Formación de Multiplicadores del Programa de Transformación Psicosocial Centrado en la Práctica Deportiva Grupal, desde el enfoque social de la ciencia

Dalia Angelita Hernández Castillo

Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS)

Resumen

El tra­ba­jo tiene como obje­ti­vo, analizar los aportes de la For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, ori­en­ta­do a prop­i­ciar com­por­tamien­tos sociales favor­ables y salud­ables medi­ante la prác­ti­ca orga­ni­za­da de deportes colec­tivos con fines educa­tivos y de trans­for­ma­ción. Para lograr dicho obje­ti­vo se uti­lizó como méto­do el análi­sis doc­u­men­tal, de los resul­ta­dos de inves­ti­gación en las difer­entes fas­es de tra­ba­jo del proyec­to “Deporte en el Bar­rio: El reto de vivir mejor”, que se lle­va a cabo, des­de el 2006, con var­ios pro­duc­tos cien­tí­fi­cos que sus­ten­tan la for­ma­ción. Es por ello que ante la deman­da de ser imple­men­ta­do en otros ter­ri­to­rios del país, surge la necesi­dad de for­mar mul­ti­pli­cadores que repliquen el Pro­gra­ma, y con ello dar con­tinuidad y sosteni­bil­i­dad al mis­mo. Quedó demostra­do des­de la per­spec­ti­va de cien­cia, tec­nología, inno­vación y sociedad, que dicho pro­gra­ma de for­ma­ción y de trans­for­ma­ción, puede ser imple­men­ta­do por difer­entes actores sociales, ori­en­ta­dos por la metodología del pro­gra­ma, facili­ta la inter­relación entre estos, las enti­dades deciso­ras y la cien­cia. Además de con­tar con una metodología flex­i­ble que per­mite la artic­u­lación con otros pro­gra­mas comu­ni­tar­ios, nece­si­ta­dos estos, de estrate­gias de imple­mentación (oper­a­ti­vas y fun­cionales) en los proyec­tos, y con un enfoque psicosocial.

Pal­abras clave: trans­for­ma­ción psi­coso­cial, prác­ti­ca deporti­va gru­pal, for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores, inno­vación social.

Abstract

The objec­tive of the work is to ana­lyze the con­tri­bu­tions of the Train­ing of Mul­ti­pli­ers of the Psy­choso­cial Trans­for­ma­tion Pro­gram Focused on Group Sports Prac­tice, aimed at pro­mot­ing favor­able and healthy social behav­iors through the orga­nized prac­tice of col­lec­tive sports for edu­ca­tion­al and trans­for­ma­tion pur­pos­es. To achieve this objec­tive, the doc­u­men­tary analy­sis of the research results in the dif­fer­ent phas­es of work of the project “Sports in the Neigh­bor­hood: The chal­lenge of liv­ing bet­ter” was used as a method, which has been car­ried out, since 2006, with sev­er­al sci­en­tif­ic prod­ucts that sup­port train­ing. That is why, faced with the demand to be imple­ment­ed in oth­er ter­ri­to­ries of the coun­try, the need aris­es to train mul­ti­pli­ers that repli­cate the Pro­gram, and there­by give it con­ti­nu­ity and sus­tain­abil­i­ty. It was demon­strat­ed from the per­spec­tive of sci­ence, tech­nol­o­gy, inno­va­tion and soci­ety, that said train­ing and trans­for­ma­tion pro­gram can be imple­ment­ed by dif­fer­ent social actors, guid­ed by the pro­gram’s method­ol­o­gy, facil­i­tat­ing the inter­re­la­tion between them, deci­sion-mak­ing enti­ties and sci­ence. In addi­tion to hav­ing a flex­i­ble method­ol­o­gy that allows artic­u­la­tion with oth­er com­mu­ni­ty pro­grams, in need of these, of imple­men­ta­tion strate­gies (oper­a­tional and func­tion­al) in the projects, and with a psy­choso­cial approach.

Key­words: psy­choso­cial trans­for­ma­tion, group sports prac­tice, train­ing mul­ti­pli­ers, social innovation.

Introducción

El proyec­to inter­na­cional “Deporte en el bar­rio: el reto de vivir mejor”, desar­rol­la­do por el Grupo de Estu­dios Psi­coso­ciales de la Salud (GEPS) del Cen­tro de Inves­ti­ga­ciones Psi­cológ­i­cas y Soci­ológ­i­cas (CIPS) con la colab­o­ración de la ONG Suiza Zun­zún, ha tran­si­ta­do por 4 fas­es de tra­ba­jo, des­de el año 2006 has­ta la actu­al­i­dad. Se tran­sitó des­de el tra­ba­jo direc­to en una Escuela Pri­maria enclava­da en el bar­rio “La Tim­ba” del munici­pio Plaza de la Rev­olu­ción, para prop­i­ciar com­por­tamien­tos sociales favor­ables y salud­ables medi­ante la prác­ti­ca orga­ni­za­da de deportes colec­tivos con fines educa­tivos, has­ta el dis­eño de una guía metodológ­i­ca que facili­ta la for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores y la sosteni­bil­i­dad de su propósi­to más gen­er­al, que ha sido: la con­tribu­ción al desar­rol­lo de las per­sonas y al mejo­ramien­to de la cal­i­dad de vida medi­ante la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal y sus ben­efi­cios para la inter­ac­ción social, el bien­es­tar men­tal y la salud físi­ca (Zas, López, Orte­ga, & Gar­cía, 2014).

Entre sus prin­ci­pales resul­ta­dos de inves­ti­gación se encuen­tran el Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal y el Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal. Además de con­tar con tres mate­ri­ales metodológi­cos como soporte bib­li­ográ­fi­co para la apli­cación prác­ti­ca de dichos pro­gra­mas: Man­u­al de Prác­ti­cas Deporti­vas Gru­pales, Man­u­al para mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de trans­for­ma­ción psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, y Guía Metodológ­i­ca para la for­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Grupal.

El pro­gra­ma de for­ma­ción se cen­tra en preparar a per­sonas capaces de mul­ti­plicar la expe­ri­en­cia del pro­gra­ma de trans­for­ma­ción psi­coso­cial cen­tra­do en la prác­ti­ca deporti­va gru­pal, en el que deben desem­peñar el doble rol de: for­mar a otros e imple­men­tar proyec­tos de trans­for­ma­ción psi­coso­cial en difer­entes ter­ri­to­rios, especí­fi­ca­mente en comu­nidades poco favore­ci­das, uti­lizan­do las prác­ti­cas deporti­vas gru­pales como her­ramien­ta prin­ci­pal para la trans­for­ma­ción, prop­i­cian­do de man­era pre­ven­ti­va, en niños/as, ado­les­centes, jóvenes(en espe­cial), y en adul­tos tam­bién; una for­ma­ción deporti­va, crec­imien­to per­son­al, y habil­i­dades para la vida; mejo­rar la cal­i­dad de vida; y gener­ar nuevos conocimien­tos, entre otros.

En este pro­gra­ma de for­ma­ción, como es típi­co de la edu­cación pop­u­lar y de adul­tos, la for­ma de orga­ni­zación por exce­len­cia es el taller, pues es este el que per­mite con­sol­i­dar los vín­cu­los entre la teoría y la prác­ti­ca medi­ante la reflex­ión que desar­rol­lan los par­tic­i­pantes en cor­re­spon­den­cia con los obje­tivos. El pro­ce­so de for­ma­ción se real­iza a través de un sis­tema de talleres prác­ti­cos-viven­ciales, con el apoyo de la guía metodológ­i­ca que sus­ten­ta al programa.

En este tra­ba­jo se quiere refle­jar la prob­lema­ti­zación de las cien­cias sociales a través de un proyec­to de for­ma­ción para la trans­for­ma­ción psi­coso­cial, por lo que su obje­ti­vo es: Iden­ti­ficar los aportes esen­ciales del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, des­de una per­spec­ti­va de cien­cia, tec­nología, inno­vación y sociedad.

Para facil­i­tar su com­pren­sión se apor­tará un análi­sis de algunos aspec­tos que per­miten la iden­ti­fi­cación des­de esta per­spec­ti­va y que serán pre­sen­ta­dos en los sigu­ientes acápites del desarrollo:

  1. Base epis­te­mológ­i­ca del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Grupal.
  2. Trans­dis­ci­pli­nar­iedad como una reg­u­lar­i­dad en la apli­cación del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Grupal.
  3. Aporte del proyec­to a la inno­vación social a niv­el microso­cial y mesosocial.
  4. La éti­ca pro­fe­sion­al, respon­s­abil­i­dad per­son­al y com­pro­miso con la labor social. For­ma­ción axi­ológ­i­ca en el Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Grupal.

Desarrollo

Imple­men­tar un Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal impli­ca, para sus eje­cu­tores, atrav­es­ar por una pro­fun­da y con­stante reflex­ión encam­i­na­da a la elab­o­ración e inte­gración de los ref­er­entes teóri­co-con­cep­tuales y metodológi­cos que se artic­u­lan en la fun­da­mentación de la propia experiencia.

Ello pre­sume la apropiación de un con­jun­to orga­ni­za­do de con­cep­tos (Esque­ma Con­cep­tu­al Ref­er­en­cial Oper­a­ti­vo [ECRO]) que per­miten una aprox­i­mación a la com­pren­sión de los fun­da­men­tos de dicho pro­gra­ma: edu­cación y deporte para el desar­rol­lo humano, trans­for­ma­ción psi­coso­cial, mejo­ramien­to de la cal­i­dad de vida a través de acciones de trans­for­ma­ción psi­coso­cial comu­ni­taria, trans­for­ma­ción de actores participantes/beneficiarios de la expe­ri­en­cia (niños/as u otros) en agentes facil­i­ta­dores de cam­bios psi­coso­ciales, tra­ba­jo en el ámbito comu­ni­tario, y super­visión como acción de revisión del tra­ba­jo que se real­iza en un proyec­to de trans­for­ma­ción (ver Zas, López, Orte­ga, Gar­cía, 2014).

Se asumen fun­da­men­tos teóri­cos y metodológi­cos de la ped­a­gogía social, la psi­cología educa­ti­va y la edu­cación de adul­tos, que han sido desar­rol­la­dos en resul­ta­dos ante­ri­ores (Zas, López, Orte­ga, & Hernán­dez, 2016).

En las alter­na­ti­vas pedagóg­i­cas, la for­ma­ción facili­ta y procu­ra que los par­tic­i­pantes ten­gan condi­ciones para des­cubrir sus poten­cial­i­dades como suje­tos de cam­bio, como pro­tag­o­nistas de su desar­rol­lo. En el caso de la for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores se aspi­ra a que se com­pro­metan tam­bién con el desar­rol­lo y la cal­i­dad de vida de los habi­tantes de las comu­nidades que serán ben­e­fi­cia­r­ios de los proyec­tos que ellos con­ducirán, pero tam­bién con la for­ma­ción de algunos de estos ben­e­fi­cia­r­ios como nuevos mul­ti­pli­cadores. Por todo ello, este mul­ti­pli­cador, debe ser capaz no solo de apropi­arse de los con­tenidos del pro­gra­ma que le per­mi­tan eje­cu­tar este rol, nece­si­ta tam­bién con­ci­en­ti­zar su com­ple­ji­dad y protagonismo.

La didác­ti­ca desar­rol­lado­ra que tiene su ori­gen en el Enfoque Históri­co Cul­tur­al (Bermúdez et al., 2016) tiene un papel prin­ci­pal en el pro­gra­ma y en su guía metodológ­i­ca, pues en esta for­ma­ción se con­cibe el apren­diza­je como una activi­dad social, y no solo un pro­ce­so de real­ización indi­vid­ual, como una activi­dad de pro­duc­ción y repro­duc­ción del conocimien­to que los prepara para asumir el papel de mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal en las comu­nidades donde real­i­cen sus proyectos.

Los prin­ci­p­ios metodológi­cos han sido toma­dos de difer­entes fuentes y ade­cua­dos de acuer­do a su per­ti­nen­cia como un sis­tema de lin­eamien­tos metodológi­cos gen­erales del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal (PNUD, 2011; Ortiz, 2017).

Principios metodológicos
  1. La pri­or­i­dad a la for­ma­ción de per­sonas con autonomía.
  2. La flex­i­bil­i­dad del pro­gra­ma de formación.
  3. La ade­cuación del pro­gra­ma de for­ma­ción a las par­tic­u­lar­i­dades del con­tex­to, de los gru­pos y los obje­tivos con los cuales se va a trabajar.
  4. La coheren­cia con la metodología.
  5. La inte­gración de los saberes.

El primer prin­ci­pio se cumple en este pro­gra­ma de for­ma­ción por su carác­ter par­tic­i­pa­ti­vo y la inten­ción de trans­for­mar a los actores participantes/beneficiarios de la expe­ri­en­cia, en agentes facil­i­ta­dores de cam­bios psi­coso­ciales. Se hace énfa­sis en la for­ma­ción de estos mul­ti­pli­cadores para que real­i­cen una apli­cación autóno­ma con ayu­da de la guía y se con­vier­tan en los pro­tag­o­nistas de su aprendizaje.

Estos pos­tu­la­dos están en relación estrecha con los prin­ci­p­ios de: la flex­i­bil­i­dad del pro­gra­ma y el de su ade­cuación a las par­tic­u­lar­i­dades del con­tex­to, de los gru­pos y los obje­tivos con los cuales se va a tra­ba­jar; porque esta for­ma­ción admite la intro­duc­ción de nuevos ele­men­tos; de una apli­cación cre­ati­va de la metodología que les per­mite adap­tar­la a las condi­ciones y car­ac­terís­ti­cas de sus con­tex­tos comu­ni­tar­ios sin perder la esen­cia didác­ti­ca de esta. Esto, no solo estim­u­la sino que pre­supone la activi­dad creado­ra de los par­tic­i­pantes, enrique­cien­do la elab­o­ración, read­e­cuación de instru­men­tos, téc­ni­cas y medios. El cumplim­ien­to de estos prin­ci­p­ios impli­ca la revisión y reestruc­turación con­stante del tra­ba­jo que se está real­izan­do, las metodologías, téc­ni­cas e instru­men­tos a las car­ac­terís­ti­cas y condi­ciones propias, siem­pre man­te­nien­do la esen­cia del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, que se evi­den­cia en la guía metodológica.

Esta últi­ma condi­ción se expre­sa en el prin­ci­pio de la coheren­cia, que enun­cia la necesi­dad de relación con la metodología, espe­cial­mente si se atiende y se insiste en que cada una de las situa­ciones de apren­diza­je y la prác­ti­ca deporti­va gru­pal respon­da a las estrate­gias que pro­pone el pro­gra­ma, dado su carác­ter ori­en­ta­dor y fun­cional para el logro de los obje­tivos de trans­for­ma­ción psicosocial.

Para lograr el cumplim­ien­to de este prin­ci­pio es nece­sario desar­rol­lar la trans­paren­cia metodológ­i­ca, que es otra máx­i­ma de la edu­cación pop­u­lar. Cuan­do en el pro­ce­so de for­ma­ción se hace explíc­i­to el pro­ced­er metodológi­co, este se con­vierte en con­tenido y obje­to de apren­diza­je. Es por ello que en la guía metodológ­i­ca se expli­can y ejem­pli­f­i­can los com­po­nentes del pro­ce­so: obje­ti­vo, con­tenido, méto­do, medio, eval­u­ación y for­ma de orga­ni­zación para cada uno de los talleres y los ejer­ci­cios que los con­for­man. Se expli­ca por qué no solo se debe ori­en­tar hacia el obje­ti­vo, tam­bién se debe analizar por qué es ese el obje­ti­vo y qué se espera de los apren­dices, cuáles son los con­tenidos que lo mate­ri­al­izan, cómo se apropi­arán de ellos a través de un sis­tema de acciones, qué mate­ri­ales uti­lizarán y cómo serán evaluados.

A con­tin­uación se desar­rol­lan los aspec­tos que estruc­turan este tra­ba­jo, que mues­tran su con­tenido fun­da­men­tal y los nex­os que lo sustentan.

1. Base epistemológica del Programa de Formación de Multiplicadores para la Transformación Psicosocial Centrado en la Práctica Deportiva Grupal: 

La base epis­te­mológ­i­ca de este proyec­to está for­ma­da por conocimien­tos filosó­fi­cos, soci­ológi­cos, psi­cológi­cos y pedagógi­cos que con­for­man los prin­ci­p­ios que sus­ten­tan su accionar. De man­era gen­er­al se desta­can la edu­cación y el deporte para el desar­rol­lo humano y el mejo­ramien­to de la cal­i­dad de vida medi­ante acciones de trans­for­ma­ción psi­coso­cial así como otros prin­ci­p­ios éti­cos y metodológi­cos que expli­can todo el con­jun­to de saberes en este trabajo.

La pres­en­cia de esta fun­da­mentación teóri­ca, gen­era acer­camien­to a las prin­ci­pales teorías, leyes y con­cep­tos en los que se sus­ten­ta y apoya este pro­gra­ma. Un pro­gra­ma flex­i­ble que per­mite la ade­cuación de los con­tenidos, com­pren­si­bles y gen­er­adores de reflex­ión en el con­tex­to donde se desar­rolle. Las rela­ciones entre los obje­tivos, con­tenidos, méto­dos, medios y su inter­relación y la orga­ni­zación en el empleo de los méto­dos, su enlace como sis­tema, prop­i­cia ase­quibil­i­dad para trans­for­mar la real­i­dad en cor­re­spon­den­cia a los obje­tivos prop­uestos, elab­o­ra­dos a par­tir del diag­nós­ti­co de las necesi­dades reales de trans­for­ma­ción en las comu­nidades. Todo ello a través del con­trol y la eval­u­ación sis­temáti­ca que cul­mi­na con la pre­sentación de un dis­eño de proyec­to bien estruc­tura­do para su aprobación e imple­mentación en las comunidades.

Lo que impli­ca el saber hac­er[1]:

  • Iden­ti­ficar necesi­dades, deman­das, prob­lemáti­cas psi­coso­ciales, recur­sos (mate­ri­ales y humanos) y antecedentes de expe­ri­en­cias de trans­for­ma­ción social en la comunidad.
  • Deter­mi­nar temáti­cas psi­coso­ciales fun­da­men­tales a tra­ba­jar en el programa.
  • Con­stru­ir indi­cadores de eval­u­ación del pro­gra­ma.
  • Mon­i­tore­ar acciones plan­i­fi­cadas, como parte de las demás estrate­gias del pro­gra­ma (orga­ni­za­ti­va, educa­ti­va, comu­nica­ti­va y de supervisión).
  • Iden­ti­ficar nuevas necesi­dades o prob­lemáti­cas para con­tribuir al dis­eño de nuevas acciones o a reorientar/reestructurar otras ya emprendidas.
  • Eval­u­ar resul­ta­dos de acciones de trans­for­ma­ción lle­vadas a cabo, para poder con­statar los prin­ci­pales cam­bios ocur­ri­dos en la población a la cual van dirigidos.
  • Eval­u­ar la via­bil­i­dad y sosteni­bil­i­dad del programa.
  • Con­for­mar gru­pos de tra­ba­jo que sean fun­cionales y ejecutivos.
  • Dis­eñar, inten­cional­mente, acciones, que com­pren­dan y abar­quen todas las activi­dades que se eje­cu­tan en los programas.
  • Orga­ni­zar talleres de capacitación.
  • Eje­cu­tar diver­sos jue­gos de las prác­ti­cas deporti­vas grupales.
  • Capac­i­tar a los actores sociales en las diver­sas metodologías y pro­ced­imien­tos sis­tem­ati­za­dos para la real­ización de las prác­ti­cas deporti­vas grupales.
  • For­mar a los gestores sobre las difer­entes habil­i­dades nece­sarias para la orga­ni­zación y eje­cu­ción del proyec­to en la comunidad.
  • Sen­si­bi­lizar a actores acer­ca de la necesi­dad de imple­mentación del programa.
  • Con­vo­car la par­tic­i­pación en activi­dades del programa.
  • Trans­mi­tir con­tenidos educa­tivos para favore­cer cam­bios com­por­ta­men­tales acordes con los obje­tivos psi­coso­ciales del programa.
  • Facil­i­tar la comu­ni­cación de con­tenidos educa­tivos en acciones de capacitación.
  • Divul­gar y pro­mo­cionar impactos psi­coso­ciales de las acciones transformadoras.
  • Prop­i­ciar la emer­gen­cia de un pro­ce­so de reflex­ión gru­pal y con­struc­ción con­jun­ta de super­visión, que favorez­ca el apren­diza­je y el análi­sis de conocimien­tos y mod­os de hacer.
  • Elab­o­rar dis­eños de proyec­tos de trans­for­ma­ción psicosocial.

El méto­do cual­i­ta­ti­vo emplea­do es la Inves­ti­gación-Acción-Par­tic­i­pa­ti­va (IAP) con un matiz mul­ti­dis­ci­pli­nario y par­tic­i­pa­ti­vo en el que se orga­ni­za el pro­ce­so de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal con la ayu­da de un grupo de dis­ci­plinas cien­tí­fi­cas, antes men­cionadas. La IAP “tiene una con­no­tación de inclusión pop­u­lar, es decir, una metodología en la que el inves­ti­gador logra una par­tic­i­pación direc­ta con su suje­to de inves­ti­gación per­mi­tien­do más dis­cu­siones den­tro del pro­ce­so inves­tiga­ti­vo” (Sabel, N.2017, 79).

2. Transdisciplinariedad como una regularidad en la aplicación del Programa de Formación de Multiplicadores para la Transformación Psicosocial Centrado en la Práctica Deportiva Grupal:

La for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal es un fenó­meno trans­dis­ci­pli­nar. La com­pren­sión de la trans­for­ma­ción psi­coso­cial como obje­ti­vo más gen­er­al de los proyec­tos que realizarán los mul­ti­pli­cadores en sus comu­nidades, nece­si­ta del dominio de con­tenidos de difer­entes dis­ci­plinas sociales que le per­mi­tirán cumplir con el doble rol de for­mador de otros mul­ti­pli­cadores y de pro­mo­tor de la PDG en sus territorios.

Para realizar estas com­ple­jas tar­eas se for­man equipos mul­ti­dis­ci­pli­nar­ios cuya dinámi­ca per­mite el equi­lib­rio de los saberes nece­sar­ios para cada una de ellas: dis­eño teóri­co y metodológi­co, elab­o­ración del pre­supuesto, diag­nós­ti­co de necesi­dades, acciones comu­nica­ti­vas y de for­ma­ción, super­visión del tra­ba­jo de los equipos y su sal­i­da a la PDG que es la her­ramien­ta educa­ti­va por exce­len­cia para el tra­ba­jo con los gru­pos etar­ios beneficiarios.

Es por ello que se requiere ante todo de una labor educa­ti­va para la apropiación de la metodología, en una dinámi­ca de par­tic­i­pación y tra­ba­jo gru­pal, de acuer­do al con­tex­to y los gru­pos con que se tra­ba­je, que facilite la preparación que per­mite apropi­arse de una serie de recur­sos y her­ramien­tas para la for­ma­ción a los otros y ben­e­fi­ciar medi­ante la imple­mentación del pro­gra­ma de trans­for­ma­ción, a comu­nidades con menos opor­tu­nidades, que pueden estar dadas por las car­ac­terís­ti­cas demográ­fi­cas del ámbito donde se desar­rol­lan y donde se pueden gener­ar cier­tas desigualdades.

Inte­grar la apli­cación del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal en el despliegue del papel de mul­ti­pli­cador en su doble fun­ción resul­ta com­ple­jo, lo que impli­ca, desar­rol­lar habil­i­dades, que en la preparación y en la apli­cación prác­ti­ca se adquiere.

La impor­tan­cia social y com­ple­ji­dad de este rol requiere una doble capac­itación. Esto impli­ca un reto en el plano per­son­al y pro­fe­sion­al, porque el mul­ti­pli­cador tiene que cumplir com­ple­jas tar­eas típi­cas de cada uno de los roles que lo inte­gran. Por una parte, se preparan para asumir el rol de for­madores y cumplir la fun­ción de edu­car y for­mar a otras per­sonas como nuevos mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, lo cual con­sti­tuye un desafío int­elec­tu­al porque requiere de una capac­itación didác­ti­ca para trans­mi­tir los con­tenidos del pro­gra­ma a las per­sonas que tra­ba­jan con ellos en el proyec­to. Por su parte el rol de pro­mo­tor de prác­ti­cas deporti­vas gru­pales va más allá de un pro­mo­tor de salud, cul­tur­al o deporti­vo pues sus fun­ciones abar­can todas estas áreas en su tra­ba­jo de trans­for­ma­ción psicosocial.

Se aprende a imple­men­tar el pro­gra­ma en difer­entes ámbitos sociales, facili­ta el pro­ce­so de trans­for­ma­ción psi­coso­cial que prop­i­cia com­por­tamien­tos salu­to­géni­cos y val­ores pos­i­tivos en dis­tin­tos gru­pos sociales.

Para poder con­seguir com­por­tamien­tos sociales ade­cua­dos, se requiere ante todo una labor educa­ti­va, que debe per­fec­cionarse en cor­re­spon­den­cia con los requer­im­ien­tos de cada momen­to en el que se desar­rolle y se cree la con­cien­cia de ser capaz de ben­e­fi­ciar a los otros y al entorno donde se vive. La for­ma­ción del mul­ti­pli­cador del pro­gra­ma en su doble fun­ción impli­ca una preparación des­de tres dimen­siones: el conocimien­to (saber), las habil­i­dades (hac­er) y las acti­tudes (ser).

A través de la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, se tra­ba­ja en los mod­os en que se estruc­turan com­por­tamien­tos de ori­entación moral y social, así como aque­l­los rela­ciona­dos con las adic­ciones; con el fin de alcan­zar una mejor cal­i­dad de vida, y un mejo­ramien­to en los pro­ce­sos de trans­for­ma­ción psi­coso­cial en diver­sos gru­pos y ámbitos sociales; y tam­bién en todas aque­l­las per­sonas que par­ticipen en ello. Este instru­men­to facili­ta además, la par­tic­i­pación, el empoderamien­to, la autonomía, la auto­gestión y pro­mo­ción de val­ores sociales favorables.

Los par­tic­i­pantes son respon­s­ables del dis­eño e imple­mentación de su proyec­to, lo que prop­i­cia un apren­diza­je con­sciente, ori­en­ta­do hacia sus propias necesi­dades de desar­rol­lo, nece­sarias para poder eje­cu­tar de for­ma acti­va e inde­pen­di­ente las tar­eas de trans­for­ma­ción psi­coso­cial que nece­si­tan sus comu­nidades, lo que impli­ca el apren­diza­je de cada una de las estrate­gias del pro­gra­ma y el resto de los obje­tivos propuestos.

3. Aporte del proyecto a la innovación social a nivel microsocial y mesosocial: 

El proyec­to real­iza un aporte nove­doso e inno­vador al uti­lizar la prác­ti­ca deporti­va gru­pal como her­ramien­ta de trans­for­ma­ción psi­coso­cial. La for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores con el uso de los mate­ri­ales bib­li­ográ­fi­cos elab­o­ra­dos al efec­to (man­uales y guía metodológ­i­ca) garan­ti­za la sosteni­bil­i­dad del proyec­to y per­mite que sean repli­ca­dos los pro­gra­mas que lo com­po­nen: el pro­gra­ma de trans­for­ma­ción psi­coso­cial cen­tra­do en la prác­ti­ca deporti­va gru­pal y el pro­gra­ma de for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores, como pro­duc­tos de inno­vación ori­en­ta­da a los prob­le­mas sociales.

La metodología del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial, en sí, va dirigi­da a favore­cer acciones psi­coso­ciales pro­fe­sion­ales de pre­ven­ción social y de salud, y la metodología del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores, facili­ta la artic­u­lación de las insti­tu­ciones académi­cas, los gob­ier­nos provin­ciales, y las comu­nidades, en un pro­ce­so for­ma­ti­vo con fines de trans­for­ma­ción psicosocial.

La propia con­cep­ción de estos pro­gra­mas prop­i­cia además el desar­rol­lo de la cre­ativi­dad y la inno­vación a niv­el microso­cial estim­u­lan­do la adaptación de jue­gos tradi­cionales, téc­ni­cas par­tic­i­pa­ti­vas y la prác­ti­ca deporti­va en gen­er­al a las inten­ciones educa­ti­vas de los proyec­tos, dis­eña­dos de acuer­do a las necesi­dades de las comu­nidades y las par­tic­u­lar­i­dades de los gru­pos con los que se trabaja.

La for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores tiene el propósi­to de trans­mi­tir la expe­ri­en­cia de cómo instru­men­tar un pro­gra­ma a niv­el de comu­nidad enfo­ca­do en la trans­for­ma­ción psi­coso­cial, que es jus­ta­mente la esen­cia del Pro­gra­ma para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, y cómo comu­ni­car­lo a los demás para su implementación.

Es un proyec­to de for­ma­ción para la trasfor­ma­ción que gen­era nuevos conocimien­tos, habil­i­dades y bue­nas prác­ti­cas. Es replic­a­ble pues incide pos­i­ti­va­mente en el bien­es­tar de las per­sonas, y apor­ta al mejo­ramien­to social. Gen­era un sis­tema de conocimien­tos gen­erales, de habil­i­dades y destrezas prác­ti­cas y de val­ores fomen­ta­dos por el pro­gra­ma. Además de los recur­sos y her­ramien­tas que apor­ta el pro­gra­ma en cada uno de sus temas para el tra­ba­jo en los proyec­tos y para afrontar emer­gentes que se puedan presentar.

Des­de este mod­e­lo, todos los par­tic­i­pantes son suje­tos de cam­bio y apren­diza­jes con­stantes, del mis­mo modo que se recono­cen y tra­ba­jan des­de los saberes y aportes indi­vid­uales, para poder gener­ar el debate y la reflex­ión, así como el surgimien­to de nuevos conocimien­tos colec­tivos. La enseñan­za y el apren­diza­je se dan de for­ma sis­temáti­ca, simultánea y cada cual lo viven­cia en difer­entes momen­tos y de diver­sas for­mas, en fun­ción de los pape­les que puedan estar desempeñando.

Medi­ante el tra­ba­jo en equipo y en un pro­ce­so de par­tic­i­pación e inter­cam­bio, uti­lizan­do diver­sas dinámi­cas de tra­ba­jo en grupo, favore­ce­do­ras estas, de la exposi­ción de conocimien­tos y expe­ri­en­cias, es que se asumen las fun­ciones y tar­eas cor­re­spon­di­entes a la real­ización del tra­ba­jo, de la inte­gración teoría-prác­ti­ca, la expe­ri­en­cia de apli­cación al apren­diza­je, que indi­vid­ual­mente real­iza las aporta­ciones con­sid­er­adas y opor­tu­nas en cada caso.

Tar­eas desafi­antes y ejer­ci­cios de apli­cación del con­tenido a la for­ma­ción, al dis­eño de proyec­tos y a las prác­ti­cas deporti­vas gru­pales, con el fin de poten­ciar sus posi­bil­i­dades y tra­ba­jar la zona de desar­rol­lo próx­i­mo. La may­oría de los ejer­ci­cios se real­izan en una activi­dad colab­o­ra­ti­va que incluye la estim­u­lación del equipo coor­di­nador y favorece el desar­rol­lo de la inde­pen­den­cia, la autonomía y la comu­ni­cación inter­per­son­al y grupal.

En el apren­diza­je expe­ri­en­cial durante el desar­rol­lo de las sesiones de Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, los par­tic­i­pantes tienen la opor­tu­nidad de dis­fru­tar de la expe­ri­en­cia que apor­ta el juego. El pro­mo­tor de Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal reflex­iona sobre la expe­ri­en­cia con los par­tic­i­pantes, los hace reflex­ionar a través de char­las, debates, con­ver­sato­rios, hace conec­tar la expe­ri­en­cia con la vida cotid­i­ana de estos, siem­pre apoyán­dose en pre­gun­tas, que pro­por­cio­nan nive­les de ayu­da, para que los par­tic­i­pantes puedan desar­rol­lar estrate­gias y aplicar lo apren­di­do en el juego a sus vidas.

Des­de la per­spec­ti­va cien­cia, tec­nología, inno­vación y sociedad, las prin­ci­pales poten­cial­i­dades del pro­gra­ma cen­tra­do en las prác­ti­cas deporti­vas gru­pales, como medio favore­ce­dor para la trans­for­ma­ción, res­i­den, en el aporte de ben­efi­cios psi­coso­ciales, la con­struc­ción y poten­ciación de capaci­dades humanas, la enseñan­za de val­ores bási­cos y habil­i­dades para la vida (per­son­al y social), que gen­era en los ben­e­fi­cia­r­ios de este, ya sean direc­tos e indirectos.

A través de las prác­ti­cas deporti­vas gru­pales, se pre­tende desar­rol­lar y fomen­tar conocimien­tos y habil­i­dades para la vida, enten­di­da esta últi­ma como:

  • Capaci­dades per­son­ales: per­se­ver­an­cia, toma de deci­siones, ges­tionar el estrés, auto esti­ma, auto eficacia.
  • Capaci­dades inter­per­son­ales: resi­s­tir a la pre­sión de los demás, comu­ni­cación, coop­eración, lid­er­az­go, empatía.
  • Capaci­dades cog­ni­ti­vas: desar­rol­lar estratég­i­cas, resolver prob­le­mas, pen­samien­to críti­co, concentración.
  • Conocimien­tos fun­cionales: higiene, enfer­medades, nutri­ción, bien­es­tar psicológico.

Fomen­tar habil­i­dades para la vida en los niños/as, ado­les­centes y jóvenes, facili­ta su desar­rol­lo en los pro­ce­sos de enseñan­za-apren­diza­je, e incide en su preparación académi­ca y cal­i­dad de vida. Es impor­tante saber, que al pre­tender mod­i­ficar com­por­tamien­to en los niños, tam­bién se está inci­di­en­do en los gru­pos de per­sonas que los rodean (como padres, ami­gos u otros miem­bros de la familia).

4. La ética profesional, responsabilidad personal y compromiso con la labor social. Formación axiológica en el Programa de Formación de Multiplicadores para la Transformación Psicosocial Centrado en la Práctica Deportiva Grupal:

… Si hablam­os de una for­ma­ción inte­gral ten­emos que lograr una for­ma­ción human­ista de toda nues­tra gente. Ten­emos que insi­s­tir en una for­ma­ción en val­ores. Que la gente ten­ga una con­cep­ción de vida que les per­mi­ta respon­der a las deman­das de la sociedad, a las deman­das que les hace el pueblo y para eso ten­emos que ten­er un espa­cio de trans­for­ma­ción para el papel de la filosofía, de las cien­cias, las humanidades, el pen­samien­to mar­tiano, el marx­is­mo, el lenin­is­mo, el pen­samien­to de Fidel y de nue­stros pen­sadores y sobre todo hay retos muy altos en esa for­ma­ción human­ista des­de el pun­to de vista de la cívi­ca y la éti­ca (Díaz Canel, 2016, p.4).

El pro­gra­ma está con­for­ma­do por prin­ci­p­ios éti­cos que se ponen de man­i­fiesto en cada una de las acciones a realizar, sobre todo el respeto que se tiene durante la for­ma­ción de las creen­cias, ideas y viven­cias de los par­tic­i­pantes en la con­struc­ción del conocimien­to. Da la posi­bil­i­dad en los ben­e­fi­cia­r­ios a una par­tic­i­pación en el pro­ce­so enseñan­za-apren­diza­je, des­de sus necesi­dades de capac­itación has­ta sus intere­ses y pref­er­en­cias a par­tir de las exi­gen­cias del pro­gra­ma como fun­da­men­to de las cual­i­dades que deben tener.

En este aspec­to se con­for­man val­ores humanos de dis­posi­ción y com­por­tamien­to social que com­prende prin­ci­p­ios éti­cos, entre ellos:

  1. El human­is­mo que con­sid­era al ser humano como suje­to acti­vo par­tien­do del reconocimien­to de sus potencialidades.
  2. La par­tic­i­pación acti­va y pro­tagóni­ca de los suje­tos des­de sus propias per­cep­ciones, reflex­iones y viven­cias, a través del diál­o­go hor­i­zon­tal entre los dis­tin­tos actores involu­cra­dos en el pro­ce­so de trans­for­ma­ción psi­coso­cial para lograr con­sen­so, apoyo y alianza.
  3. El acom­pañamien­to y ori­entación espe­cial­iza­da a los actores en los pro­ce­sos que tienen lugar como parte de la imple­mentación del programa.
  4. La unidad grupo-indi­vid­uo. Establec­imien­to y reconocimien­to de las nor­mas gru­pales y el com­pro­miso indi­vid­ual, así como el respeto a la indi­vid­u­al­i­dad y a las difer­en­cias en los pro­ce­sos humanos de trans­for­ma­ción (PNUD, 2011).

Por lo que deben ser capaces de[2]:

  • Ten­er un com­por­tamien­to éti­co, basa­do en la hon­esti­dad, el respeto al otro, la jus­ti­cia, la sol­i­dari­dad; en cor­re­spon­den­cia con los val­ores uni­ver­sales que en este tipo de prác­ti­cas se promueven.
  • Gener­ar cam­bios en sí mis­mos y con­tribuir a prop­i­cia­r­los en los otros, fomen­tan­do aprendizajes.
  • Asumir com­pro­misos, respon­s­abil­i­dades, proyec­tos y tar­eas, en su mis­ión como promotor.
  • Ten­er dis­posi­ción a solu­cionar prob­le­mas, enfrentar obstácu­los, incon­ve­nientes o con­tratiem­pos, que puedan pre­sen­tarse en la orga­ni­zación o real­ización de las prác­ti­cas. Es decir, estar prepara­dos para afrontar imprevistos.
  • Brindar apoyo, confianza.
  • Reflex­ionar críti­ca­mente sobre su com­por­tamien­to y desem­peño en la real­ización de las prác­ti­cas. Darse cuen­ta de sus errores y tra­ba­jar en su auto corrección.
  • Favore­cer la par­tic­i­pación acti­va de (y con) los otros, ya sean niños/as o adul­tos; com­par­tien­do com­pro­misos y respon­s­abil­i­dades; fomen­tan­do la ini­cia­ti­va, la colab­o­ración y la autonomía; dejan­do que los par­tic­i­pantes dis­fruten ple­na­mente de la activi­dad, entre otras.
  • Asumir difer­entes roles, entre ellos: gestor, pro­mo­tor de prác­ti­cas deporti­vas gru­pales, etc.[3]

Para lograr cam­bios y trans­for­ma­ción en com­por­tamien­tos sociales medi­ante la imple­mentación del pro­gra­ma se nece­si­ta desar­rol­lar habil­i­dades que lo per­mi­ta conseguir:

  • Recono­cer y aten­der necesi­dades y deman­das de la comu­nidad con la cual se está trabajando;
  • Habil­i­dad para encon­trar, ade­cuar y crear jue­gos que per­mi­tan alcan­zar los obje­tivos educa­tivos que se propongan,
  • Saber selec­cionar y vari­ar los jue­gos en depen­den­cia de los propósi­tos par­tic­u­lares que se ten­gan para una Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal, tenien­do en cuen­ta los gus­tos y pref­er­en­cias de la población con la cual se está tra­ba­jan­do, donde se tra­ba­jen los mis­mos obje­tivos, y con los cuales se puedan alcanzar.
  • Ser tol­er­antes en el caso de que no se puedan alcan­zar algunos de los obje­tivos propuestos.
  • Con­tar siem­pre con alguien que super­vise el tra­ba­jo, con quien se pue­da com­par­tir los éxi­tos, las ansiedades, los temores, etc.

Este es un pro­gra­ma que facili­ta la for­ma­ción, inspi­ra y moti­va a sus par­tic­i­pantes, y les da la opor­tu­nidad de con­stru­ir el cambio.

A modo de cierre, agre­gar que, de acuer­do a los pre­supuestos teóri­cos del enfoque social de la cien­cia, en la expe­ri­en­cia, se pre­cisa el vín­cu­lo entre las enti­dades deciso­ras y los proyec­tos de trans­for­ma­ción, para la imple­mentación de estos en los ter­ri­to­rios. Se vis­i­bi­liza la necesi­dad de sen­si­bi­lizar a los decisores de man­era que creen con­cien­cia y respon­s­abil­i­dad en este tra­ba­jo. Así como el seguimien­to a los proyec­tos elab­o­ra­dos, no solo en el con­trol y uso de los imple­men­tos deportivos, sino en la imple­mentación de los proyec­tos en las comu­nidades, resul­tante de la for­ma­ción. Es una man­era de legit­i­mar com­pro­miso y respon­s­abil­i­dad social des­de las políti­cas de gob­ier­no, que inci­dan en la con­tinuidad del Pro­gra­ma de For­ma­ción de Mul­ti­pli­cadores para la Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal y por con­sigu­iente a su sosteni­bil­i­dad. Es tam­bién dar paso al ser humano que bus­ca expandir el bien­es­tar a los demás, y es una man­era de la cien­cia garan­ti­zar un futuro responsable.

Conclusiones

Del análi­sis real­iza­do se evi­den­cia, des­de una per­spec­ti­va de cien­cia, tec­nología, inno­vación y sociedad, que el pro­gra­ma de for­ma­ción de mul­ti­pli­cadores para la trans­for­ma­ción psi­coso­cial cen­tra­do en la prác­ti­ca deporti­va gru­pal, puede ser imple­men­ta­do por difer­entes actores sociales, ori­en­ta­dos por la metodología del pro­gra­ma, y que tra­ba­jen proyec­tos comunitarios.

Facili­ta un estre­cho vín­cu­lo entre las enti­dades deciso­ras (a difer­entes nive­les), los proyec­tos comu­ni­tar­ios y la cien­cia. Todo ello muy nece­sario para el buen fun­cionamien­to de los proyec­tos y sus resul­ta­dos en los territorios.

Prop­i­cia legit­i­mar com­pro­miso y respon­s­abil­i­dad social des­de las políti­cas de gob­ier­no; es una man­era de garan­ti­zar con­tinuidad y sosteni­bil­i­dad en los proyec­tos comunitarios.

La flex­i­bil­i­dad de la metodología del pro­gra­ma, per­mite, artic­u­lación con otros pro­gra­mas comu­ni­tar­ios, nece­si­ta­dos estos, de estrate­gias (oper­a­ti­vas y fun­cionales) de imple­mentación en los proyec­tos, y que ten­gan un enfoque psicosocial.

Referencias bibliográficas

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  1. Toma­do del Man­u­al para mul­ti­pli­cadores del Pro­gra­ma de Trans­for­ma­ción Psi­coso­cial Cen­tra­do en la Prác­ti­ca Deporti­va Gru­pal (Zas, López, Orte­ga, Gar­cía, 2014).
  2. Toma­do del Man­u­al de prác­ti­cas deporti­vas gru­pales. (Zas, López, Orte­ga, Hernán­dez et al., 2014 p.12).
  3. Este últi­mo no esta­ba con­tenido en el man­u­al antes men­ciona­do. Se incor­po­ra aten­di­en­do a la com­ple­ji­dad del rol de mul­ti­pli­cador del pro­gra­ma de trans­for­ma­ción psi­coso­cial.

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