De man­era gen­er­al, el género fic­ción es lo que más atrae a los públi­cos de la tele­visión, lo cual se vin­cu­la con el entreten­imien­to que puede gener­ar y que deman­dan los suje­tos de este medio. Se apre­cia la fuerza de los drama­ti­za­dos cubanos en el gus­to y pref­er­en­cia de los telev­i­dentes, aunque las nov­e­las de pro­duc­ción extran­jera, como ten­den­cia, logran may­ores audi­en­cias que las cubanas; segui­do de los infor­ma­tivos (NTV).

Como hemos podi­do obser­var, existe un pre­do­minio de pro­gra­mas de pro­duc­ción nacional entre los rat­ings más ele­va­dos, sobre el 35 %. Alrede­dor de 5 pro­duc­ciones nacionales anuales, que se ubi­can en el horario este­lar, logran aunar may­or con­cen­tración de los difer­entes públicos.

A pesar de que la pro­duc­ción nacional se ha reduci­do pau­lati­na­mente, con­tinúa el interés mar­ca­do de los espec­ta­dores por esta, lo que con­sti­tuye una for­t­aleza que refuerza nues­tra iden­ti­dad nacional, por lo cual la tele­visión cubana debe tra­ba­jar con may­or énfa­sis en realizar y man­ten­er en pan­talla pro­duc­tos de fac­tura nacional.

El análi­sis lle­va­do a cabo en este estu­dio alude direc­ta e indi­rec­ta­mente al fenó­meno de las ruti­nas que se gen­er­an en torno al con­sumo tele­vi­si­vo a lo largo de estos cin­co años y rep­re­sen­ta un aporte impor­tante al conocimien­to sobre el tipo de exposi­ción tele­vi­si­va que se lle­va a cabo en Cuba hoy, especí­fi­ca­mente en La Habana.

Referencias bibliográficas

Arce Y. (2013). Los hábitos de audi­en­cia en la plan­i­fi­cación de medios y pro­gra­mas: una estrate­gia sistémi­ca. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Berriz, T; Bar­reto, C. y Sánchez, Y. (2016). Ten­den­cias en el con­sumo de radio y tele­visión en La Habana. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Colec­ti­vo de autores. (2010). Estu­dio Nacional de Medios. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Colec­ti­vo de autores (2010): Estu­dio de Hábitos de vida de la población cubana. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Colec­ti­vo de autores (2014). Estu­dio Nacional de Medios. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Fra­ga M. (2012). Anuario de Canales 2011. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

_______. (2013). La pro­gra­mación de la Tele­visión Cubana: apuntes para su eval­u­ación. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Grupo de Inves­ti­ga­ciones Apli­cadas. (2016). Pro­gra­mas de may­or teleau­di­en­cia de la tele­visión cubana. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales de RTVC.

Guil­lén, M. (2013). Anuario 2012. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

________. (2013). Eval­u­ación com­par­a­ti­va de la Pro­gra­mación gen­er­al de la Tele­visión Cubana durante el primer y segun­do semes­tres de 2012. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

________. (2014). Anuario 2013. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

________. (2015). Anuario 2014. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

________. (2015). Opin­ion lead­er­ship influ­ence in the audio­vi­su­al con­sump­tion in a group of fam­i­lies. Open Sci­ence Jour­nal of Psy­chol­o­gy. May;2(3):15–19. Avail­able from: http://www.openscienceonline.com/journal/archive?journalId=740&issueId=7400203

________. (2017). Aprox­i­mación a las prin­ci­pales ten­den­cias de con­sumo cul­tur­al de jóvenes rurales cubanos. Revista Cubana de Alter­na­ti­vas en Psi­cología, vol 5, no. 15, septiembre/diciembre 2017. Disponible en: www.acupsi.org

Huer­tas, A. (2002). La audi­en­cia inves­ti­ga­da. Barcelona: Gedisa.

Martín Bar­bero, J. (1987). De los medios a las media­ciones. Comu­ni­cación, cul­tura, hege­monía. Méx­i­co: Gus­ta­vo Gili.

Martínez A., et al. (2014). Pro­gra­mación de Ver­a­no 2014. Estu­dio Cuan­ti­ta­ti­vo. La Habana: CIS-ICRT.

Márquez, V.; Guil­lén, M. Cam­bios de la pro­gra­mación. La Habana: CIS-ICRT, 2013–2014.

Oroz­co Gómez, G. y Mer­cedes Charles (1990): Del suje­to indi­vid­ual al suje­to colec­ti­vo en la edu­cación para la recep­ción. Diál­o­gos de la Comu­ni­cación. Cuader­no no. 8, Felafacs.

Oroz­co, Guiller­mo (1991): La audi­en­cia frente a la pan­talla. En Diál­o­gos de la comu­ni­cación, no. 30. Lima: Felafacs.

Rodríguez L. y otros. Evolu­ción en las pref­er­en­cias de con­sum­i­dores de pro­duc­tos audio­vi­suales. España, 2005–2006.

Sánchez M.; Guil­lén M. (2013). Com­por­tamien­to de la teleau­di­en­cia en el horario este­lar en el 2013. La Habana: Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales del ICRT.

Urzúa I. (2002). El com­por­tamien­to de las audi­en­cias de tele­visión en Chile. Estu­dio soci­ológi­co a par­tir de los datos gen­er­a­dos por el sis­tema Peo­ple Meter. Revista Mad, no.7. Sep­tiem­bre Depar­ta­men­to de Antropología. Uni­ver­si­dad de Chile. Disponible en: http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/mad/07/paper07.pdf

Notas

  1. Públi­co que inter­ac­túa con un medio de comu­ni­cación, ya sea cine, pren­sa, tele­visión, radio u otros; el cual es, a su vez, con­struc­tor de las difer­entes tipologías de audi­en­cias que depen­den de cier­tas vari­ables –tan­to soci­ológ­i­cas como psi­cológ­i­cas– del indi­vid­uo que par­tic­i­pa de dicha audi­en­cia.
  2. Índice de audi­en­cia: Can­ti­dad de per­sonas, expre­sa­da en por­cien­to, que se expo­nen a un pro­gra­ma radi­al o tele­vi­si­vo.
  3. Índice de gus­to: Eval­u­ación que le otor­gan los suje­tos a los pro­gra­mas o espa­cios a través de una escala de cin­co pun­tos donde “5” rep­re­sen­ta la máx­i­ma eval­u­ación pos­i­ti­va. Estas eval­u­a­ciones, medi­ante una fór­mu­la, se con­vierten en una escala que va de 0 a 100 pun­tos. De esta man­era, dicho índice per­mite cono­cer en qué medi­da gus­ta cada pro­gra­ma. Para con­sid­er­ar que un pro­gra­ma gus­ta su índice no debe ser menor de 75 pun­tos.
  4. 4 NOTA: En el perío­do anal­iza­do, no se cuen­ta con la infor­ma­ción de audi­en­cia cor­re­spon­di­ente al año 2015, por razones aje­nas al Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Sociales. Al igual que la infor­ma­ción que se anal­izó del 2016 solo cor­re­sponde al segun­do semes­tre de ese año y solo se rela­ciona con el uso de canales y con los pro­gra­mas que más se con­sumen.
  5. Estu­dio Nacional de Medios 2009.
  6. Guil­lén, M. Eval­u­ación com­par­a­ti­va de la Pro­gra­mación gen­er­al de la tele­visión cubana durante el primer y segun­do semes­tres de 2012.
  7. Márquez, V. y Guil­lén, M. Cam­bios de la pro­gra­mación, 2013.
  8. Estu­dio Nacional de Medios 2014. Informe 2016.
  9. Anuar­ios de audi­en­cia 2011–2014.
  10. Guil­lén M., Sánchez M. Com­por­tamien­to de la teleau­di­en­cia en el horario este­lar. 2014
  11. Para la infor­ma­ción que se pre­sen­ta en los grá­fi­cos rela­ciona­dos con el sexo y la edad solo se analizaron los Anuar­ios de Tele­visión del 2013 y el 2014.
  12. Rodríguez L. y otros. Evolu­ción en las pref­er­en­cias de con­sum­i­dores de pro­duc­tos audio­vi­suales. 2005–2006.
  13. Los pro­gra­mas humorís­ti­cos, telen­ov­e­las y series cubanas coin­ci­den con la can­ti­dad de espa­cios que de este género trans­mite la tele­visión cubana.
  14. Guil­lén, M. Influ­en­cia del lid­er­az­go de opinión en el con­sumo audio­vi­su­al en famil­ias cubanas. 2012.
  15. 15 Con relación a la edad, aunque los datos del estu­dio Sis­temáti­co de Audi­to­rio puedan demostrar que los jóvenes se expo­nen más a los pro­gra­mas deportivos que los adul­tos (sin que exis­tan difer­en­cias sig­ni­fica­ti­vas) esto no sucede, lo ven en igual pro­por­ción jóvenes y adul­tos, pues las mues­tras uti­lizadas son pro­por­cionales por cuo­tas.

Deja un comentario